RED FLAG 07:como cruzar el charco.......

MAC1966

Colaborador
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Os traigo el relato de un piloto del EdA de como se realizó dicho traslado de los EF-18.

Escrito por Maclittle,el 18 de Marzo de 2008.

El primer inconveniente que tiene irse hasta el otro lado del Atlántico para participar en un Red Flag es precisamente…..cruzar el charco. Para cualquier avión comercial puede resultar cotidiano, pero para un avión de caza es algo más que ***** los trastos y poner rumbo oeste. Requiere de una preparación detallada y hay multitud de factores que han de tenerse en cuenta si no se quiere “poner un huevo”.

Hay muchos aspectos operacionales a estudiar en la preparación, mucho más allá de elegir la ruta más corta u ortodrómica, aquella que normalmente eligen, o al menos tienen la opción de elegir los aviones de transporte de pasajeros o carga. La ruta ortodrómica entre dos puntos es aquella que representa la distancia más corta entre ambos, e implica cambios constantes de rumbo durante el vuelo. Cuando se planea una navegación de estas características con un avión que consume alrededor de 4000 libras de combustible por hora con una autonomía, que en el mejor de los casos es de unas tres horas y media, el concepto de ruta ortodrómica o loxodrómica se deja a un lado, para ***** lápiz, calculadora y cartas de navegación, y calcular punto a punto aquellos que determinarán finalmente la ruta.

No hacen falta muchos cálculos para saber que con el gasto de combustible que tenemos y la autonomía aproximada que da el F18 (o cualquier otro caza del mundo), se hacen necesarios varios reabastecimientos en vuelo para llegar hasta el otro lado del Atlántico. ¿Cuántos?. Los que hagan falta para cubrir con “seguridad” la ruta hasta el destino. En cualquier punto de la navegación se deberá tener combustible para proceder al alternativo (….¿en mitad del charco?….), teniendo también en cuenta la parada inoportuna de uno de los motores. Parece fácil, pero la cosa se puede complicar si te estudian los inconvenientes que el inoportuno Murphy pueda tenernos preparado para el día de la navegación: emergencia de algún caza, emergencia del avión cisterna, fallo de alguna de las mangeras de reabastecimiento del cisterna (si tiene dos, bien, si tiene solo una, peor), malas condiciones meteorológicas (turbulencia en aire claro) que imposibiliten la maniobra de reabastecimiento, etc… Y el etcétera puede ser lo amplio que uno quiera si se pretenden cubrir todas las posibles eventualidades. Y por supuesto, habrá que tener en cuenta la opinión de la tripulación del avión cisterna, que durante todo el vuelo será quien lleve la navegación, justo hasta un punto cercano a la base de destino, donde se dividirá la formación hasta la toma, por un lado el avión cisterna y por otro los cazas.

Pero, ¿alternativos?…¿qué alternativos podemos encontrar a lo largo de una ruta que en el 90% del tiempo se sobrevuela agua?…Pero esto amigos, será motivo de otro post.

La foto que os pongo fue tomada por el crack del Chipi durante uno de nuestros saltos en el Red Flag del año pasado hasta Alaska. Ni qué decir tiene que la imagen es espectacular, con la bandera de España acompañando a un piloto del Ala 12 en su camino hasta el destino.

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Ayer comentaba la dificultad que conlleva volar hasta el otro lado del Atlántico en un caza. Hay aspectos operacionales que obligan a elegir una ruta determinada, distinta a la más lógica, entendiendo como tal la que une dos puntos en la menor distancia posible, con el ahorro de combustible que supondría. Incluso tomando estos famosos factores operativos de referencia, no sólo hay una posible solución, sino varias. No muchas, pero existen variantes que obligarán a decantarse por alguna de ellas. Saliendo de LETO (Torrejón) y destino costa Este de Canadá, hay al menos dos opciones posibles, naturalmente cada una de ellas con sus pros y sus contras.

Os decía en el post anterior, ¿es posible tener alternativos cuando se sobrevuela en un 90% de la ruta agua, agua y más agua?. Y pregunto más, ¿es necesario tener alternativos cuando se vuela pegado al culo de un avión cisterna que nos proporcionará combustible cuando y donde lo necesite?. Pues se necesita. Y ya os adelantaba la razón. Hay multitud de razones, entre ellas Murphy, que obligan a tener una pista con las mínimas garantías de seguridad donde “caerse vivo” en caso de necesidad. Imaginemos un fallo de cualquier sistema de alimentación de combustible al motor del avión. Por mucho cisterna que vuele junto a nosotros, sería casi imposible llegar hasta el punto de destino sin tomar riesgos innecesarios en nuestro empeño.

¿Y los aviones de transporte civiles?. ¿Pasa lo mismo?. Pues no. ¿Por qué?. Pues porque la estructura o concepto de diseño de uno y otro tipo de avión es distinto, evidentemente porque el uso de una y otra aeronave es también diferente. La duplicidad o redundancia en los sistemas principales es mayor en un avión comercial de transporte que en un caza, y es que en éstos, es fundamental minimizar pesos “innecesarios” con el objeto de maximizar la capacidad de carga externa de armamento. En resumen, la probabilidad de fallo grave de un sistema principal es un caza es mayor, y por lo tanto se debe cubrir esa probabilidad planeando pistas alternativas de aterrizaje a lo largo de la ruta.

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Pero no todas las pistas disponibles a lo largo de la ruta cubren esos mínimos de seguridad aceptables. De nada serviría tener cientos de alternativos si ninguno de ellos tuviera un cable para enganchar en caso de fallo hidráulico importante. Con lo que ya os podréis ir imaginando que por muchas rutas que podamos elegir, el tener al menos un alternativo con cable determinará finalmente la ruta a planear. Pero volvamos a las dos posibles opciones para llegar hasta la costa Este de Canadá. La primera de ellas es la de tomar como alternativo Las Azores, y la segunda tomar alternativos en Irlanda, Islandia y Groenlandia. La de las Azores es mucho más larga y requerirá de más enganches con el cisterna, con lo que la probabilidad de “cagarla” es mucho mayor, al ser “la probabilidad” directamente proporcional al número de veces que se reabastece del tanker. Y la segunda ruta es mucho más corta, al aproximarse a la famosa ortodrómica, con lo que el número de contactos en menor. El problema de esta opción radica en la “calidad” de los alternativos, normalmente con mala meteorología y en algunos casos, como en Groenlandia e Islandia, nos podemos encontrar con la fatal sorpresa de “campo cerrado por pista helada”. Lo más lógico sería entonces elegir la primera de las rutas, y una vez hecha la elección determinar dónde, cómo, cuándo y cuánto reabastecer del cisterna.

Pero eso será motivo de otro post….no vaya a ser que os durmáis.

La dos fotos que os pongo son del último Red Flag en el que participó el Ala 12. La primera es del salto Goosbey (Canadá)-Cold Lake (Canadá), y la segunda es del salto del charco Torrejón-Goosbey (Canadá), y es lo que ve el operador del cisterna durante la maniobra de reabastecimiento del caza. El cisterna era un Tristar de la Royal Air Force.

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MAC1966

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Continuamos.........

Nos habíamos quedado en la elección de la ruta. Demasiados factores externos a considerar en busca del equilibrio perfecto que en tiempo de paz debería existir entre seguridad en vuelo y operatividad. Una vez nos hemos decidido por la ruta, empieza el planeamiento de la navegación. Y volvemos a toparnos con numerosos elementos y factores que, si no se quiere improvisar en vuelo (que finalmente no habrá más remedio que hacer), se deben tener en consideración y estudio: número de cazas que conformarán la formación, tipo de tanker (avión cisterna), número de mangueras disponibles, carga de combustible disponible por caza, alternativos presentes a lo largo de la ruta (ya elegidos), etc…

La influencia del número de cazas puede parecer una obviedad, pero es evidente que la dificultad en el planeamiento es directamente proporcional al número de aviones que componen la formación. No es lo mismo dar de comer a dos comensales que a seis, si la cazuela es la misma e igual es también la cantidad de comida a proporcionar. Lo normal es cruzar el charco sin escalas con un número máximo “aproximado” de cuatro aviones. Menos sería lo óptimo, pero no rentable. Y mayor, aunque factible, cualquier imprevisto en vuelo, por ejemplo, viento desfavorable más fuerte que el computado o fallo de alguna manguera de reabastecimiento, obligaría a tomar decisiones en vuelo no deseadas, como toma en el campo alternativo de destino.

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El tipo de tanker es crucial en el planeamiento, o para ser más exactos, el tipo de sistema de reabastecimiento que incorpora. No es lo mismo reabastecer de un cisterna con dos mangueras funcionales al mismo tiempo (como el TK-17 del EA, véase la foto), o de otro con una sola manguera disponible sin capacidad de reabastecimieto de dos cazas simultáneamente (como el Tristar de la RAF), o de un tanker con dos sistemas diferentes de reasbastecimiento disponibles, manguera y BDA (por ejemplo, el KC-135). En éste último caso, ambos sistemas se complementan pero no pueden usarse simultáneamente: o dos cazas a la vez de las dos mangueras, o uno solo desde el sistema BDA. Es decir, que las posibilidades son múltiples, pero que se reducen a una o dos como máximo una vez que se conoce el sistema de reabastecimiento a emplear. En el ejemplo de la foto, son cinco cazas a reabastecer del TK-17 (B707), con dos mangueras disponibles. Por lo dicho hasta ahora, es fácil suponer que corresponde a un salto “corto”, Torrejón-Lajes o Lajes-Goosbay (Canadá). El salto directo sería posible, pero repito que cualquier imprevisto en vuelo, como una manguera inoperativa, daría al traste con el planeamiento previsto.

Tenemos la ruta, sabemos el sistema de reabastecimiento disponible para nuestro vuelo…ahora solo queda determinar los puntos donde se procederá a realizar cada enganche, en qué orden, y cuánto combustible a tomar por avión. Es decir, responder a las preguntas de dónde, cuándo y cuánto. Hoy hemos visto el cómo, y de alguna forma hemos empezado a moldear la respuesta a las otras tres preguntas.

¿Qué pasaría si al nivel de vuelo “fijado” para la navegación, nos encontramos con una inesperada turbulencia que dificulta e incluso impide la maniobra de enganche de los cazas?. ¿Y si a ese mismo nivel de vuelo la meteo es más fea de lo previsto, y topamos con las típicas nubes molestas (por no usar otra palabra menos “polite”) que oblige a separar la formación y resulte imposible la reunión con el tanker?. Pues, como se dice en nuestro argot, “habríamos puesto un huevo”.

Por eso, para poder realizar el salto con ciertas garantías de éxito, se reserva un bloque de espacio aéreo a lo largo de la ruta. Reserva que requiere su tiempo de activación y que suele ser de dos mil pies de “alto”. Quiere esto decir, que si queremos hacer la ruta a nivel de vuelo 240, la reserva debe hacerse de 220 a 240 ó de 240 a 260. No es obligatorio que sean de dos mil pies, puede ser de más, pero en cualquier caso estará sujeto a su aprobación por el organismo internacional encargado de ello. Y además de ser necesario por las razones antes expuestas, es imprescindible cuando en un mismo espacio de cielo vuelan tantos aviones. Me explico. Ender en su comentario preguntaba sobre el tipo de formación que se adopta en estos vuelos. Y la respuesta es, formación en ruta. ¡Qué imaginación!. Tiene más nombres, en función de la distancia entre aviones, pero básicamente se concoce con este nombre a la formación entre puntos con distancias entre aviones desde una milla hasta dos, siendo el líder de la navegación el tanker. Menos de una milla puede resultar incómodo y cansado de mantener durante casi cinco horas de navegación, y más de dos ralentiza las maniobras de reunión de los cazas con el cisterna para realizar cada uno de los enganches planeados.

Pero es que además, este bloque de espacio aéreo es necesario con tantos aviones volando en formación visual y a tan poca distancia. Porque en caso de mala meteo, ¿cómo haríamos para mantener la formación entre aviones?. ¿Y entre nubes?. Pues..malamente. Lo que se hace entonces es separar en distancia y en altura a cada uno de los aviones independientemente, volando a partir del split como en un carrusel, siendo el tanker el primero de los aviones. La distancia se puede mantener al tener contacto radar con el avión precedente, y la altura, separando a los aviones con mil piés de diferencia alternativamente. Es decir, el primer avión mantendría nivel de vuelo 240, el segundo 230, el tercero otra vez a 240….y así sucesivamente, reservando nivel 220 (nivel bajo del bloque reservado), como nivel de reserva si alguno de los aviones lo necesitan por cualquier motivo; pérdida de contacto radar, fallo importante de algún sistema, etc…

…..para que veáis que no es cuestión de poner en marcha, despegar y poner rumbo oeste hasta que alguien diga..”Tierra a la vista¡¡¡”. Eso sólo pasa en las películas.

El figura de maclittle.

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Increible información MAC, nos puedes decir de que foro esta sacada, pocas veces se tiene la posibilidad de tener informacion directa de un piloto de F-18
 

MAC1966

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Javier dijo:
Mac muy buen Info MAC se sabe cuanto tiempo le pusieron en el viaje
Saludos

Del RF/07 no tengo el dato,pero del RF/94 si,a ver si te vale.

Se hizo en varias fases,con 2 TK-17 y 8 EF-18;

Torrejón-Lajes-2.000 km,3 horas de vuelo y un reabastecimiento.

Lajes-Langley-4.500 km,6 horas y 4 reabastecimientos.

Langley-Nellis-3.600 km,5 horas y un reabastecimiento.
 
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