Brasil Desarrollará Al final el Programa "Cruzeiro do Sul"
Hola lector!
Sigue abajo una materia publicada hoy (04/03) en el Periódico “Valor Económico” destacando que Brasil irá a reanudar el desarrollo de la familia de cohetes “Cruzeiro do Sul”.
Duda Falcão
País Reanuda Desarrollo de Nueva Familia de Cohetes
Virgínia Silveira
04/03/2010
El desarrollo de nueva generación de lanzadores de satélites en Brasil será retomado pronto. El Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE), órgano del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (DCTA), aguarda para los próximos dos meses el recibimiento de los informes técnicos (anteproyecto) del cohete VLS Alfa, el primer vehículo de la nueva familia de lanzadores del Programa Cruzeiro do Sul.
El documento, que incluye el análisis de la configuración del nuevo vehículo, simulación de desempeño y propuesta de propulsor, fue elaborado por el Centro Estatal de Cohetes Académico Ud.P. Makeyev, de Rusia. El Cruzeiro do Sul preve inversiones de US$ 750 millones (valores de 2004) para la construcción de 5 cohetes en 17 años, con el objetivo de atender a las demandas brasileñas en el área de transporte espacial.
"En diciembre del pasado año, el gobierno brasileño envió para Rusia el certificado de usuario final de los informes y ahora espera la conclusión de la licencia de exportación del documento que, por el contenido, es clasificado como ítem sensible", explicó el coordinador del Programa Cruzeiro do Sul en el IAE, Paulo Moraes Júnior. La elaboración del anteproyecto del cohete VLS Alfa, según Moraes, también necesitó ser ratificada por un acuerdo de salvaguardia tecnológica, firmado, en 2009, por los gobiernos de Brasil y de Rusia.
Rusia ya es compañera de larga fecha del programa brasileño de lanzadores. Además del abastecimiento de componentes para los cuatro prototipos del VLS (Vehículo Lanzador de Satélites), los rusos habían sido contratados para hacer una revisión técnica del cuarto prototipo del VLS-1, que tiene lanzamiento previsto para 2012. El trabajo también fue desarrollado por la rusa Makeyev.
La revisión técnica del proyecto del cohete VLS-1 , según el investigador, incluyó modificaciones en las redes eléctricas, red pirotécnica (dispositivos utilizados para ignición de motores y separación de prácticas), protecciones térmicas, entre otras alteraciones, hechas con el objetivo de aumentarse la confiabilidad y la seguridad del vehículo.
EL VLS-1, según el director del IAE, coronel Francisco Carlos Melo Pantoja, cuenta con un presupuesto de R$ 30 millones a R$35 millones en 2010. La torre de lanzamiento del cohete, que está siendo construida en Alcântara, por el consorcio Jaraguá-Lavitta, debe quedar lista en el fin de este año. La inversión previsto en el proyecto es de R$ 43 millones.
El programa brasileño de lanzadores enfrenta embargos con respecto a los sistemas que permiten el desarrollo de artefactos militares (tecnologías sensibles). La compra del ordenador de bordo del VLS-1, por ejemplo, está enfrentando dificultades, pero está en fase de finalización del contrato. La fornecedora del sistema es Ge Intelligent Platformes. Las computadoras de bordo, que equiparan los otros prototipos del VLS, habían sido comprados de Rusia.
Por ese motivo, algunos ítems del cohete están siendo nacionalizados para que Brasil tenga más autonomía en el desarrollo de su programa de lanzadores. Un ejemplo es el sistema de navegación inercial, utilizado en la orientación de la trayectoria del cohete en el espacio y en la estabilización de satélites en órbita. El proyecto, bautizado de SIA, referente la Sistemas de Navegación Inercial para Aplicación Aeroespacial, tiene un coste estimado de R$ 40 millones y está siendo financiado por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep).
"El objetivo del programa es nacionalizar otros ítems de los vehículos lanzadores, pero varios componentes siguen siendo suministrados por empresas internacionales pues, en algunos casos, el coste y lo tiempo gastos en el desarrollo de la tecnología no compensan", comenta el gerente del VLS-1. Además del sistema de navegación, Brasil hoy tiene el dominio completo del sistema de propulsión del cohete y también de la parte de materiales usados en su estructura.
El gobierno brasileño decidió invertir en el dominio de la tecnología de producción de propelente para tener más autonomía en el desarrollo de su programa espacial, teniendo en vista las dificultades enfrentadas en el mercado externo para la compra de materias primas usadas en la composición de los propelentes para cohetes. Para los nuevos vehículos del Programa Cruzeiro do Sul, que serán equipados con motores de mayor porte, existe la necesidad de perfeccionar la tecnología de propulsión. El segundo vehículo de la nueva familia, el VLS Beta, por ejemplo, tendrá motor con capacidad para 40 toneladas de propelente sólido.
Los motores que equipan el cohete actual, el VLS-1, cargan hasta siete toneladas de propelente cada uno. El cohete Beta también será hecho en material compuesto y la empresa brasileña CENIC tiene ancha experiencia en ese área, con la fabricación de los motores de la cuarta práctica del VLS-1 y del acelerador del cohete de sondeo VSB-30.
El primer vehículo del Programa Cruzeiro do Sul, la Alfa, también irá a introducir el uso de la tecnología de propulsión líquida, que Brasil está se preparando para dominar. El IAE montó un laboratorio de Propulsión líquida, que es una referencia en América del Sur y el DCTA está formando de 15 a 20 expertos en esa tecnología por año, en sociedad con la institución rusa Moscow Aviation Institute.
Accidente Afectó el Programa en 2003
El Vehículo Lanzador de Satélite (VLS-1) comenzó a ser desarrollado en 1984 y ya realizó dos tests en vuelo, pero sin éxito, en 1997 y 1999. En agosto de 2003, una explosión con el tercer prototipo del cohete, en la plataforma de lanzamiento localizada en alcântara, en Maranhão, provocó la muerte de 21 ingenieros y técnicos que trabajaban en el proyecto.
A lo largo del desarrollo, el proyecto del VLS-1 sufrió diversos retrasos, por cuenta de sucesivas restricciones presupuestarias, pérdida de personal calificado y embargo internacional.
Desde el principio, el programa enfrentó las presiones de los países que dominan la tecnología espacial y, por este motivo, Brasil decidió invertir en el desarrollo de tecnologías restrictas, como la de propulsión y combustible sólido, plataforma inercial y estructura en acero especial. El recelo de esos países era que Brasil utilizase el cohete para desarrollar misiles de largo alcance.
EL VLS-1 es una evolución natural del programa de desarrollo de cohetes de sondeo, empezado en el país en la década de 60. Con cuatro prácticas de vuelo, el VLS-1 es un lanzador convencional, que usa combustible sólido y fue proyectado para lanzar satélites de 100 a 350 kilos, en altitudes de 200 a 1000 km. El vehículo tiene 19 metros de largo y 50 toneladas de peso en el despegue. El cohete VLS-1, a pesar de todavía no haber sido calificado en vuelo, ayudó en el desarrollo de tecnología punta en el país. Durante su construcción, el programa envolvió más de cien empresas, que se capacitaron para suministrar equipamientos y componentes con cualificación espacial. Hoy, según el IAE, 14 empresas participan de la construcción del cuarto prototipo del VLS-1.
Fuente: Periódico Valor Económico - 04/03/2010
Comentario: Hay Que cautela con esa noticia, sobre todo cuando se trata del “Programa Espacial Brasileño”. No resta duda que sea una gran noticia para el PEB, sin embargo el blog tiene dudas cuanto a la realización integral de ese proyecto “Cruzeiro do Sul”, no sólo por la gran falta de foco que históricamente forma parte del díaa día del programa, pero sobre todo por la administración desastrosa que impera en los órganos administradores hace años, además de otros problemas ya conocidos por el amigos. Sólo para tenerse una idea la previsión de inversión de US$ 750 millones (mismo con valores de 2004) para el desarrollo de 5 tipos cohetes de grande porte en 17 años, Es en el mínima de una comicidad sin precedentes fruto de la administración reinante en el actual Programa Espacial Brasileño. Sin embargo, hay de resaltar que la participación rusa en ese programa es la garantía de éxito parcial, lo que en el actual rumbo del PEB ya sería alguna cosa.
Hola lector!
Sigue abajo una materia publicada hoy (04/03) en el Periódico “Valor Económico” destacando que Brasil irá a reanudar el desarrollo de la familia de cohetes “Cruzeiro do Sul”.
Duda Falcão
País Reanuda Desarrollo de Nueva Familia de Cohetes
Virgínia Silveira
04/03/2010
El desarrollo de nueva generación de lanzadores de satélites en Brasil será retomado pronto. El Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE), órgano del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (DCTA), aguarda para los próximos dos meses el recibimiento de los informes técnicos (anteproyecto) del cohete VLS Alfa, el primer vehículo de la nueva familia de lanzadores del Programa Cruzeiro do Sul.
El documento, que incluye el análisis de la configuración del nuevo vehículo, simulación de desempeño y propuesta de propulsor, fue elaborado por el Centro Estatal de Cohetes Académico Ud.P. Makeyev, de Rusia. El Cruzeiro do Sul preve inversiones de US$ 750 millones (valores de 2004) para la construcción de 5 cohetes en 17 años, con el objetivo de atender a las demandas brasileñas en el área de transporte espacial.
"En diciembre del pasado año, el gobierno brasileño envió para Rusia el certificado de usuario final de los informes y ahora espera la conclusión de la licencia de exportación del documento que, por el contenido, es clasificado como ítem sensible", explicó el coordinador del Programa Cruzeiro do Sul en el IAE, Paulo Moraes Júnior. La elaboración del anteproyecto del cohete VLS Alfa, según Moraes, también necesitó ser ratificada por un acuerdo de salvaguardia tecnológica, firmado, en 2009, por los gobiernos de Brasil y de Rusia.
Rusia ya es compañera de larga fecha del programa brasileño de lanzadores. Además del abastecimiento de componentes para los cuatro prototipos del VLS (Vehículo Lanzador de Satélites), los rusos habían sido contratados para hacer una revisión técnica del cuarto prototipo del VLS-1, que tiene lanzamiento previsto para 2012. El trabajo también fue desarrollado por la rusa Makeyev.
La revisión técnica del proyecto del cohete VLS-1 , según el investigador, incluyó modificaciones en las redes eléctricas, red pirotécnica (dispositivos utilizados para ignición de motores y separación de prácticas), protecciones térmicas, entre otras alteraciones, hechas con el objetivo de aumentarse la confiabilidad y la seguridad del vehículo.
EL VLS-1, según el director del IAE, coronel Francisco Carlos Melo Pantoja, cuenta con un presupuesto de R$ 30 millones a R$35 millones en 2010. La torre de lanzamiento del cohete, que está siendo construida en Alcântara, por el consorcio Jaraguá-Lavitta, debe quedar lista en el fin de este año. La inversión previsto en el proyecto es de R$ 43 millones.
El programa brasileño de lanzadores enfrenta embargos con respecto a los sistemas que permiten el desarrollo de artefactos militares (tecnologías sensibles). La compra del ordenador de bordo del VLS-1, por ejemplo, está enfrentando dificultades, pero está en fase de finalización del contrato. La fornecedora del sistema es Ge Intelligent Platformes. Las computadoras de bordo, que equiparan los otros prototipos del VLS, habían sido comprados de Rusia.
Por ese motivo, algunos ítems del cohete están siendo nacionalizados para que Brasil tenga más autonomía en el desarrollo de su programa de lanzadores. Un ejemplo es el sistema de navegación inercial, utilizado en la orientación de la trayectoria del cohete en el espacio y en la estabilización de satélites en órbita. El proyecto, bautizado de SIA, referente la Sistemas de Navegación Inercial para Aplicación Aeroespacial, tiene un coste estimado de R$ 40 millones y está siendo financiado por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep).
"El objetivo del programa es nacionalizar otros ítems de los vehículos lanzadores, pero varios componentes siguen siendo suministrados por empresas internacionales pues, en algunos casos, el coste y lo tiempo gastos en el desarrollo de la tecnología no compensan", comenta el gerente del VLS-1. Además del sistema de navegación, Brasil hoy tiene el dominio completo del sistema de propulsión del cohete y también de la parte de materiales usados en su estructura.
El gobierno brasileño decidió invertir en el dominio de la tecnología de producción de propelente para tener más autonomía en el desarrollo de su programa espacial, teniendo en vista las dificultades enfrentadas en el mercado externo para la compra de materias primas usadas en la composición de los propelentes para cohetes. Para los nuevos vehículos del Programa Cruzeiro do Sul, que serán equipados con motores de mayor porte, existe la necesidad de perfeccionar la tecnología de propulsión. El segundo vehículo de la nueva familia, el VLS Beta, por ejemplo, tendrá motor con capacidad para 40 toneladas de propelente sólido.
Los motores que equipan el cohete actual, el VLS-1, cargan hasta siete toneladas de propelente cada uno. El cohete Beta también será hecho en material compuesto y la empresa brasileña CENIC tiene ancha experiencia en ese área, con la fabricación de los motores de la cuarta práctica del VLS-1 y del acelerador del cohete de sondeo VSB-30.
El primer vehículo del Programa Cruzeiro do Sul, la Alfa, también irá a introducir el uso de la tecnología de propulsión líquida, que Brasil está se preparando para dominar. El IAE montó un laboratorio de Propulsión líquida, que es una referencia en América del Sur y el DCTA está formando de 15 a 20 expertos en esa tecnología por año, en sociedad con la institución rusa Moscow Aviation Institute.
Accidente Afectó el Programa en 2003
El Vehículo Lanzador de Satélite (VLS-1) comenzó a ser desarrollado en 1984 y ya realizó dos tests en vuelo, pero sin éxito, en 1997 y 1999. En agosto de 2003, una explosión con el tercer prototipo del cohete, en la plataforma de lanzamiento localizada en alcântara, en Maranhão, provocó la muerte de 21 ingenieros y técnicos que trabajaban en el proyecto.
A lo largo del desarrollo, el proyecto del VLS-1 sufrió diversos retrasos, por cuenta de sucesivas restricciones presupuestarias, pérdida de personal calificado y embargo internacional.
Desde el principio, el programa enfrentó las presiones de los países que dominan la tecnología espacial y, por este motivo, Brasil decidió invertir en el desarrollo de tecnologías restrictas, como la de propulsión y combustible sólido, plataforma inercial y estructura en acero especial. El recelo de esos países era que Brasil utilizase el cohete para desarrollar misiles de largo alcance.
EL VLS-1 es una evolución natural del programa de desarrollo de cohetes de sondeo, empezado en el país en la década de 60. Con cuatro prácticas de vuelo, el VLS-1 es un lanzador convencional, que usa combustible sólido y fue proyectado para lanzar satélites de 100 a 350 kilos, en altitudes de 200 a 1000 km. El vehículo tiene 19 metros de largo y 50 toneladas de peso en el despegue. El cohete VLS-1, a pesar de todavía no haber sido calificado en vuelo, ayudó en el desarrollo de tecnología punta en el país. Durante su construcción, el programa envolvió más de cien empresas, que se capacitaron para suministrar equipamientos y componentes con cualificación espacial. Hoy, según el IAE, 14 empresas participan de la construcción del cuarto prototipo del VLS-1.
Fuente: Periódico Valor Económico - 04/03/2010
Comentario: Hay Que cautela con esa noticia, sobre todo cuando se trata del “Programa Espacial Brasileño”. No resta duda que sea una gran noticia para el PEB, sin embargo el blog tiene dudas cuanto a la realización integral de ese proyecto “Cruzeiro do Sul”, no sólo por la gran falta de foco que históricamente forma parte del díaa día del programa, pero sobre todo por la administración desastrosa que impera en los órganos administradores hace años, además de otros problemas ya conocidos por el amigos. Sólo para tenerse una idea la previsión de inversión de US$ 750 millones (mismo con valores de 2004) para el desarrollo de 5 tipos cohetes de grande porte en 17 años, Es en el mínima de una comicidad sin precedentes fruto de la administración reinante en el actual Programa Espacial Brasileño. Sin embargo, hay de resaltar que la participación rusa en ese programa es la garantía de éxito parcial, lo que en el actual rumbo del PEB ya sería alguna cosa.
