Operativo "Fortin"

Habrá acción conjunta en aire y tierra para frenar vuelos ilegales

El gobierno nacional se encuentra ajustando un dispositivo de seguridad aérea que tendrá como objetivo principal frenar la proliferación de vuelos ilegales en el Chaco y el resto del nordeste argentino, donde aviones que despegan en Paraguay ingresan clandestinamente a la región para descargar contrabando, drogas y otros cargamentos ilícitos.




La decisión de montar un plan de acción conjunta entre la Fuerza Aérea y otras fuerzas fue revelada por un informe publicado el fin de semana por el diario La Nación, que dice que ya se está probando el nuevo sistema, que será reforzado con más radares para vigilar los cielos de Chaco, Misiones y Formosa.


Narcos en la mira

Si bien los aviones que ingresan clandestinamente a la región trasladan todo tipo de mercaderías, según la nota periodística la mira está puesta en el tráfico de drogas que se realiza por vía aérea, trasladando cargamentos de marihuana y cocaína desde Paraguay hacia pistas ocultas en el Chaco y las demás provincias del NEA.

“Una de las medidas que se tomaron en los últimos días fue crear una fuerza militar conjunta para reforzar la vigilancia de la actividad aérea en la frontera norte”, dice el artículo del periódico porteño.

“El Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto formó la fuerza de tareas denominada Fortín, que se desplegará en las provincias de Chaco, Misiones y Formosa. A los dos radares Westinghouse de la Fuerza Aérea se suman ahora tres radares de alerta temprana Cardion, con un sistema de comunicaciones satelitales de campaña del Ejército”, agrega.

Los dos radares actuales a los que se refiere el informe son viejos equipos de fabricación norteamericana, que datan de la década del ’70 y en realidad fueron diseñados para operar como radares de campaña en conflictos bélicos, por lo cual en la Argentina se usaron durante el conflicto con Inglaterra por las Islas Malvinas, en 1982. Por falta de presupuesto, esos radares fueron adaptados para ser aplicados al control ordinario de vuelos en el NEA. Uno de ellos está apostado en Posadas, y el otro en Resistencia, en cercanías del aeropuerto local.

Tiempo atrás NORTE había publicado un amplio informe sobre la proliferación de vuelos ilegales y la limitada capacidad de acción que tiene la Fuerza Aérea frente a ellos, por no contar con presupuesto suficiente. Por ejemplo, los radares existentes hoy no operan las 24 horas de cada día, sino sólo una tercera parte de cada jornada. Aún así, se detectan de dos a tres vuelos irregulares por día.


Lo que viene

La ministra de Defensa Nilda Garré ya había dicho en febrero que se integrarían los del Ejército con el sistema de vigilancia aeroespacial de la Fuerza Aérea, para intentar poner freno a la situación de vulnerabilidad de la frontera norte.

Además, una coordinación entre la Fuerza Aérea y las fuerzas de seguridad federales permitirá un mayor análisis de datos sobre las rutas y los campos de aterrizaje de las avionetas que ingresan desde Paraguay. Los ministerios de Defensa y del Interior preparan la reglamentación del trabajo conjunto por desarrollar, dice La Nación.

“La información de esos radares será seguida en el Grupo de Vigilancia y Control Aéreo, ubicado en un búnker subterráneo de la Fuerza Aérea en la localidad bonaerense de Merlo. Allí se probó el sistema durante el ejercicio aéreo con Brasil denominado Plata V, en el cual aviones Pampa argentinos y Super Tucanos brasileños pusieron a punto el seguimiento de aviones que atraviesan las fronteras. Para coordinar mejor los procedimientos pilotos argentinos y brasileños compartieron las aeronaves biplazas”, cuenta la nota.

Allí también se dice que la idea es que el año próximo se habilite la posibilidad de que los aviones brasileños ingresen en territorio argentino durante la persecución de cada vuelo ilegal y que lo mismo puedan hacer los cazas de nuestro país.


Un negocio sencillo

La magnitud el tráfico aéreo de drogas quedó a la vista en abril último, cuando Gendarmería incautó una aeronave en el momento en que se descargaban más de 300 kilogramos de marihuana en el norte de Santa Fe. En dos allanamientos relacionados con ese procedimiento se encontraron 1238 kilogramos de marihuana.

Esa cifra aproxima la incautación de marihuana por parte de la Gendarmería a las 31 toneladas en los primeros cuatro meses del año, lo que se acerca incluso al récord histórico de esa fuerza en todo un año.

Ese incremento visible del ingreso de marihuana en la Argentina disparó la alerta en las autoridades.

La ministra Garré firmó en los últimos meses con José Granero, titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción (Sedronar), un convenio que autorizó el intercambio de información sobre vuelos ilegales sin quebrar leyes de seguridad interior.

La avioneta Cessna de la que se incautó la Gendarmería fue parte de una operación de control de vuelos ilegales que lleva adelante hace un año el juzgado federal de Corrientes a cargo de Carlos Soto Dávila. Esa investigación empezó en abril de 2006 con un aterrizaje de emergencia en la localidad correntina de Esquina, tras lo cual se encontró a bordo de la aeronave un importante contrabando de cigarrillos, indica La Nación.

El secretario penal Pablo Molina siguió la pista de una posible organización de contrabandistas y en septiembre último fue allanada una pista clandestina en el pueblo santafesino de Sanford, en el momento en que llegaba al lugar una avioneta Cessna con 347 kilogramos de marihuana.

“Para reforzar el dispositivo de vigilancia, en los próximos meses se instalarán en las provincias del norte argentino dos radares españoles que fueron cedidos casi sin costo por España, en una negociación que empezó en enero último”, agrega el informe.




Articulo sacado de la edicion digital del Diario Norte, dia 18 de Junio de 2007

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