La División 25 tiene una historia interesante. No se suele admitir oficialmente, pero comenzó en 2013 como un brazo armado de los Servicios de Inteligencia de la Fuerza Aérea, que por entonces eran considerados los más eficaces de todo el abundante aparato de inteligencia militar sirio. El régimen y Rusia le facilitaron las mejores armas. No dependía del Ejército. Su popularidad causaba celos entre las fuerzas regulares y, también al parecer, por criterio ruso, en agosto de 2019 pasó a ser una unidad más del Ejército con su actual nombre de División 25 de Misiones de Fuerzas Especiales.
No está adscrita concretamente a la defensa de Damasco y conserva su primera tradición de ser una unidad bastante móvil usada para frentes difíciles. Lógicamente, depende del Ministerio de Defensa. Su primer nombre de Fuerzas del Tigre se debe a que su creador, que sigue siendo su jefe, Suleil al Hassan, se le llamó "El Tigre";por sus éxitos en Latakia y Hama.
El entonces coronel Hassan estuvo financiado en aquellos primeros años por el millonario Ramí Makhlouf, primo hermano del presidente Basher al-Assad. Los tres pertenecen a la minoría alauita, que tiene un papel muy grande militar, político y económico en Siria.
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