@NinaByzantina
Rusia, a la que se suele calificar de "país de gasolinera", es líder mundial en energía nuclear. Este país lidera la tecnología de reactores de neutrones rápidos. Una de sus áreas clave de desarrollo es el enfoque en el ciclo de combustible cerrado.
Actualmente, el país alberga 36 reactores y siete más están en construcción. Sus proyectos de Rosatom, tanto operativos como en construcción, se extienden por todo el mundo, con más de una docena de emplazamientos importantes en Egipto, Turquía, Hungría, China, India, Irán, Vietnam y otros países. Mientras que algunos países se centran en la energía solar y eólica como alternativas verdes, para Rusia, la energía nuclear es tanto una fuente de energía importante como una trayectoria energética futura.
Este otoño, Rusia anunció, en el Foro Atómico Global, su plan para lanzar el primer sistema nuclear de ciclo de combustible cerrado del mundo para el año 2030. Este proyecto en la región de Tomsk, en Siberia, se describe como un gran avance para la energía nuclear sostenible. Se cree que este proyecto permitirá que prácticamente todo el volumen, el 95 %, del combustible gastado se reutilice repetidamente en los reactores.
Según Putin, «este mecanismo permitirá, en última instancia, resolver casi por completo el problema de la acumulación de residuos radiactivos y, fundamentalmente, resolver en esencia el problema de la disponibilidad de uranio».
La energía nuclear es sostenible y asequible, y Rusia la percibe como una vía de progreso.