Noticias de la Armada Argentina (ARA)

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El aviso ARA «Puerto Argentino» evacuó a un sargento del Ejército accidentado en la Antártida​

Sufrió una fractura de tobillo en la Base Conjunta Antártica Permanente San Martín. Personal del aviso navegó varias horas en bote, entre escombros de hielo, para llevarlo a bordo del buque y trasladarlo.

VIERNES 1, ENERO 2021



La Armada Argentina, dependiente del Ministerio de Defensa, informa que ha realizado con éxito la evacuación sanitaria del Sargento Primero Mecánico José Espíndola –perteneciente a la dotación de la Base Conjunta Antártica Permanente San Martín– para ser trasladado a la Base Conjunta Antártica Permanente Esperanza.
El pedido de apoyo activó rápidamente las coordinaciones para la evacuación, por lo que el Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA) –a través del Comando del Área Naval Austral– ordenó el inmediato despliegue del Aviso ARA “Puerto Argentino” que al momento del pedido se encontraba fondeado en Bahía Lasserre –distante 470 millas náuticas de la Base San Martín– cumpliendo funciones como Buque de Servicio Antártico en el marco de la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC), que la Armada Argentina realiza con la Armada de Chile.
Luego de su arribo a media tarde a Bahía Margarita, en presencia de un gran campo de hielo de siete décimos, en una zona de difícil navegación por la presencia de numerosos escombros de hielo, destacaron dos botes neumáticos.
Tras realizar una lenta navegación entre los escombros de hielos, rodeando la Isla Millerand accedieron a la Base San Martín a través del Canal Powell –enmarcado por los glaciares Todd y Nordeste– navegando en una zona rocosa y de bajo fondo, con poco relevamiento batimétrico.
Con un diagnóstico previo de fractura en su tobillo derecho, el Sargento recibió las primeras curaciones, fue estabilizado y permaneció sin riesgos en su salud. Los botes del aviso ARA “Puerto Argentino” navegaron más de 3 horas, encontrándose cerca de las 20.30 con el de la Base San Martín, realizando en ese punto intermedio el trasbordo, para luego dirigirse hacia el aviso “Puerto Argentino”, donde arribaron cerca de las 22.
Una vez el Sargento a bordo del buque de la Armada, iniciaron una navegación directa hacia la Base Conjunta Antártica Esperanza, distante aproximadamente 600 millas náuticas, a la cual arribarán el domingo próximo.
La exitosa evacuación sanitaria, realizada sin novedades de personal y material, en medio de un complejo contexto para la navegación, corona con orgullo y satisfacción el trabajo de una tripulación que respondió sin miramientos ni descansos, trabajando intensamente para auxiliar al camarada herido.
Cabe destacar que la tripulación del aviso ARA “Puerto Argentino” realizó la evacuación sanitaria bajo un estricto protocolo COVID-19, para lo cual su tripulación había realizado el aislamiento preventivo y testeos previos a su zarpada el pasado 10 de diciembre.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 
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INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO​

Desarrollo interinstitucional local para la modernización de buques de la Flota de Mar​

3/1/2021 | 07:10 |

Consiste en la fabricación de placas para las computadoras de a bordo de los destructores clase MEKO 360 y MEKO 140. El logro se concretó por el trabajo conjunto entre la Armada, la UTN y el sector privado.

La Armada Argentina, una empresa puntaltense y la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional Bahía Blanca trabajaron en conjunto para modernizar las computadoras de a bordo de una serie de corbetas y destructores de la Flota de Mar, a través del desarrollo de placas de memoria RAM.

Se trata de la primera fabricación local de otro de los repuestos del Sistema de Comando y Control de los buques clase MEKO 360 y MEKO 140 que lograron nacionalizarse mediante investigación y desarrollo y que fue impulsado por el Comando de la Flota.

Los buques clase MEKO 360 son destructores construidos en Alemania; en tanto los de la clase MEKO 140 son corbetas diseñadas en Alemania en la década del 80 y construidas en los astilleros de Río Santiago. Los caracteriza el diseño modular de su equipamiento, que permite cambios tecnológicos en sus sistema, sin afectar la operatividad de la unidad.

“Surge por una necesidad de modernizar nuestros equipos del área operativa —explicó Darío Weibel, capitán de corbeta del Área Logística de la Flota—. Como segundo objetivo, está la transferencia de tecnología y la apuesta al crecimiento de las empresas regionales.”

En este proyecto, el área de Investigación y Desarrollo de la Armada está representada por la Escuela de Oficiales (ESOA) y el Servicio de Análisis Operativo, Armas y Guerra Electrónica (SIAG). El director del proyecto fue Christian Galasso, codirector Adrián Laiuppa e investigador Gustavo Díaz.

“A raíz de un trabajo de investigación de un oficial alumno, se determinó cuál era la pieza de los sistemas de a bordo que más tasa de fallos tenía. A partir de ese dato, se inició un trabajo de investigación para poder reemplazar las partes originales diseñadas en Holanda con componentes adquiribles en el mercado local”, señaló el subdirector de la ESOA, capitán de navío Darío Buscarolo.

Una vez que se determinó que la pieza era la memoria RAM de las computadoras de a bordo, el Grupo de Investigación, Desarrollo y Extensión Soluciones Embebidas Aplicadas (SEA) que posee la ESOA (formado por docentes, investigadores y extensionistas de la propia escuela, del SIAG y de la UTN) incorporó el trabajo de reingeniería a su cartera de productos en desarrollo.

“Eso se materializó en dos años, se determinó cómo debía ser el reemplazo y se hizo el prototipo, con el que se lanzó la licitación para que una empresa local lo desarrollara”, agregó Buscarolo.

De esta forma, el primer prototipo totalmente funcional y listo para validar a bordo se concluyó a principios de 2019, con el aporte fundamental de los alumnos Eduardo Zito, Mauricio Durán, Andrés Belluscio y Martín Paz, de la carrera Ingeniería Electrónica de la UTN; también intervinieron los docentes Laiuppa y Friedrich, en el marco del trabajo final de carrera de dos de los alumnos. Las pruebas se hicieron en puerto y en navegación.

Paralelamente, se preparó toda la documentación necesaria para la efectiva transferencia de tecnología a la empresa puntaltense Palta Tech SA, que ganó la licitación para fabricarlas en serie. Semanas atrás, se concretó la entrega de 8 memorias RAM íntegramente operativas y probadas.

La ESOA, que está próxima a cumplir 117 años, además de capacitar profesionalmente a los oficiales de la Armada realiza actividades de investigación y extensión en las áreas científicas y tecnológicas relacionadas con el empleo y conducción de los medios navales, el sostén logístico y los recursos humanos. También promueve la realización de proyectos de investigación interdisciplinarios e interinstitucionales relacionados con el quehacer naval y marítimo.

Por su parte, Palta Tech es una empresa puntaltense con proyección regional, nacional e internacional. Está dirigida por dos egresados de Ingeniería Electrónica de la UTN y hace 2 años fue reconocida por su labor por el Ministerio de Producción de la Nación.
 

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“Hipólito Bouchard nació en la Francia revolucionaria y guerreó de muy joven junto a Napoleón contra el imperio británico. Fue testigo de la revolución de esclavos en Haití y llegó al Río de la Plata con el intenso sol de mayo asomando en el horizonte. Su destino, inexplicablemente, siempre estuvo ligado a la lucha por la libertad.
Fue uno de los más temidos y respetados capitanes de Brown y quizás el más osado de los corsarios de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Vivió apenas 56 años y mucho más de la mitad de su vida los pasó con sable y arcabuz en mano. Llevó la bandera de la Patria a los mares más remotos de la tierra y contagió los ideales revolucionarios en todo Centroamérica, cuyas banderas homenajean aún hoy a la celeste y blanca que él enarboló ante la opresión española.
Adquirió fama de tipo duro, inteligente, tenaz, implacable con el enemigo y violento como el siglo en el que vivió.”
Fragmento de la nota “Halcón Gris” de la edición N°780 de la revista Gaceta Marinera.

El Capitán de Navío Hipólito Bouchard nació el 15 de enero de 1780 en Bormes-les-Mimosas, cerca de Saint Tropez, al sur de Francia. Es allí donde un busto lo recuerda y se congregan quienes le rinden homenaje.
Su vida en el mar se inició cuando era muy joven, mientras embarcaba en buques pesqueros y mercantes. Su nombre se asoció a combates en tiempos de Napoleón I.
Arribó a Buenos Aires en 1809 y, al producirse la Revolución de Mayo, se inclinó decididamente por su causa.
Por ese entonces, el Gobierno Patrio debió encarar el problema que representaba la falta de poder naval para hacer frente a la escuadra española que dominaba las aguas del Río de la Plata. Fue así que se conformó una pequeña escuadrilla, integrada por tres naves y puesta a las órdenes de Juan Bautista Azopardo.
El cargo de Segundo Comandante de esa fuerza fue asignado a Hipólito Bouchard y el 2 de marzo de 1811, en San Nicolás de los Arroyos, tuvo su bautismo de fuego, al enfrentar la escuadrilla realista del Capitán de Navío Jacinto de Romarate. Los patriotas sufrieron una derrota.
Luego de la acción de San Nicolás, Bouchard tuvo una destacada actuación enfrentando a las naves españolas que bloqueaban Buenos Aires y al mando de la sumaca “Santo Domingo”, las combatió frente a la ciudad en dos encuentros que tuvieron lugar en julio y agosto de 1811.
Bouchard fue uno de los marinos que cumplió un importante papel en las luchas por la Independencia de nuestro país. Entre sus acciones más relevantes se encuentran los asedios a las costas de California y Centroamérica, así como sus combates en las costas peruanas y ecuatorianas.
Como oficial en el Regimiento de Granaderos a Caballo, tomó parte en el Combate de San Lorenzo y también se desempeñó en el Pacífico al mando del Almirante Guillermo Brown.
Obtuvo la patente de corso y el mando de la fragata “La Argentina”, primera embarcación de pabellón argentino que dio la vuelta al mundo (1817-1819).

La travesía global de Bouchard


La vuelta al mundo a bordo de “La Argentina”, con motivo del 1º aniversario de la declaración de la Independencia, lo llevó a zarpar el 9 de julio de 1817 de la ensenada de Barragán. Durante los dos años de navegación, atravesó las aguas del Atlántico Sur y llegó hasta el Océano Índico, donde recaló en la isla de Madagascar (África). Allí impidió el tráfico de esclavos. La lucha contra la esclavitud estaba prevista en las instrucciones que el Gobierno Patrio le había impartido.
Siguió hacia las islas Filipinas para atacar el comercio que por esos mares efectuaban buques españoles. En esa región rechazaron el ataque de cinco buques piratas malayos.
Bouchard llegó hasta las islas Hawai y encontró a la corbeta argentina “Santa Rosa” con su tripulación sublevada. Junto a ella atacaron posteriormente Monterrey, en la costa este de México y se apoderaron por unos días del fuerte, durante los cuales flameó el pabellón celeste y blanco.

Siguió Nicaragua y allí atacaron El Realejo, su puerto más importante, donde se apoderaron de dos naves españolas y destruyeron otras dos. Al regresar de su travesía, marchó a Chile e integró la expedición al Perú, país donde vivió hasta su muerte.
Bouchard perdió la vida el 4 de enero de 1837, a manos de un peón que trabajaba en los ingenios azucareros “La Buena Suerte”, donde el marino se había establecido después de alejarse de la actividad naval.
Sus restos fueron encontrados en 1962 y repatriados, y descansan en el Cementerio de Chacarita en Buenos Aires.
En su honor, la Armada Argentina bautizó, hacia fines del siglo XIX, a la torpedera de 1° clase ARA “Bouchard”; le siguió en su genealogía naval el rastreador ARA “Bouchard”, el primero de una serie de nueve gemelos construidos en serie en los astilleros de la Marina de Guerra y de la Industria Naval Privada del Arsenal de la entonces Base Naval de Río Santiago. El siguiente heredero sería el destructor ARA “Bouchard”, que fue entregado a la Armada Argentina en julio del ‘72, pasando a formar parte de la Flota de Mar donde diez años después, junto a su gemelo el ARA “Piedra Buena”, integró el grupo de combate con el crucero ARA “General Belgrano”. Una vez hundido éste por el ataque del submarino británico HMS “Conqueror”, participó en el rescate de más de 770 náufragos, sobre una tripulación total de 1093 hombres.

El moderno ARA patrullero oceánico ARA «Bouchard»


En la actualidad, la última adquisición con la que cuenta la Armada Argentina, el patrullero oceánico ARA “Bouchard”, posee una novedosa arquitectura naval de vanguardia y modernos sistemas de navegación que la dotan de cualidades destacables para tareas de protección y control de nuestros recursos naturales, así como para proteger y vigilar el comercio marítimo.
Además está en plenas capacidades para desenvolverse en la búsqueda y rescate, asistir con apoyo médico sobre áreas marítimas, operar con helicópteros de exploración, brindar seguridad a unidades menores y emplearse como plataforma para ejercitaciones con buzos.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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117° aniversario de la Escuela de Oficiales de la Armada​

Un devenir de capacitación y conocimiento, con un gran aporte a la comunidad en tiempos de pandemia.

MARTES 5, ENERO 2021



Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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La Escuela de Oficiales de la Armada cumple hoy 117 años. Ubicada desde hace apenas 4 décadas en un imponente edificio en la Base Naval Puerto Belgrano, fue inaugurada en la ciudad de Buenos Aires, el 5 de enero de 1904, como Escuela Superior para Oficiales de la Armada.
Su objetivo era ampliar los conocimientos teóricos y prácticos en las especialidades de artillería y balística, torpedos, minas submarinas y electricidad.
Su incentivo fue fijado en alcanzar los conocimientos necesarios para afrontar la coyuntura política y la estrategia global que la época imponía, entendiendo que esos saberes no podían obtenerse solo a través de la práctica profesional, sino mediante el estudio sistemático.
Su ideólogo y primer Director fue el Capitán de Navío Félix Dufourq, quien además de ser un estudioso profesional era un crítico observador de las políticas globales, y no perdía de vista el desarrollo de las potencias navales extranjeras desde finales del siglo XIX.
El camino del conocimiento
En 1905, la institución cesó sus actividades durante casi dos años, pero la necesidad de capacitar al personal sobre los sistemas de armamento y navegación, cada vez más complejos, seguía siendo urgente en el inicio del nuevo siglo. Así fue que la unidad académica se instaló nuevamente, en este caso, en el Arsenal Naval Río Santiago. Llamándose en este caso Escuela de Aplicación, las materias impartidas estaban dirigidas a las jerarquías de Alférez de Fragata y Teniente de Fragata.
En años siguientes, cambió varias veces de ubicación, aunque siempre en Capital Federal, hasta que en 1976, con el inicio de la modernización de los medios de la Flota de Mar, se vislumbró la conveniencia de concentrar la enseñanza integral de los oficiales en proximidades de las nuevas unidades navales.
De ese modo, en 1978 se construyó su edificio dentro de la Base Naval Puerto Belgrano, donde inició sus actividades como Escuela de Oficiales de la Armada (ESOA), de forma continua hasta el día de hoy.
El presente académico
La Escuela de Oficiales de la Armada imparte los cursos de Posgrado en Artillería, Armas Submarinas, Comunicaciones, Máquinas y Electricidad para Oficiales del Escalafón Naval; Artillería, Infantería y Comunicaciones para Oficiales del Escalafón Infantería de Marina; y Administración Naval para Oficiales del Escalafón Intendencia.
Asimismo, dicta el Posgrado en Tácticas y Planeamiento Naval para Oficiales del Escalafón Naval, Orientaciones Superficie, Submarinos y Aviación Naval, y el Curso de Posgrado en Tácticas y Planeamiento de Infantería de Marina para Oficiales de Infantería de Marina, ambos en las jerarquías de Teniente de Fragata y Teniente de Navío.
También, en el área de Tecnologías y Sistemas de Información y Comunicaciones, brindan los posgrados en Análisis de Sistemas Automatizados para el Desarrollo de las Operaciones Militares y en Análisis de Sistemas Automatizados de Gestión para la Defensa, Producción y Logística.
Además, ofrece las carreras de especialización en Administración y Finanzas Navales, Sistemas Eléctricos Navales y Sistemas Mecánicos Navales, aprobadas por el Ministerio de Educación de la Nación.
Su contribución ante la pandemia
Además de brindar capacitación y actualización profesional permanente, la ESOA realiza actividades de investigación y extensión en las áreas científicas y tecnológicas relacionadas con el empleo y conducción de los medios navales, el sostén logístico y los recursos humanos.
Como parte de su misión de promover proyectos de investigación interdisciplinarios e interinstitucionales relacionados con el quehacer naval y marítimo, se concretaron este año varios desarrollos tecnológicos para la Flota de Mar, pero los coyunturalmente más importantes fueron los desarrollos para el Hospital Naval Puerto Belgrano, que significaron un aporte a la sociedad ante la pandemia de coronavirus.
Estos son: la plataforma remota robótica para la medición de temperatura, toma de imágenes y transporte de medicamentos; y los prototipos de camillas de confinamiento con presión negativa para pacientes de COVID-19, cuya finalidad es su protección y la del personal de salud al momento del traslado.
Fotos de archivo Gaceta Marinera.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

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Hace 59 años, el aire frío del continente blanco fue testigo del primer vuelo argentino al Polo Sur. Aquel 6 de enero, el de 1962, pasó a la historia como el día en el que dos aeronaves Douglas DC-3 de la Aviación Naval Argentina lograron completar el primer aterrizaje de unidades de nuestro país en suelo antártico.
La travesía había iniciado en octubre de 1961 con vuelos de inspección sobre la zona. Previo a su expedición, las unidades –matriculadas CTA-12 y CTA-15– instalaron equipos, esquíes y la unidad de Exploración y Reconocimiento Aerofotográfico. Por su parte, los pilotos se adiestraron para volar en condiciones nulas de visibilidad.
Las aeronaves de la Unidad de Tareas 8 despegaron de Río Gallegos el 18 de diciembre. Luego de dos etapas previas con escalas en proximidades de la isla Robertson, sobre la barrera de hielos Larsen y en la estación científica de Ellsworth, lograron unir por primera vez ese punto del Polo Sur con el continente sudamericano.
La magnitud de esta proeza se dimensionó por las dificultades que presentaba la expedición: las unidades de la Aviación Naval prefirieron encarar una ruta distinta a la conocida y ser los primeros en arribar al lugar directamente desde el continente americano. En aquella época no se contaba con cartografía de la zona y se desconocía la existencia de referencias en tierra que pudiesen facilitar la orientación durante el vuelo. Por ello, fue necesario que compilaran e interpretaran toda la experiencia.

El operativo fue comandado por el Capitán de Fragata Hermes Quijada y formaron parte de la dotación de las dos aeronaves los Capitanes de Fragata Pedro Margalot y Rafael Checchi; los Tenientes de Navío Jorge Pittaluga, Miguel Grondona, Héctor Martini, Enrique Dionisi y José Pérez; el Suboficial Primero Edmundo Franzoni; el Suboficial Segundo Ricardo Rodríguez; el Cabo Principal Elías Gabino y el Cabo Primero Raúl Ibasca. El piloto de uno de los aviones era el mismo Quijada y del otro el Teniente Pittaluga.
Gracias a esta misión, se amplió el conocimiento científico universal que adquirieron nuevos aportes geográficos, glaciológicos, meteorológicos, geológicos y sanitarios sobre zonas del continente antártico aún inexploradas y sobre otras poco conocidas.
El itinerario de vuelo
A las 5.48 del 18 de diciembre de 1961, las aeronaves al mando del entonces Capitán de Fragata Hermes Quijada despegaron de la Estación Naval Río Gallegos rumbo al Cabo de Hornos. La velocidad era poca: las 32.000 libras de peso, sumadas a los vientos del sector Sur y a la necesidad de ahorrar combustible, en previsión de cualquier súbito empeoramiento de tiempo, no les permitió pasar los 115 nudos.
Ambos aviones realizaron un perfecto aterrizaje en la Base Teniente Matienzo, el primero en la nieve, con el que concluyó la etapa inicial del vuelo al Sur, luego de 8 horas 17 minutos de travesía.
El 24 de diciembre los expedicionarios fueron invitados por los camaradas de la base a pasar la Nochebuena con ellos. Dos días más tarde, aprovechando la buena meteorología, despegaron para continuar el trayecto.
Al volar sobre Bahía Austral, la Estación Científica Ellsworth apareció como una manchita negra que poco a poco fue aumentando de tamaño. La pista había sido bien señalada y a poco de aterrizar fueron recibidos por el personal de la estación.
Luego, la estación Polo Sur les comunicó que estaba lista a recibirlos. El 6 de enero, a las 13.05, despegaron nuevamente, mientras se abría a su proa una zona cubierta de grietas enormes. Se encontraban muy cerca al Polo Sur y la zona que sobrevolaban tenía una capa de hielo de casi 3.000 metros de espesor.
Eran las 20.45 en Argentina. Al iniciar la cuarta pierna de la búsqueda, descubrieron por la amura de estribor unos puntos negros que no pertenecían al natural paisaje antártico. El Teniente Grondona, copiloto de una de las aeronaves, giró de inmediato hacia esa dirección donde avistaron el Polo Sur a más de 30 millas. Recién a las 20.15 estuvieron sobre su vertical y, diez minutos más tarde, aterrizaron en medio de la mirada complacida de todos los integrantes de la base.
Las aeronaves lograron aterrizar en la base estadounidense Amundsen-Scott. Tras las palabras del Capitán Quijada, la delegación argentina entregó una placa recordatoria del vuelo con el siguiente texto: “La República Argentina a Amundsen, Scott y sus hombres en el cincuentenario de su llegada al Polo Sur. Homenaje de la Aviación Naval de la Armada Argentina en su primer vuelo al Polo Sur”.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Plan Genesis: Una estrategia para recuperar la Fuerza de Submarinos​

Por
Jennifer P. Olivera
-
6 enero, 2021


Buenas noches.
Veo que se menciona mucho el sub marino para control de la pesca ilegal. De hecho, hace poco se subía una nota de que CHile estaba haciendo control con uno de sus submarinos.

Consulto, es un buen medio para eso? entiendo el valor de que no es detectado, pero no es caro y lento para esta tarea de seguridad?

Saludos.
 

joseph

Colaborador
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Buenas noches.
Veo que se menciona mucho el sub marino para control de la pesca ilegal. De hecho, hace poco se subía una nota de que CHile estaba haciendo control con uno de sus submarinos.

Consulto, es un buen medio para eso? entiendo el valor de que no es detectado, pero no es caro y lento para esta tarea de seguridad?

Saludos.
Yo no lo creo. Un avión es muchísimo más rápido y barato de operar. La razón del submarino es su capacidad de ocultarse, esperar y atacar por sorpresa.
 
Se justifican las compras de motocicletas todo terreno para unidades de exploración como herramientas esenciales para que la campaña de vacunación contra el COVID-19 llegue a los lugares más inaccesibles del país ¿por qué sorprenderse si se justifica la compra de submarinos como herramientas importantísimas en la lucha contra la pesca ilegal en la ZEE?

Probablemente no sea una cosa, ni la otra.
Quizás, también debiera indignar leer este tipo de justificaciones.
 

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Moderador

Coronavirus: se inició la vacunación al personal del Hospital Naval Buenos Aires​

Estuvieron presentes el Ministro de Defensa y el Jefe de Estado Mayor General de la Armada.


MIÉRCOLES 6, ENERO 2021


Buenos Aires – En el marco del plan de vacunación contra el SARS-COV (COVID-19), esta mañana se llevó a cabo la aplicación de las primeras dosis de la vacuna Sputnik V en el Hospital Naval Buenos Aires “Cirujano Mayor Dr. Pedro Mallo”. Se designó un sector del hospital que cumple con todos los protocolos sanitarios exigidos por el Ministerio de Salud para esta tarea específica.
El Ministro de Defensa Agustín Rossi supervisó el inicio de la vacunación y recorrió las instalaciones del vacunatorio, acompañado por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia; el Comandante Operacional de las Fuerzas Armadas, General de División Martín Deimundo Escobal; el Director General de Salud de la Armada, Contraalmirante Darío Carlos Ermelio Sachetti; el Director General del Hospital, Capitán de Navío Médico Hugo Alberto Croci, y personal de Sanidad.
Dicho vacunatorio cuenta con tres sectores: la recepción, donde profesionales de la salud solicitan los datos de los pacientes y antecedentes de enfermedades; una sala de vacunación con capacidad de 5 pacientes y otra sala de control, donde una vez aplicada la dosis la persona queda bajo observación médica. Una vez terminado el proceso, dichas áreas son desinfectadas.


Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

Merchant Marine one

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Moderador

La Policía de Establecimientos Navales cumplió 114 años​

El aniversario se conmemoró con una ceremonia en el patio cubierto de la Comisaría de Puerto Belgrano.

MIÉRCOLES 6, ENERO 2021

Puerto Belgrano – Ayer por la mañana se desarrolló una ceremonia para conmemorar el 114° aniversario de la Policía de Establecimientos Navales. Estuvo presidida por el Comisario Inspector Carlos Alfredo Boisselier, Jefe de Comisaría de la Policía de Establecimientos Navales, y contó con la presencia de un reducido número de efectivos teniendo en cuenta las medidas preventivas frente al COVID-19.
Las palabras alusivas estuvieron a cargo del Oficial Inspector Darío Javier Barucco, quien expresó: “Habían transcurrido 11 años desde la colocación del primer pilote que diera origen a esta Base Naval y, ante la pujanza arrolladora de su crecimiento, nace el 5 de enero de 1907, la por entonces Policía del Puerto Militar, piedra fundamental de nuestra actual institución”.
“Con el paso del tiempo se fue transformando de aquella primera veintena de agentes que cubrían funciones de vigilancia y seguridad en Puerto Belgrano, en esta Fuerza que hoy conocemos, con asentamiento en varios destinos navales y siempre proyectando su expansión en virtud de las necesidades de la institución madre”, agregó.
Asimismo destacó el gran capital humano con el que cuenta la Policía de Establecimientos Navales y su desempeño en el contexto de la pandemia de COVID-19, como así también las actividades desarrolladas por la Brigada de Explosivos.
Para finalizar brindó un recuerdo a “aquellos compañeros que fueron designados por el Supremos Almirante a prestar servicio en un nuevo y definitivo destino, la base eterna, desde cuyo portalón y en un particular cuarto de guardia, que ya no sabe de relevos, nos miran serenamente siendo los mejores rectores de nuestro accionar; con la certeza que brilla para ellos la luz que no tiene fin”.
A continuación se dio lectura a la disposición del Director General del Personal y Bienestar de la Armada referente al ascenso al grado inmediato superior del personal policial y, finalmente, el Comisario Inspector Carlos Alfredo Boisselier dirigió palabras de agradecimiento al personal por el cumplimiento y la profesionalidad puestos de manifiesto.

Créditos: Gaceta Marinera Digital
 

g lock

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El submarino, a mi criterio (puedo estar errado, corríjanme si me equivoco) es un medio tan viable como una corbeta o un destructor patrullando la ZEE, con la ventaja de poder seguir sin ser detectado a la flota depredadora, informando posición, rumbo, cantidad de buques, características, nombres y banderas, etc, antes que estos adviertan que van a ser perseguidos y escapen a aguas internacionales...
No sé si las fotos desde el periscopio, con las coordenadas, sirven como evidencia para detener posteriormente a un buque que se haya evadido fuera de la ZEE, pero sería un motivo más.
Es más, pueden hacer ejercicios de combate con blancos reales (aunque no se habrá fuego sobre ellos, se pueden hacer todos los cálculos de las soluciones de tiro), aproximación, evasión, seguimiento, en fin, casi todo lo que debe hacer un submarino en acciones de guerra, con el único gasto de so propia operación, sin necesidad de grandes despliegues de la flota de superficie para hacer de "enemigo" para las maniobras.
Si, faltaría la evaluación de eficacia a cargo de los "árbitros" del ejercicio, pero bueno, todo no se puede...
O sea, sería un excelente motivación didáctica, se realiza una reafirmación de soberanía, se controlan espacios propios, se justifican los recursos para operar, creo que las contras son pocas, y de hecho, varias naciones lo hacen.
 

joseph

Colaborador
Colaborador
El avión no tiene la capacidad de permanencia. Por eso todos los medios que participan forman parte de un sistema, se complementan.
Los pesqueros no son destructores con unos aviones convencionales los podes seguir sin problema. No estamos hablando que necesitas un P-3 de lucha antisubmarina.
 
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