Una verdadera pena el destino final de éste satélite. Lamentablemente por un falló en el vector no terminó de desprenderse, y no pudo completar los planes previstos.
Su sucesor, el SAC-A tuvo mejor suerte, aunque fué mucho más sencillo.
De todas formas toda la experiencia colectada se volcó en SAC-C, y ahí están los resultados.