El Ejército se enfoca en la defensa aérea, pero admite falta de fondos
Plan para modernizar la base en Jundiaí fracasa por falta de armamento; Múcio y representantes de la Fuerza buscan apoyo en el Senado
Por Paulo Assad
Lanzamiento de misil; el Ejército planea un nuevo sistema antiaéreo, pero la medida fracasa por falta de recursos — Foto: Divulgación
Mientras el Ejército comienza a implementar su plan de modernización de tropas, denominado Fuerza 40, representantes de las Fuerzas Armadas y el ministro de Defensa, José Múcio, trabajan para convencer a los senadores de la necesidad de garantizar la previsibilidad financiera en la comisión que debate una enmienda constitucional (PEC) que vincula un porcentaje del PIB al presupuesto militar. Entre los planes para modernizar las capacidades del Ejército que comenzaron a avanzar este año se encuentra la adquisición de un sistema de defensa antiaérea pionero en su tipo, que se instalará en Jundiaí, São Paulo.
El 15 de julio, una ceremonia marcó el inicio de este proceso en la base militar del municipio de São Paulo. Sin embargo, el cambio, por ahora, es solo nominal, pasando del 12.º Grupo de Artillería de Campaña al 12.º Grupo de Artillería Antiaérea. Publicadas en julio, las directrices de implementación del sistema de artillería antiaérea enfatizan que el progreso del programa depende de la disponibilidad presupuestaria anual. En el documento que diseña la Fuerza 40, el Ejército afirma que es necesario "convencer al nivel político" para garantizar la previsibilidad de los recursos. De los 72 proyectos estratégicos del Ejército, un tercio aún no se ha iniciado por falta de financiación.
Uno de los factores que llevaron a la elección de la base es la logística. Jundiaí está cerca de importantes puertos, como Santos y Río, así como de importantes carreteras, lo que facilita el transporte de armas.
Los próximos pasos consisten en la readaptación de las instalaciones. Un presupuesto de R$200.000 prevé la construcción entre 2025 y 2026. No habrá cambios de personal y algunos equipos se transportarán desde otras unidades militares. Sin embargo, las armas responsables de aumentar las capacidades de la Fuerza aún se adquirirán.
La falta de estas armas de mediano alcance fue clasificada por el Ejército como "de emergencia" en documentos internos.
Actualmente, el país solo cuenta con sistemas de corto alcance, capaces de derribar helicópteros, drones y aeronaves que vuelan hasta 3.000 metros.
"Deberíamos tener esto ya", afirma el profesor Augusto Teixeira, del Departamento de Relaciones Internacionales de la UFPB, especialista en asuntos militares, quien considera negativa la concentración de esfuerzos en un solo lugar. "Lo ideal sería tener estos activos desplegados en todo el territorio, para que sea posible una respuesta rápida (en caso de ataque). Pero no tenemos el dinero".
Búsqueda de Recursos
El Ejército diagnosticó la falta de recursos antes de que el Senado aprobara una propuesta que crea una nueva excepción al marco fiscal y garantiza R$ 30.000 millones para proyectos estratégicos de las Fuerzas Armadas durante los próximos seis años. El proyecto de ley pasa ahora a la Cámara de Diputados.
La idea es que el dinero se destine a la modernización del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, en programas como el submarino nuclear y la renovación de la flota de cazas. A pesar de contar con el apoyo tanto de la oposición como de políticos del gobierno, el proyecto de ley también ha recibido críticas:
"Asistimos aquí, cada semana, a un desfile de excepciones. Y las excepciones se han convertido en la regla. Y la regla es: la meta fiscal establecida no se cumple", declaró el senador Rogério Marinho (PL-RN).
La demanda de equipos como el que Brasil planea adquirir es alta, debido al aumento del gasto militar en Europa como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El país está negociando actualmente con Italia la adquisición de las armas que conformarán el sistema, tras abandonar un acuerdo con India, según CNN. La inversión se estima en 5.000 millones de reales.
Mientras el Ejército intenta avanzar con sus planes de modernización, Múcio busca asegurar recursos para las Fuerzas Armadas. El 30 de septiembre, compareció ante la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa Nacional del Senado, donde abogó por disposiciones que garanticen niveles mínimos de financiación para el área. La Cámara debate una enmienda constitucional (PEC), propuesta por el senador pro-Bolsonaro Carlos Portinho (PL-RJ), que prevé la asignación del 2% del PIB al Ministerio de Defensa.
El proyecto de ley justifica este porcentaje como el mínimo reconocido por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la que Brasil no es miembro, para garantizar "la capacidad inmediata para una movilización militar efectiva". En la audiencia de septiembre, Múcio afirmó que el texto requerirá cambios.
"La propuesta inicial del 2% superaría la aprobación para educación y salud.
Nos resultaría muy difícil justificar que necesitamos más dinero para defensa si no estamos en guerra", dijo, indicando que la cantidad debería estar vinculada a los Ingresos Corrientes Netos. "Con un 1,5%, con un aumento gradual cada año durante algunos años, podremos contar con las fuerzas armadas que Brasil necesita".
Plano para modernizar base em Jundiaí esbarra na falta de armamentos; Múcio e representantes da Força buscam Senado
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