La noticia hace correr frío por la espalda. Mientras Oriente Medio se deflagra en una escalada bélica de la que no se avizoran los límites, salieron a la luz antiguos documentos secretos que revelan que el ex presidente estadounidense Richard Nixon evaluó la utilización de armas nucleares para poner fin a la guerra de Vietnam. Se trataba, vale recordar, de un conflicto en el que un ejército ultraprofesional y sofisticado no encontraba la vuelta para vencer a una guerrilla escurridiza.
Fue en 1969, durante el primer año del mandato de Nixon. El presidente republicano se había comprometido durante su campaña a una victoria rápida en Vietnam para acabar con una guerra que llevaba cuatro años de sangría de soldados estadounidenses. El consejero de seguridad nacional, Henry Kissinger, creó un equipo especial para trabajar en un "plan de contingencia" que daría un golpe letal: "No puedo creer que no podamos quebrar a una pequeña potencia de cuarta categoría como Vietnam del Norte", arengó Kissinger a sus colaboradores. La operación tenía un nombre en clave: "Duck Hook" (gancho de pato).
Eran tiempos de la guerra fría y en ese rincón del sudeste asiático se disputaba algo más que el conflicto entre la Vietnam comunista del norte y la capitalista del sur. El respaldo de la Unión Soviética y China de un lado y la participación de las tropas estadounidenses del otro convirtió esa guerra en el mayor enfrentamiento armado entre los dos bloques que se dividían el mundo.
Fue una lucha salvaje en la que se utilizó todo tipo de armamento, incluso con componentes químicos que produjeron daños espantosos entre la población civil. No se llegaron a utilizar armas nucleares, pero ahora se conoce que la opción fue evaluada seriamente, de acuerdo a los documentos desclasificados por el Archivo de Seguridad Nacional, una organización que se dedica a rastrear antiguos papeles secretos del gobierno.
El 28 de septiembre de 1969, Roger Morris y Anthony Lake, dos ayudantes de Kissinger, pidieron al Capitán Rembrandt Robinson, un hombre clave en el Pentágono y encargado militar en el Consejo de Seguridad Nacional, que reescriba un memorando para clarificarle algunas cuestiones a Nixon sobre el plan "Duck Hook". "El presidente tendría que decidir de antemano la fatídica pregunta sobre cuán lejos llegaremos. No puede, por ejemplo, confrontar el asunto de la utilización de armas nucleares tácticas en el medio de la operación. «él debe estar preparado para pulsar cualquier cuerda en ese caso", advertían Morris y Lake.
El segundo documento desclasificado es un memorando que Kissinger envío a Nixon detallando los objetivos y alcances de la operación para quebrar definitivamente la muñeca del gobierno de Hanoi. "La acción debe ser brutal. Intentarlo y fallar sería una catástrofe. Por eso tenemos que tener la firme resolución de hacer lo que sea necesario para alcanzar el éxito" escribió Kissinger en el memorando fechado el 2 de octubre.
El plan secreto incluía el "ataque de puertos, líneas férreas y la destrucción de segmentos críticos y vulnerables de la economía norvietnamita" para "generar un fuerte impacto psicológico en la dirigencia de Hanoi, que los obligue a negociar un acuerdo de compromiso". Al final, Kissinger plantea 19 interrogantes que Nixon debía resolver. El segundo era: "¿Deberíamos estar preparados para usar armas nucleares?"
A los pocos días, Nixon respondió que "no" y descartó el plan para siempre. Pero hasta el final de su gobierno dejó creer a Hanoi que estaba dispuesto a hacerlo. No lo hizo. La guerra culminó en 1975 con más de un millón de muertos y la mayor derrota militar estadounidense.
Fue en 1969, durante el primer año del mandato de Nixon. El presidente republicano se había comprometido durante su campaña a una victoria rápida en Vietnam para acabar con una guerra que llevaba cuatro años de sangría de soldados estadounidenses. El consejero de seguridad nacional, Henry Kissinger, creó un equipo especial para trabajar en un "plan de contingencia" que daría un golpe letal: "No puedo creer que no podamos quebrar a una pequeña potencia de cuarta categoría como Vietnam del Norte", arengó Kissinger a sus colaboradores. La operación tenía un nombre en clave: "Duck Hook" (gancho de pato).
Eran tiempos de la guerra fría y en ese rincón del sudeste asiático se disputaba algo más que el conflicto entre la Vietnam comunista del norte y la capitalista del sur. El respaldo de la Unión Soviética y China de un lado y la participación de las tropas estadounidenses del otro convirtió esa guerra en el mayor enfrentamiento armado entre los dos bloques que se dividían el mundo.
Fue una lucha salvaje en la que se utilizó todo tipo de armamento, incluso con componentes químicos que produjeron daños espantosos entre la población civil. No se llegaron a utilizar armas nucleares, pero ahora se conoce que la opción fue evaluada seriamente, de acuerdo a los documentos desclasificados por el Archivo de Seguridad Nacional, una organización que se dedica a rastrear antiguos papeles secretos del gobierno.
El 28 de septiembre de 1969, Roger Morris y Anthony Lake, dos ayudantes de Kissinger, pidieron al Capitán Rembrandt Robinson, un hombre clave en el Pentágono y encargado militar en el Consejo de Seguridad Nacional, que reescriba un memorando para clarificarle algunas cuestiones a Nixon sobre el plan "Duck Hook". "El presidente tendría que decidir de antemano la fatídica pregunta sobre cuán lejos llegaremos. No puede, por ejemplo, confrontar el asunto de la utilización de armas nucleares tácticas en el medio de la operación. «él debe estar preparado para pulsar cualquier cuerda en ese caso", advertían Morris y Lake.
El segundo documento desclasificado es un memorando que Kissinger envío a Nixon detallando los objetivos y alcances de la operación para quebrar definitivamente la muñeca del gobierno de Hanoi. "La acción debe ser brutal. Intentarlo y fallar sería una catástrofe. Por eso tenemos que tener la firme resolución de hacer lo que sea necesario para alcanzar el éxito" escribió Kissinger en el memorando fechado el 2 de octubre.
El plan secreto incluía el "ataque de puertos, líneas férreas y la destrucción de segmentos críticos y vulnerables de la economía norvietnamita" para "generar un fuerte impacto psicológico en la dirigencia de Hanoi, que los obligue a negociar un acuerdo de compromiso". Al final, Kissinger plantea 19 interrogantes que Nixon debía resolver. El segundo era: "¿Deberíamos estar preparados para usar armas nucleares?"
A los pocos días, Nixon respondió que "no" y descartó el plan para siempre. Pero hasta el final de su gobierno dejó creer a Hanoi que estaba dispuesto a hacerlo. No lo hizo. La guerra culminó en 1975 con más de un millón de muertos y la mayor derrota militar estadounidense.