La pelea con los "brigadieres", detrás de una falsa alarma en Mendoza
Clarin, 30/08/06.
El avión que llevaba al presidente Kirchner a Mendoza estaba ayer en vuelo cuando el aeropuerto de San Rafael recibió a las 10.30 una amenaza de bomba. Fue a través de un llamado telefónico a la empresa Seguridad Argentina S.A. En veinte minutos el aeropuerto fue evacuado, se realizó una segunda inspección (ante el arribo del Presidente se había hecho una similar más temprano) y tras comprobarse la falsa amenaza, el Tango 01 aterrizó a las 11.20.
Hasta allí los hechos concretos de un episodio supuestamente menor, si bien mereció una denuncia en un juzgado federal mendocino. Pero el interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Marcelo Saín, se encargó de darle otro volumen. Saín aseguró ayer a Clarín que en los últimos quince días hubo más amenazas de bomba que en el último año que lleva en el cargo, y lo vinculó con medidas recientes que adoptó, como su rechazo —revelado por este diario el 20 de agosto— a adquirir equipos detectores de explosivos fabricados por CSC, una empresa dirigida por brigadieres retirados.
Saín había dicho que esos equipos "no sirven para nada" y como su fabricación era un proyecto tecnológico secreto de la Fuerza Aérea, realizó una denuncia por "malversación de fondos" ante el juzgado federal de Ariel Lijo.
"Desde esa denuncia, el cierre de depósitos de explosivos en Ezeiza y la presión de empresas norteamericanas para desarrollar un mecanismo de seguridad que no cumplía con las normas en el aeropuerto, se juntan todas estas amenazas en el tiempo", dijo.
Sin poder ocultar su enojo, voceros de CSC dijeron que la empresa "no se da por aludida" por los dichos de Saín, y que "la seguridad de los argentinos no puede debatirse en los medios".
En cuanto a las "presiones" norteamericanas, allegados a Saín aseguraron que empezaron cuando éste revocó a fin de 2005 la licencia a la empresa Top Air Security (TAS) que operaba en Ezeiza y dirigía el ex represor Adolfo Donda Tigel, preso por la causa ESMA. Saín siempre sostuvo haber recibido "mensajes norteamericanos" para retrasar su decisión. TAS operaba con American Airlaines, entre otras.
Saín está al frente de la interventor de la PSA desde que el Gobierno le quitó a la Fuerza Aérea el manejo de la Policía Aeronáutica, tras el escándalo del tráfico de cocaína a España que envolvió a la empresa Southern Winds, en marzo de 2005. Según las fuentes, se negó a que los estadounidenses tuvieran "un sistema paralelo de seguridad".
Añadieron que hace poco, Saín mantuvo un áspero diálogo con el representante local de la Transportation Security Administration (TSA), agencia que depende del Homeland Security, el superministerio para la seguridad interior creado en 2001 tras los ataques a las Torres Gemelas.
—Con la Fuerza Aérea había diálogo, se quejó el estadounidense.
—¿Ustedes qué quieren, diálogo o seguridad?, le contestó Saín.
—El diálogo es importante.
—Yo no voy a permitir que hagan lo que quieran en el aeropuerto, cortó el interventor.
En esa reunión estaba Michael Matera, encargado de negocios, temporariamente al frente de la Embajada en Buenos Aires, quien se mostró "comprensivo", dijeron. La TSA planeaba hacer una "valoración" de seguridad en Ezeiza el último lunes: "Si da negativa, me voy a defender públicamente", advirtió Saín.
Esa "valoración de rutina" fue finalmente aplazada sin fecha, confirmó un vocero de la Embajada de EE.UU. a Clarín. También aseguró que "no hay reclamos de la TSA" por la seguridad de los aeropuertos argentinos.
El viernes aterrizó en Houston un avión procedente de Ezeiza y se detuvo a un estudiante acusado de transportar explosivos. Apuntando a la falla en la detección en Ezeiza, desde EE.UU. la TSA reclamó que los aeropuertos "cumplan con los estándares internacionales de seguridad".
Los allegados a Saín dicen que la TSA "montó una operación" sobre ese hecho. Saín cree ver detrás también una "mano negra" de la SIDE. Anteanoche, Saín le dijo al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que estaba "cansado" y que dejaría el cargo cuando venza la intervención.
Pese a las quejas contra la TSA, las mismas fuentes dicen que el FBI actuó "seriamente". Dicen tener un informe verbal del FBI que indica que el joven pasó en Houston idénticos controles que en Ezeiza y solo fue detenido en un control manual antinarcóticos, cuando abordaba un vuelo doméstico donde se le halló el "kit de minería" de la discordia.
Clarin, 30/08/06.
El avión que llevaba al presidente Kirchner a Mendoza estaba ayer en vuelo cuando el aeropuerto de San Rafael recibió a las 10.30 una amenaza de bomba. Fue a través de un llamado telefónico a la empresa Seguridad Argentina S.A. En veinte minutos el aeropuerto fue evacuado, se realizó una segunda inspección (ante el arribo del Presidente se había hecho una similar más temprano) y tras comprobarse la falsa amenaza, el Tango 01 aterrizó a las 11.20.
Hasta allí los hechos concretos de un episodio supuestamente menor, si bien mereció una denuncia en un juzgado federal mendocino. Pero el interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Marcelo Saín, se encargó de darle otro volumen. Saín aseguró ayer a Clarín que en los últimos quince días hubo más amenazas de bomba que en el último año que lleva en el cargo, y lo vinculó con medidas recientes que adoptó, como su rechazo —revelado por este diario el 20 de agosto— a adquirir equipos detectores de explosivos fabricados por CSC, una empresa dirigida por brigadieres retirados.
Saín había dicho que esos equipos "no sirven para nada" y como su fabricación era un proyecto tecnológico secreto de la Fuerza Aérea, realizó una denuncia por "malversación de fondos" ante el juzgado federal de Ariel Lijo.
"Desde esa denuncia, el cierre de depósitos de explosivos en Ezeiza y la presión de empresas norteamericanas para desarrollar un mecanismo de seguridad que no cumplía con las normas en el aeropuerto, se juntan todas estas amenazas en el tiempo", dijo.
Sin poder ocultar su enojo, voceros de CSC dijeron que la empresa "no se da por aludida" por los dichos de Saín, y que "la seguridad de los argentinos no puede debatirse en los medios".
En cuanto a las "presiones" norteamericanas, allegados a Saín aseguraron que empezaron cuando éste revocó a fin de 2005 la licencia a la empresa Top Air Security (TAS) que operaba en Ezeiza y dirigía el ex represor Adolfo Donda Tigel, preso por la causa ESMA. Saín siempre sostuvo haber recibido "mensajes norteamericanos" para retrasar su decisión. TAS operaba con American Airlaines, entre otras.
Saín está al frente de la interventor de la PSA desde que el Gobierno le quitó a la Fuerza Aérea el manejo de la Policía Aeronáutica, tras el escándalo del tráfico de cocaína a España que envolvió a la empresa Southern Winds, en marzo de 2005. Según las fuentes, se negó a que los estadounidenses tuvieran "un sistema paralelo de seguridad".
Añadieron que hace poco, Saín mantuvo un áspero diálogo con el representante local de la Transportation Security Administration (TSA), agencia que depende del Homeland Security, el superministerio para la seguridad interior creado en 2001 tras los ataques a las Torres Gemelas.
—Con la Fuerza Aérea había diálogo, se quejó el estadounidense.
—¿Ustedes qué quieren, diálogo o seguridad?, le contestó Saín.
—El diálogo es importante.
—Yo no voy a permitir que hagan lo que quieran en el aeropuerto, cortó el interventor.
En esa reunión estaba Michael Matera, encargado de negocios, temporariamente al frente de la Embajada en Buenos Aires, quien se mostró "comprensivo", dijeron. La TSA planeaba hacer una "valoración" de seguridad en Ezeiza el último lunes: "Si da negativa, me voy a defender públicamente", advirtió Saín.
Esa "valoración de rutina" fue finalmente aplazada sin fecha, confirmó un vocero de la Embajada de EE.UU. a Clarín. También aseguró que "no hay reclamos de la TSA" por la seguridad de los aeropuertos argentinos.
El viernes aterrizó en Houston un avión procedente de Ezeiza y se detuvo a un estudiante acusado de transportar explosivos. Apuntando a la falla en la detección en Ezeiza, desde EE.UU. la TSA reclamó que los aeropuertos "cumplan con los estándares internacionales de seguridad".
Los allegados a Saín dicen que la TSA "montó una operación" sobre ese hecho. Saín cree ver detrás también una "mano negra" de la SIDE. Anteanoche, Saín le dijo al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que estaba "cansado" y que dejaría el cargo cuando venza la intervención.
Pese a las quejas contra la TSA, las mismas fuentes dicen que el FBI actuó "seriamente". Dicen tener un informe verbal del FBI que indica que el joven pasó en Houston idénticos controles que en Ezeiza y solo fue detenido en un control manual antinarcóticos, cuando abordaba un vuelo doméstico donde se le halló el "kit de minería" de la discordia.
Parece que la interna en la FAA es más jodida de lo que uno supone, como si sus vanidades y peleas fueran más importantes que la Fuerza a la que sirven...
