El único modo de poder hablar de una “fábrica” de pilotos de F-16, es simplemente conociendo algunos números de lo que representa el Fighting Falcon para la fuerza aérea de EEUU, o sea la USAF.
-Más de 2.200 ejemplares recibidos entre 1978 y 2002
-Cerca de 90 escuadrones de combate equipados con F-16
-Cada escuadrón dispone de 18 a 24 aviones y de 25 a 32 pilotos
-Unidades desplegadas de modo permanente en Alemania, Italia, Japón y Corea
El sistema de entrenamiento para F-16 de la USAF es realmente imponente, ya que para ello dispone de un ala exclusiva, con 8 escuadrones y 180 aeronaves situada principalmente en la base aérea Luke, que es la verdadera “fábrica” de pilotos de F-16. Los cursos tienen como base un mínimo de horas, así quien se postule para volar F-16 deberá tener en su haber un mínimo de 600 horas de vuelo y luego iniciar un complejo programa de entrenamiento que lo llevará gradualmente a mayores calificaciones.
La primera fase que es conocida como IQT (Inicial Qualification Training) insume entre 72 y 96 vuelos cuya duración promedio es de 1 hora 40 minutos cada uno, y a medida que va superando las fase va obteniendo nuevas calificaciones hasta alcanzar el CMR (Combat Mision Ready) donde el piloto ya está capacitado para operar un F-16 con todos sus sistemas y armamentos. Los ítems son interminables: vuelo en formación, vuelo rasante, maniobras evasivas, vuelo nocturno, combate aéreo, reconocimiento, apoyo a misiones de rescate, combate electrónico, etc. y todo ello se realiza en tres bloques de altitud que van de los 1000 a 500 pies, luego pasa a los 500 a 300 pies y por último a los 300 a 100 pies, quedando así el piloto capacitado y con suficiente experiencia para volar a cualquier altitud. En las fases finales, el entrenamiento implica también una experiencia única como es el despliegue a zonas de conflicto, donde el piloto toma un contacto real de una zona de batalla.
Observen en ésta foto la zona pintada en color amarillo, que representa el sector donde no puede haber nada de basura, suciedad o equipos para evitar que el motor del avión las absorva cuando el mismo es encendido (Pd: dedicada a Schiaffino...)
La calificación mínima de F-16 requiere el lanzamiento de armas en 6 oportunidades por año y que incluyen lanzamiento de bombas , misiles y disparos de cañón, tanto aire-aire como aire-suelo. En todas las fases de entrenamiento cada piloto suma en promedio unas 300 horas de vuelo anuales, a la que se suman cientos de horas de instrucción en tierra y simulador. Así por año, egresan de Luke unos 450 nuevos pilotos de F-16 y unos 900 técnicos, aparte de duplicar ésa cantidad de pilotos en perfeccionamiento por ejemplo en el uso de nuevas armas y nuevos procedimientos de misión. En la actualidad los cursos más intensos están centrados en misiones de ataque nocturno con NVG y barquillas LANTIRN y combate aéreo con los cascos JHMCS.
Los números hablan por sí solos, y cuesta imaginar que una fuerza aérea asigne más de de 100.000 horas de vuelo por año sólo en instruír y capacitar sus pilotos en F-16. Así los niveles de calificación son altísimos y muy superiores a cualquier otra fuerza aérea. Hay escuadrones cuyos pilotos reciben 10 horas semanales de instrucción en el uso de misiles aire-aire, es obvio que cuando se enfrentan a un combate real sus posibilidades de éxito serán superiores a las de cualquier otro rival.
Toda esta enorme estructura en breve comenzará a dar los primeros pasos hacia el F-35, a fin de modificar todos los procedimientos hacia la nueva aeronave. La USAF ha confirmado que desea incorporar 1.763 F-35 en un período de aproximadamente 28 a 30 años, por lo cual se aprovechará para modificar muchos procedimientos de instrucción con la incorporación de nuevos simuladores más avanzados que reproducirán misiones reales y escenarios con cartografía satelital.
Simplemente, palabras mayores en entrenamiento.
-Más de 2.200 ejemplares recibidos entre 1978 y 2002
-Cerca de 90 escuadrones de combate equipados con F-16
-Cada escuadrón dispone de 18 a 24 aviones y de 25 a 32 pilotos
-Unidades desplegadas de modo permanente en Alemania, Italia, Japón y Corea
El sistema de entrenamiento para F-16 de la USAF es realmente imponente, ya que para ello dispone de un ala exclusiva, con 8 escuadrones y 180 aeronaves situada principalmente en la base aérea Luke, que es la verdadera “fábrica” de pilotos de F-16. Los cursos tienen como base un mínimo de horas, así quien se postule para volar F-16 deberá tener en su haber un mínimo de 600 horas de vuelo y luego iniciar un complejo programa de entrenamiento que lo llevará gradualmente a mayores calificaciones.
La primera fase que es conocida como IQT (Inicial Qualification Training) insume entre 72 y 96 vuelos cuya duración promedio es de 1 hora 40 minutos cada uno, y a medida que va superando las fase va obteniendo nuevas calificaciones hasta alcanzar el CMR (Combat Mision Ready) donde el piloto ya está capacitado para operar un F-16 con todos sus sistemas y armamentos. Los ítems son interminables: vuelo en formación, vuelo rasante, maniobras evasivas, vuelo nocturno, combate aéreo, reconocimiento, apoyo a misiones de rescate, combate electrónico, etc. y todo ello se realiza en tres bloques de altitud que van de los 1000 a 500 pies, luego pasa a los 500 a 300 pies y por último a los 300 a 100 pies, quedando así el piloto capacitado y con suficiente experiencia para volar a cualquier altitud. En las fases finales, el entrenamiento implica también una experiencia única como es el despliegue a zonas de conflicto, donde el piloto toma un contacto real de una zona de batalla.
La calificación mínima de F-16 requiere el lanzamiento de armas en 6 oportunidades por año y que incluyen lanzamiento de bombas , misiles y disparos de cañón, tanto aire-aire como aire-suelo. En todas las fases de entrenamiento cada piloto suma en promedio unas 300 horas de vuelo anuales, a la que se suman cientos de horas de instrucción en tierra y simulador. Así por año, egresan de Luke unos 450 nuevos pilotos de F-16 y unos 900 técnicos, aparte de duplicar ésa cantidad de pilotos en perfeccionamiento por ejemplo en el uso de nuevas armas y nuevos procedimientos de misión. En la actualidad los cursos más intensos están centrados en misiones de ataque nocturno con NVG y barquillas LANTIRN y combate aéreo con los cascos JHMCS.
Los números hablan por sí solos, y cuesta imaginar que una fuerza aérea asigne más de de 100.000 horas de vuelo por año sólo en instruír y capacitar sus pilotos en F-16. Así los niveles de calificación son altísimos y muy superiores a cualquier otra fuerza aérea. Hay escuadrones cuyos pilotos reciben 10 horas semanales de instrucción en el uso de misiles aire-aire, es obvio que cuando se enfrentan a un combate real sus posibilidades de éxito serán superiores a las de cualquier otro rival.
Toda esta enorme estructura en breve comenzará a dar los primeros pasos hacia el F-35, a fin de modificar todos los procedimientos hacia la nueva aeronave. La USAF ha confirmado que desea incorporar 1.763 F-35 en un período de aproximadamente 28 a 30 años, por lo cual se aprovechará para modificar muchos procedimientos de instrucción con la incorporación de nuevos simuladores más avanzados que reproducirán misiones reales y escenarios con cartografía satelital.
Simplemente, palabras mayores en entrenamiento.

