• Aviso de importancia, Reglamento del Foro actualizado. Reglas Técnicas, punto Q. Ir al siguiente link: Ver aviso

Israel recuerda los 6 millones asesinados

Hola a todos,
Hoy Israel recuerda a los 6 millones asesinados en la segunda guerra mundial.
Lamentablemente, este tema es conocido superficialmente por la mayoria de las personas.
Aqui pongo un link en espaniol del Museo del Holocausto en Jerusalem ( Yad va Shem ):
http://www1.yadvashem.org/es/multimedia/index.asp

Agrego tambien un articulo publicado por Yair Lapid, este es un periodista y locutor muy conocido aqui en Israel.Su padre Tomy Lapid fue miembro del parlamento y ministro hasta que murio hace unos anios y fue subreviviente del holocausto.



La cuestión del Holocausto - Yair Lapid - Ynet

2447ar9.jpg


Sesenta y cinco años han transcurrido desde el Holocausto, y todavía no sabemos lo que pasó, sin ser capaces de comprender lo que tenemos que hacer con esta información. Sientes que la Shoah debería cambiar algo en ti - como Judío, como ser humano, y como israelí, pero ¿qué?

El Holocausto desmanteló todo lo que los seres humanos sabían acerca de sí mismos, pero nos ha enseñado dos lecciones inolvidables:

- La primera es que tenemos que sobrevivir a cualquier precio.
- La segunda es que tenemos que ser personas morales.

Lo que todavía no sabemos es qué hacer cuando estas dos lecciones son contradictorias.

Los sobrevivientes del Holocausto llegaron a Israel el fin de establecer una nueva sociedad humana donde nadie sería capaz de hacerles algún mal solo porque eran judíos. Este es a la vez un furioso y vulnerable mensaje. No sólo se nos permite hacer todo lo posible - y me refiero a todo - con tal de asegurar que no haya una segunda Shoah, sino que también es nuestro deber supremo.

El destino judío no sería capaz de soportar otro golpe que recuerde incluso el Holocausto, y estamos obligados no sólo por nosotros mismos, sino también por todas nuestras generaciones pasadas.

Todos los israelíes con algo de la memoria histórica (y quién no la tiene?) sabe que nuestra existencia es frágil. Nuestros hogares, nuestros centros comerciales y nuestras carreteras - todo los monstruos de acero y asfalto que se suponen que representan una continuidad inquebrantable - no son más que una delgada red de camuflaje erigida sobre una ansiedad constante de cara a todas esas personas que nos quieren asesinar.

Si dejamos de optar por un momento por la noción de supervivencia, los nuevos nazis pasarán - y no importa si llevan keffiyahs o cascos de la Wermacht - y tratarán de matarnos. También hemos aprendido que no debemos contar con el resto del mundo nos proteja. Se limitará a sentirse sacudido "hasta los más profundos cimientos de su alma delicada", por supuesto, e incluso podrá crear orfanatos para nuestros hijos en las afueras de Bruselas, pero mejor no esperar mucho más que eso.

¿Esta es la razón, por cierto, por la que el israelí medio es poseído por una furia justificada cuando se encuentra ante estos nuevos intelectuales de la izquierda que pretenden que Israel forma parte de la Europa culta, y que en aras del discurso y la preocupación por los derechos humanos, consideran que siempre deberíamos hacer concesiones a las masas oprimidas, esas cuyo único pecado es su deseo manifiesto de liquidarnos? "Auschwitz no puede ser una excusa para todo", nos siguen diciendo. Sin embargo, Auschwitz no es la excusa, sino más bien una y aún pertinente razón tangible, respaldada por millones de cadáveres.

Yo no soy especialmente aficionado a los chistes que tienen como objeto la Shoah, sin embargo hay uno que no puedo olvidar: "¿Por qué fue Auschwitz un lugar optimista? Porque por entonces todos los pesimistas ya se encontraban en Nueva York". Al igual que todo buen chiste, éste también encierra una verdad básica: siempre hay que prepararse para el peor de los casos, porque de lo contrario se materializará.

Sin embargo, si esto resume las lecciones del Holocausto, no plantearía ningún dilema para nosotros. El problema es que la Shoah también nos enseñó que una parte de la supervivencia - y posiblemente la parte más significativa - depende de la existencia de la moral humana. Sin la moral humana, no habría Churchill, no habría partisanos, los EEUU no habrían entrado en la guerra, y un regimiento del Ejército Rojo al mando de un judío llamado Anatoly Shapiro no habría liberado Auschwitz.

El Holocausto cambió nuestra percepción de la moral no solamente porque hemos descubierto que la moral es lo único que puede hacer frente al peor de los males, sino también porque cambió el enfoque de la sociedad hacia el individuo. Hasta la Shoah, la raza humana vio la moral como un producto social. Los Diez Mandamientos son un buen ejemplo de esto - eran las instrucciones para nuestra fundación y las adoptamos porque sabíamos que eran más sabias que nosotros y buscaban nuestro bienestar -.

Sin embargo, durante el Holocausto la moral de la gente sólo apareció precisamente entre aquellos que rechazaron escuchar a la clase gobernante de sus países. Hannah Arendt escribió que si hubiéramos aceptado la percepción moral que existió hasta la Shoah, no podríamos haber llevado a Eichmann ante la justicia. Después de todo, él actuó de acuerdo con la moral que era común en su época, y sin duda en su propio país.

Por lo tanto, cuando llevamos a Eichmann ante sus responsabilidades, ese fue un acto de fe en la raza humana: creíamos, y todavía lo hacemos, que cada persona tiene la capacidad de distinguir el bien del mal, incluso si todo el mundo dice lo contrario. Y al ejecutar a Eichmann, dimos un rotundo mensaje de que nadie puede eludir la responsabilidad de tomar una posición moral en favor de la vida. Hannah Arendt se equivocó en una cosa: no es la banalidad del mal la "que nos amenaza", sino más bien la banalidad de silencio. Nadie debe callar ante la muerte.

Los sobrevivientes nos ha enseñado, dolorosamente tarde, que no se trataba de la única verdad en lo que concierne a los alemanes, sino también en lo que respecta a las víctimas. En su gran libro, "La búsqueda de sentido del hombre", Victor Frankl, un superviviente de Auschwitz que perdió a toda su familia, escribió: "En los campos de concentración, en ese laboratorio viviente, vimos a algunos de nuestros compañeros comportarse como cerdos y a otros comportarse como santos. Ambas alternativas se ocultan en una persona, y la que aflore dependerá de las decisiones y no de las condiciones".

Por consecuencia, no sólo debemos desconfiar de los demás siguiendo la estela del Holocausto, sino que también debemos desconfiar de nosotros mismos. ¿No es la moral predominante, esa que nos rodea en todas las direcciones, la que paraliza nuestra capacidad de examinar nuestra propia realidad y extraer nuestras propias conclusiones? En suma, la elección entre el bien y el mal por nosotros mismos.

Además, ¿definiendo la supervivencia como nuestro valor supremo no hará imposible para nosotros tomar decisiones morales cuando el mundo se nos presenta como una sofisticada máquina de exterminio que espera su oportunidad para atacarnos? ¿No limitaremos nuestra existencia a todo lo que tiene que ver con las condiciones para poder escapar a las decisiones?

No lo sé. Probablemente nadie lo sabe. Precisamente porque la Shoah es un acontecimiento cósmico que no puede ser aprehendido por cualquiera de los términos con lo que estamos familiarizados, sino que obliga a cada persona a llegar a conclusiones totalmente personales al respecto. Cualquier cosa que pueda decir acerca de la Shoah no es una conclusión, sino más bien, una creencia.

Creo que el primer principio es válido: con respecto a todo lo que amenaza nuestra existencia, nuestro deber es hacer todo lo necesario con tal de seguir existiendo como pueblo.

Sin embargo, creo que el segundo principio nos obliga a examinar constantemente el primer principio, de modo que con respecto a todo lo que es aún pueda ser una amenaza existencial, fuéramos capaces de tomar una decisión moral que reconozca la humanidad de los otros y nuestro deber de ahorrarles sufrimientos.
 
Seis sobrevivientes del Holocausto conmovieron con sus historias

Ceremonia en Yad Vashem: seis antorchas por seis millones de asesinados

2py6wz8.jpg


Cada año son encendidas en Yad Vashem seis antorchas en conmemoración de los seis millones de judíos asesinados en el Holocausto. Las historias de las personas designadas para encender las antorchas reflejan el tema central que Yad Vashem escoge para señalar el Día del Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo.
Las antorchas son encendidas durante la ceremonia central del Día del Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo, que se lleva a cabo en Yad Vashem en la víspera de la efeméride. Las personas que encendieron las antorchas ayer domingo último fueron: Eliezer Ayalón, Jana Gofrit, Sara Israelí, Leo Luster, Yaakov Zim y Baruj Shub
Baruj Shub nació en Vilna, Lituania, en 1924, el segundo hijo de una familia jasídica de seis miembros. En 1939 los soviéticos ocuparon Vilna y en 1940 la anexaron e impusieron el régimen comunista. Las universidades abrieron sus puertas a los judíos y Baruj comenzó a estudiar ingeniería mecánica en la Escuela Técnica Superior.
En junio de 1941 los alemanes invadieron la Unión Soviética y conquistaron Vilna. Casi de inmediato comenzó el asesinato de los judíos en Ponar.
Baruj fue puesto a trabajar en un taller alemán en el cual se reparaban vehículos militares. En septiembre se estableció un gueto, desde el cual continuaron las expulsiones a Ponar. Baruj y su hermana mayor Tzipora se escondieron en un camión y llegaron al pueblo de Radycsius en el cual consiguió trabajo en un taller mecánico militar alemán.
El 11 de marzo de 1942 los judíos recibieron la orden de presentarse en la plaza del pueblo. Baruj se escondió en el taller desde donde vio una larga columna de personas y familias con niños, cargando atados de ropas y otros objetos, que se adelantaba lentamente en dirección a un granero que era posible distinguir a la distancia. Del granero se oían disparos de armas. Al atardecer fue incendiado y un humo espeso y hedor de carne calcinada llenaron el ambiente. Ese día fueron asesinados 840 judíos, entre ellos Tzipora, la hermana de Baruj.
Los alemanes establecieron un gueto en el poblado y Baruj continuó en el mismo trabajo que tenía. En la primavera los jóvenes se organizaron en un movimiento clandestino, reunieron dinero con el que compraron armas, y se propusieron dirigirse al bosque y unirse a los partisanos. Baruj estaba entre los iniciadores. La actividad se interrumpió por la presión ejercida por las familias del gueto – los alemanes amenazaron con asesinarlas en caso de faltar alguna persona en el gueto.
Después de recibir señales de vida de su madre en Vilna, logró conseguir autorización para salir del gueto y regresar a esa ciudad. Allí trabajó en establecimientos que producían para los alemanes. Paralelamente se combinó con su amigo Yaakov ("Kuba") Kushkin para adquirir pistolas. Después de hacerlo se unió a la FPO – la Organización de Partisanos Unidos.
En setiembre de 1943 los alemanes organizaron operativos de deportación y asesinato ("Aktionen"). Después de un encuentro armado entre los alemanes y el movimiento clandestino, Baruj y un grupo de camaradas decidieron salir al bosque de Rodniki para continuar la lucha. Dos semanas más tarde el gueto de Vilna fue liquidado.
En el bosque se plegó a una unidad de paracaidistas soviéticos y participó en acciones militares, por ejemplo el descarrilamiento de trenes, voladura de postes de teléfonos y telégrafos, puentes y ataques a unidades y posiciones alemanas.
En julio de 1944 el Ejercito Rojo liberó Vilna y Baruj regresó a la ciudad. Allí se enteró de que toda la familia había sido asesinada. Se incorporó al ejército soviético y combatió en el frente. Fue herido e ingresado a un hospital. Algunos meses después de ser desmovilizado decidió emigrar a la Tierra de Israel.
Llegó en octubre de 1945 – después de atravesar Hungría, Rumania e Italia – en el barco de inmigrantes ilegales "Peter II". Sirvió en la "Haganá", fue alistado en la brigada "Guivati" y en la Guerra de Independencia incorporado a la fuerza aérea, donde trabajó como técnico de aviones. Dos años después fue trasladado con el escuadrón de transporte a la compañía El Al. Estudió en un curso de ingenieros aeronáuticos y fue progresando en cargos de inspección, hasta llegar a ser director de ingenieros aeronáuticos, ingeniero en jefe e instructor. Se retiró de El Al después de cumplir 33 años de servicio.
Baruj se ocupa desde hace muchos años de transmitir el recuerdo del Holocausto y el heroísmo. Es presidente de la Organización de Partisanos, Luchadores Clandestinos y Combatientes de los Guetos en Israel. Es miembro del directorio de Yad Vashem, el directorio de la Comisión de Reclamos y diserta sobre temas de antisemitismo y negación del Holocausto.
Acerca de los otros sobrevivientes que fueron honrados por Yad Vashem es posible leer en el sitio de la institución en idioma español: http://www1.yadvashem.org/es/about/2010torchlighters.asp
 
Durante la Marcha por la Vida, cientos de argentinos recordaron en Polonia a las víctimas del Holocausto
AJN.- Más de 10 mil personas formaron parte hoy de la Marcha por la Vida en el campo de concentración de Auschwitz en Polonia. Una importante delegación de más 250 argentinos – con cuatro docentes de escuelas públicas argentinas- formó parte del evento. En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, Alejandra Tolcachier, su directora en Argentina, expresó: “Muchos de nuestros jóvenes se sienten orgullosos y comprometidos por marchar en este lugar para la continuidad del pueblo judío”.



Este mediodía, luego del toque del shofar, las delegaciones de Marcha por la Vida comenzaron a marchar con paso lento desde Auschwitz hasta Birkenaun.
Una delegación de más 250 argentinos – con cuatro docentes de escuelas públicas argentinas- formó parte del evento. En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, Alejandra Tolcachier, su directora en Argentina, expresó: “El reconocimiento siempre está presente en nuestro trabajo con los jóvenes participando, estando junto a ellos y comprometiéndolos a que conozcan nuestras raíces”.
Además agregó que “esto sirve para que recuerden lo que pasó en la Shoá y de esta forma, podamos evitar que vuelva a ocurrir”.
“Toda la mañana estuvimos con los diferentes grupos que componen la delegación de la Argentina recorriendo y aprendiendo acerca del campo de concentración de Auschwitz para después concentrarnos en la marcha”, explicó la directora acerca del intinerario realizado.
Luego de realizada la marcha, los participantes de concentraron en el acto de Iom Ha Shoá -Día del recuerdo del Holocausto-.
“La programación consiste en continuar con el recorrido de Birkenau, el campo de concentración, todos juntos con los madrijim y los chicos para recorrer el campo”, sostuvo Tolcachier, quién además agregó que “muchos de nuestros jóvenes se sienten orgullosos y comprometidos por marchar en este lugar para la continuidad del pueblo judío”.
Mañana el programa de Marcha por la Vida tendrá su cierre en Krakovia y la delegación viajará de regreso a Israel durante la noche.

AF

---------- Post added at 12:39 ---------- Previous post was at 12:37 ----------

La Marcha por la Vida, se llevó a cabo hoy en Auschwitz

Banderas de Israel llevaron una cinta negra, por la tragedia aérea polaca

Mientras que el pueblo polaco sigue a llorando a su presidente, que murió junto con su esposa y gran parte de la elite política en un accidente aéreo el sábado, más de 10,000 personas participaron hoy en la Marcha por la Vida, en el campo de concentración de Auschwitz.

"Este es un día difícil para todos los polacos. Estamos marchando y ellos están siendo muy comprensivos de nuestra necesidad de conmemorar el Holocausto", dijo el director de la marcha, Shmuel Rosenman.

Como muestra de solidaridad con sus anfitriones polacos, cintas negras se adjuntaron a las banderas de Israel a lo largo de la procesión.

Los participantes procedían de 45 países, y no todos eran judíos. "Vamos a decir con orgullo - que estamos aquí, incluso 60 años después de la guerra que debemos recordar al mundo entero para nunca olvidar ", agregó Rosenman.

Eitan Petigro, de 29 años, está participando en la Marcha por la Vida por primera vez. Para él, es como cerrar un círculo, "El sábado, antes del viaje, fui a Yad Vashem para hacer algunas investigaciones, que también compartí con algunas personas aquí, en Polonia".

"Mi abuelo fue por un camino cargado de obstáculos - se alistó en el ejército polaco en 1939, a raíz de la invasión alemana, resultó herido y debió pasar una rehabilitación durante varios meses", dijo.

"En 1941 se unió a batallones penales de Stalin en el Ejército Rojo, donde fue herido de nuevo y pasó por otra rehabilitación de siete meses. Durante ese tiempo se enteró de que toda su familia, junto con toda la comunidad judía en su pueblo fueron asesinados", agregó.

"En el hospital se encontró con mi abuela, su segunda esposa, y emigraron a Israel, donde perdieron su primer hijo en la Guerra de Yom Kipur. Es un hombre que ha pasado por muchas cosas en la vida", concluyó Petigro.

La participación en la Marcha por la Vida le da un sentido de orgullo especial. "Este es el camino que mi abuelo nos mostró – nos legó el sionismo y el Estado de Israel. Esta marcha, junto con muchos israelíes y judíos es sin duda una muestra de que seguimos manteniendo nuestra presencia", concluyó Petigro.

"Estoy seguro de que a los sobrevivientes les da un sentido de orgullo el ver a sus nietos y bisnietos asegurar el futuro de nuestra existencia. Es nuestra victoria", añadió.

Fuente:Aurora Digital
 
Arriba