Historias Contadas Por Mijail Simonov, Diseñador Jefe De Sukhoi

MIGUEL

REGENTE DE LAS TIERRAS ALTAS
Colaborador
Me pareció un artículo muy jugoso, especial para matizar un poco el foro.-

COMO FUE CONCEBIDO EL FAMOSO SU-27

Victor Litovkin, RIA Novosti. "Nuestros espías pudieron timar en Estados Unidos la documentación del modernísimo interceptor supersónico norteamericano F15 Eagle, diseñado por McDonnell Douglas.



Cuando construimos a base de estos planos un modelo de avión y lo pasamos por tubo aerodinámico, resultado de ello nos extrañó mucho, puesto que un avión de estas características no podía llegar a velocidades supersónicas. Mientras tanto en aquel entonces nuestra oficina ya estaba desarrollando un interceptor con el índice de fábrica T-10 -1, de características adecuadas para neutralizar esta "águila" y todo parecía resultar en vano, siendo aprobado el proyecto tanto por el Comité Central del partido como por el Consejo de Ministros", ha contado Mijail Simonov.

En tal situación Simonov fue a dar la cara ante Iván Silaev, viceministro de industria aeronáutica de aquel entonces. Entre los dos se decidió no suspender los trabajos en la planta de Komsomolsk del Amur, donde se fabricaban los prototipos de T-10 y se encontró una solución, aunque bastante arriesgada.

Por su cuenta y riesgo Simonov empezó a diseñar un nuevo interceptor, lo cual desembocó en la creación de SU-27, el actual poseedor de 30 récord mundiales, en altura de vuelo, en carga útil y muchos más parámetros. El aparato subió al vuelo en 1981 y en seguida se hizo el mejor de su clase al adelantar mucho al Eagle en varios parámetros suyos, mientras que la historia de su desarrollo fue presentada a jefes del partido y del Gobierno como una simple modernización del T-10.

La oficina tuvo que rediseñar el fuselaje de SU-27, cambiando de sitio los medios de puntería óptico-electrónicos, motores, etc.

"La redisposición fue de veras radical", contó el diseñador jefe. "Tuvimos que apagar en un 20% la resistencia a la onda de choque (la resistencia que surge al alcanzar la velocidad supersónica), mientras que el compartimiento de motor, donde estaban instalados los sistemas del avión: generadores, bombos, etc., resultó "embarazado". No me quedaba otro remedio que proponer a Arjip Liulka, académico y diseñador de varios motores diesel de propulsión a chorro, ubicar estos equipos detrás. Cuando expuse mis razonamientos en una reunión, conducida por el viceministro, este académico se mostró un gran actor, al levantarse y decir, mirándome de anteojo: "Mijail Petrovich, anda, vete a casa y dile a tu mujer que se ponga sus tetas detrás". Pero a pesar de carcajadas de los reunidos, dentro de una semana, cuando pasé por la oficina de diseño Saturn, vi que estaba en desarrollo el proyecto de con la composición de aparatos cimera, tal como está ahora en todos los aviones de la familia SU- 27.
Mijail Simonov me contó como salvaba a la compañía Sukhoi cuando la industria aeronáutica rusa se encontraba sumida en una gravísima crisis.

"En China tuve la ocasión de ver que estaban trabajando en desarrollar un avión de caza nacional a base de planos de McDonnell Douglas. La compañía norteamericana incluso había suministrado su equipo electrónico, cuya venta a Rusia estaba embargada."

Viendo que el asunto se tornó muy serio, Simonov consiguió hablar con el mando de Fuerzas Armadas de China y le sugirió la venta de tecnología y material bélico más avanzado de Rusia en este sector, alegando que era un momento muy oportuno, ya que todo se desarrollaba en vísperas de la visita de Mijail Gorbachev a China, mientras que los Estados Unidos estaban dispuestos a suministrar sólo el material de la tercera generación. (SU-27 es un caza de la cuarta generación).

Así se consiguió el primer pedido para 24 cazas SU-27, le siguió otro, resultado de lo cual Sukhoi pudo sobrevivir.

Otro mercado a entrar fue el mundo árabe. En el salón de Dubai SU-27 fue pilotado por el coronel de Emiratos Árabes Haled. Por cierto, lo hizo muy bien. Cuando salió de la cabina al aterrizar, se le acercó Simonov con un grupo de ingenieros suyos, preguntando por sus impresiones. Haled le dijo en tono un poco desanimado: "el avión es bueno pero no lo necesitamos."

"Fue herido en corazón", ha contado Mijail Simonov, "¿pero por qué no, si es mejor que el F15 norteamericano?"

"Es cierto, pero dígame, por favor, ¿es capaz de hundir una fragata?", contestó Haled.

Resultado de esta conversación fue el planteamiento de sugerencias técnicas hacia SU-27, surgidas a raíz de la operación Tempestad en el Desierto, desarrollada al lado de los Emiratos Árabes Unidos. Se trataba de la filosofía de prescindir de caza-interceptor a favor de caza multipropósito, capaz de cumplir cualesquiera misión: destruir un sistema antiaéreo, neutralizar un puesto de mando subterráneo, hundir una fragata, etc.

Dichas sugerencias desembocaron en características actuales de SU-35. Lo único que no se pudo conseguir fue el contrato, puesto que el mercado de armas en el Oriente Próximo estaba dominando otro Estado. Pero el coronel Haled aconsejó dirigirse a la India.

"Dentro de unos seis meses, Rusia fue visitada por el Presidente del Gobierno de este país y medio año más tarde por vicemariscal de aviación Krishnaswamy, persona muy instruida y talentosa", ha notado Simonov. "Se trató de concebir un nuevo avión para la Fuerza Aérea de la India que no sea SU-35 sino un aparato más moderno, con vector de empuje controlable en dirección, y otras prestaciones que lo hagan el mejor en el mundo."

Más tarde, el aparato fue presentado a Krishnaswamy, ya mariscal y comandante de la Fuerza Aérea del país. Krishnaswamy dio vuelta alrededor del avión y dijo: "¡mierd@!" Simonov se marchó en el acto, diciendo que estaba muy ocupado, la delegación india sería acompañada por su sustituto, y que no tenía ganas de hablar con ellos nunca más. Pocos días más tarde le llamó el agregado militar de la India diciendo que "El señor mariscal Krishnaswamy le invita a una recepción en su honor".

Cuando Simonov se presentó a la embajada le acogió allí el mariscal Krishnaswamy diciendo "Estimado señor Simonov, le pido perdón por haber expresado una opinión tan precipitada. Su avión es magnifico. Nos encantaría poder adquirirlo para nuestro país."

"En Rusia no se hacen las paces de esta manera", contestó Simonov y vació de agua dos floreros, echando en ellos vodka.

La transacción de venta a la India de cazas multipropósito SU-30MKI sumó unos 2 mil millones de dólares.
Mijail Simonov me contó como salvaba a la compañía Sukhoi cuando la industria aeronáutica rusa se encontraba sumida en una gravísima crisis.

"En China tuve la ocasión de ver que estaban trabajando en desarrollar un avión de caza nacional a base de planos de McDonnell Douglas. La compañía norteamericana incluso había suministrado su equipo electrónico, cuya venta a Rusia estaba embargada."

Viendo que el asunto se tornó muy serio, Simonov consiguió hablar con el mando de Fuerzas Armadas de China y le sugirió la venta de tecnología y material bélico más avanzado de Rusia en este sector, alegando que era un momento muy oportuno, ya que todo se desarrollaba en vísperas de la visita de Mijail Gorbachev a China, mientras que los Estados Unidos estaban dispuestos a suministrar sólo el material de la tercera generación. (SU-27 es un caza de la cuarta generación).

Así se consiguió el primer pedido para 24 cazas SU-27, le siguió otro, resultado de lo cual Sukhoi pudo sobrevivir.

Otro mercado a entrar fue el mundo árabe. En el salón de Dubai SU-27 fue pilotado por el coronel de Emiratos Árabes Haled. Por cierto, lo hizo muy bien. Cuando salió de la cabina al aterrizar, se le acercó Simonov con un grupo de ingenieros suyos, preguntando por sus impresiones. Haled le dijo en tono un poco desanimado: "el avión es bueno pero no lo necesitamos."

"Fue herido en corazón", ha contado Mijail Simonov, "¿pero por qué no, si es mejor que el F15 norteamericano?"

"Es cierto, pero dígame, por favor, ¿es capaz de hundir una fragata?", contestó Haled.

Resultado de esta conversación fue el planteamiento de sugerencias técnicas hacia SU-27, surgidas a raíz de la operación Tempestad en el Desierto, desarrollada al lado de los Emiratos Árabes Unidos. Se trataba de la filosofía de prescindir de caza-interceptor a favor de caza multipropósito, capaz de cumplir cualesquiera misión: destruir un sistema antiaéreo, neutralizar un puesto de mando subterráneo, hundir una fragata, etc.

Dichas sugerencias desembocaron en características actuales de SU-35. Lo único que no se pudo conseguir fue el contrato, puesto que el mercado de armas en el Oriente Próximo estaba dominando otro Estado. Pero el coronel Haled aconsejó dirigirse a la India.

"Dentro de unos seis meses, Rusia fue visitada por el Presidente del Gobierno de este país y medio año más tarde por vicemariscal de aviación Krishnaswamy, persona muy instruida y talentosa", ha notado Simonov. "Se trató de concebir un nuevo avión para la Fuerza Aérea de la India que no sea SU-35 sino un aparato más moderno, con vector de empuje controlable en dirección, y otras prestaciones que lo hagan el mejor en el mundo."

Más tarde, el aparato fue presentado a Krishnaswamy, ya mariscal y comandante de la Fuerza Aérea del país. Krishnaswamy dio vuelta alrededor del avión y dijo: "¡mierd@!" Simonov se marchó en el acto, diciendo que estaba muy ocupado, la delegación india sería acompañada por su sustituto, y que no tenía ganas de hablar con ellos nunca más. Pocos días más tarde le llamó el agregado militar de la India diciendo que "El señor mariscal Krishnaswamy le invita a una recepción en su honor".

Cuando Simonov se presentó a la embajada le acogió allí el mariscal Krishnaswamy diciendo "Estimado señor Simonov, le pido perdón por haber expresado una opinión tan precipitada. Su avión es magnifico. Nos encantaría poder adquirirlo para nuestro país."

"En Rusia no se hacen las paces de esta manera", contestó Simonov y vació de agua dos floreros, echando en ellos vodka.

La transacción de venta a la India de cazas multipropósito SU-30MKI sumó unos 2 mil millones de dólares.

Mijail Simonov me contó como salvaba a la compañía Sukhoi cuando la industria aeronáutica rusa se encontraba sumida en una gravísima crisis.

"En China tuve la ocasión de ver que estaban trabajando en desarrollar un avión de caza nacional a base de planos de McDonnell Douglas. La compañía norteamericana incluso había suministrado su equipo electrónico, cuya venta a Rusia estaba embargada."

Viendo que el asunto se tornó muy serio, Simonov consiguió hablar con el mando de Fuerzas Armadas de China y le sugirió la venta de tecnología y material bélico más avanzado de Rusia en este sector, alegando que era un momento muy oportuno, ya que todo se desarrollaba en vísperas de la visita de Mijail Gorbachev a China, mientras que los Estados Unidos estaban dispuestos a suministrar sólo el material de la tercera generación. (SU-27 es un caza de la cuarta generación).

Así se consiguió el primer pedido para 24 cazas SU-27, le siguió otro, resultado de lo cual Sukhoi pudo sobrevivir.

Otro mercado a entrar fue el mundo árabe. En el salón de Dubai SU-27 fue pilotado por el coronel de Emiratos Árabes Haled. Por cierto, lo hizo muy bien. Cuando salió de la cabina al aterrizar, se le acercó Simonov con un grupo de ingenieros suyos, preguntando por sus impresiones. Haled le dijo en tono un poco desanimado: "el avión es bueno pero no lo necesitamos."

"Fue herido en corazón", ha contado Mijail Simonov, "¿pero por qué no, si es mejor que el F15 norteamericano?"

"Es cierto, pero dígame, por favor, ¿es capaz de hundir una fragata?", contestó Haled.

Resultado de esta conversación fue el planteamiento de sugerencias técnicas hacia SU-27, surgidas a raíz de la operación Tempestad en el Desierto, desarrollada al lado de los Emiratos Árabes Unidos. Se trataba de la filosofía de prescindir de caza-interceptor a favor de caza multipropósito, capaz de cumplir cualesquiera misión: destruir un sistema antiaéreo, neutralizar un puesto de mando subterráneo, hundir una fragata, etc.

Dichas sugerencias desembocaron en características actuales de SU-35. Lo único que no se pudo conseguir fue el contrato, puesto que el mercado de armas en el Oriente Próximo estaba dominando otro Estado. Pero el coronel Haled aconsejó dirigirse a la India.

"Dentro de unos seis meses, Rusia fue visitada por el Presidente del Gobierno de este país y medio año más tarde por vicemariscal de aviación Krishnaswamy, persona muy instruida y talentosa", ha notado Simonov. "Se trató de concebir un nuevo avión para la Fuerza Aérea de la India que no sea SU-35 sino un aparato más moderno, con vector de empuje controlable en dirección, y otras prestaciones que lo hagan el mejor en el mundo."

Más tarde, el aparato fue presentado a Krishnaswamy, ya mariscal y comandante de la Fuerza Aérea del país. Krishnaswamy dio vuelta alrededor del avión y dijo: "¡mierd@!" Simonov se marchó en el acto, diciendo que estaba muy ocupado, la delegación india sería acompañada por su sustituto, y que no tenía ganas de hablar con ellos nunca más. Pocos días más tarde le llamó el agregado militar de la India diciendo que "El señor mariscal Krishnaswamy le invita a una recepción en su honor".

Cuando Simonov se presentó a la embajada le acogió allí el mariscal Krishnaswamy diciendo "Estimado señor Simonov, le pido perdón por haber expresado una opinión tan precipitada. Su avión es magnifico. Nos encantaría poder adquirirlo para nuestro país."

"En Rusia no se hacen las paces de esta manera", contestó Simonov y vació de agua dos floreros, echando en ellos vodka.

La transacción de venta a la India de cazas multipropósito SU-30MKI sumó unos 2 mil millones de dólares.

NO SÓLO DE CAZAS VIVE LA AVIACIÓN

Otra vez me encontré con Mijail Petrovich Simonov en el salón de Paris Le Bourget, presenciando las figuras que hacía el SU-SKM, modernizado hasta nivel de generación 4+, pilotado por Sergei Bogdan, piloto de pruebas de la oficina Sukhoi. Por mucho que intentara el anfitrión de la exposición, Francia, causar la impresión a los reunidos, por ejemplo al dotar su Typhoon, de Eurofighter, de dispensadores humos de colores nacionales (y resultaba de veras bonito), su caza no pudo efectuar las figuras de Sukhoi, tales como resbalamiento de cola o la Cobra Pugachov, consistente en hacer que el avión vuele en un ángulo de ataque de 120º.

Mientras tanto, nuestro Sukhoi parecía bailar, apoyándose en su propia cola. Simplemente imagínense que un potente aparato, de 25 toneladas de peso, se ponga verticalmente en su cola, levemente inclinando su nariz para atrás y vuela para adelante, como una cobra, o apoyándose en su cola, "se cunea" a manera de una cobra. Es difícil sin verlo, imaginar como un avión de caza se queda inmóvil en el punto más alto subiendo en candelero y "se desliza" para abajo, para después inclinar su nariz y arrancar hacia el horizonte.

El objetivo de este fantástico truco no es sorprender al público en los salones internacionales, sino el de engañar al adversario y ganar el combate. Cuando un avión "se pare" en el aire, pero en realidad sigue moviéndose, esto lo hace desaparecer en pantallas de radares enemigos. Esta figura también le posibilita al avión "desaparecer" para un misil aire-aire, dándole tiempo para evitar el ataque y asestar un contragolpe.

Cuando compartí mis impresiones con el diseñador jefe de Sukhoi, Mijail Simonov, este último me dejó perplejo al contestar: "Si, los vuelos de nuestro caza en el cielo de Paris son maravillosos como melodías de Beethoven e igual de tristes. ¿Por qué andamos sólo con aviones de caza?" El famoso diseñador tuvo su razón. La estrella del salón fue el gigante Airbus A380-800, muy confortable, capaz de llevar sin escala a unos 550-990 pasajeros a cualquiera parte del planeta.

Según Simonov, precisamente la aviación civil ha iniciado una nueva época de la historia aeronáutica. "Hoy por hoy disponemos sólo de 2 proyectos de aviones de pasajeros: SU-80, de 30 plazas y RRJ (Russian Regional Jet), para vuelos regionales, de 65 - 90 asientos, que se fabricará en serie a partir de 2008; y más nada", compartió su preocupación Mijail Simonov.

Gracias a los cazas Sukhoi, aunque vendidos a China y la India en 2004, nuestra Fuerza Aérea recibió cazas SU-27SKM modificados, pero tan sólo 7 aparatos. Los citados países, al igual que Malasia, Indonesia, Argelia y Vietnam son los principales compradores de nuestros aparatos (en los últimos 3 años han adquirido más de 150 modernísimos aviones. China y la India también han comprado las licencias de producción de sus propios cazas Sukhoi según los planos y tecnologías rusos.

A juicio de Mijail Simonov, Rusia podría mancomunar los esfuerzos con China y con la India para desarrollar una moderna nave de pasajeros intercontinental con amplio fuselaje a base de ideas y tecnologías rusas, e inversiones, talento de gestión empresarial y capacidad de cooperar con los mejores proveedores de bienes de equipamiento, acumulados por estos Estados.




Atte.-
Miguel
 
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