• Aviso de importancia, Reglamento del Foro actualizado. Reglas Técnicas, punto Q. Ir al siguiente link: Ver aviso

Hace medio siglo una humillada Francia perdía su colonia de Argelia

Shandor

Colaborador
Colaborador
El 18 de marzo de 1962 se firmaron los Acuerdos de Evian, que terminaron con una guerra de liberación que duró más de siete años y dejó cientos de miles de muertos, más de un millón de desplazados y horrores de todo tipo.

La sangrienta lucha por la independencia en Argelia llevó a la potencia colonial, Francia, al borde de una guerra civil. El 18 de marzo de 1962, los Acuerdos de Evian cerraron el oscuro capítulo. Pero el asunto continuó siendo tabú durante mucho tiempo.
Para los franceses, Argelia no era una colonia como cualquier otra, era parte integral de la patria. La brutal represión de los levantamientos, que comenzaron en 1954, provocó un fuerte rechazo social en París y contribuyó a la creación de la V República bajo el general Charles de Gaulle.
La guerra se prolongó durante más de siete años, dejó cientos de miles de muertos, más de un millón de desplazados y horrores inimaginables, hasta que los acuerdos firmados en el balneario de Evian pusieron fin al conflicto. Decenas de miles de jóvenes franceses en edad de servicio militar volvieron a casa traumatizados de una guerra a la que oficialmente no se podía denominar así.
Tuvieron que pasar décadas hasta que en 1999, el presidente Jacques Chirac describiera el conflicto con la palabra “guerra”. Y todavía hoy es un trauma nacional, fuente de recuerdos colectivos a ambos lados del Mediterráneo que impiden una verdadera reconciliación.
Las relaciones bilaterales siguen siendo complicadas entre Francia y Argelia, el único país norafricano al que todavía no llegó la Primavera Árabe. Según el diario Le Journal du Dimanche, “estas heridas aún no cerradas aclaran en parte la recomendación de no realizar actos de recuerdo conjuntos de los Acuerdos de Evian”.
Pero en medio de la campaña presidencial francesa, la Guerra de Argelia vuelve a ser un tema de actualidad en los medios galos, que le dedican series completas de artículos y reportajes. Medio siglo después de la independencia, los historiadores comparan lo ocurrido con el sistema de Apartheid de Sudáfrica y se preguntan por qué en la antigua colonia no surgió una figura carismática y conciliadora como Nelson Mandela.
En un primer momento, los Acuerdos de Evian se concibieron como un armisticio, pero finalmente incluyeron también la independencia de Argelia, anunciada a principios de julio de ese mismo año. Además, tras 130 años de colonialismo, los acuerdos abrieron por primera vez a Argelia la puerta a sus reservas de petróleo. Y también le cedieron provisionalmente el derecho de disposición de las instalaciones militares de Reggane, en el Sahara, donde Francia probaba misiles y bombas atómicas.
No todos dieron su aprobación al tratado. Parte de los militares destinados en Argelia culpaba a París de lo ocurrido por su supuesta postura indulgente. Todavía no se había olvidado la humillante derrota del Ejército francés en la Batalla de Dien Bien Phu, en Indochina. Por eso, las tropas francesas intentaron defender la supremacía de París en Argelia por todos los medios posibles, entre ellos la tortura sistemática. Y ni siquiera un intento de sublevación y atentados consiguieron frenarlos.
“Argelia es Francia (...) nos enfrentaremos a todos los que intenten romper la calma y preparar una secesión del territorio”, advirtió antes de los Acuerdos el entonces ministro de Interior François Mitterrand ante la Asamblea Nacional. Pero eso se olvidó en Evian. Poco después llegó la expropiación de los colonos y empresas francesas, a lo que siguió un éxodo masivo de franco-argelinos, quienes pasaron a ser extranjeros en la propia patria.
Francia está todavía hoy marcada por los descendientes de los denominados colonos “Pieds-Noirs”, que huyeron a través del Mediterráneo junto a muchos de los franceses que entonces servían a Francia en Argelia, y que ahora quieren conmemorar esta fecha en muchas ciudades.
Entretanto, Argelia todavía espera una disculpa por parte de Francia y rehúsa firmar un acuerdo de amistad con París. “Se ha intentado olvidar Evian”, asegura Redha Malek, uno de los argelinos que participó en los acuerdos.
También Constantin Melnik, desde la parte francesa de los signatarios, le da la razón. “¡No hay nada que celebrar!”, aseguraba recientemente en una entrevista con un diario, apuntando que debería haberse comenzado antes con las negociaciones para poner fin a la guerra. “En mi opinión, todavía no es tarde para disculparse ante los argelinos”, apuntó Melnik. “Pero eso nunca ocurrirá.”<
Dpa
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Murió Ben Bella, héroe de la cruenta guerra de independencia en Argelia

Tenía 95 años. Lideró el movimiento que luchó desde 1954 para liberarse de Francia.


En su casa de Argel, murió Ahmed Ben Bella, el apasionado revolucionario de la Argelia rebelde, el carismático líder del movimiento que le arrebató a la poderosa Francia su colonia predilecta. Aunque apenas fueron tres años de mandato, pasó a la historia como el primer presidente de la Argelia independiente. Tenía 95 años y había pasado gran parte de su vida preso o exiliado.
El legendario periodista Ryszard Kapuscinski, quien vivió el turbulento período de la revolución argelina, trazó un claro perfil de su temperamento: “Tenía una naturaleza inconstante. Todo en él era líquido, mal coordinado, contradictorio. Era como una fuerza hirviente, electrizada, imposible de contener en ningún cauce. Fácilmente, y de un momento a otro, Ben Bella cambiaba de humor. Impulsivo, impetuoso, agitado por pasiones. Impaciente. Fue su impaciencia la que lo llevó al fracaso”.
Ben Bella nació en la profunda Argelia colonial, marcada por la opresión que los franceses le imprimieron durante 130 años. Hijo de campesinos, se crió en una aldea del noroeste, en la frontera con Marruecos, junto a siete hermanos. Temprano se volcó a la acción: con sólo 17 años se unió al Partido del Pueblo Argelino (PPA). Nunca más dejó la política.
Convocado por ley al servicio militar francés, combatió en la II Guerra Mundial como integrante de la infantería. Al regresar a su país, la lucha fue otra. Desde 1954 participó activamente para organizar el famoso Frente de Liberación Nacional (FLN), que enloqueció de ira a Francia. Luego, como jefe del FLN, eludió varias veces los atentados de la inteligencia francesa.
Cuando cayó, pasó largos años en prisión. Fue liberado como parte de los acuerdos de Evian, que otorgaron la independencia a Argelia en marzo de 1962. Al año siguiente, en elecciones libres, se convirtió en presidente por una mayoría esperanzada.
Intentó aplicar una política de corte socialista, pero alejada del comunismo imperante en Rusia o China . Se lo consideró un tercermundista, más ligado a pragmáticos como el egipcio Gamal Nasser. Pero el país estaba devastado por una guerra de liberación de más de siete años. Fiel a sus ideas, Ben Bella nacionalizó varios sectores económicos, instauró la medicina gratuita y la escolarización obligatoria. Pero cometió errores y el modelo económico no funcionó, se vino a pique la producción.
Las luchas internas aparecieron con toda su crueldad.
Siempre fue humilde. Incluso como presidente él mismo manejaba su viejo Peugeot 404. Pero había adquirido un autoritarismo irritante hasta para sus seguidores . Manejaba el gobierno, la economía y las Fuerzas Armadas. También era el secretario general del FLN, al que había convertido en el único partido legal. Se volvió autocrático y personalista, quitándole democracia al país.
Una madrugada de junio de 1965, el coronel Hoari Bumedien, que había sido su mano ejecutora, se puso a la cabeza del “Consejo de la Revolución” y destituyó a Ben Bella. El hombre que había luchado por la liberación colonial volvió a la cárcel, pero ahora en manos de sus propios compatriotas.
Pasó 14 años recluido.
Cuando lo liberaron, partió al exilio. Volvió en la década del 90, con la victoria del Frente Islámico de Salvación. Convertido en un pacifista, en los últimos años intentó encontrar una salida a la crisis de Argelia y las luchas internas. No pudo, la muerte lo encontró antes.
clarin
 
Arriba