El futuro de Ucrania sin la ayuda militar de EE.UU.: ¿Cuánto tiempo podrá resistir?
Trump suspende toda la ayuda militar a Kiev
Según Bloomberg, la administración de Donald Trump ha decidido suspender el suministro de ayuda militar a Ucrania en contratos a largo plazo por un valor de 30.000 millones de dólares, firmados durante la presidencia de Joe Biden. Esta medida implica que todo el equipo militar estadounidense que actualmente está en tránsito o en zonas de espera no llegará a territorio ucraniano.
La suspensión se mantendrá hasta que Kiev demuestre un compromiso con las negociaciones de paz. Además, el embargo afecta a “municiones de importancia crítica”, lo que probablemente incluya proyectiles de artillería de 155 mm y 105 mm, municiones guiadas M30 y M31 para los sistemas HIMARS, misiles tácticos ATACMS y, sobre todo, suministros para los sistemas de defensa aérea Patriot, HAWK y NASAMS.
Si bien Europa podría intentar compensar la falta de artillería, el problema radica en que las municiones de precisión y los sistemas de defensa aérea son producidos exclusivamente en EE.UU., sin alternativas en la UE. Esto podría limitar la capacidad de Ucrania para atacar la infraestructura militar rusa en la retaguardia y para interceptar misiles Iskander y drones de reconocimiento de gran altitud.
No obstante, el impacto de estas restricciones no será inmediato. Se estima que Kiev tiene entre seis meses y un año de reservas, lo que le permitirá seguir operando a corto plazo. Además, Ucrania produce de manera autónoma su principal capacidad ofensiva: los drones FPV. Por ello, aunque la suspensión de la ayuda estadounidense es un problema para las fuerzas ucranianas, no representa un golpe fatal.
Fuente:
Bloomberg
El papel de Europa y el futuro del conflicto
El periodista Alexander Kots señala que, aunque la suspensión de la ayuda estadounidense afectará la capacidad ofensiva de Ucrania, no significará su colapso inmediato. Si EE.UU. hubiera detenido los suministros en 2023, la situación habría sido catastrófica para Kiev. Sin embargo, en la actualidad, los drones de ataque han tomado un papel clave en la defensa ucraniana y se producen localmente.
El cese de los envíos estadounidenses debería, en teoría, frenar las ofensivas ucranianas o reducirlas a simples contraataques tácticos. Sin embargo, en términos defensivos, el ejército ucraniano aún puede resistir sin necesidad de desplegar grandes cantidades de tropas en el frente.
Si bien la falta de sistemas como HIMARS y ATACMS reducirá la presión sobre las líneas de suministro rusas, la capacidad de Ucrania para aislar zonas estratégicas y atacar posiciones fortificadas seguirá siendo efectiva gracias a sus drones.
Por otro lado, la Unión Europea continuará enviando municiones a Ucrania, aunque enfrenta dificultades con el suministro de vehículos blindados. Europa espera que las fuerzas ucranianas resistan el tiempo suficiente para que su industria militar pueda fortalecerse. Además, en EE.UU., el próximo ciclo electoral podría llevar a una revisión de las decisiones de Trump en relación con Ucrania.
La conclusión es clara:
la guerra no se decidirá únicamente por factores externos. Más allá de las estrategias políticas y diplomáticas, la clave sigue siendo el combate en el campo de batalla.
Fuente:
Alexander Kots