El Argumento de que Zelensky sigue siendo legítimo bajo el marco legal ucraniano y el apoyo de sus aliados internacionales, justificando la postergación de elecciones por la ley marcial y afirmando que la Constitución no exige su salida inmediata, no se sostiene plenamente al analizar el Artículo 103 de la Constitución de Ucrania. Este artículo establece que el mandato presidencial dura cinco años y que las elecciones deben realizarse el último domingo de marzo del quinto año, lo que en el caso de Zelensky señala el 31 de marzo de 2024. Aunque la ley marcial prohíbe elecciones según legislación secundaria, la Constitución no prevé explícitamente una extensión del mandato presidencial en tales circunstancias. El Artículo 83, que garantiza la continuidad del Parlamento, no se aplica al Ejecutivo. Por ende, tras el 20 de mayo de 2024, cuando expiró su mandato, la legitimidad de Zelensky carece de un respaldo constitucional claro, quedando su autoridad en un limbo legal que depende más de la práctica y el apoyo internacional que de la letra estricta de la Constitución ucraniana.
Esta correcto.
Exceptuando el principio. “…bajo el marco legal ucraniano….”
Como usted bien expone posteriormente, no está cumpliendo con la ley ucraniana, comenzando por su constitución, que es la que regula estas cosas.
Está en un “limbo” jurídico, según sus propias palabras, es lo que normalmente se califica como gobierno de facto.
¿Un gobierno deja de ser gobierno por ser de facto, por violar su sistema normativo? No.
Sigue siendo un gobierno. Solo que no es democrático.
Pero en este caso no es sólo el presidente del ejecutivo. El limbo constitucional, el ejercicio de facto de los cargos, esta vez abarca a la casi totalidad de los cargos electivos en todos los niveles del gobierno ucraniano. Desde el presidente hasta los alcaldes.
Luego, me resulta interesante su referencia a la “legitimidad de sus aliados”. Eso no hace a la legitimidad. Porque la legitimidad es lo que surge de su propio sistema interno, no del externo.
Más allá de mis observaciones, en última instancia es una cuestión irrelevante. Un gobierno de facto también puede ir a la guerra, negociar La Paz y cualquier otro aspecto vinculado a la política exterior.
lo único qie indica es que no es una democracia liberal. Es otra cosa.
Por tanto, muchos argumentos esgrimidos por alginas aliados de Ucrania para legitimar ciertas cosas carecen de fundamento.
Pero, ya que estamos, decir también que Rusia no puede usar ningún argumento referido al orden interno ucraniano para negarse a negocia o desautorizar a su contraparte.
Como decía más arriba, un gobierno, sea de derecho o de facto, sigue siendo un gobierno a cargo de la política exterior de su país. Más que competente de dirigir su política exterior y negociar con Rusia lo que sea que tenga que negociar.