El 3 de julio la ONU le confió a la unidad de helicópteros de la Fuerza Aérea Uruguaya desplegada en la República Democrática del Congo una misión de vuelo de alto riesgo, se informó a LA REPUBLICA. La misma consistió en la evacuación aeromédica del padre del líder de los rebeldes Nyele, quien, prisionero de las Fuerzas Armadas del Congo (Fardc), ,presentaba una herida de bala en la pierna derecha.
La operación se llevó a cabo en la localidad de Bmongo, a 260 kilómetros del aeródromo de Gemena, desde donde operan los helicópteros de la FAU.
Debido a que el área de aterrizaje no poseía custodia de la ONU y ante la evaluación de posibles amenazas en el área de la operación, se decidió artillar un helicóptero con 2 ametralladoras MAG para brindar apoyo y escolta aérea, mientras otro aterrizó en un campo de futbol sin apagar motores para evacuar al prisionero y su custodia, que fueron trasladados a la localidad de Mbandaka, a 150 kilómetros al sur del punto de extracción.
Los helicópteros involucrados fueron el FAU 030 / UN 851 con dos afustes para armamento y el FAU 031 / UN 852 para Medevac. Las tripulaciones intervinientes fueron el capitán (Av.) Eduardo Altez (piloto comandante), teniente 2º Fernando De Rebolledo (copiloto), el capitán (Av.) Juan Olivera (artillero), el AT. 2º Juan Acuña (artillero y mecánico de vuelo), el mayor (Av.) Juan Hernández (piloto comandante), teniente 2º (Av.) Mauricio Campos (copiloto), teniente 1º (Nav.) Darwin Ramos (rescatista), el AT 1º Miguel Antúnez (mecánico de vuelo) y el cabo 2º Boris Imbert (rescatista).
La operación fue muy valorada por las autoridades de la ONU, recibiendo un reconocimiento escrito por parte del jefe de Aviación de la Misión Monusco en Kinshasa, Kuldeep Malik, y un agradecimiento verbal por parte de las Fuerzas Armadas Congolesas.
la Republica
La operación se llevó a cabo en la localidad de Bmongo, a 260 kilómetros del aeródromo de Gemena, desde donde operan los helicópteros de la FAU.
Debido a que el área de aterrizaje no poseía custodia de la ONU y ante la evaluación de posibles amenazas en el área de la operación, se decidió artillar un helicóptero con 2 ametralladoras MAG para brindar apoyo y escolta aérea, mientras otro aterrizó en un campo de futbol sin apagar motores para evacuar al prisionero y su custodia, que fueron trasladados a la localidad de Mbandaka, a 150 kilómetros al sur del punto de extracción.
Los helicópteros involucrados fueron el FAU 030 / UN 851 con dos afustes para armamento y el FAU 031 / UN 852 para Medevac. Las tripulaciones intervinientes fueron el capitán (Av.) Eduardo Altez (piloto comandante), teniente 2º Fernando De Rebolledo (copiloto), el capitán (Av.) Juan Olivera (artillero), el AT. 2º Juan Acuña (artillero y mecánico de vuelo), el mayor (Av.) Juan Hernández (piloto comandante), teniente 2º (Av.) Mauricio Campos (copiloto), teniente 1º (Nav.) Darwin Ramos (rescatista), el AT 1º Miguel Antúnez (mecánico de vuelo) y el cabo 2º Boris Imbert (rescatista).
La operación fue muy valorada por las autoridades de la ONU, recibiendo un reconocimiento escrito por parte del jefe de Aviación de la Misión Monusco en Kinshasa, Kuldeep Malik, y un agradecimiento verbal por parte de las Fuerzas Armadas Congolesas.
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