EL Precio de la Neutralidad argentina en la 2da. Guerra Mundial

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Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Como dije, no contribuyes uyes nada-mas bien estas, detractas, desvirtuas..nene anda a casa que se esta poniendo obscuro. y a lo mejor te lleva el hombre d ela bolsa..
P..S no te hagas pipi en la cama..D :D
 
J

JT8D

Felicitaciones Brunner, espero que continúes siempre aportando temas de esta calidad, es un gran placer leerte.
Saludos,

JT
 
EL PROYECTO ABC

Juan Domingo Perón - Escuela Nacional de Guerra - Buenos Aires - 11 de noviembre de 1953.


"Señores:
He aceptado con gran placer esta ocasión para disertar sobre las ideas fundamentales que han inspirado una nueva política internacional en la República Argentina.
Es indudable que, por el cúmulo de tareas que yo tengo, no podré presentar a ustedes una exposición académica sobre este tema, pero sí podré mantener una conversación en la que lo más fundamental y lo más decisivo de nuestras concepciones será expuesto con sencillez y con claridad.

El mundo moderno

Las organizaciones humanas, a lo largo de todos los tiempos, han ido, indudablemente, creando sucesivos agrupamientos y reagrupamientos. Desde la familia troglodita hasta nuestros tiempos eso ha marcado un sinnúmero de agrupaciones a través de las familias, las tribus, las ciudades, las naciones y los grupos de naciones, y hay quien se aventura ya a decir que para el año 2000 las agrupaciones menores serán los continentes.
Es indudable que la evolución histórica de la humanidad va afirmando este concepto cada día con mayores visos de realidad. Eso es todo cuanto podemos decir en lo que se refiere a la natural y fatal evolución de la humanidad. Si ese problema lo transportamos a nuestra América surge inmediatamente una apreciación impuesta por nuestras propias circunstancias y nuestra propia situación.
Es Indudable que el mundo, superpoblado y superindustrializado, presenta para el futuro un panorama que la humanidad todavía no ha conocido por lo menos en una escala tan extraordinaria. Todos los problemas que hoy se ventilan en el mundo son, en su mayoría, producto de esta superpoblación y superindustrialización, sean problemas de carácter material o sean problemas de carácter espiritual. Es tal la influencia de la superproducción y es de tal magnitud la influencia de la técnica y de esa superproducción, que la humanidad, en todos sus problemas económicos, políticos y sociológicos, se encuentra profundamente influida por esas circunstancias.
Si ése es el futuro de la humanidad, es indudable que estos problemas irán progresando y produciendo nuevos y más difíciles problemas emergentes de las circunstancias enunciadas.

Comida y materia prima

Resulta también indiscutible que la lucha fundamental en un mundo superpoblado es por una cosa siempre primordial para la humanidad: la comida. Ese es el peor y el más difícil problema a resolver.
El segundo problema que plantea la industrialización es la materia prima: valdría decir que en este mundo que lucha por la comida y por la materia prima, el problema fundamental del futuro es un problema de base y fundamento económicos, y la lucha del futuro será cada vez más económica, en razón de una mayor superpoblación y de una mayor superindustrialización.
En consecuencia, analizando nuestros problemas, podríamos decir que el futuro del mundo, el futuro de los pueblos y el futuro de las naciones estará extraordinariamente influido por la magnitud de las reservas que posean: reservas de alimentos y reservas de materias primas.

Ventaja de América

Esto es una cosa tan evidente, tan natural y simple, que no necesitaríamos hacer uso ni de la estadística y menos aún de la dialéctica para convencer a nadie.
Y ahora, viendo el problema práctica y objetivamente, pensamos cuáles son las zonas del mundo donde todavía existen las mayores reservas de estos dos elementos fundamentales de la vida humana:
el alimento y la materia prima.
Es indudable que nuestro continente, en especial Sudamérica, es la zona del mundo donde todavía, en razón de su falta de población y de su falta de explotación extractiva, está la mayor reserva de materia prima y alimentos del mundo. Esto nos indicaría que el porvenir es nuestro y que en la futura lucha nosotros marchamos con una extraordinaria ventaja a las demás zonas del mundo, que han agotado sus posibilidades de producción alimenticia y de provisión de materias primas o que son ineptas para la producción de estos dos elementos fundamentales de la vida.
Si esto, señores, crea realmente el problema de la lucha, es indudable que en esa lucha llevamos nosotros una ventaja inicial, y que en el aseguramiento de un futuro promisorio tenemos halagüeñas esperanzas de disfrutarlo en mayor medida que otros países del mundo.


La amenaza

Pero precisamente en estas circunstancias radica nuestro mayor peligro, porque es indudable que la humanidad ha demostrado -a lo largo de la historia de todos los tiempos- que cuando se ha carecido de alimentos o de elementos indispensables para la vida, como serían las materias primas y otros, se ha dispuesto de ellos quitándolos por las buenas o por las malas, vale decir, con habilidosas combinaciones o mediante la fuerza. Lo que quiere decir, en buen romance, que nosotros estamos amenazados a que un día los países superpoblados y superindustrializados, que no disponen de alimentos ni de materia prima, pero que tienen un extraordinario poder jueguen ese poder para despojarnos de los elementos de que nosotros disponemos en demasía con relación a nuestra población y a nuestras necesidades. Ahí está el problema planteado en sus bases fundamentales, pero también las más objetivas y realistas.
Si subsistiesen los pequeños y débiles países, en un futuro no lejano podríamos ser territorio de conquista como han sido miles y miles de territorios desde los fenicios hasta nuestros días. No sería una historia nueva la que se escribiría en estas latitudes; sería la historia que ha campeado en todos los tiempos, sobre todos los lugares de la tierra, de manera que ni siquiera llamaría mucho la atención.

Defensa común

Es esa circunstancia la que ha inducido a nuestro gobierno a encarar de frente la posibilidad de una unión real y efectiva de nuestros países, para encarar una vida en común y para planear, también, una defensa en común.
Si esas circunstancias no son suficientes, o ese hecho no es un factor que gravite decisivamente para nuestra unión, no creo que exista ninguna otra circunstancia importante para que la realicemos.
Si cuanto he dicho no fuese real, o no fuese cierto, la unión de esta zona del mundo no tendría razón de ser, como no fuera una cuestión más ó menos abstracta o idealista.

Las uniones americanas

Señores: es indudable que desde el primer momento nosotros pensamos en esto, analizamos las circunstancias y observamos que, desde 1810 hasta nuestros días, nunca han faltado distintos intentos para agrupar esta zona del Continente en una unión de distintos tipos.
Los primeros surgieron en Chile, ya en los días iniciales de las revoluciones emancipadoras de la Argentina, de Chile, del Perú. Todos ellos fracasaron por distintas circunstancias. Es indudable que, de realizarse aquello en ese tiempo, hubiese sido una cosa extraordinaria. Desgraciadamente, no todos entendieron el problema, y cuando Chile propuso eso aquí a Buenos Aires en los primeros días de la Revolución de Mayo, Mariano Moreno fue el que se opuso a toda unión con Chile. Es decir, que estaba en el gobierno mismo, y en la gente más prominente del gobierno, la idea de hacer fracasar esa unión. Eso fracasó por culpa de la junta de Buenos Aires.
Hubo varios después que fracasaron también por diversas circunstancias. Pasó después el problema a ser propugnado desde Perú, y la acción de San Martín también fracasó. Después fue Bolívar quien se hizo cargo de la lucha por una unidad continental, y sabemos también cómo fracasó.
Se realizaron después el primero, el segundo y el tercer congreso de México con la misma finalidad. Y debemos confesar que todo eso fracasó, mucho por culpa nuestra. Nosotros fuimos los que siempre más o menos nos mantuvimos un poco alejados, con un criterio un tanto aislacionista y egoísta.

Unidos o dominados

Llegamos a nuestros tiempos.
Yo no querría pasar a la historia sin haber demostrado, por lo menos fehacientemente, que ponemos toda nuestra voluntad real, efectiva, leal y sincera para que esta unión pueda realizarse en el Continente.
Pienso yo que el año 2000 nos va a sorprender o unidos o dominados; pienso también que es de gente inteligente no esperar que el año 2000 llegue a nosotros, sino hacer un poquito de esfuerzo para llegar un poco antes del año 2000, y llegar un poco en mejores condiciones que aquella que nos podrá deparar el destino o mientras nosotros seamos yunque que aguantamos los golpes y no seamos alguna vez martillo; que también demos algún golpe por nuestra cuenta.
Es por esa razón que ya en 1946, al hacer las primeras apreciaciones de carácter estratégico y político internacional, comenzamos a pensar en ese grave problema de nuestro tiempo. Quizá en la política internacional que nos interesa, es el más grave y el más trascendente; más trascendente quizá que lo que pueda ocurrir en la guerra mundial, que lo que pueda ocurrir en Europa, o lo que pueda ocurrir en el Asia o en el Extremo Oriente; porque éste es un problema nuestro, y los otros son problemas del mundo en el cual vivimos, pero que están suficientemente alejados de nosotros.
Creo también que en la solución de este grave y trascendente problema cuentan los pueblos más que los hombres y que los gobiernos.
Es por eso que, cuando hicimos las primeras apreciaciones, analizamos si esto podría realizarse a través de las cancillerías actuantes como en el siglo XVIII, en una buena comida, con lucidos discursos, pero que terminan al terminar la comida, inoperantes e intrascendentes, como han sido todas las acciones de las cancillerías de esta parte del mundo desde hace casi un siglo hasta nuestros días; o si habría que actuar más efectivamente, influyendo no a los gobiernos, que aquí se cambian como se cambian las camisas, sino influyendo a los pueblos, que son los permanentes, porque los hombres pasan y los gobiernos se suceden, pero los pueblos quedan.
Hemos observado, por otra parte, que el éxito, quizás el único éxito extraordinario del comunismo, consiste en que ellos no trabajan con los gobiernos, sino con los pueblos, porque ellos están encaminados a una obra permanente y no a una obra circunstancial.
Y si en el orden internacional quiere realizarse algo trascendente, hay que darle carácter permanente, porque mientras sea circunstancial, en el orden de la política internacional no tendrá ninguna importancia. Por esa razón, y aprovechando las naturales inclinaciones de nuestra doctrina propia, comenzamos a trabajar sobre los pueblos, sin excitación, sin apresuramientos y, sobre todo, tratando de cuidar minuciosamente, de desvirtuar toda posibilidad de que nos acusen de intervención en los asuntos internos de otros Estados.

El primer plan

En 1946 cuando yo me hice cargo del gobierno, la política internacional argentina no tenía ninguna definición.
No encontramos allí ningún plan de acción, cómo no existía tampoco en ministerios militares ni siquiera una remota hipótesis sobre la cual los militares pudieran basar sus planes de operaciones. Tampoco en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en todo su archivo, había un solo plan activo sobre la política internacional que seguía la República Argentina, ni siquiera sobre la orientación, por lo menos, que regían sus decisiones o designios.
Vale decir que nosotros habíamos vivido, en política internacional, respondiendo a las medidas que tomaban los otros con referencia a nosotros, pero sin tener jamás una idea propia que nos pudiese conducir, por lo menos a lo largo de los tiempos, con una dirección uniforme y congruente. Nos dedicamos a tapar los agujeros que nos hacían las distintas medidas que tomasen los demás países. Nosotros no teníamos iniciativa.
No es tan criticable el procedimiento, porque también suele ser una forma de proceder, quizás explicable, pues los pequeños países no pueden tener en el orden de la política internacional objetivos muy activos ni muy grandes; pero tienen que tener algún objetivo.
Yo no digo que nos vamos a poner nosotros a establecer objetivos extracontinentales para imponer nuestra voluntad a los rusos, a los ingleses o a los norteamericanos; no, porque eso sería torpe.
Vale decir que en esto, como se ha-dicho y sostenido tantas veces, hay que tener la política de la fuerza que se posee o la fuerza que se necesita para sustentar una política.
Nosotros no podemos tener lo segundo y, en consecuencia, tenemos que reducirnos a aceptar lo primero, pero dentro de esa situación podemos tener nuestras ideas y luchar por ellas para que las cancillerías, que juegan al estilo del siglo XVIII, no nos estén dominando con sus sueños fantásticos de hegemonía, de mando y de dirección.

Ponerse adelante

Para ser país monitor -como sucede con todos los monitores- ha de ser necesario ponerse adelante para que los demás lo sigan. El problema es llegar cuanto antes a ganar la posición o la colocación y los demás van a seguir aunque no quieran. De manera que la hegemonía no se conquista. Por eso nuestra lucha no es, en el orden de la política internacional, por la hegemonía de nadie, como lo he dicho muchas veces, sino simplemente y llanamente la obtención de lo que conviene al país en primer término; en segundo término, lo que conviene a la gran región que encuadra el país y, en tercer término, el resto del mundo, que ya está más lejano y a menor alcance de nuestras previsiones y de nuestras concepciones.
Por eso, bien claramente entendido, como lo he hecho en toda circunstancia, para nosotros, primero la República Argentina, luego el continente y después el mundo. En esa posición nos han encontrado y nos encontrarán siempre, porque entendemos que la defensa propia está en nuestras manos; que la defensa diremos relativa, está en la zona continental que defendemos y en que vivimos, y que la absoluta es un sueño que todavía no ha alcanzado ningún hombre ni nación alguna de la tierra. Vivimos solamente en una seguridad relativa, pensando, señores, en la idea fundamental de llegar a una unión en esta parte del continente.
Habíamos pensado que la lucha del futuro será económica; la historia nos demuestra que ningún país se ha impuesto en ese campo, ni en ninguna lucha, si no tiene en sí una completa, diremos, unidad económica.
Los grandes imperios, las grandes naciones, han llegado desde los comienzos de la historia hasta nuestros días, a las grandes conquistas, sobre la base de una unidad económica. Y yo analizo que si nosotros soñamos con la grandeza -que tenemos obligación de soñar- para nuestro país, debemos analizar primordialmente ese factor en una etapa del mundo en que la economía pasará a primer plano en todas las luchas del futuro.

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El A.B.C.

República Argentina sola, no tiene unidad económica; Brasil solo, no tiene tampoco unidad económica; Chile solo, tampoco tiene unidad económica; pero estos tres países unidos conforman quizá en el momento actual la unidad económica más extraordinaria del mundo entero, sobre todo para el futuro, porque toda esa inmensa disponibilidad constituye su reserva. Estos son países reserva del mundo.
Los otros están quizá a no muchos años de la terminación de todos sus recursos energéticos y de materia prima; nosotros poseemos todas las reservas de las cuales todavía no hemos explotado nada.
Esa explotación que han hecho de nosotros, manteniéndonos para consumir lo elaborado por ellos, ahora en el futuro puede dárseles vuelta, porque en la humanidad y en el mundo hay una justicia que está por sobre todas las demás justicias, y que algún día llega. Y esa justicia se aproxima para nosotros; solamente debemos tener la prudencia y la sabiduría suficientes para prepararnos a que no nos birlen de nuevo la justicia, en el momento mismo en que estamos por percibirla y por disfrutarla.
Esto es lo que ordena, imprescriptiblemente, la necesidad de la unión de Chile, Brasil y Argentina.
Es indudable que, realizada esta unión, caerán en su órbita los demás países sudamericanos, que no serán favorecidos ni por la formación de un nuevo agrupamiento y probablemente no lo podrán realizar en manera alguna, separados o juntos, sino en pequeñas unidades.

Vargas e Ibáñez

Apreciado esto, señores, yo empecé a trabajar sobre los pueblos. Tampoco olvidé de trabajar a los gobiernos, y durante los siete años del primer gobierno, mientras trabajábamos activamente en los pueblos, preparando la opinión para bien recibir esta acción, conversé con los que iban a ser presidentes, por lo menos, en los dos países que más nos interesaban: Getulio Vargas y el General Ibáñez.
Getulio Vargas estuvo total y absolutamente de acuerdo con esta idea y en realizarla tan pronto él estuviera en el gobierno; Ibáñez me hizo exactamente igual manifestación, y contrajo el compromiso de proceder lo mismo.
Yo no me hacía ilusiones porque ellos hubieran prometido esto para dar el hecho por cumplido porque bien sabia que eran hombres que iban al gobierno y no iban a poder hacer lo que quisieran, sino lo que pudieran. Sabía bien que un gran sector de esos pueblos se iba a oponer tenazmente a una realización de este tipo, por cuestiones de intereses personales y negocios, más que por ninguna otra causa.
Cómo no se van a oponer los ganaderos chilenos a que nosotros exportemos sin medida ganado argentino! ¡Y cómo no se van a oponer a que solucionemos todos los problemas fronterizos para la interacción de ganado, los acopiadores chilenos, cuando una vaca o un novillo, a un metro de la frontera chilena hacia el lado argentino, vale diez mil pesos chilenos, y a un metro hacia Chile de la frontera argentina, vale veinte mil pesos chilenos Ese que gana los diez mil pesos no va a estar de acuerdo nunca con una unidad de ese tipo.
Cito este caso grosero para que los señores intuyan toda la gama inmensa de intereses de todo orden que se desgranan en cada una de las cosas que come el pobre "roto" chileno y que producen ellos.
Ese mismo fenómeno sucede con el Brasil.
Por esta razón nunca me hice demasiadas ilusiones sobre las posibilidades de ello; por eso seguimos trabajando por estas uniones, porque ellas deberán venir por los pueblos.
Nosotros tenemos muy triste experiencia de las uniones que han venido por los gobiernos; por lo menos, ninguna en ciento cincuenta años ha podido cristalizar en alguna realidad.
Probemos el otro camino que nunca se ha probado para ver si, desde abajo, podemos ir influyendo en forma determinante para que esas uniones se realicen.
Señores: sé también que el Brasil, por ejemplo, tropieza con una gran dificultad: ltamaraty, que constituye una institución supergubernamental. ltamaraty ha soñado, desde la época de su emperador hasta nuestros días, con una política que se ha prolongado a través de todos los hombres que han ocupado ese difícil cargo en el Brasil.
Ella los había llevado a establecer un arco entre Chile y el Brasil; esa política debe ser vencida con el tiempo y por un buen proceder de parte nuestra.
Debe desmontarse todo el sistema de ltamaraty, deben desaparecer esas excrecencias imperiales que constituyen, más que ninguna otra razón, los principales obstáculos para que Brasil entre a una, diremos, unión verdadera con la Argentina.

Nosotros con ellos no tenemos ningún problema, como no sea ese sueño de la hegemonía, en el que estamos prontos a decirles: son ustedes más grandes, más lindos y mejores que nosotros, no tenemos ningún inconveniente.
Nosotros renunciamos a todo eso, de manera que ese tampoco va a ser un inconveniente. Pero es indudable que nosotros creíamos superado en cierta manera ese problema.
Yo he de contarles a los señores un hecho que pondrá perfectamente en evidencia cómo procedemos nosotros y por qué tenemos la firme convicción de que al final vamos a ganar nosotros, porque procedemos bien. Porque los que proceden mal son los que sucumben víctimas de su propio mal procedimiento: por eso, no emplearemos en ningún caso ni los subterfugios, ni las insidias, ni las combinaciones raras, que emplean algunas cancillerías.

Conciencia internacional

Cuando Vargas subió al gobierno me prometió a mi que nos reuniríamos en Buenos Aires o en Río y haríamos ese tratado que yo firmé con Ibáñez después: el mismo tratado.
Ese fue un propósito formal que nos habíamos trazado. Más aún, dijimos: Vamos a suprimir las fronteras, si es preciso. Yo agarraba cualquier cosa, porque estaba dentro de la orientación que yo seguía y de lo que yo creía que era necesario y conveniente.
Yo sabía que acá yo lo realizaba, porque cuando le dijera a mi pueblo que quería hacer eso, sabía que mi pueblo quería lo que yo quería en el orden de la política internacional, porque ya aquí existe una conciencia político-internacional en el pueblo, y existe una organización. Además la gente sabe que, en fin, tantos errores no cometemos, de manera que tiene también un poco de fe en lo que hacemos.
Más tarde Vargas me dijo que era difícil que pudiéramos hacerlo tan pronto, porque él tenía una situación política un poco complicada en las Cámaras y que antes de dominarlas quería hacer una conciliación. Es difícil eso en política; primero hay que dominar y después la conciliación viene sola. Son puntos de vista; son distintas maneras de pensar.
El siguió un camino distinto y nombró un gabinete de conciliación, vale decir, nombró un gabinete donde por lo menos las tres cuartas partes de los ministros eran enemigos políticos de él y que servirían a sus propios intereses y no a los del gobierno.
Claro que él creyó que esto en seis meses le iba a dar la solución; pero cuando pasaron los seis meses el asunto estaba más complicado que antes. Naturalmente, no pudo venir acá; no pudo comprometerse frente a su Parlamento y frente a sus propios ministros a realizar una tarea que implicaba ponerse los pantalones y jugarse una carta decisiva frente a la política internacional mundial, a su pueblo, a su Parlamento y a los intereses que había que vencer.
Naturalmente, yo esperé. En ese ínterin es elegido presidente el general Ibáñez; la situación de él no era mejor que la situación de Vargas, pero en cierta manera llegaba plebiscitado en todo lo que se puede ser plebiscitado en Chile, con elecciones muy su géneris, porque alía se inscriben los que quieren, y los que no quieren no; es una cosa muy distinta la nuestra. Pero él llega al gobierno naturalmente. Tan pronto llega al gobierno, yo, conforme con lo que habíamos conversado, lo tanteé. Me dijo: De acuerdo; lo hacemos. Muy bien! El general fue más decidido, porque los generales solemos ser más decididos que los políticos. Pero antes de hacerlo, como tenía un compromiso con Vargas, le escribí una carta que le hice llegar por intermedio de su propio embajador, a quien llamé y dije: "Vea, usted tendrá que ir a Río con esta carta y tendrá que explicarle todo esto a su presidente. Hace dos años nosotros nos prometimos realizar este acto. Hace más de un año y pico que lo estoy esperando, y no puede venir. Yo le pido autorización a él para que me libere de ese compromiso de hacerlo primero con el Brasil y me permita hacerlo primero con Chile. Claro que le pido esto porque creo que estos tres países son los que deben realizar la unión"
El embajador va allá y vuelve y me dice, en nombre de su presidente, que no solamente me autoriza a que vaya a Chile liberándome del compromiso, sino que me da también su representación para que lo haga en nombre de él en Chile. Naturalmente ya sé ahora muchas cosas que antes no sabía; acepté sólo la autorización, pero no la representación.
Fui a Chile, llegué allí y le dije al general Ibáñez: "Vengo aquí con todo listo y traigo la autorización del presidente Vargas, porque yo estaba comprometido a hacer esto primero con él y con el Brasil; de manera que todo sale perfectamente bien y como lo hemos planeado, y quizá al hacerse esto se facilite la acción de Vargas y se vaya arreglando así mejor el asunto".
Llegamos, hicimos allá con el ministro de Relaciones Exteriores todas esas cosas de las cancillerías, discutimos un poco -poca cosa- y llegamos al acuerdo, no tan amplio como nosotros queríamos, porque la gente tiene miedo en algunas cosas y, es claro, salió un poco retaceado, pero salió. No fue tampoco un parto de los montes, pero costó bastante convencer, persuadir, etc.
Y al día siguiente llegan las noticias de Río de Janeiro, donde el ministro de Relaciones Exteriores del Brasil hacía unas declaraciones tremendas contra el Pacto de Santiago: que estaba en contra de los pactos regionales, que ése era la destrucción de la unanimidad panamericana. Imagínense la cara que tendría yo al día siguiente cuando fui y me presenté al presidente Ibáñez. Al darle los buenos días, me preguntó: ¿Qué me dice de los amigos brasileños?
Naturalmente que la prensa carioca sobrepasó los limites a que había llegado el propio ministro de Relaciones Exteriores, señor Neves de Fontoura. Claro, yo me callé; no tenía más remedio. Firmé el tratado y me vine aquí.
Cuando llegué me encontré con Gerardo Rocha, viejo periodista de gran talento, director de O Mundo en Río, muy amigo del presidente Vargas, quien me dijo: Me manda el presidente Vargas para que le explique lo que ha pasado en el Brasil. Dice que la situación de él es muy difícil: que políticamente no puede dominar, que tiene sequías en el norte, heladas en el sur; y a los políticos los tiene levantados; que el comunismo está muy peligroso, que no ha podido hacer nada; en fin, que lo disculpe, que él no piensa así y que si el ministro ha hecho eso, que él tampoco puede mandar al ministro.
Yo me he explicado perfectamente bien todo esto; no lo justificaba, pero me lo explicaba por lo menos. Naturalmente, señores, que planteada la situación en estas circunstancias, de una manera tan plañidera y lamentable, no tuve más remedio que decirle que siguiera tranquilo, que yo no me meto en las cosas de él y que hiciera lo que pudiese, pero que siguiera trabajando por esto.
Bien, señores, yo quería contarles esto, que probablemente no lo conoce nadie más que los ministros y yo; claro está que son todos documentos para la historia, porque yo no quiero pasar a la historia como un cretino que ha podido realizar esta unión y no la ha realizado. Por lo menos quiero que la gente piense en el futuro que si aquí ha habido Cretinos, no he sido yo sólo; hay otros cretinos también como yo, y todos juntos iremos en el baile del cretinismo.

Política de unión

Pero lo que yo no quería es dejar de afirmar, como lo haré públicamente en alguna circunstancia, que toda la política argentina en el orden internacional ha estado orientada hacia la necesidad de esa unión, para que cuando llegue el momento en que seamos juzgados por nuestros hombres -frente a los peligros que esta disociación producirá en el futuro-, por lo menos tengamos el justificativo de nuestra propia impotencia para realizarla.
Sin embargo, yo no soy pesimista; yo creo que nuestra orientación, nuestra perseverancia, va todos los días ganando terreno dentro de esta idea, y estoy casi convencido de que un día lo hemos de realizar todo bien y acabadamente, y que tenemos que trabajar incansablemente por realizarlo. Ya se acabaron las épocas del mundo en que los conflictos eran entre dos países. Ahora los conflictos se han agrandado de tal manera y han adquirido tal naturaleza que hay que prepararse para los "grandes conflictos" y no para los pequeños conflictos.
Esta unión, señores, está en plena elaboración; es todo cuanto yo podría decirles a ustedes como definitivo.
Estamos trabajándola, y el éxito, señores, ha de producirse; por lo menos, nosotros hemos preparado el éxito, lo estamos realizando, y no tengan la menor duda de que el día que se produzca yo he de saber explotarlo con todas las conveniencias necesarias para nuestro país, porque, de acuerdo con el aforismo napoleónico, el que prepara un éxito y lo conquista, difícilmente no sabe sacarle las ventajas cuando lo ha obtenido.
En esto, señores, estoy absolutamente persuadido de que vamos por buen camino. La contestación del Brasil, buscando desviar su arco de Santiago a Lima, es solamente una contestación ofuscada y desesperada de una cancillería que no interpreta el momento y que está persistiendo sobre una línea superada por el tiempo y por los acontecimientos; eso no puede tener efectividad.
La lucha por las zonas amazónicas y del Plata no tiene ningún valor ni ninguna importancia; son sueños un poco ecuatoriales y nada más. No puede haber en ese sentido ningún factor geopolítico ni de ninguna otra naturaleza que pueda enfrentar a estas dos zonas tan diversas en todos sus factores y en todas sus características.


La integración latinoamericana


Aquí hay un problema de unidad que está por sobre todos los problemas, y en estas circunstancias, quizá muy determinantes, de haber nosotros solucionado nuestros entredichos con Estados Unidos, tal vez esto favorezca en forma decisiva la posibilidad de una unión continental en esta zona del continente americano.
Señores: como ha respondido el Paraguay, aunque es un pequeño país; como irán respondiendo otros países del continente, despacito, sin presiones y sin violencias de ninguna naturaleza, así se va configurando ya una suerte de unión.
Las uniones deben realizarse por el procedimiento que es común; primeramente hay que conectar algo; después las demás conexiones se van formando con el tiempo y con los acontecimientos.
Chile, aun a pesar de la lucha que debe sostener allí, ya está unido con la Argentina.
El Paraguay se halla en igual situación. Hay otros países que ya están inclinados a realizar lo mismo. Si nosotros conseguimos ir adhiriendo lentamente a otros países, no va a tardar mucho en que el Brasil haga también lo mismo, y ése será el principio del triunfo de nuestra política.
La unión continental sobre la base de la Argentina, Brasil y Chile está mucho más próxima de lo que creen muchos argentinos, muchos chilenos y muchos brasileños; en el Brasil hay un sector enorme que trabajó por esto.
Lo único que hay que vencer son intereses; pero cuando los intereses de los países entran a actuar, los de los hombres deben ser vencidos por aquellos; ésa es nuestra mayor esperanza.
Hasta que esto se produzca, señores, no tenemos otro remedio que esperar y trabajar para que se realice: y esa es nuestra acción y esa es nuestra orientación.

Muchas gracias.

Juan Domingo Perón - Escuela Nacional de Guerra - Buenos Aires - 11 de noviembre de 1953.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Verba, no res-se estaba auto-engañando pues Vargas lo dejo de lado..l, o como dirian en mis tiempos en Poppeya.."Lo amuro"
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
JT8D dijo:
Felicitaciones Brunner, espero que continúes siempre aportando temas de esta calidad, es un gran placer leerte.
Saludos,

JT

Gracias!
Un cordial saludo!
Arne
 
Lo único que hay que vencer son intereses...(J.D. Perón - 1953)

Para Perón, el Tercer Mundo comprendía un concepto económico para los “Estados que no están todavía desarrollados o plenamente desarrollados”, y un concepto político en donde “el Tercer Mundo está compuesto por los países que no están bajo el dominio del imperialismo americano o del imperialismo soviético”.

En este sentido, la práctica peronista desde el gobierno – de manos libres - fue siempre coherente con la doctrina enunciada en 1947. Doctrina que parecía extraña, pero más todavía en su versión pragmática. En el año 1946, Estados Unidos mantuvo el bloqueo de armamentos contra nuestro país e intentó una acción similar en el comercio internacional de combustibles. Le molestaba la política de exportación de granos con que Perón favorecía a España y Portugal. También quería impedir el crecimiento de nuestra marina mercante. Pero sobre todo no deseaba que la Argentina organizara un bloque de países en el Cono Sur y además trataba de convencer a los ingleses de que no vendieran material bélico a nuestro país. En 1947, por lo pronto, los norteamericanos ya habían dado muestras de preocupación por lo que ellos consideraban un proyecto de Perón para organizar una federación de países del sur del continente.

En un memorando fechado el 20 de mayo de ese año, el Director de la Oficina de Asuntos de las Repúblicas Americanas del Departamento de Estado, Ellis Briggs, observaba: “Existe, el peligro que la Argentina aspire a organizar un bloque del Cono Sur, bajo la dominación política y económica argentina”, y también que los Estados Unidos debía oponerse a cualquier desarrollo que pudiera facilitar la formación de tal bloque.

Por su parte, desde el punto de vista británico, un informe titulado “Ambiciones argentinas en Sudamérica” del Foreign Office del 15 de febrero de 1949, nos daba cuenta que: “No hay duda de que la mente del presidente Perón incursiona por las peligrosas honduras de la geopolítica. Al dirigirse a un grupo de estudiantes brasileños en julio de 1948 anticipó un tercer bloque de países latinos a ser liderado aparentemente por la Argentina, y basado sobre una unión aduanera establecida primero entre las naciones sudamericanas y luego extendida a España, Portugal e Italia, incluso Francia – en otras palabras-, un bloque latino. Este bloque parece asociado de cerca en la mente del General Perón con la Tercera Posición de la Argentina, como mediadora entre los Estados Unidos y Rusia”.

En mayo de 1953, la misma fuente, informaba que Perón estaba analizando “si intentar o no tener relaciones con los Estados Unidos, siendo la alternativa de continuar con la política de intentar incorporar a los estados sudamericanos a la órbita argentina”.

Entre noviembre de 1947 y marzo de 1948 se realizó en La Habana la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Trabajo. No obstante que la Argentina había sido excluida, por influencia del Departamento de Estado, del comité preparatorio y de las conferencias preliminares, nuestra delegación cumplió un papel brillante y se distinguió por su independencia y desacuerdos en cuanto a la filosofía de la liberación del comercio internacional. Estados Unidos quería impedir toda manifestación de autarquía y de convenios bilaterales. El Senador argentino, Diego Luis Molinari, volvió de La Habana con un proyecto: la creación de un Banco de las Antillas Cubano-Argentino, que finalmente no prosperaría.

Lo que había planteado Molinari había tocado un tema popular y conocido, cuando acusó a la propuesta de los Estados Unidos de reducir rápidamente las barreras, y de ser un representante del imperialismo económico, con lo que se impediría la industrialización de los países latinoamericanos y se los mantendría en la servidumbre colonial.

En agosto y septiembre de 1947 se realiza la Conferencia Interamericana de Río de Janeiro proyectada cuando se firmó el Acta de Chapultepec. La delegación argentina llevaba instrucciones que fueron cumplidas al pie de la letra. Algunos de los puntos esenciales del Tratado de Río, sobre todo la no obligatoriedad del empleo de fuerzas armadas de ningún Estado sin su consentimiento y la no automaticidad en la aplicación del Tratado dejaron en claro la actitud independiente de la Argentina frente a las propuestas norteamericanas.

En abril de 1948 se llevó a cabo en Bogotá la IX Conferencia Internacional Americana, en la que los representantes de la Argentina y Guatemala plantearon la situación colonial de territorios americanos ocupados por potencias extra-continentales. A ellos se enfrentaron los Estados Unidos, pero finalmente se impuso la tesis anticolonial de argentinos y guatemaltecos, reflejada en la Resolución XXXIII, que propiciaba métodos pacíficos para la “abolición del coloniaje”.

Nuestra delegación se opuso con éxito a que se estableciera un organismo militar permanente. La Tercera Posición peronista mostró sus fundamentos en la realidad nuevamente en 1951, al efectuarse en Washington la IV Conferencia de Cancilleres, en la que los norteamericanos presionaron para que el continente participara en la guerra de Corea. La Argentina, México y Guatemala neutralizaron las pretensiones norteamericanas. Perón, en Buenos Aires, respondió ante las presiones que haría “lo que el pueblo decidiera”.
Esta respuesta se fundamentaba en este principio, que Perón reafirmaba nuevamente: “En la Argentina el envío de tropas fuera del país es asunto que debe decidir el Congreso Nacional”. Precisamente en la Conferencia de Río de Janeiro, en el año 1947, la Argentina había sostenido la no obligatoriedad del empleo de fuerzas armadas de ningún Estado sin su consentimiento.

Una vez más, en la X Conferencia Interamericana de Caracas, de 1954, el intervencionismo norteamericano en Guatemala dio lugar a que se manifestara de forma reiterada la Tercera Posición. El presidente de Guatemala Jacobo Arbenz había nacionalizado las tierras de la United Fruit Company, de cuyo directorio formaba parte Allan Dulles, y previó a la conferencia se desató una campaña desde Washington para acusar a Arbenz de comunista. A fines de enero de 1954, el presidente de Guatemala denunció que se preparaba una invasión armada y el Departamento de Estado ignoró la denuncia diciendo que era un ataque a la próxima conferencia interamericana, programada para marzo de ese año.13
La delegación argentina se negó en ella a votar el proyecto de declaración que otorgaba legalidad a la intervención norteamericana. Lo hizo en términos categóricos: “Para nosotros intervencionismo es sinónimo de bradenismo. Rechazamos el proyecto por nosotros y por nuestras repúblicas hermanas de América”: El 18 de junio, tropas mercenarias en su mayor parte, al mando de Castillo Armas entraron en Guatemala. La embajada norteamericana planteó directamente la renuncia de Arbenz y éste, abandonado por la cúpula militar, cedió el 25 de junio.

El sentido americanista de Perón y su doctrina se había manifestado también en la solidaridad con la lucha del Movimiento Nacionalista Puertorriqueño y con su líder, Pedro Albizu Campos. La revista “Verdad para Latinoamérica desde Buenos Aires”, editada con apoyo oficial en 1952 y 1953, fue el vocero de la posición argentina.

Perón, por otra parte, había planeado un acuerdo de complementación económica y unión aduanera en el Cono Sur, con la participación económica de la Argentina, el Brasil y Chile, como un primer eslabón hacia una mayor integración latinoamericana.

En 1951, había escrito el presidente argentino, con el seudónimo de Descartes: “La batalla por esa nueva forma cultural se decidirá sin duda en el último cuarto del siglo XX. El año 2000 tendrá que llegar con el triunfo de las confederaciones continentales”.

En ese mismo año, expresaba en otro artículo: “El signo de la Cruz del Sur puede ser la insignia de triunfo de la América Austral. Ni Argentina ni Brasil ni Chile aislados pueden soñar con la unidad económica indispensable para enfrentar un destino de grandeza. Unidos forman, sin embargo, la más formidable unidad a caballo sobre los océanos de la civilización moderna. Así podrían intentar desde aquí la unidad latinoamericana con una base operativa polifásica de impulso que no se detendrá”.

En cuanto a la aproximación con Getulio Vargas (cuestión que abordaremos con detenimiento más adelante), ya presidente constitucional al comenzar la década de 1950, fue facilitada por la nueva coyuntura brasileña, que abría enormes perspectivas populares. En realidad, Perón había buscado siempre la comprensión de la nación hermana, a la que reconocía toda la gravitación regional que tiene. El 27 de mayo de 1947 el presidente argentino Perón y, el mandatario brasileño Eurico Dutra (que sucedía a Vargas en su primera presidencia) inauguraban al tráfico el puente internacional Paso de los Libres-Uruguayana sobre el río Uruguay, gracias al cual quedaban unidos ambos países por carretera y ferrocarril. Para esa fecha era considerada una obra monumental, siendo una de las más importantes de América del Sur. Sin embargo, en esas relaciones predominaba un sentimiento de recelo y desconfianza. Durante la presidencia de Dutra se creó la Escuela Superior de Guerra en 1947, que empezaría a formar la élite para implantar las estructuras tendientes a lograr que Brasil alcanzara el rango de potencia mundial; mejor dicho, el regreso al Brasil imperial. En ese mismo año, el propietario del periódico “O Cruceiro”, Assis de Chateubriand, había manifestado que el “Uruguay es una provincia brasileña” y aconsejaba a ese país a retornar a “la comunidad brasileña”. En cuanto a los acuerdos económicos, en noviembre de 1946 se firmó un tratado entre ambos países, que acordaba el intercambio de trigo argentino por neumáticos, caucho crudo, y lingotes de hierro brasileño.

A principios de 1953, Perón declaró al periódico brasileño “O Mundo” que: “Yo estoy por la constitución de una unión aduanera sudamericana, a fin de que formemos un bloque económico capaz de discutir sobre un pie de igualdad con las grandes masas económicas que se constituyen en otras latitudes. Es necesario que los latinoamericanos unan sus esfuerzos a fin de que la gran civilización de la cual son herederos no desaparezca absorbida por los eslavos y los anglosajones, constituidos actualmente en bloques antagónicos, pero que, en cualquier momento, pueden unirse”.

En la segunda quincena de febrero de 1953, Perón viajó a Santiago de Chile, donde permaneció seis días. Allá formalizó un acuerdo de complementación de recursos y posterior unión aduanera, con una invitación a los pueblos latinoamericanos a incorporarse al pacto de Santiago. Poco después de su visita a Chile, el 11 de noviembre de 1953, Perón expuso nuevamente en la Escuela Nacional de Guerra sobre sus proyectos de integración continental revelando sus esperanzas en los mismos, especialmente con el Brasil.
Mientras tanto, un memorando del Departamento de Estado explicaba en 1952 que: “A medida que la Argentina logre agrandar su posición mundial y prestigio, establecerse como líder de un bloque neutral de países (no limitado a América Latina) sostenedores de una Tercera Posición entre el comunismo y el imperialismo capitalista, y (convertirse) en líder de América Latina con apoyo suficiente como para oponerse a la influencia norteamericana, probablemente utilizará todos los medios a su disposición, hechos posibles, por la pasividad de los Estados Unidos, para socavar la posición norteamericana en América latina y atraer neutrales potenciales a su Tercera Posición.
Las aspiraciones argentinas constituyen una amenaza positiva y continuada contra los objetivos y políticas de los Estados Unidos. Por ello parece necesario tomar medidas para neutralizar las actividades argentinas en tanto y en cuanto se oponen a las nuestras”:


Lamentablemente, como vimos, para entonces, los intereses foráneos paralizaron en gran medida el proceso iniciado. En 1970, Perón le expresaría por eso a un grupo de periodistas que lo entrevistaban: “Me quedó, sin embargo, una enorme enseñanza. Ningún país latinoamericano puede liberarse por completo sí, al mismo tiempo, no se libera el continente, y si luego el continente no se integra para consolidar su liberación”.20

En general, las pautas esenciales de la Tercera Posición, fueron las siguientes:

- América Latina es considerada una unidad continental y de destino, intentándose
componer un bloque alrededor de la Argentina (ABC).

- No se dio una actitud frontal contra los países dominantes, sino una táctica de negociaciones autónoma sin aceptar vasallajes o interferencias.

- Hay una posición cordial y equilibrada frente a la Unión Soviética con respecto a la que se acepta por la línea del pacifismo conciliador.

- Se rehuye un choque frontal (aunque a veces se produce) con los Estados Unidos, de quienes se aguardaba una nueva política económica para América Latina que no se produce (Plan Marshall) y se opta por maniobras de negociación, como la Misión Cereijo al país del norte, la Ley de Inversiones Extranjeras y el contrato con la compañía petrolera California.

- Se adopta una línea discreta y de abstención en muchas de las votaciones en los organismos internacionales (OEA – ONU).

- Se mantienen relaciones diplomáticas con casi todos los países, tanto del bloque occidental como del oriental y de los países que se habían independizado por entonces.

- Divulga internacionalmente su doctrina nacional ofreciéndola como posible salida para el mundo. Los elementos constitutivos de la Tercera Posición son el respeto por la soberanía de los Estados, la autodeterminación de los pueblos, la solidaridad de las naciones, la solemnidad de los tratados y la supresión de todo colonialismo en América.

La Tercera Posición pretendió soslayar los excesos del capitalismo a la vez que los del comunismo, evitando afiliarse definitivamente a ninguno de los dos bloques. También cabe acotar, que la Argentina peronista no se adhirió a los acuerdos de la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos, como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIR), o al Acuerdo Internacional de Tarifas y Comercio (GATT), por supuesto, todos ellos mecanismos manejados fundamentalmente por los Estados Unidos.


Rein, Raanan: “Entre el abismo y la salvación. El Pacto Franco-Perón”, Lumiere, Buenos Aires, 2003.
Escudé, Carlos: op.cit., Págs. 136-137.
Cafiero, Antonio: “La política exterior peronista 1946-1955”, Corregidor, Buenos Aires, 1996.
Lanús, Juan A.: “De Chapultepec al Beagle”; Hyspamérica, Buenos Aires, 2 Tomos, 1986. 15 Perón, Juan Domingo: “Política y estrategia. No ataco, critico”, Editorial Pleamar, Buenos Aires, 1973.
Moniz Bandeira, Luis Alberto: “Argentina, Brasil y Estados Unidos. De la Triple Alianza al Mercosur”, Norma; Buenos Aires, 2004.
Embajada Argentina en Río de Janeiro al Canciller Bramuglia, “Informe de las Relaciones Argentino-Brasileñas correspondientes al año 1946-1948”. En: AMREC, Caja Brasil, 1950, Carpeta Nº 1.
Diario Democracia, Buenos Aires, 8 de febrero de 1953.
Escudé, Carlos: op. cit. Luca de Tena, Torcuato y otros: “Yo, Juan Domingo Perón. Retrato Autobiográfico”, Planeta, Madrid, 1976.
Iñigo Carrera, Héctor: “La Tercera Posición”. En: Polémica Nº 83, CEAL, Buenos Aires, 1971. 10
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Verba, Non res.....pero si habia imntereses que vecer..intereses partidarios..
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Dejemos de lado las divagaciones y sueños frustrados de Peron..veamos lo que dicen los documentos diplomaticos..Mariano D.o.c.u.m..:D :D
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Memorandum Dean Acheson. del Secretario de Estado al Presidente-Washington 1 Mayo, 1950
Confidencial-Tema: Efectos en el Brasil de los sucesos en la Argentina y el significado de la posible eleccion de Vargas sobre las relaciones norteamericanas-brasileras



1-Estimado de los efectos en Brasil de la majoria en las relaciones entre los EEUU y la Argentina.

Los Posible efectos en el Brasil han sido evaluados antes de considerar mejorar nuestras relaciones con Argentina. HEmos dejado bien claro con los brasileros que estamos listos a ayudarlos en formas apropiadas. Brasil ha sido incapaz deplanificar proyectos y estara en ciertoo desorden hasta las eleciones de Octubtre. El Brasil y la Argentina historicamente han competido el uno con el otro por el liderazgo en Sud America. Dada su participacion en la guerra, el Brasil esta convencido que merece consideracion especial. Por lo tanbto, cualquier intento que tomemos para mejorar las relaciones con la Argentina sera criticado.
Los Brasileros responsables, o al menos un segmento de la prensa conprenderan y aprobaran cualquier acto que produzca mas estrechos vinculos comerciales entre los EEUU y la Argentina,ya que esto beneficiaria a lae relaciones politicas hemisfericas y a largo plazo mejorarias las relaciones comerciales. Un amplio segmento d ela prensa brasilera ataca amargameente a cualquier cosa que puede asistir al regimen de Peron.
Otorgar asistencia economica a la Argentina puede convertirse en un tema politico en el brasi, especialmente si Vargas se perfila como candidato presidencial Vargas podra criticar a Dutra por su poco exitoso intento de obtener asistencia economica de los EEUU, mientras la Argentina ha tenido exito (en este sentido)
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Declaracion de Politica (A Seguir) Prepaada por el Departamento de Estado- 26 de Occtubre, 1951-SECRETO, Washington, 26 de Octubre de 1951

C) Relaciones con otros estados



LAs relaciones de la Argentina con sus vecinos, aunque amistosa en la superficie, se caracterizan por una corriente de desconfianzaspor parte de ewstos ultimos, por loq ue sospechan constituyen los verdaderos mobiles de la politica exterior argentina y sus ambiciones economicas
Brasil y la Argentinaestan celosos del prestigio del otro en el Hemisferio occidental y a traves del mundoLAs relaciones norteamericanobrasuileras hhan sido ttradiiconalmente mas amistosasue las relaciones norteamericano-argentinas. El Brasil tiende a resentir cualquier manifestacion de estrechas relaciones entre los EEUU y la Argfentina.La ploticica de los EEUU entre ambos paises es la de mantener estas revalidades a lo minimo

Se cree que la a politica (exterior) basica entre la Argentina y Chile es amistosa. Como resultado, los pequeños incidentes que ocurren de tiempo en tiempo acab por ser solucionados rapidamente.
El actual gobierno de Chile desconfia de Peron, creen que( el ) es inherentemente peligroso y nos lo ha informado Los EEUU han indicado a Chile que no han visto señales algunas que soporten supuestos designios agresivos por parte dela Argentin ahacia Chile y que Chile no ha ofrecido pruba alguna para sustentar estas aseveraciones

Paraguay: la posicion preferencial geografica e historica de la Argentina en el hemisferio occidental, puede, bajo ciertas circumstancias conducir a intentos de dominarcion politica. Esto, combinado con la rivalidad argentino-braslera por mantener influencias sobre el Paraguay puede acarrear seras fricciones entre La Argentina y el Brasil. Finalmente, la tendencia paraguaya de aprovecharse de esta rivalidad para su propia ocnveniencia tiende ainvolucrar a los paises vecinos, quieran o no. Por el el presente, estimamos que ninguna de estas fuerzas perturbadoras es una seria amenaza. La politica norteamericana es la de mitigar en todo lo posible y en todo lo apropiado.
 
Difícil que un documento tan claro (El Proyecto ABC, discurso del mismo J.D. Perón) y de primerísima mano sea para descartar!

Tus calificaciones de los proyectos e ideas podrá ser todo lo despectiva que pretendas, pero ello no oculta una clara y decidida política de relacionamiento equilibrado con los poderes mundiales.
No hay golpes de timón desesperados ni cobardías.
Sí un horizonte de liderazgo e independencia con una clara evaluación de lo que se podía o no lograr en cada momento.
Negociación y lucida presencia en foros internacionales.
Decisiones fundamentadas y calculadas.
Desde ya que no todos los objetivos se logran, pero ello no implica la invalidez del intento.
Claro que los representantes de "la verdad única" y el más presente que nunca "unilateralismo" no reciben con agrado que naciones como la nuestra intenten proteger sus intereses.

Como decía mucho antes, todo se reduce a intereses contrapuestos.
Los de mí país y en este caso el tuyo, que no es el mismo.

Luchar por un objetivo y no conseguirlo no invalida la lucha.
Si obliga a revisar la forma en que se intentó lograr ese objetivo y adaptarse para mejorar la efectividad.
Renunciar a la mayor independencia y desarrollo es ceder a los intereses de otros. Algo así como unos modernos siervos de la gleba, con señores que digitan la miserable existencia a la distancia.

Si luchar sin conseguir el objetivo invalida la lucha, tu participación en la Guerra de Vietnam no tuvo el más mínimo valor.
Y no creo que sientas de esa manera, a pesar de haber sido derrotado en todos los frentes...menos en el cinematográfico que sigue generando buenos dividendos.

Saludos!
 
Brunner dijo:
Como dije, no contribuyes uyes nada-mas bien estas, detractas, desvirtuas..nene anda a casa que se esta poniendo obscuro. y a lo mejor te lleva el hombre d ela bolsa..
P..S no te hagas pipi en la cama..D :D

Como no voy a caer en su juego de provocarme con agravios para que responda como merece y me expulsen del foro, cualquier cosa que tenga que decirle será por PM, para no cansar a los foristas y a los moderadores
 
tanoarg dijo:
miguel, si esa seria la unica razon, entonces como me explicas el caso de España, que no solo mantuvo la bravuconada facista nacionalista, sino que la mantuvo bajo regimen no democratico durante 40 años con franco. si seguimos con la misma linea de argumentacion, entonces hoy España tendria que estar 10 veces peor que nosotros.

España cambió su dirección del viento poco después de la muerte del Caudillo. Hasta ese momento tenía el triste privilegio de ser, junto a Portugal y Grecia, uno de los tres paises mas pobres de Europa. (Por supuesto, me refiero a lo que era Europa occidental)

O sea, ellos también pagaron su fascismo falangista y militarista de derecha nacionalista pro nazi. Cero inversiones...Y aislados como perros.

Y en plena guerra de MLV....en mayo de 1982...¿Que ocurrió?

¿Nadie sabe que pasó con España?

:D :D :D

Che!! que poca lectura! x D

...pues pasó a integrar la OTAN!!!

¿Y como anda hoy España? :D :D

¿Y porqué no fue el país rico que es hoy, desde los años 50, 60 o principios del 70 si naturalmente tenía ese potencial? ¿Porqué no desarrolló antes la nena? :D

O sea, eso de que uno fabrica su propio destino a espaldas de los grandes centros de poder no es del todo correcto.

Saludos

gato

P.D.: Y lo cierto es que Argentina sigue navegando en extrañas ambiguedades...Ej: Chávez Vs. USA...

Siempre somos sopechosos y nunca terminamos de apuntar un perfil definido hacia algun lado concreto. Por lo tanto, todos nos terminan mirando con desconfianza. Y tienen razón.

P.D.: Tano, en buena onda te digo que lo de España no era ninguna "bravuconada", desde 1936, y durante mas de 40 años estaban convencidos de adonde iban
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Ah! Alguien que piensa..Claro que si, pero Franco (al igyuual que Varegas eran 1000 veces mas listo que Peron) y sabian como proteger a su ueblo y sus intereses..

Difícil que un documento tan claro (El Proyecto ABC, discurso del mismo J.D. Perón) y de primerísima mano sea para descartar!
Que inocente que eres Mariano? crees en los discursos? y en especial en los de Peron, hombre veleta que se contradecia de un discurso a otro...No hombre, si crees en los discursos, llamamme por telefono que tengo un puente sobre el Hudson (peaje pago) que te quiero vender..

Como no voy a caer en su juego de provocarme con agravios para que responda como merece y me expulsen del foro, cualquier cosa que tenga que decirle será por PM, para no cansar a los foristas y a los moderadores

Por lo menos Mariano (coa quien realmente no le tengo bronca!) intenta argumentar algo vos? vos simplemente quieres silenciar a alguien que contradice tus argumentos-pero no tienes argumentos conque rebatirme...asi de sencillo.
 
Brunner dijo:
Difícil que un documento tan claro (El Proyecto ABC, discurso del mismo J.D. Perón) y de primerísima mano sea para descartar!
Que inocente que eres Mariano? crees en los discursos? y en especial en los de Peron, hombre veleta que se contradecia de un discurso a otro...No hombre, si crees en los discursos, llamamme por telefono que tengo un puente sobre el Hudson (peaje pago) que te quiero vender..

Querido Andre,

Te recuerdo que ese discurso/documento fue "silenciado" por ser tan filoso y real que podía herir "susceptibilidades diplomáticas"...
Recién lo confirmó Perón como propio unos cuantos años después.

Así que no se aplica el pragmatismo político en este caso, es un contundente documento "para la posteridad". No muchos dirigentes han tenido la grandeza de reconocer las limitaciones ni temas tan sensibles.

En relación a los "discursos cambiantes" pasa bastante con casi todos los líderes. Tu presidente, a quien votaste no 1 sino 2 veces según tu honesta expresión tiene lo suyo...a saber:


Department of Homeland Security

Bush se opuso a la creación del DHS para luego proponer la creación de dicha repartición.

Osama bin Laden
En Semptiembre de 2001 Bush dijo, "Lo más importante es encontrar a Osama bin Laden. Es nuestra prioridad Nro. 1. No descansaremos hasta encontrarlo" . En Marzo de 2002, Bush dijo, "No se adónde se encuentra, no tengo idea y realmente no me importa. No es tan importante"

Casamiento Gay
Cuando se candidateaba para presidente, Bush le dijo en una entrevista televisiva a Larry King: "Los estados pueden hacer lo que quieran". En el 2004 Bush propuso una enmienda en la Constitución de los Estados Unidos para prohibir el casamiento gay.

Montaña Yucca
El "candidato" Bush le prometió al estado de Nevada que vetaría cualquier legislación que permitiera enterrar material nuclear en ese sitio. En Febrero de 2002, Bush eligió oficialmente ese sitio como el principal depósito nacional de residuos nucleares.

Libre comercio

A pesar de repetido (hasta el cansancio) "compromiso" con el libre comercio, Bush impuso aranceles a la importación de acero desde Marzo de 2002 hasta Diciembre de 2003 para "proteger" a los fabricantes estadounidenses. La medida proteccionista se retiró cuando la Unión Europea amenazó con imponer sus propios aranceles...

Esto demuestra palmariamente que todos, en algún punto u otro se contradicen...

Saludos!
 
Volviendo al tema , la neutralidad argentina durante la 2GM dio paso a la epoca mas gloriosa de nuestro pais , los numeros son claros al respecto.
Eso nadie lo puede negar.
 

SuperEtendard

Colaborador
Colaborador
gato_ar dijo:
España cambió su dirección del viento poco después de la muerte del Caudillo. Hasta ese momento tenía el triste privilegio de ser, junto a Portugal y Grecia, uno de los tres paises mas pobres de Europa. (Por supuesto, me refiero a lo que era Europa occidental)

O sea, ellos también pagaron su fascismo falangista y militarista de derecha nacionalista pro nazi. Cero inversiones...Y aislados como perros.

Y en plena guerra de MLV....en mayo de 1982...¿Que ocurrió?

¿Nadie sabe que pasó con España?

:D :D :D

Che!! que poca lectura! x D

...pues pasó a integrar la OTAN!!!

¿Y como anda hoy España? :D :D

¿Y porqué no fue el país rico que es hoy, desde los años 50, 60 o principios del 70 si naturalmente tenía ese potencial? ¿Porqué no desarrolló antes la nena? :D

O sea, eso de que uno fabrica su propio destino a espaldas de los grandes centros de poder no es del todo correcto.

Saludos

gato

P.D.: Y lo cierto es que Argentina sigue navegando en extrañas ambiguedades...Ej: Chávez Vs. USA...

Siempre somos sopechosos y nunca terminamos de apuntar un perfil definido hacia algun lado concreto. Por lo tanto, todos nos terminan mirando con desconfianza. Y tienen razón.

P.D.: Tano, en buena onda te digo que lo de España no era ninguna "bravuconada", desde 1936, y durante mas de 40 años estaban convencidos de adonde iban

No sera que paso a integrar la Comunidad Europea y a recibir los subsidios de la misma (basicamente de Alemania y Francia)...:rolleyes:

Saludos
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
fatherland dijo:
Volviendo al tema , la neutralidad argentina durante la 2GM dio paso a la epoca mas gloriosa de nuestro pais , los numeros son claros al respecto.
Eso nadie lo puede negar.

En que mundo estas? le gano el oprobio universal, ya que era regida por un dictador fascistoide que adopto toda la panoplia del fascismo en 1944.cuanto el fascismo estaba en pleno decline, mientras que otro dictador fascistoide (Vargas) vio claras las cosas y su pais s ebeneficio economica y militarmente-...
Gator ar: mo interesante es lo que me comentaba un amigo dias atras, ala Argentina de postguerra llegaban inmigrante sitalians, españoles etc. En 1951-52 un enorme porcentake de estos mismos inmigramntes regresaban a sus paises de origen, señal de la seria crisis economica que atravesaba la Argentina.. al tiempo que comenzaba la fuga de cerebros argentinos al exterior..
Saludos


P.S. Mariano, se que vives en el bosque, y a veces te pierdes,pero en este topico no estamos tratando a Bush ni al Raton Mickey-sinio ala desastroza politica wexterior seguida por Peron y las consecuencias que tuvo para nuuestro pais..
 
Her Brunner
El tema es el precio de la neutralidad , no si Peron era comunista , fascista o marciano.
El precio de nuestra neutralidad fue la acumulacion que permitio una prosperidad nunca vista hasta ese momento en nuestra historia.
Negar eso es como negar que la Tierra gira alrededor del sol.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Nophombre no! la "prosperidad" no la produjo la neutraldiad-fue un espejismo..y te explvco:Europa no podia comerciar con la Argentina debido al bloqueo ingles-El unico cliente que restaba en el viejo mundo era Inglaterra-los EEUU declararon un boyciott a la economia argentina, por ende compraban de todo y no vendian sino lo imprescindible-de ahiqque por ese ahorro forzado en 1945 habia unos US$1635 millones en reserva sy quizas otros US$700 millones en deuda spor parte de Ingklaterra, EEUU etc.

Pero esto se debio a la incapacidad de importar- en 1945 se calculaba que la demanda acumulada entre 1939-1945 por todo tipo d ebienes (desde alfileres hasta locomotorasm desde whisky a buque sy aviones) sumaba unos m/n 1000 millones (unos US$ 1.000 millones)- el tremendo erro del gobierno fue pensar que esa "prosperidad", que esas reservas acumuladaas durarian toda la vida..Pue se jodieron! los doares se les acabaron en Noviembre de 1947, cuandoo el im=becil corriupto de Miguel Miranda peduia que se prohibieran las impiortaciones de automotores y combustibles, pue sya no habia dolares conque pagarlos...
 
Her Brunner
Si tuvieramos que compararnos con lo que produciamos en esa epoca , hoy en dia nuestro PBI tendria que ser de mas de 1.000.000 millones es decir tendriamos que producir por lo menos 4 veces mas.

Eso es lo que supimos perder en estos ultimos 50 años ,los numeros son absolutos , la mitas del PBI latinoamericano era argentino hasta 1955.
Lo podes interpretar como quieras pero fue la epoca mas prospera de nuestro pais.
 
Estado
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