El ataque que nunca llegó a dar la flota argentina

Marcantilan

Colaborador
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Si correcto, esos son los valores. El Mk VIII era un torpedo avanzado para su epoca. A diferencia de otros torpedos donde la combustion se hace fuera del motor y solo aire caliente entra a los cilindros, el Mk VIII hace las dos cosas, una vez el aire caliente entra al cilindro se inyecta tambien combustible para una segunda combustion.
Por doctrina la distancia de lanzamiento son unas 1500 yardas, con salva de 3 torpedos (con diferencias de 1° - proa, centro, popa) para un blanco de un tamaño de un crucero. A mayores distancias los errores se hacen mayores, por lo cual el alcance efectivo no es lo mismo que el alcance máximo. Es pensar que la munición .22LR tiene un alcance de 1250metros, pero pegarle a algo más allá de los 250 es pura carambola.

Para evitar problemas con el giroscopio y la espoleta se busca lanzar con el blanco a 90° del submarino.
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Por doctrina la distancia de lanzamiento son unas 1500 yardas, con salva de 3 torpedos (con diferencias de 1° - proa, centro, popa) para un blanco de un tamaño de un crucero. A mayores distancias los errores se hacen mayores, por lo cual el alcance efectivo no es lo mismo que el alcance máximo. Es pensar que la munición .22LR tiene un alcance de 1250metros, pero pegarle a algo más allá de los 250 es pura carambola.

Para evitar problemas con el giroscopio y la espoleta se busca lanzar con el blanco a 90° del submarino.
Y supongo que luego a arrancar y esconderse.
No a seguir tirando a los barcos de una flota. Como tiro al pato. Sin que te pase nada.

No veo a los sub como decisorios en una batalla naval entre dos flotas.
Si, emboscando transportes u algún solitario descolgado de la flota.
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Ah no...? Fijate la batalla del Mar de la Filipinas en junio de 1944, dos submarinos de la USN (de los lentos diesel electricos) torpedearon dos de los tres portaviones japoneses.
Puede ser, pero entiendo que no fue ese motivo decisorio para perder de la flota japonesa. Mas daño habían hecho los kamikaze.

El submarino yo lo veo como un desarrollo diferente para ser ocupado en la guerra. Mas como asesino, silencioso solitario y furtivo, no le llamaban manadas de lobos. Cuando se juntaban para darle a los transportes.

Acá se da a entender que por el solo hecho del poder de esta arma inglesa, fue buena decisión que la flota no entrara en combate. Y solo lo cuestiono.
 
Y supongo que luego a arrancar y esconderse.
No a seguir tirando a los barcos de una flota. Como tiro al pato. Sin que te pase nada.

No veo a los sub como decisorios en una batalla naval entre dos flotas.
Si, emboscando transportes u algún solitario descolgado de la flota.

Che Amigo Carrasco, los SSK operan en áreas de Patrulla, en inmersión a bajas velocidades para detectar y no ser detectados, de esas áreas se alejan para reabastecerse en áreas seguras dede su Buque Tender o su Base. Los SSN lo mismo, en Áreas de Patrulla más grandes, por períodos de Patrulla más largos dada su mayor autonomía, pero siempre con el Sigilo como principal Arma.
El Hundimiento del Belgrano fué un hecho más político que estratégico, iba marcado desde que salió de Usuahia y seguro el HMS Conqueror determinó su zona de Patrulla en función de su probable derrotero.
Hay una entrevista al Brigadier General Lami Dozo, el único lúcido de esa mesa en que encara ( y putea..) a Anaya por que había mandado la FLOMAR a Puerto por temor a los SSN, algo como cuando siempre supieron que iban a estar los Subs Nucleares. Para mi Anaya era un bravucón, y si hubiera estado Massera al mando pasaba lo mismo, otro Bravucón.
 
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thunder

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Ah no...? Fijate la batalla del Mar de la Filipinas en junio de 1944, dos submarinos de la USN (de los lentos diesel electricos) torpedearon dos de los tres portaviones japoneses.
Golpear e irse . Atacar escoltas ?
Y que huyan los escoltas ? Naaaaa
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Lapidario. Y no lo dice este servidor que es solo un artillero.
Pero cualquiera sin formación militar siquiera que viera dos películas y tres documentales llegaría a mismas conclusiones.
Me encanta Das Boot. Y eso que solo veo la película cuando la dan.
No leí el libro como usted. Que imagino debe ser mucho mejor.
Abrazos
 
En esta pagina de FB, existe este posteo de album una serie de fotos con textos, donde el Capitan VGM (R) Rafael Rey Alvarez quien fue jefe de navegaciones del ARA Bouchard en el grupo de tareas 79 en esa navegacion del hundimiento del Gral Belgrano.

En cada imagen del posteo hay texto explicativo de Rey Alvarez, sobre todo explicando y aclarando la actuacion del Grupo durante y despues del hundimiento del CRUBE


Pagina FB: "Operacion Malvinas. Para no olvidar".
Posteo fecha 1/4/2023 "Recordando al destructor ARA Bouchard"

https: //www.facebook.com /search_results/?q=operacion+malvinas+ara+bouchard
 
Última edición:
Unos documentos:
Gran documento. Me sorprende lo referido por MISION (Pág 5), que permite desglosarla en los 3 niveles de operaciones militares:

Táctico: "desgastar, neutralizar o destruir en oportunidad favorable, unidades del enemigo"

Operacional: "a fin de contribuir a consolidar la zona insular reconquistada, impedir su recuperación por el oponente"

Estratégico: "y apoyar las acciones del gobierno militar"

Perfecto lo primero y segundo, pero ese objetivo nivel estratégico de "apoyar las acciones del gobierno militar" me deja un poco perplejo.
 
Recordando al destructor ARA BOUCHARD en 1982

PDF
Boletín del Centro Naval 861
Mayo/Dic2023



"..
Escasos minutos después de las 1600, a bordo se sintió una fuerte detonación/concusión por la
banda de babor, y el buque escoró a estribor. Tal fue la magnitud que, encontrándome descansan-
do desde el mediodía luego de nueve horas de guardia continuadas en el puente, el cimbronazo
producido me despertó de golpe de mi profundo sueño, sin saber qué pasaba. Inmediatamente
sonó el gongo (alarma) de combate y concurrí a ocupar mi posición en el puente.
Era guardiamarina (GU) en mi segundo año de oficial y de veteranía a bordo; me desempe-
ñaba como Jefe de Navegación del destructor ARA Bouchard, y mi puesto de combate era
Oficial Comandante de Guardia (OCG) en el puente.
Al llegar a él, pude sentir un fuerte olor a pólvora en el aire. En el puente, ya se encontraban
el Comandante, Capitán de Fragata (CF) W. Bárcena, y el Jefe de Operaciones, Teniente de
Navío (TN) A. Castrilli. Conmigo llegaron el Segundo Comandante, Capitán de Corbeta
(CC) R. Fontanarrosa, el Jefe de Máquinas, Capitán de Corbeta (CC) G. Gómez, y el Jefe
de Comunicaciones, Teniente de Fragata (TF) E. Facchin.

No voy a explayarme aquí sobre si el tercer torpedo lanzado desde el HMS Conqueror, que
erró el C-4, impactó en el buque sin detonar o en sus proximidades, o si explotó por una falla
o por un dispositivo de autodestrucción. No es el propósito de estas líneas. Es materia de un
análisis técnico y no narrativo e histórico, que sí es el objetivo del presente.
Procederé, entonces, a continuar mi relato, pero antes es preciso aclarar ciertas temerarias
y falsas versiones que alguna vez circularon, y que aún lo hacen, de que los destructores
abandonaron el crucero.
Es obvio para cualquier oficial naval que ningún buque integrante de una fuerza naval,
en este caso el Grupo de Tareas 79.3, puede alejarse de su posición en la formación
que navega o destacarse de ella sin orden o autorización del OCT. Recordemos que
dicho OCT era el Comandante del GT 79.3 y, a la vez, Comandante del C-4, el CN
H. Bonzo.
Esas falaces, temerarias y mal intencionadas versiones inducen a pensar que los destructores
actuaron como en una huida, un sálvese quien pueda, sin pensar que lo dicho mancilla la
honra y el buen nombre de alrededor de seiscientos camaradas tripulantes de los buques escolta (D-26 y D-29) y los encuadra en la peor condición de un militar: la cobardía, la huida,
el abandono del compañero de armas caído.
Dicho esto, sigamos con los hechos:
Luego del gongo de combate, al llegar al puente y tomarle la guardia de OCG al Jefe de
Electricidad Teniente de Corbeta (TC) M. Gardiner, oí que el Comandante ordenaba a la
Central de Averías verificar daños y revisar especialmente las santabárbaras y las taquillas
(lockers) de munición por el fuerte olor a pólvora ya mencionado.
Presumiendo que habíamos sufrido, de algún modo, la detonación o el impacto sin detonar
de un torpedo enemigo, se intentó comunicar la novedad al OCT (C-4). Ni por radiote-
lefonía en el circuito táctico (radio primaria), ni en el de informaciones de combate (radio
secundaria), ni en VHF marino (canal 67 y 16) hubo respuesta. Sí la hubo del D29.
Mientras tanto, la Central de Informaciones de Combate (CIC) ya estimaba que el C-4
estaría al garete (sin propulsión) y, desde el alerón de babor del puente, se lo veía ya
pequeño en el horizonte. Uno de los cabos señaleros había informado desde el puente
e señales, segundos antes, que había alcanzado a ver 2 o 3 bengalas blancas lanzadas
desde el C-4 que se apagaron con rapidez. Personalmente, yo miré con binoculares
desde el alerón de babor del puente e informé al Comandante que apreciaba «rara» la
silueta del crucero. Claro, le faltaba una sección de proa, pero no me di cuenta en ese
momento. En el sumario posterior, en 1983, me interrogaron expresamente sobre este
punto varias veces.
Vuelvo al relato de los hechos: En el ínterin, hubo un intenso intercambio de comunicacio-
nes entre mi Comandante y su par del D-29, CF Grassi, quien era el segundo en comando
táctico (relevo del OCT) y debía asumir la conducción del GT 79.3
A las 021635 de mayo de 1982, el D-26 impone un mensaje naval al Comandante del
Teatro de Operaciones Atlántico Sur (TOAS) VL Lombardo, cuyo contenido era aproxi-
madamente el siguiente: «Bouchard acusa impacto de torpedo sin detonar. Belgrano al garete,
posiblemente torpedeado en Lat. 55° 24’ S, Lon. 61° 32’ W».
Siguieron dos o tres mensajes más del D-29 y otro del D-26. Entre ellos, uno de pedido de
apoyo aéreo del D-29 como segundo en comando táctico.
Más allá de que estos datos están en los diarios de guerra y navegación, y en el informe final
de las acciones, en el Archivo General de la Armada se pueden fácilmente consultar los
libros: Hasta la última balsa de Daniel Cavallieri, Instituto de Publicaciones Navales, ISBN
978-950-9899-107-2 y Un buque, dos banderas, mil combates de Eugenio Facchin, ISBN
978-987-28586-0-5.
La orden de operaciones impartida por el CN Bonzo (CGT 79.3) establecía en las Reglas
de Empeñamiento (protocolos de combate) que, si un buque de la formación era atacado y averiado por el enemigo y en ese momento ninguna unidad propia se
encontraba en contacto con la unidad enemiga atacante, el resto de
los buques debía alejarse de la posición hasta clarificar la situación y
luego proceder en función de la evaluación táctica necesaria para el
desarrollo de futuras acciones u operaciones.
Esa era la tremenda presión, sicológica y mental, que sintieron
los Comandantes de los destructores: cumplir las órdenes pre-
viamente establecidas por el OCT —como ya dije el mismo Co-
mandante del C-4— de alejarse por no estar en contacto con el
enemigo o desoírlas, desobedecerlas, ante la posibilidad del hun-
dimiento del crucero, el eventual rescate de sobrevivientes y un
reataque submarino.
Entre la cercana puesta de sol y la meteorología que desmejoraba, el
C-4 se comenzó a perder de vista, pues los buques se alejaban según
las instrucciones fijadas por el OCT que ya cité. Sobre las 1700, se
perdió el contacto radar.
Alrededor de las 1800, los comandantes seguían intercambiando co-
municaciones en claro desde el puente de comando. Comunicacio-
nes que eran oídas por quien escribe.
Finalmente, cerca de las 1815/1830, el CF Grassi (D-29), segundo
en Comando Táctico, tomó la decisión de regresar al Punto Dato
(PD) a investigar en la última posición conocida del C-4. Quiero
dejar constancia que tanto el CF Bárcena como el CF Grassi que-
rían ir adelante en la formación, exponerse al riesgo primero junto
a sus hombres, que también serían arriesgados; eran amigos y com-
pañeros de promoción, y debatían con vehemencia por radio ante lo
intenso y dramático de la situación. Yo oí ese diálogo, pues estaba
presente en el puente de comando; no me lo contaron.
Finalmente, prevaleció la antigüedad, y recuerdo al CF Grassi cuando
le dijo coloquialmente a mi Comandante: «Yo voy primero; si me la
pegan, vos te vas». Y el D-29 puso proa al lugar del hundimiento. El
D-26, por detrás, dentro del alcance de comunicaciones UHF; no recuerdo con exactitud la
distancia, pero era escasa, dentro del horizonte.
Mientras tanto, la situación hidrometeorológica desmejoró rápidamente, y el viento llega-
ba a rachas de temporal (más de 60 Nds/110 km del NW); el estado de mar estaba entre
6 y 7 (olas de 4 a 9 m); la visibilidad era mala, no se veía bien por la oscuridad reinante, y
el cielo estaba totalmente cubierto; la temperatura superficie era de 4 °C. La velocidad de
los buques se tuvo que disminuir a un máximo de 6/8 nudos, capeando, es decir enfren-
tando las olas.
Los golpes de mar hicieron su daño en los sectores de proa. En el D-29, la torre de
artillería N.º 1 quedó sin servicio por daños estructurales, y en el D-26, algunos vidrios
del puente se rajaron o descalzaron, y el agua de mar ingresaba al recinto, por lo que
hubo que cortar la alimentación eléctrica y apagar el repetidor radar, y quedó la guardia
mínima a oscuras.
Teniendo ya la triste certeza del hundimiento, pensábamos en el sufrimiento de los sobrevi-
vientes a bordo de las balsas, si es que los hubiera habido, en medio de ese temporal.

El tiempo transcurría, y la memoria me falla para precisar estas horas con exactitud, pero
creo recordar que, sobre las 2130/2200, se recibieron novedades:
1. El apoyo aéreo de las aeronaves Neptune, desde la Base Aeronaval Río Grande, no
estaba asegurado y dependía del mejoramiento de las condiciones meteorológicas.
2. Se iban a destacar el aviso ARA Gurruchaga (A-3), CC Vásquez, y el buque polar
ARA Bahía Paraíso (B-1), CF García, en apoyo.
Luego de la medianoche, ambos buques seguían en la búsqueda, pero el estado de mar era
mayor, 7/8, pues las olas ya alcanzaban entre 9 y 12 m. Habían transcurrido solo ocho horas
desde el torpedeamiento del C-4.
Sobre las 0200 del 3 de mayo, el D-29 fue designado por el Comandante del TOAS Co-
mandante de Escena en Acción (CEA), es decir, responsable de coordinar las operaciones
de búsqueda y rescate en el lugar. También se supo que la aeronave Neptune 2-P-112, al
mando del CF Proni Leston, había podido despegar desde Río Grande pese al mal tiempo.
Tras sobrepasar el PD, los destructores invirtieron rumbo y corrieron el temporal (reci-
biendo oleaje de popa), para lograr una mejor estabilidad de los buques e incrementar
las posibilidades de avistaje de los vigías desde el puente de señales y del personal que
no estaba de guardia que, como podía por el mal tiempo, colaboraba desde las cubiertas
exteriores en la búsqueda visual. Se encendieron las luces de navegación y de cubierta,
los reflectores, y se hacían sonar las sirenas en forma regular. Era el fin de la navegación
discreta y en sigilosa.
Sobre las 0300, el D-29 llegó primero al PD y, poco tiempo después, lo hizo el D-26 sin
hallar ninguna balsa ni restos a la vista. Mientras tanto, el avión 2-P-112, ya en el área de
operaciones (AROP), efectuaba un patrón de búsqueda aérea cuadrada expandida con ori-
gen en el PD (como un espiral de ángulos rectos alrededor de un punto de origen).
Debo decir que, en los buques, además del desasosiego de no encontrar a los sobrevi-
vientes, se sumaban el cansancio, la incertidumbre y el miedo también —por qué no decirlo— a la eventual presencia del submarino enemigo. A baja velocidad y con todas las
luces encendidas, sin duda, éramos un blanco fácil si el submarino había permanecido allí
y deseaba atacarnos.
Sobre las 0500, la aeronave 2-P-112 abandonó el AROP y fue reemplazada por la 2-P-111
al mando del CC Pérez Roca. El bajo techo (altura de nubes bajas) obligaba a la unidad
aérea a hacer una búsqueda a muy baja altura, no ideal en cuanto al ancho de barrido visual y
de radar óptimo (lo que puede ver o detectar lateralmente). Mientras tanto, los destructores
seguían con una búsqueda aleatoria en el PD.
A las 0830, ya con el sol sobre el horizonte, el D-29 y el D-26 comenzaron una búsque-
da de superficie de piernas paralelas con 2000 yardas de separación entre buques, pues
la visibilidad seguía siendo mala, con rumbo SE (sudeste), según la deriva calculada de
las balsas por el efecto viento-corriente registrado desde las 1600 del día anterior. Esa
separación entre buques se fue aumentado luego, al mejorar la visibilidad. El aviso Gu-
rruchaga (A3) ya estaba cerca, para colaborar también.
Cuando eran aproximadamente las 0900, se escucharon emisiones de radio de emergencia
con pedidos de auxilio de los tripulantes de las balsas, pero con posiciones muy inexactas,
era casi imposible que fueran reales. No obstante, el A-3 fue destacado a investigar. Más allá
de ello, lo celebramos a los gritos, nos energizamos todos, pues... ¡había sobrevivientes! No
sabíamos cuántos, ¡pero había!
Poco después de las 0900, el avión 2-P-111 avistó una mancha de aceite de unos 300 m de
ancho que se extendía en dirección SE e inició una nueva búsqueda aérea cuadrada expan-
dida. El D-26 y D-29 se dirigieron hacia allí, y luego lo hizo el A-3.
En ese ínterin, el radar de la aeronave detectó un contacto intermitente, compatible con
un periscopio de submarino, lanzó sonoboyas pasivas, y se escuchó un leve, bajísimo rumor
hidrofónico que no podía ser clasificado apropiadamente más que como posible submarino
(POSSUB) confianza baja (poco posible que sea un submarino, pero no puede descartarse
que no lo sea). Efectuó una táctica de confirmación de contacto con el sensor magnético
MAD (magnetic air detector), denominada trampa MAD hoja de trébol, con resultados negativos (el MAD es un sensor que detecta las alteraciones del campo magnético terrestre
normal ante la presencia de un objeto ferroso, como un submarino).
Los comandantes de los destructores volvieron a intercambiar intensas comunicaciones.
Tenían una gran duda táctica ante la posibilidad de la presencia submarina enemiga nue-
vamente. La misma presión sicológica y mental que antes. Había que decidir si el buque
auxiliar A-3 solamente siguiera la búsqueda y los destructores pasaran a configuración de
combate antisubmarino (AS) y cambiar la misión de la aeronave también a AS o continuar
la búsqueda de las balsas y los sobrevivientes. De esa charla, de esa emocionada conversación
entre compañeros de promoción, salió la decisión. Continuar como hasta ese momento.
Buscar balsas y sobrevivientes, y que ocurriera lo que Dios dispusiera.

El 2-P-111, ya en el límite de su autonomía y habiendo sido autorizado a retirarse del
AROP por el D-29 que efectuaba el control aéreo, decidió, previa consulta con su tripula-
ción y una nueva autorización del CEA, regresar y hacer una última búsqueda de piernas
paralelas, sobre la trayectoria calculada más extrema de la deriva de las balsas. Ya había
sobrepasado el límite de su autonomía de combustible. Solo le quedaba un pequeño margen
para regresar a su base sin caer al mar antes. Primero avistaron un tambor flotando y, a las
1320 del 3 de mayo, fue avistado el campo de balsas. A casi 50 Mn del PD y transcurridas
20 h del hundimiento, ¡por fin aparecieron!
Los destructores y el aviso estaban a poco más de 20 Mn de esa posición, y allí fuimos todos
a máxima velocidad. Fue el fin de la operación de búsqueda.
Gloria y honor a los caídos. Reconocimiento a los sobrevivientes del crucero ARA Gene-
ral Belgrano.


Capitan de Navio VGM (R) Rafael Rey Alvarez

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No la superaron hasta que no se restituyeron territorios y se repusieron limites. Quedando algunas zonas en disputa por conflictos colaterales previos o surgientes, que todavía están con intervención de la ONU.-
El tema Malvinas, Georgias y Sandwichs sigue en disputa con nuestros territorios y espacios ocupados.-
Con una base aérea y un puerto militares con permanentes actitudes desafiantes y hostiles.-
Y podemos ver un monton de cosas, como Corea, Chipre, Taiwan y larga lista.-

Muéstreme un posteo, que yo haya hecho, en donde indique que es necesaria una guerra para recuperar las Malvinas.-
Eso tendría dos consecuencias
La primera de índole humano debido a la tragedia y muertes que implica.
La segunda demostraría que tengo un delirio asociado a demencia senil y el mas abyecto desconocimiento del tema. El solo referir acciones bélicas contra el reino desunido con nuestro virtualmente inexistente instrumento militar ni siquiera es opinable. Es un delirio.-

Ud. no cree que el RU es por definición un enemigo al ocupar territorio argentino militarmente
No, no es un enemigo. No estamos en guerra. Es un rival en una disputa territorial que lleva 191 años y que para nosotros es irrenunciable. China recuperó Hong Kong y Macao mediante una diplomacia coherente en el tiempo respaldada por su rango de potencia. No tomó a RU ni a Portugal como enemigos, a pesar que sufrieron en carne propia la colonización de dichos países, a pesar de haberles sido arrebatado estos territorios por el uso de la fuerza, imponiéndoles tratados humillantes tras la guerra del opio, sobrados motivos tenían para considerarlos enemigos y no lo hicieron.
No me quiero ir de tema.
Sdos.
 
Ah con el diario de Lunes, todo cambia. Contexto de la época, podemos juzgar sabiendo hoy cosas que los protagonistas decisivos de este conflicto ni siquiera imaginaban.
El momento de desescalar el conflicto era durante Marzo con el caso Georgias, ¿trampa británica? o ¿casus belli nuestro? ¿Nos mojaron la oreja sabiendo que entraríamos como caballos? ¿O era una pieza más en las fichas del comandante de la Armada?
Y con la Royal Navy navegando con la flota más poderosa desde la 2da Guerra Mundial, cual expedición punitiva del siglo XIX, ya no había vuelta atrás. La trampa se había cerrado.
E hicimos las cosas mal, malísimamente mal, pero peleamos.
Y perdimos como no podía ser de otra forma dada la desproporción de medios, pero peleamos.
Y les demostramos y nos demostramos, QUÉ somos.
Y hoy nos toca entender que podemos SER MÁS.
Sdos
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
Miembro del Staff
Moderador
No era ni por mucho la flota más poderosa desde la segunda guerra mundial y tampoco perdimos por la diferencia abrumadora de sus medios de lucha.
Perdimos porque peleamos inadecuadamente y los altos mandos no estaban capacitados para un combate de esa envergadura. Los medios no estaban listos al momento del inicio de operaciones pudiendo estar preparados teniendo recursos para haber devuelto la flota al RU. Que hubiera pasado ahí ? Bueno, uno se imagina pero eso es contrafactico.
Si en ves de la fuercita de tareas pirata hubiera venido la 6 flota. Durábamos tres días. Una de seis flotas. No sobredimensionemos ni adulemos innecesariamente al enemigo que ganó, con lo justo.
 
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