Nueva Delhi y Condoleezza Rice exigieron medidas y cooperación a Islamabad.
Agencia AP
Islamabad. La India exigió ayer a Pakistán medidas contundentes contra quienes perpetraron la ola de ataques de la semana pasada en Mumbai, al mismo tiempo que la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, le exigió a Islamabad “transparencia y cooperación total” en la investigación.
El gobierno paquistaní respondió negando cualquier responsabilidad, y aseguró que se trató de “apátridas sin vínculo alguno con el gobierno”.
Así, el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, se desvinculó del ataque a la capital financiera india después de que Nueva Delhi afirmara que al menos uno de los atacantes pertenecía a un grupo proscrito creado por los servicios de inteligencia del país vecino.
Mientras viajaba de Washington a Londres, Rice señaló a periodistas que Pakistán “debe seguir las evidencias hacia cualquier lugar que conduzcan”. La máxima diplomática estadounidense decidió acortar su gira europea esta semana y visitar Nueva Delhi, para ofrecer su respaldo al gobierno.
En los ataques de la semana pasada en Mumbai murieron por lo menos 172 personas, entre ellas seis estadounidenses. Centenares fueron heridas.
El ataque terrorista, que se prolongó durante casi cuatro días, habría sido perpetrado por apenas 10 milicianos, y expuso la debilidad de los servicios de seguridad de la India, por lo que el ministro de Interior del país debió renunciar.
Ayer, en un mensaje medido pero contundente, el nuevo titular de Interior, P. Chidambaram, calificó el asalto terrorista como “una amenaza a la idea misma de India”.
“Quiero asegurar al pueblo de la India en nombre del gobierno que responderemos con determinación y resolución a las graves amenazas planteadas”, afirmó el ministro en su primera declaración.
La respuesta del presidente paquistaní no se hizo esperar. “Un incidente tan trágico debe traer oportunidades, en lugar de la derrota de una nación”, dijo Zardari en una entrevista.
Agencia AP
Islamabad. La India exigió ayer a Pakistán medidas contundentes contra quienes perpetraron la ola de ataques de la semana pasada en Mumbai, al mismo tiempo que la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, le exigió a Islamabad “transparencia y cooperación total” en la investigación.
El gobierno paquistaní respondió negando cualquier responsabilidad, y aseguró que se trató de “apátridas sin vínculo alguno con el gobierno”.
Así, el presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, se desvinculó del ataque a la capital financiera india después de que Nueva Delhi afirmara que al menos uno de los atacantes pertenecía a un grupo proscrito creado por los servicios de inteligencia del país vecino.
Mientras viajaba de Washington a Londres, Rice señaló a periodistas que Pakistán “debe seguir las evidencias hacia cualquier lugar que conduzcan”. La máxima diplomática estadounidense decidió acortar su gira europea esta semana y visitar Nueva Delhi, para ofrecer su respaldo al gobierno.
En los ataques de la semana pasada en Mumbai murieron por lo menos 172 personas, entre ellas seis estadounidenses. Centenares fueron heridas.
El ataque terrorista, que se prolongó durante casi cuatro días, habría sido perpetrado por apenas 10 milicianos, y expuso la debilidad de los servicios de seguridad de la India, por lo que el ministro de Interior del país debió renunciar.
Ayer, en un mensaje medido pero contundente, el nuevo titular de Interior, P. Chidambaram, calificó el asalto terrorista como “una amenaza a la idea misma de India”.
“Quiero asegurar al pueblo de la India en nombre del gobierno que responderemos con determinación y resolución a las graves amenazas planteadas”, afirmó el ministro en su primera declaración.
La respuesta del presidente paquistaní no se hizo esperar. “Un incidente tan trágico debe traer oportunidades, en lugar de la derrota de una nación”, dijo Zardari en una entrevista.