Conferencias, entrevistas y programas de Nicolás Kasanzew.-

Gallardía sin par. Estando encima del buque de guerra, y descerrajándole sus bombas, los pilotos saludan a los enemigos que los miran azorados desde la cubierta. Esto no es la escena de una película de Hollywood. Es uno de los testimonios del presente video británico que rastreó, produjo, editó, tradujo y subtituló mi hijo homónimo.

Emociona...
 
¡Feliz 25 de mayo! ¡Viva la Patria!
Excelentes ambos videos, deberían pasarlos en las escuelas. Entre otras consideraciones el primero muestra la increíble forma de acercarse, bajo y a los bandazos (uno imagina erróneamente que viene bajo y recto, apuntando toda la corrida final de tiro) El segundo nos muestra además por qué hoy la FAA y la AN no tienen cazas. El eno. no piensa estar otra vez en esa situación tan delicada.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
La segunda hazaña del 25 de Mayo.
La primera, obviamente, fue la decisión de dejar de ser colonia de España. La segunda, 172 años después, fue asestarle a los colonialistas de Gran Bretaña una derrota homérica.
Ese día la Aviación Argentina atacó y hundió el destructor «HMS Conventry» y al buque portacontenedores «Atlantic Conveyor». Y dejó fuera de combate a la fragata Broadsword.
El ataque fue una verdadera hazaña, ya que con sólo dos pares de aviones obsoletos que no tenían protección antimisiles, nuestros Halcones lograron dejar fuera de combate a los elementos más letales con que contaban las fuerzas enemigas…
Por eso, doblemente, ¡Feliz Dia de la Patria!

 
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Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Su voz de mando era: “Todos adelante, pero detrás de mi!” Cuando recibe la ráfaga y cae, Giachino pronuncia el nombre de su amada: «¡Me dieron, Cristina!” Gravemente herido, soportando el dolor atroz, el capitán blande una granada de mano, le saca la chaveta e intima al gobernador Rex Hunt a rendirse. Mike Norton, jefe de los ingleses parapetados, le ofrece curarlo, aliviarlo y probablemente salvarle la vida, a cambio de que se entregue, pero Giachino se niega. La historia tiene paralelismos. También el general Güemes rechazó, en su agonía, dos comisiones realistas ofreciendo atención médica, títulos y honores, a cambio de su retiro.
Ernesto Urbina, el cabo enfermero que se había lanzado a auxiliarlo y también cayó herido, había conocido a Giachino el año anterior, en el curso de buzos tácticos: "Un militar con todas las letras y un gran tipo. Hacía valer su peso de persona, no de grado. De gran fuerza, tanto física, como de voluntad. Y tenía una voz de mando inapelable".
–Alguien lo definió como un auténtico caballero cristiano.
–Sí, porque hacía valer la verdad. No le interesaba que el otro fuera de más grado, para cantarle las cuarenta.
Delicia Giachino, su madre, me contó que siendo un joven teniente, él se opuso a la metodología de la guerra sucia. Sostenía que los terroristas debían ser juzgados.
Desangrándose, Pedro Giachino se mantiene amenazante hasta alcanzar su objetivo: el gobernador británico se rinde. Entonces el contralmirante Carlos Busser, le pide al capitán Tito Monnereau que atienda a su gran amigo y camarada. Giachino había caído herido antes de las seis y treinta y ya eran las nueve pasadas. Monnereau le grita: "Soy Tito, Pedro" y este le responde con voz clara y fuerte: "Tito, por fin llegaste. ¿Se rindió el?"... Monnereau se acerca, se pone de rodillas, lo cubre con su parca y una manta. Recién ahí Giachino entrega la granada y le pide a su amigo que cuide a su esposa Cristina y sus hijas.
El capitán es cargado a un vehículo, pero con suma dificultad: se trataba de un hombre corpulento y la parte trasera de la camioneta era estrecha. El vencido mayor Norton ayuda a ubicar al herido, ganándose con ese gesto el aprecio y respeto de los combatientes argentinos. Giachino es llevado al hospital, donde casi inmediatamente exhala su último aliento.
Varios de sus hombres lloran desconsoladamente alrededor de su cuerpo.
Mañana cumpliría años. A la canción que le hicimos con Carlos Longoni, mi hijo homónimo le puso videos del film de la BBC de 1992 “An ungentlemanly act”. Incorrecto y paradojico título, por cuanto el comando anfibio Pedro Giachino fue justamente un gentilhombre.

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Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
El fin de dos mentiras.1. Nos decían que mandamos chicos a la guerra, en tanto que los ingleses eran todos mayores. 2. Nos decían que mandamos soldados inexpertos a la guerra, en tanto que los ingleses eran todos expertos.
Pues con este video que reproduce testimonios de jefes militares ingleses, producido, editado y traducido por mi hijo homónimo, se caen ambos embustes.
1. La edad promedio de los soldados británicos rasos era de 18 años.
2. El 99% de los soldados británicos rasos no tenía ninguna experiencia de combate.
Lo dicen los propios ingleses.
La edad promedio de los conscriptos argentinos era de 18 y medio.

 
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Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Nunca había usado el estudio de ATC Canal 7 en Malvinas, montado por el técnico Eduardo Oderigo. Mi trabajo estaba destinado a los espectadores del continente. Pero ese día 30 de mayo, en que nuestros pilotos alcanzaron al portaaviones Invencible, la tentación era muy grande, como para dejarla pasar. Y di la noticia en castellano e inglés. Lo hice para aquellos - muy pocos - militares nuestros que podían verlo en Puerto Argentino, pero sobre todo para los kelpers, que solían regocijarse con cada baja argentina.
Algunos ejércitos, cuando un ataque alcanza su blanco, recurren a ocultar las bajas mortales y la magnitud de la destrucción provocada. El británico es uno de ellos...

 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
El 15 de mayo de 1982 comandos británicos atacaron la guarnición argentina en la isla Borbón con la intención de destruir los aviones allí estacionados. Los hombres del SAS bajaron de sus helicópteros y colocaron cargas explosivas debajo de los Pucará. Si bien dejaron fuera de combate a la mayoría de las aeronaves, actuaron bastante intranquilos, debido al nutrido fuego con que fueron recibidos por los conscriptos.
La pista había sido minada, y al estar retirándose los atacantes, el soldado Alejandro Zolezzi la hizo volar. Al menos un comando fue mutilado en esa explosión: en la pista Zolezzi encontró un borceguí inglés con el pie de su dueño adentro.
A diferencia de la abrumadora mayoría de los soldados conscriptos, trás la rendición a Zolezzi lo dejaron prisionero un mes más en el frigorífico de la Bahía Ajax, junto con los oficiales. Allí, donde se pasó bastante hambre, se las ingeniaba para conseguir alimentos extras, que compartía generosamente.
Este aguerrido conscripto, aún prisionero, no se daba por vencido. Estando a bordo del buque británico St. Edmund se apoderó de la metralleta de un guardia y se proponía encabezar un golpe de mano a bordo. Sus camaradas quedaron congelados ante lo que se quería hacer. Y al ver que no lo acompañarían, desistió de su propósito.

 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Inglaterra provocó la guerra.
Demetrio, mi amigo de la infancia, hoy miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, es un escéptico por naturaleza, como corresponde a todo ciéntifico que se precie. A él no lo convencía mi explicación sobre las causas de la Guerra de Malvinas. Y entonces, Demetrio decidió preguntarle a su amigo británico, otro hombre de ciencia:
“Hola Robin, tengo un amigo que fue el unico corresponsal de guerra en el lugar durante la guerra de Malvinas. Escribió libros y da charlas hasta el dia de hoy. Ayer compartí un almuerzo con él. Su teoría es que los Brits provocaron que la Argentina tomara las islas, principalmente para justificar el establecimiento allí de una gran base militar (baste tirar un par de bombas en el Canal de Panama y la única ruta Pacífico-Atlántico sería el Pasaje de Drake, que se puede tener bien controlado desde las islas), y explotar las supuestas reservas de petróleo de los alredeores. El hecho de que la Thatcher necesitaba en aquel tiempo un espaldarazo, tambien pudo haber jugado un rol. Yo estoy en desacuerdo. Desde mi punto de vista, fue la estupidez, ignorancia y ambición de los generales argentinos, lo que nos involucró en ello. Por otra parte, tantos años con Gran Bretaña manteniendo allí miles de hombres armados, aviones de combate, buques de guerra, etcetera. ¿Para qué? Si las posibilidades de la Argentina (o de cualquier otro país) de tomar las islas de nuevo son ahora equivalentes a cero. Explicame esto con tu agudo sentido britanico del humor”.
Y Robin le responde a Demetrio:
“En realidad, tu amigo no carece de razón. He escuchado sobre esa teoría conspirativa antes y pienso que puede ser verdadera. La Thatcher ordenó una evaluación de cuanto tomaría convertir buques mercantes, meses antes de la invasión argentina. Después de hecha esa evaluacion, fueron preparados buques para ser rápida y fácilmente adaptados en vista a futuros roles militares. Tengo esa informacion de fuente autorizada. Y hay muchas razones por las cuales el Reino Unido tiene una presencia robusta en las islas: Controlar un importante cuello de botella, desalentar cualquier futura invasión argentina, tener un buen lugar de entrenamiento para las fuerzas armadas británicas, proteger las reservas de petróleo y gas, la industria pesquera y la conservación de la vida silvestre».
Demetrio me comenta: «Excepto lo de la "wildlife preservation" (para lo cual los Falklanders no hacen un pomo, más bien al revés, se llenan los bolsillos con la guita de los permisos de pesca), lo demás suena creible. En fin, probablemente haya una combinación de causas, pero con % de importancia diferentes”.
Le pregunté a Demetrio cual era el perfil político de su amigo, y me contestó: “Es oceanógrafo, conservador, admirador recalcitrante de la corona y la Thatcher, e hipernacionalista británico (contentísimo con el Brexit)”.
Más claro, imposible.
 

Julian5000

Colaborador
El 15 de mayo de 1982 comandos británicos atacaron la guarnición argentina en la isla Borbón con la intención de destruir los aviones allí estacionados. Los hombres del SAS bajaron de sus helicópteros y colocaron cargas explosivas debajo de los Pucará. Si bien dejaron fuera de combate a la mayoría de las aeronaves, actuaron bastante intranquilos, debido al nutrido fuego con que fueron recibidos por los conscriptos.
La pista había sido minada, y al estar retirándose los atacantes, el soldado Alejandro Zolezzi la hizo volar. Al menos un comando fue mutilado en esa explosión: en la pista Zolezzi encontró un borceguí inglés con el pie de su dueño adentro.
A diferencia de la abrumadora mayoría de los soldados conscriptos, trás la rendición a Zolezzi lo dejaron prisionero un mes más en el frigorífico de la Bahía Ajax, junto con los oficiales. Allí, donde se pasó bastante hambre, se las ingeniaba para conseguir alimentos extras, que compartía generosamente.
Este aguerrido conscripto, aún prisionero, no se daba por vencido. Estando a bordo del buque británico St. Edmund se apoderó de la metralleta de un guardia y se proponía encabezar un golpe de mano a bordo. Sus camaradas quedaron congelados ante lo que se quería hacer. Y al ver que no lo acompañarían, desistió de su propósito.


Estuve hablando con un VGM que estuvo en el St Edmund y no se enteró de ningún episodio como ese. El único momento en el que no estuvo en el barco fué cuando desembarco a buscar provisiones en Pto. Argentino. Si hubiera pasado algo así se habría enterado y me comenta que fué todo muy relajado en el buque.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Es que esto no paso a la vista de todos. Zolezzi estaba con un grupito de otros soldados limpiando camarotes. Y al ver que el guardia se había quedado dormido le quitó la metralleta. Al advertir que los otros soldados no lo acompañarían, devolvió el arma a su lugar.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Una injusticia que clama al cielo.
Les voy a contar algo del cameraman Pablo Marcos Carballo, mi colega de la TV… Pocos saben que en su juventud y durante dos años, el Capitán Cruz hizo ese trabajo – y tambien brevemente el de director de programa - en el canal 3 de Bariloche, que después pasó a llamarse canal 6. Pero esto es anecdótico.
Lo fundamental, - y afrentoso, - es que a este Halcón le han negado desde siempre la pensión provincial que perciben los veteranos de guerra. Hay personas que nunca escucharon un tiro, que estuvieron a centenares de kilómetros de la guerra, que nunca vieron a un inglés, y la perciben. Y sin embargo Carballo, que participó del hundimiento de varios buques británicos, que tiene en su haber 20 horas de combate real, que volvía de las misiones con su avión hecho un colador por el fuego de la Royal Navy, que es uno de los tres oficiales de la Fuerza Aérea condecorado con la Cruz al Heroico Valor en Combate, no.
Pablo Carballo nació en Capital, pero la reglamentación establecida durante la intendencia del ex integrante del partido comunista Anibal Ibarra discrimina a los cuadros. Unicamente tienen el beneficio conscriptos y civiles, como si los proyectiles enemigos solo hubieran estado destinados a ellos.
El piloto también estuvo mas de 10 años en Córdoba, su mujer es cordobesa, cuatro de sus hijos nacieron en esa provincia, pero una rídicula regla burocrática de la Docta establece que debía haber vivido allí 10 años consecutivos antes del conflicto. Y, como se sabe, ningún militar esta destinado en un mismo lugar por tanto tiempo.
Queda Rio Negro, donde el padre de nuestro héroe es reconocido por la enorme labor que desarrolló en defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Allí Carballo cursó la primaria en la escuela Domingo Faustino Sarmiento, y el secundario en el único colegio nacional, Angel Gallardo. Y aunque se ausentó para estudiar en el Liceo Militar General San Martín (integró la promoción 24, célebre porque todos sus integrantes fueron echados por una vuelta olímpica en que se les fue la mano), vivió en total 13 años en Bariloche. Inclusive estuvo a punto de salir una resolución por la cual se imponía su nombre a la carretera que conduce al aeropuerto, iniciativa que fue frenada por – digámoslo asi – exceso de prudencia de las autoridades locales de aquella época.
Afotunadamente, se abrió una esperanza. Le he planteado el tema al intendente de Viedma, Pedro Oscar Pesatti, quien resultó ser un patriota malvinero y, para mi gran alegría, con mucho entusiasmo se comprometió a empeñarse en enmendar este entuerto. Dios quiera que sea sin mayor dilación…
 

rodrigocarra

RED OBSERVADORES DEL AIRE
Eres tremendo pedriodista Nicolas.
Por una cuestión lógica tiendo a compararte con gente que dícese llamar periodista en mi país. Y la verdad mi mente no puede comprender tanta diferencia, siento vergüenza.
Eres un referente, no solo para periodistas.
Aún atrasado no puedo dejar de felicitarte en el día del Periodista.. enalteces esta profesión en sumo grado.
Un Abrazo
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Heroismo y desidia. En este nuevo trabajo de mi hijo homónimo, que tiene muchas imágenes nunca antes vistas en la Argentina, se puede apreciar como nuestros pilotos masacraron a la fuerza de desembarco británica el 8 de junio. Y cómo estaba servida en bandeja la oportunidad de arrojarlos de vuelta al mar.
Bahía Agradable se encuentra apenas a 20 kilómetros de Puerto Argentino. El comando Carlos Terrado, con quien hablé ese día, me contó que él había dado el alerta temprano. En ese momento conté los helicópteros que todavía nos quedaban: eran 12, entre ellos tres gigantescos Chinook. Sin embargo, el general Menéndez no movió un dedo para rematar a los invasores...

 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Un soldado argentino sale de atrás de una roca, dice "Hey, hombre", y nos descarga todo su cargador desde la cintura. Quien iba adelante mio cae muerto, y yo, herido...
Esta es una de las descripciones - en boca de un veterano británico - del coraje de nuestros conscriptos en el combate de Monte Longdon. Relatos que se pueden escuchar en estos videos, desconocidos en su inmensa mayoría en la Argentina, que ha rescatado, traducido y editado mi hijo homónimo.
El inmenso valor de este material radica, entre otras cosas, en que pone a nuestros soldados de Ejército a la altura de nuestros pilotos, en cuanto a arrojo y gallardía, algo que se les ha mezquinado a lo largo de muchos años.
Como dice mi hijo Nicolás Kasanzew Junior, el libro del brigadier Julian Thomson, en vez de "No Picnic", debió llamarse "It was a nightmare" ("Fue una pesadilla").

 
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