Un avión aeroaplicador lleva un "banderillero satelital", que es un dispositivo que funciona como un GPS, guiando al avión por la franja correcta, evitando, precisamente, pasar por sobre una zona ya fumigada. primero porque es peligroso y segundo porque es antieconómico. En general se fumiga en días sin viento para evitar la deriva del producto aplicado y suelen agregarse coadyuvantes a la mezcla, que la tornan más pesada, y de esa forma llegar rápidamente al suelo o al cultivo, según lo que se quiera tratar. Obviamente, los pilotos van adecuadamente protegidos con equipos de seguridad.