Según oficiales del departamento de defensa de EEUU, el número de bajas aéreas puede limitarse mediante la aplicación de múltiples tácticas tendientes a evitar los derribos aéreos. En términos generales esto es lo que recomienda el último informe del Pentágono publicado el pasado 5 de Febrero y conocido como Countering Air and Missile Threats, ( contramedidas aéreas ante los misiles).
El informe indica que los métodos tradicionales para enfrentar a los misiles antiaéreos son el lanzamiento de bengalas IR y chaff, pero también menciona que hay métodos menos ortodoxos tal como el cañoneo naval, el fuego de mortero o artillería de campaña para eliminar las zonas en donde se reporta la actividad de misiles antiaéreos. También indica que los vuelos nocturnos de deben incrementar para reducir la detección visual y por último alienta el uso de armas de energía dirigida (microondas) para que los operadores de los MANPADS abandonen la zona. El informe reconoce el crecimiento en Irak de los misiles antiaéreos, de cómo ha crecido su movilidad y letalidad.
La preocupación del Pentágono no es en vano a cuenta de lo sucedido en los últimos dos meses:
20 de Enero: un Blackhawk derribado. 12 muertos
23 de Enero: un Hughes OH-6 derribado. 5 muertos
25 de Enero: un Blackhawk seriamente dañado por armas ligeras.
28 de Enero: un Apache derribado. 2 muertos
31 de Enero: un Bell 412 privado seriamente dañado por armas ligeras
2 de Febrero: un Apache derribado. 2 muertos
2 de Febrero: un Apache dañado por armas ligeras.
7 de Febrero: un CH-46 derribado. 7 muertos
17 de Febrero: un CH-47 “accidentado” en Afganistán. 8 muertos
Imagen de los restos del CH-46 Sea Knight del USMC
Los principales analistas consideran que al margen de las tácticas mencionadas, mucho no puede hacerse a cuenta que los helicópteros siempre operan a muy baja altura y muy baja velocidad, lo que permite realizar ataques directos o emboscadas con misiles antiaéreos portátiles, lanzacohetes no guiados y artillería antiaérea ligera. Particularmente indican que el uso de los lanzacohetes se ha incrementado notoriamente, ya que por tratarse de un proyectil propulsado por un cohete y sin sistema de guiado es inmune a los señuelos que puede arrojar un helicóptero.
Otros analistas hablan directamente de duplicar o triplicar el blindaje de los helicópteros, y reforzar los sistemas esenciales de vuelo, mediante un refuerzo en cada uno de ellos, a fin de tener un sistema auxiliar o redundante que ante un daño concreto permita a la aeronave continuar volando. Simultáneamente se están desarrollando bengalas IR y señuelos chaff más eficaces, pero el punto esencial es el poco espacio de tiempo que tienen éstos sistemas para reaccionar ante la detección de un misil y poder librarse de él. La baja velocidad de los helicópteros es el talón de Aquiles de los mismos, ya que cualquier misil MANPADS alcanza rápidamente una velocidad mínima que en la mayoría de los casos cuatriplica la velocidad del helicóptero. Ello impide reaccionar a tiempo o permitirle al piloto realizar algún tipo de maniobra evasiva.
Los números hablan por si solos
En el 2005, en Irak los helicópteros volaron unas 240.000 horas. Desde el inicio de la operación Iraquí Freedom, fueron derribados 26 helicópteros y otros 30 se accidentaron por diversas causas. Para el 2007 se estima que los helicópteros volarán unas 400.000 horas. De seguir con éste ritmo de bajas, se estima que para finales de año, unos 40 helicópteros serán derribados como mínimo.
Los pilotos han probado algunas tácticas personales tal como volar a sólo 2 metros de altitud pero ello sólo ha provocado accidentes o el ataque a quemarropa por parte de insurgentes quienes normalmente se dejan sobrevolar y una vez que el helicóptero pasó por encima de ellos realizan disparos de ametralladoras o lanzacohetes.
Sobre la modalidad británica de llevar infantes en las semialas de los Apaches para dar una respuesta inmediata al fuego enemigo desde sectores “ciegos” para los tripulantes de los Apache, la cosa va en serio y aunque una imagen publicada hace pocos días fue inmediatamente descalificada por el MoD británico, aduciendo que se trataba de un rescate urgente; ésta práctica estaría siendo mucho más habitual que lo anunciado por la BBC o del MoD británico. Al menos en dos ocasiones, los infantes abrieron fuego de inmediato y lograron repeler a un par de ataques con ametralladoras ligeras sobre los Apaches.
El tema está instalado y es de suma gravedad. Los helos están cayendo como moscas. Son 36 los muertos y 9 aeronaves derribadas o dañadas en menos de un mes. Es cierto que en el caso de los Blackhawk no disponen de un sistema de alerta misil, sólo un RWR y un par de eyectores de bengalas; pero los Apache sí disponen de sofisticados equipos antimisil, sin embargo han demostrado y siguen demostrando ser totalmente inefectivos, especialmente frente a munición propulsada por cohetes tipo RPG, que aparte de Apaches, Blackhawk y MH-47 Chinook, también han derribado al menos un par Lynx AH.5 británicos.
Personalmente no creo que la solución sea aumentar el blindaje, sino buscar algún equipo que le permita a los pilotos tener una visión de 360 grados de la zona que sobrevuelan, con una cobertura esférica tal como tendrá el F-35 con el DAS (Distributed Aperture System). Un equipo así le dará tanto a los pilotos como a los sistemas defensivos como mínimo un par de segundos adicionales o le permitirán detectar cualquier actividad sospechosa. Lo ideal sería tener el control terrestre de la zona donde operen los hello’s pero ello no siempre es posible, y luego de varios años ni en Irak o Afganistán hay control terrestre. En tanto los hello’s, están cayendo como moscas y ponen en duda su supervivencia más que nunca.
El informe indica que los métodos tradicionales para enfrentar a los misiles antiaéreos son el lanzamiento de bengalas IR y chaff, pero también menciona que hay métodos menos ortodoxos tal como el cañoneo naval, el fuego de mortero o artillería de campaña para eliminar las zonas en donde se reporta la actividad de misiles antiaéreos. También indica que los vuelos nocturnos de deben incrementar para reducir la detección visual y por último alienta el uso de armas de energía dirigida (microondas) para que los operadores de los MANPADS abandonen la zona. El informe reconoce el crecimiento en Irak de los misiles antiaéreos, de cómo ha crecido su movilidad y letalidad.
La preocupación del Pentágono no es en vano a cuenta de lo sucedido en los últimos dos meses:
20 de Enero: un Blackhawk derribado. 12 muertos
23 de Enero: un Hughes OH-6 derribado. 5 muertos
25 de Enero: un Blackhawk seriamente dañado por armas ligeras.
28 de Enero: un Apache derribado. 2 muertos
31 de Enero: un Bell 412 privado seriamente dañado por armas ligeras
2 de Febrero: un Apache derribado. 2 muertos
2 de Febrero: un Apache dañado por armas ligeras.
7 de Febrero: un CH-46 derribado. 7 muertos
17 de Febrero: un CH-47 “accidentado” en Afganistán. 8 muertos
Imagen de los restos del CH-46 Sea Knight del USMC
Los principales analistas consideran que al margen de las tácticas mencionadas, mucho no puede hacerse a cuenta que los helicópteros siempre operan a muy baja altura y muy baja velocidad, lo que permite realizar ataques directos o emboscadas con misiles antiaéreos portátiles, lanzacohetes no guiados y artillería antiaérea ligera. Particularmente indican que el uso de los lanzacohetes se ha incrementado notoriamente, ya que por tratarse de un proyectil propulsado por un cohete y sin sistema de guiado es inmune a los señuelos que puede arrojar un helicóptero.
Otros analistas hablan directamente de duplicar o triplicar el blindaje de los helicópteros, y reforzar los sistemas esenciales de vuelo, mediante un refuerzo en cada uno de ellos, a fin de tener un sistema auxiliar o redundante que ante un daño concreto permita a la aeronave continuar volando. Simultáneamente se están desarrollando bengalas IR y señuelos chaff más eficaces, pero el punto esencial es el poco espacio de tiempo que tienen éstos sistemas para reaccionar ante la detección de un misil y poder librarse de él. La baja velocidad de los helicópteros es el talón de Aquiles de los mismos, ya que cualquier misil MANPADS alcanza rápidamente una velocidad mínima que en la mayoría de los casos cuatriplica la velocidad del helicóptero. Ello impide reaccionar a tiempo o permitirle al piloto realizar algún tipo de maniobra evasiva.
Los números hablan por si solos
En el 2005, en Irak los helicópteros volaron unas 240.000 horas. Desde el inicio de la operación Iraquí Freedom, fueron derribados 26 helicópteros y otros 30 se accidentaron por diversas causas. Para el 2007 se estima que los helicópteros volarán unas 400.000 horas. De seguir con éste ritmo de bajas, se estima que para finales de año, unos 40 helicópteros serán derribados como mínimo.
Los pilotos han probado algunas tácticas personales tal como volar a sólo 2 metros de altitud pero ello sólo ha provocado accidentes o el ataque a quemarropa por parte de insurgentes quienes normalmente se dejan sobrevolar y una vez que el helicóptero pasó por encima de ellos realizan disparos de ametralladoras o lanzacohetes.
Sobre la modalidad británica de llevar infantes en las semialas de los Apaches para dar una respuesta inmediata al fuego enemigo desde sectores “ciegos” para los tripulantes de los Apache, la cosa va en serio y aunque una imagen publicada hace pocos días fue inmediatamente descalificada por el MoD británico, aduciendo que se trataba de un rescate urgente; ésta práctica estaría siendo mucho más habitual que lo anunciado por la BBC o del MoD británico. Al menos en dos ocasiones, los infantes abrieron fuego de inmediato y lograron repeler a un par de ataques con ametralladoras ligeras sobre los Apaches.
El tema está instalado y es de suma gravedad. Los helos están cayendo como moscas. Son 36 los muertos y 9 aeronaves derribadas o dañadas en menos de un mes. Es cierto que en el caso de los Blackhawk no disponen de un sistema de alerta misil, sólo un RWR y un par de eyectores de bengalas; pero los Apache sí disponen de sofisticados equipos antimisil, sin embargo han demostrado y siguen demostrando ser totalmente inefectivos, especialmente frente a munición propulsada por cohetes tipo RPG, que aparte de Apaches, Blackhawk y MH-47 Chinook, también han derribado al menos un par Lynx AH.5 británicos.
Personalmente no creo que la solución sea aumentar el blindaje, sino buscar algún equipo que le permita a los pilotos tener una visión de 360 grados de la zona que sobrevuelan, con una cobertura esférica tal como tendrá el F-35 con el DAS (Distributed Aperture System). Un equipo así le dará tanto a los pilotos como a los sistemas defensivos como mínimo un par de segundos adicionales o le permitirán detectar cualquier actividad sospechosa. Lo ideal sería tener el control terrestre de la zona donde operen los hello’s pero ello no siempre es posible, y luego de varios años ni en Irak o Afganistán hay control terrestre. En tanto los hello’s, están cayendo como moscas y ponen en duda su supervivencia más que nunca.