En pocos dias más, el presidente de Brasil Lula da Silva convocará a una reunión para delinear el llamado “Plan de Reequipamiento de las fuerzas armadas” que prevé una inversión hasta el 2011 de unos 2.825 millones de dólares. Aunque las cifras exactas y los equipos involucrados aún revisten el carácter de “confidencial”, han trascendido algunos detalles de éste plan, el que prevé que en todas las adquisiciones tengan el mayor porcentaje posible de participación nacional a fin de incrementar las capacidades técnicas de Brasil y su industria de defensa mediante la transferencia de tecnología.
La Marina recibirá algo más de 760 millones de dólares que estarán destinados principalmente a la construcción del primer submarino nuclear para el 2013, en tanto el Ejército recibirá unos 1.000 millones de dólares destinados a la adquisición de carros de combate, blindados y unos 175.000 fusiles de 5,56 milímetros. La FAB (Fuerza Aérea Brasilera) percibirá algo más de 1.000 millones de dólares y que estarán centrados en el programa FX-2 y la compra de helicópteros de ataque.
En relación al FX-2, el Dassault Rafale es quizás el modelo con mayores chances y aunque la compra se hará por licitación aparentemente el Rafale es el modelo preferido por la FAB. Sin embargo hay algunos obstáculos para que la compra se concrete: Dassault deberá ceder ciertos derechos ante Embraer para ensamblar la aeronave en Brasil y equiparla con algunos componentes de desarrollo local o equipos producidos bajo licencia por empresas brasileras. La decisión si el Rafale llega o no a Brasil estará en manos de los directivos de Dassault, quienes deberán evaluar la posibilidad de transferir tecnología sensitiva a Brasil.
El interés del gobierno de darle una mayor participación a la industria nacional no sólo se centra en incrementar las capacidades propias sino también en una cuestión de costos: los productos de defensa producidos en Brasil tienen en promedio un 42% de costo menor que los adquiridos en el exterior. Una diferencia sustancial.
En relación a los helicópteros de ataque, hay mucha gente molesta en Brasil. La FAB se manifestó en contra del material ruso por los eternos inconvenientes de la logística, por ello comenzó a negociar con Eurocopter la producción local de los AS532 Cougar y AS565 Panther. Sin embargo el año pasado todo el plan quedó en la nada cuando el ministro de desarrollo Luiz Fernando Burlan y Vladimir Putin firmaron un acuerdo por el cual Rusia permitiría el ingreso de carne y pollos de Brasil a cambio de la compra de helicópteros militares. Las negociaciones iniciales hablaban de 12 Mi-35 y 28 transportes Mi-171, sin embargo todo indica que se ha cerrado un acuerdo valuado en U$M 180 por los doce Mi-35 y sin ninguna participación local en la producción de dichas aeronaves.
Si llegará o no el Rafale es una incógnita. Nada se habla del F-16 ni del Su-35, ya que sobre éste último hay muchas dudas si Rusia permitirá los niveles de transferencia tecnológica que Brasil exige, aparte el Su-35 aún no se produce en serie ni ha sido solicitado por alguna fuerza aérea, y la FAB debe definir su programa FX-2 en un tiempo muy corto, por ello busca una aeronave que al menos ya se encuentre en servicio. Dassault también es una incógnita ya que aparte de las licencias, el tema económico es más que importante, ya que por más tecnología brasilera que el Rafale pueda incorporar, los costos serán muy altos ya que difícilmente la FAB adquiera más de 24/30 unidades.
No hay dudas: "O mais grande" quiere volver a ocupar su lugar..

La Marina recibirá algo más de 760 millones de dólares que estarán destinados principalmente a la construcción del primer submarino nuclear para el 2013, en tanto el Ejército recibirá unos 1.000 millones de dólares destinados a la adquisición de carros de combate, blindados y unos 175.000 fusiles de 5,56 milímetros. La FAB (Fuerza Aérea Brasilera) percibirá algo más de 1.000 millones de dólares y que estarán centrados en el programa FX-2 y la compra de helicópteros de ataque.
En relación al FX-2, el Dassault Rafale es quizás el modelo con mayores chances y aunque la compra se hará por licitación aparentemente el Rafale es el modelo preferido por la FAB. Sin embargo hay algunos obstáculos para que la compra se concrete: Dassault deberá ceder ciertos derechos ante Embraer para ensamblar la aeronave en Brasil y equiparla con algunos componentes de desarrollo local o equipos producidos bajo licencia por empresas brasileras. La decisión si el Rafale llega o no a Brasil estará en manos de los directivos de Dassault, quienes deberán evaluar la posibilidad de transferir tecnología sensitiva a Brasil.
El interés del gobierno de darle una mayor participación a la industria nacional no sólo se centra en incrementar las capacidades propias sino también en una cuestión de costos: los productos de defensa producidos en Brasil tienen en promedio un 42% de costo menor que los adquiridos en el exterior. Una diferencia sustancial.
En relación a los helicópteros de ataque, hay mucha gente molesta en Brasil. La FAB se manifestó en contra del material ruso por los eternos inconvenientes de la logística, por ello comenzó a negociar con Eurocopter la producción local de los AS532 Cougar y AS565 Panther. Sin embargo el año pasado todo el plan quedó en la nada cuando el ministro de desarrollo Luiz Fernando Burlan y Vladimir Putin firmaron un acuerdo por el cual Rusia permitiría el ingreso de carne y pollos de Brasil a cambio de la compra de helicópteros militares. Las negociaciones iniciales hablaban de 12 Mi-35 y 28 transportes Mi-171, sin embargo todo indica que se ha cerrado un acuerdo valuado en U$M 180 por los doce Mi-35 y sin ninguna participación local en la producción de dichas aeronaves.
Si llegará o no el Rafale es una incógnita. Nada se habla del F-16 ni del Su-35, ya que sobre éste último hay muchas dudas si Rusia permitirá los niveles de transferencia tecnológica que Brasil exige, aparte el Su-35 aún no se produce en serie ni ha sido solicitado por alguna fuerza aérea, y la FAB debe definir su programa FX-2 en un tiempo muy corto, por ello busca una aeronave que al menos ya se encuentre en servicio. Dassault también es una incógnita ya que aparte de las licencias, el tema económico es más que importante, ya que por más tecnología brasilera que el Rafale pueda incorporar, los costos serán muy altos ya que difícilmente la FAB adquiera más de 24/30 unidades.
No hay dudas: "O mais grande" quiere volver a ocupar su lugar..


