Brunner
Forista Sancionado o Expulsado
Historiadores revisionistas paraguayos (y argentinos, entre ellos Garcia Mellid) inflan groseramente las cifras de bajas aliadas en Curupaity. En realidad fueron, 4045 en total, entre muertos heridos de los cuales 2095 argentinos y 1950 brasileros. Las bajas paraguayas: 92.
De esta batalla escribe un historiador:
" El asalto a Curupaity trae a la mente el ataque de la División de Pixcket en la batalla de Gettysburg. A la tropa se le asignó una misión imposible. La carga fue un error tremendo que no debia haber tenido lugar. El asalto procedió en cuatro columnas, comn unidades del II Corpo do Exercito brasilero a la izquierda, y tropas del I y II Cuerpos de Ejército argentinos a la derecha.
A las 0700 hrs del 22 de Septiembre de 1866, la flota se puso en posición. Tres acorazados dieron comienzo al bombardeo del reducto de Curupaity, mientras que el resto de la flota, fuera del alcance de la artilleria paraguaya bombardeó el sector de las fortificaciones emplazadas en tierra. El bombardeo no surtió efecto alguno y cesó a las 1200 hrs, cuando el Almirante
Tamandaré hizo una señal indicando que el bombardeo habia logrado su objetivo. Las dos columnas del centro avanzaron, tal cual establecía el plan de batalla. Hombro contra hombro , bayonetas relucientes listas, avanzaron bajo un tremendo fuego de artillería a través de pantanos y del río, cargados con sus mochilas, escaleras. Al llegar a la trinchera, el foro y el parapeto bloqueban su camino. La segunda columna fue detenida en una laguna por una linea de arboles abatidos, y giró hacia la izquierda bajo un brutal bombardeo. La infantería argentina procedió avanzando, de una manera fria, deliberada a un paso fijo, como en un desfile. La metralla y el fuego de fusileria continuaba. Los oficiales argentinos cavalgando con gran bravura y élan bajo la lluvia de plomo llegaron hasta la trinchera, alentado a la tropa a seguir. El Mayor Ayala del 12 de linea cayo herido. El Mayor Lucio V. Mansilla, segundo jefe del batallon se hizo cargo d ela unidad,pero fue herido tambien. Los coroneles Juan Bautista Charlone y Manuel Rosetti cayeron heridos de muerte. El cabo Gómez fue herido en una rodilla izquieda por un tiro de fusil, pero desobedeció la orden de retirarse. Otro balazo le impactó en la rodilla derecha, y como no podia permanecer parado continuó disparando en posición de "cuerpo a tierra".
El bombardeó redobló su volumen, Las granadas explotaban formando geysers de agua y barro, brazos, piernas y torsos volaban en todas direcciones. A las 1700 hrs Mitre ordenó cesar el asalto. El estupendo 6o. Batallón de Infanteria se retiró marchando hacia atrás para no darles la espalda al enemigo. El Mayor Julio A. Roca cabalgó hasta la trinchera para rescatar a un oficial herido a quien cargó sobre la grupa, marchando a su caballo lentamente, mientras granadas enemigas silbaban sobre su cabeza. (1)
Ponerse de pie señores! Hay derrotas que honran!
(1) Rauch, Georg v. Conflict in the Southern Cone (Praeger, New York, 1999) pag.93-95
De esta batalla escribe un historiador:
" El asalto a Curupaity trae a la mente el ataque de la División de Pixcket en la batalla de Gettysburg. A la tropa se le asignó una misión imposible. La carga fue un error tremendo que no debia haber tenido lugar. El asalto procedió en cuatro columnas, comn unidades del II Corpo do Exercito brasilero a la izquierda, y tropas del I y II Cuerpos de Ejército argentinos a la derecha.
A las 0700 hrs del 22 de Septiembre de 1866, la flota se puso en posición. Tres acorazados dieron comienzo al bombardeo del reducto de Curupaity, mientras que el resto de la flota, fuera del alcance de la artilleria paraguaya bombardeó el sector de las fortificaciones emplazadas en tierra. El bombardeo no surtió efecto alguno y cesó a las 1200 hrs, cuando el Almirante
Tamandaré hizo una señal indicando que el bombardeo habia logrado su objetivo. Las dos columnas del centro avanzaron, tal cual establecía el plan de batalla. Hombro contra hombro , bayonetas relucientes listas, avanzaron bajo un tremendo fuego de artillería a través de pantanos y del río, cargados con sus mochilas, escaleras. Al llegar a la trinchera, el foro y el parapeto bloqueban su camino. La segunda columna fue detenida en una laguna por una linea de arboles abatidos, y giró hacia la izquierda bajo un brutal bombardeo. La infantería argentina procedió avanzando, de una manera fria, deliberada a un paso fijo, como en un desfile. La metralla y el fuego de fusileria continuaba. Los oficiales argentinos cavalgando con gran bravura y élan bajo la lluvia de plomo llegaron hasta la trinchera, alentado a la tropa a seguir. El Mayor Ayala del 12 de linea cayo herido. El Mayor Lucio V. Mansilla, segundo jefe del batallon se hizo cargo d ela unidad,pero fue herido tambien. Los coroneles Juan Bautista Charlone y Manuel Rosetti cayeron heridos de muerte. El cabo Gómez fue herido en una rodilla izquieda por un tiro de fusil, pero desobedeció la orden de retirarse. Otro balazo le impactó en la rodilla derecha, y como no podia permanecer parado continuó disparando en posición de "cuerpo a tierra".
El bombardeó redobló su volumen, Las granadas explotaban formando geysers de agua y barro, brazos, piernas y torsos volaban en todas direcciones. A las 1700 hrs Mitre ordenó cesar el asalto. El estupendo 6o. Batallón de Infanteria se retiró marchando hacia atrás para no darles la espalda al enemigo. El Mayor Julio A. Roca cabalgó hasta la trinchera para rescatar a un oficial herido a quien cargó sobre la grupa, marchando a su caballo lentamente, mientras granadas enemigas silbaban sobre su cabeza. (1)
Ponerse de pie señores! Hay derrotas que honran!
(1) Rauch, Georg v. Conflict in the Southern Cone (Praeger, New York, 1999) pag.93-95
