Mientras el congreso estadounidense plantea una audiencia para la semana que viene con el fin de interrogar a diferentes agentes de la ATF por el operativo "Rapido y Furioso", el hallazgo de un arsenal de los Zetas en Guatemala apunta nuevamente a USA como proveedor de armamentos para los narcos mexicanos. Guatemala investiga si el arsenal encontrado forma parte del operativo de USA.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El destape de la operación Rápido y Furioso en la frontera entre USA y México, en la que organismos estadounidenses vendían armas a narcos mexicanos, tiene su pata también en Honduras y Guatemala.
Las investigaciones en Guatemala apuntan a un arsenal del cártel de Los Zetas hallado días atrás. Las armas, de origen estadounidense, formarían parte del operativo "Castaway".
El dato viene a sumarse a la catarata de informaciones que relacionan a USA con el tráfico de armas a Centroamérica y Colombia. El gobierno mexicano reiteró en numerosas oportunidades que el país de norte estaba permitiendo el ingreso de armas a su territorio, lo que poco a poco se vuelve plausible en vistas de los acontecimientos.
Esta es una parte del relato que hace el diario La Tribuna en Honduras:
"Las autoridades de Guatemala comenzaron a investigar si las armas decomisadas a “Zetas” son del operativo “Castaway”, que realiza USA en Honduras.
Los entes de investigación se quedaron sorprendidos por la cantidad de armas, ya que sus bodegas lucen repletas y según la codificación de la fábrica, muchas provienen de los Estados Unidos y a raíz de las últimas investigaciones en Honduras del operativo “Castaway”, muchas de ellas provienen de polvorines ilegales en el país “catracho”.
Entre el lote decomisado hay pistolas Glock semiautomáticas, pistolas semi-automáticas Fabrique Nationale Herstal 5.7x28mm (“pistolas FN”), y rifles AR-15 estilo de cañón corto, entre otras armas de fuego. Las pistolas FN, en particular, son las armas de preferencia para las organizaciones de narcotraficantes y grupos paramilitares.
Son armas fáciles de ocultar y capaces de disparar una ronda de municiones que pueden penetrar los chalecos antibalas. Las pistolas son denominadas por los miembros de cárteles en México, América del Sur, América Central y Puerto Rico como “matapolicías”. Las AR-15 de estilo rifle son muy populares entre los mismos grupos criminales.
Armas de fuego como las involucradas en esta investigación son a menudo objeto de contrabando a través de Honduras y otros países de Centro y Sudamérica, antes de ser usadas en crímenes violentos en México y otros países de la región. Varias de las víctimas de la trata de armas de fuego por los acusados en la Operación “Castaway” se han vinculado a crímenes violentos en todo el mundo.
También se han encontrado fusiles de asalto, granadas de mano, armas semiautomáticas, rifles de grueso calibre no convencionales como Barrett calibre .50 y AK-47, forman parte del armamento que ha sido confiscado a “Los Zetas” en sendos operativos.
En la frontera con Honduras se consiguen armas a bajo costo, lo cual ha propiciado un aumento considerable del tráfico por los puntos fronterizos.
También se reportó en un informe que una finca de El Florido, Copán (Honduras), está sirviendo como punta de lanza para traficar armas y explosivos de alto poder, pues de allí salió el armamento que se decomisó en Yoro y las granadas antiblindaje decomisadas en la carretera a Olancho.
ARMAS “GRINGAS”
Entre las armas está la Barret calibre 50, utilizadas por francotiradores y de alto poder destructivo.
Como se recordará, las unidades especializadas contra la narcoactividad y el “crimen organizado” de la Policía Nacional, lograron dar con el escondite de las armas, tras una percepción a un vehículo, en el que se conducían varios sujetos, que evadieron el “cerco” policial y se dieron a la fuga en una hacienda en Yoro.
De esa manera, lograron ingresar al inmueble donde también hay fusiles lanzagranadas; 13 fusiles AR15, de los cuales sólo uno tiene serie; siete cajas con munición calibre 7.62 milímetros, conteniendo mil cada una, para un total de siete mil.
Además de cinco cajas con balas calibre 3.08 milímetros de mil 60 cada una, sumando cinco mil 300; siete cajas con proyectiles calibre 5.56 milímetros con 810 unidades cada una, para un total de cinco mil 670 y tres sacos en cintas o ristras de proyectiles calibre 7.62 y 3.08, para fusil de francotirador, que se puede usar a una distancia de 400 a 500 metros".
Interrogarán a la ATF
El Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara baja del Congreso estadunidense realizará el martes 26 de julio una audiencia donde podrá interrogar en público a los agentes encargados de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) que participaron en la fallida operación Rápido y Furioso.
Los miembros del poderoso comité podrán también interrogar a agentes de ATF destacados en México y a quienes se prohibió informar del operativo a las autoridades mexicanas.
“Este testimonio es especialmente importante a la luz de los esfuerzos intencionales del Departamento de Justicia de retener evidencia clave de los investigadores acerca de lo ocurrido, que conocía y que autorizó esta operación temeraria”, dijo el diputado republicano Darrell Issa, presidente del Comité.
Bajo el título Rápido y Furioso: el otro lado de la frontera, la audiencia es presentada como “parte de la investigación en curso” en torno a una operación de ATF, que forma parte del Departamento de Justicia, que un comunicado del comité calificó como “un esfuerzo trágicamente erróneo que está conectado a muertes en ambos lados de de la frontera México-USA”.
Una audiencia previa de la Comisión, con el título “Rápido y Furioso: decisiones imprudentes, resultados trágicos”, tuvo como protagonistas a agentes del ATF que testificaron que recibieron la orden de dejar “caminar” armas destinadas a los cárteles de la droga mexicanos así como el testimonio de la familia de Brian Terry, un agente de la Patrulla Fronteriza cuyo asesinato está vinculado con armas que se permitió pasar.
El martes próximo habrá testimonio de agentes de ATF en México que fueron testigos de un lado diferente de la operación controvertida. Estos funcionarios vieron el flujo constante de armas derivado de la operación, la recuperación de varias de ellas en escenas de crimen en México, pero bajo órdenes superiores de no alertar a las autoridades mexicanas.
Siempre de acuerdo con un comunicado del comité, los legisladores tendrán “su primera oportunidad de cuestionar los supervisores del ATF que han defendido la operación Rápido y Furioso y las decisiones del Departamento de Justicia”.
Issa y el senador republicano Charles Grassley realizan una investigación propia del operativo Rápido y Furioso, al margen de la que desarrolla el Departamento de Justicia, que afirman no les merece confianza alguna.
“El director interino de la ATF (Kenneth Melson) ha dicho a los investigadores del Congreso que el Departamento de Justicia trata de culparlo del caso de Rápido y Furioso para alejarlos de sus funcionarios políticos”, dijo Issa.
“Los relatos de los testigos que no participaron en la Operación, pero fueron afectados por su desarrollo, es fundamental para comprender el alcance de ese deficiente programa”, concluyó.
La lista de testigos anunciados es: Carlos Canino, agregado de ATF en funciones en México; Darren Gil, ex agregado de ATF en México; José Muro, agente especial superior de ATF en, Tijuana; Lorren Leadmon, especialista en Operaciones de Inteligencia de ATF; William Newell, ex agente especial de ATF a cargo de la división de Phoenix y William McMahon, director adjunto de ATF de Operaciones en el oeste de USA, incluso Phoenix y México.
urgente 24
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El destape de la operación Rápido y Furioso en la frontera entre USA y México, en la que organismos estadounidenses vendían armas a narcos mexicanos, tiene su pata también en Honduras y Guatemala.
Las investigaciones en Guatemala apuntan a un arsenal del cártel de Los Zetas hallado días atrás. Las armas, de origen estadounidense, formarían parte del operativo "Castaway".
El dato viene a sumarse a la catarata de informaciones que relacionan a USA con el tráfico de armas a Centroamérica y Colombia. El gobierno mexicano reiteró en numerosas oportunidades que el país de norte estaba permitiendo el ingreso de armas a su territorio, lo que poco a poco se vuelve plausible en vistas de los acontecimientos.
Esta es una parte del relato que hace el diario La Tribuna en Honduras:
"Las autoridades de Guatemala comenzaron a investigar si las armas decomisadas a “Zetas” son del operativo “Castaway”, que realiza USA en Honduras.
Los entes de investigación se quedaron sorprendidos por la cantidad de armas, ya que sus bodegas lucen repletas y según la codificación de la fábrica, muchas provienen de los Estados Unidos y a raíz de las últimas investigaciones en Honduras del operativo “Castaway”, muchas de ellas provienen de polvorines ilegales en el país “catracho”.
Entre el lote decomisado hay pistolas Glock semiautomáticas, pistolas semi-automáticas Fabrique Nationale Herstal 5.7x28mm (“pistolas FN”), y rifles AR-15 estilo de cañón corto, entre otras armas de fuego. Las pistolas FN, en particular, son las armas de preferencia para las organizaciones de narcotraficantes y grupos paramilitares.
Son armas fáciles de ocultar y capaces de disparar una ronda de municiones que pueden penetrar los chalecos antibalas. Las pistolas son denominadas por los miembros de cárteles en México, América del Sur, América Central y Puerto Rico como “matapolicías”. Las AR-15 de estilo rifle son muy populares entre los mismos grupos criminales.
Armas de fuego como las involucradas en esta investigación son a menudo objeto de contrabando a través de Honduras y otros países de Centro y Sudamérica, antes de ser usadas en crímenes violentos en México y otros países de la región. Varias de las víctimas de la trata de armas de fuego por los acusados en la Operación “Castaway” se han vinculado a crímenes violentos en todo el mundo.
También se han encontrado fusiles de asalto, granadas de mano, armas semiautomáticas, rifles de grueso calibre no convencionales como Barrett calibre .50 y AK-47, forman parte del armamento que ha sido confiscado a “Los Zetas” en sendos operativos.
En la frontera con Honduras se consiguen armas a bajo costo, lo cual ha propiciado un aumento considerable del tráfico por los puntos fronterizos.
También se reportó en un informe que una finca de El Florido, Copán (Honduras), está sirviendo como punta de lanza para traficar armas y explosivos de alto poder, pues de allí salió el armamento que se decomisó en Yoro y las granadas antiblindaje decomisadas en la carretera a Olancho.
ARMAS “GRINGAS”
Entre las armas está la Barret calibre 50, utilizadas por francotiradores y de alto poder destructivo.
Como se recordará, las unidades especializadas contra la narcoactividad y el “crimen organizado” de la Policía Nacional, lograron dar con el escondite de las armas, tras una percepción a un vehículo, en el que se conducían varios sujetos, que evadieron el “cerco” policial y se dieron a la fuga en una hacienda en Yoro.
De esa manera, lograron ingresar al inmueble donde también hay fusiles lanzagranadas; 13 fusiles AR15, de los cuales sólo uno tiene serie; siete cajas con munición calibre 7.62 milímetros, conteniendo mil cada una, para un total de siete mil.
Además de cinco cajas con balas calibre 3.08 milímetros de mil 60 cada una, sumando cinco mil 300; siete cajas con proyectiles calibre 5.56 milímetros con 810 unidades cada una, para un total de cinco mil 670 y tres sacos en cintas o ristras de proyectiles calibre 7.62 y 3.08, para fusil de francotirador, que se puede usar a una distancia de 400 a 500 metros".
Interrogarán a la ATF
El Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara baja del Congreso estadunidense realizará el martes 26 de julio una audiencia donde podrá interrogar en público a los agentes encargados de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) que participaron en la fallida operación Rápido y Furioso.
Los miembros del poderoso comité podrán también interrogar a agentes de ATF destacados en México y a quienes se prohibió informar del operativo a las autoridades mexicanas.
“Este testimonio es especialmente importante a la luz de los esfuerzos intencionales del Departamento de Justicia de retener evidencia clave de los investigadores acerca de lo ocurrido, que conocía y que autorizó esta operación temeraria”, dijo el diputado republicano Darrell Issa, presidente del Comité.
Bajo el título Rápido y Furioso: el otro lado de la frontera, la audiencia es presentada como “parte de la investigación en curso” en torno a una operación de ATF, que forma parte del Departamento de Justicia, que un comunicado del comité calificó como “un esfuerzo trágicamente erróneo que está conectado a muertes en ambos lados de de la frontera México-USA”.
Una audiencia previa de la Comisión, con el título “Rápido y Furioso: decisiones imprudentes, resultados trágicos”, tuvo como protagonistas a agentes del ATF que testificaron que recibieron la orden de dejar “caminar” armas destinadas a los cárteles de la droga mexicanos así como el testimonio de la familia de Brian Terry, un agente de la Patrulla Fronteriza cuyo asesinato está vinculado con armas que se permitió pasar.
El martes próximo habrá testimonio de agentes de ATF en México que fueron testigos de un lado diferente de la operación controvertida. Estos funcionarios vieron el flujo constante de armas derivado de la operación, la recuperación de varias de ellas en escenas de crimen en México, pero bajo órdenes superiores de no alertar a las autoridades mexicanas.
Siempre de acuerdo con un comunicado del comité, los legisladores tendrán “su primera oportunidad de cuestionar los supervisores del ATF que han defendido la operación Rápido y Furioso y las decisiones del Departamento de Justicia”.
Issa y el senador republicano Charles Grassley realizan una investigación propia del operativo Rápido y Furioso, al margen de la que desarrolla el Departamento de Justicia, que afirman no les merece confianza alguna.
“El director interino de la ATF (Kenneth Melson) ha dicho a los investigadores del Congreso que el Departamento de Justicia trata de culparlo del caso de Rápido y Furioso para alejarlos de sus funcionarios políticos”, dijo Issa.
“Los relatos de los testigos que no participaron en la Operación, pero fueron afectados por su desarrollo, es fundamental para comprender el alcance de ese deficiente programa”, concluyó.
La lista de testigos anunciados es: Carlos Canino, agregado de ATF en funciones en México; Darren Gil, ex agregado de ATF en México; José Muro, agente especial superior de ATF en, Tijuana; Lorren Leadmon, especialista en Operaciones de Inteligencia de ATF; William Newell, ex agente especial de ATF a cargo de la división de Phoenix y William McMahon, director adjunto de ATF de Operaciones en el oeste de USA, incluso Phoenix y México.
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