Aparecen motores de F-5 en Uruguay

Parece que si :


... Y Monsieur, el traficante de armas, cayó en la trampa
Marco Appel
BRUSELAS, 9 de octubre (apro).- El 14 de marzo pasado, el traficante belga de armas, Jacques Monsieur, se reunió en París con un agente de la Agencia de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos que se hacía pasar por un abastecedor ilegal de armamento.
En esa reunión, Monsieur le dijo al agente encubierto que le interesaba adquirir en Estados Unidos motores GE J85-21 y otros componentes del jet de combate F-5, fabricados por la empresa Northrop Grumman Corporation, así como motores de aeronaves C-130 utilizadas para el transporte militar. Su destino: Irán.
En 1995 Washington le impuso a Irán un embargo de armas, por lo que el gobierno de Teherán está enfrentando una carencia de refacciones para los F-5 que le vendió Estados Unidos antes de la revolución de 1979.
Así, el 29 de abril pasado Monsieur se comunicó por correo electrónico con el agente para asegurarle que había recibido del gobierno iraní la orden de comprar los motores. Acordaron que el agente se encargaría de tramitar su exportación de Estados Unidos a un destino final falso: Colombia.
Desde ahí, Monsieur transportaría ilegalmente los motores hasta Irán, con el apoyo de Dara Fatouhi, un ciudadano iraní residente en Francia, a quien los servicios de inteligencia estadunidenses acusan de trabajar para su país como abastecedor de armamento.
El 22 de mayo, en una reunión en un hotel londinense con el agente encubierto, el propio Monsieur presentó a Fatouhi como su "asociado". Esa ocasión estudiaron los mecanismos para poder transportar dos motores y otros componentes, de Estados Unidos a Irán, a través de Colombia.
El 29 de junio, el agente secreto recibió un correo electrónico de Monsieur con una orden de compra de los motores y otros componentes, emitida por una "empresa fachada", la cual indicaba que éstos debían ser entregados a la organización Trast Aero Space, con base en la localidad de
Bishkek, en la exrepública soviética de Kirguistán. Monsieur le pidió al agente que enviara ilegalmente los motores a los Emiratos Árabes Unidos, para llevarlos, desde ahí, a Irán.
El 16 de julio, Monsieur y Fatouhi depositaron al agente 110 mil dólares en un banco del poblado de Mobile, Alabama. El dinero, destinado a la compra de las partes de F-5, fue transferido de unainstitución financiera de los Emiratos Árabes Unidos. Ese mismo día, el traficante belga llamó por
teléfono al agente para avisarle que le depositaría otros 300 mil dólares para la adquisición de los dos motores J85-21.
Sin embargo, el 7 de agosto Fatouhi mandó un correo electrónico a Monsieur y al agente para anunciarles que su cliente quería cancelar la operación debido al retraso del envío. Monsieur telefoneó poco después al agente y le dijo que no se preocupara: el transporte de las piezas de los F-5 sería por vía aérea, lo que arreglaba el problema con el cliente.
El 17 de agosto, Monsieur solicitó al agente información sobre su contacto en Colombia encargado de triangular el material militar a los Emiratos Árabes Unidos, además de pedirle copias de sus boletos de avión y la factura de compra de éstos. También le avisó que un "inspector" lo estaría
esperando con un pasaporte falso y, una vez que esa persona verificara los componentes en cuestión, depositaría a la cuenta bancaria del agente el pago.
El 18 de agosto, Monsieur informó telefónicamente al agente que depositaría los pagos relativos al transporte de los motores y las piezas a la cuenta bancaria del "transportista" en Colombia.
Así narra el acta de acusación del estado de Alabama contra Monsieur la forma en que ese famoso traficante de armas cayó en la trampa que le tendió la justicia estadunidense. Finalmente, Monsieur, de 56 años, fue arrestado el 28 de agosto en el aeropuerto de Nueva York, mientras esperaba su
vuelo a Francia, donde radicaba.
Sobre Monsieur pesan seis cargos relativos a la violación del acta estadunidense sobre control de armas, contrabando, lavado de dinero y conspiración, cuyas penas superan los 20 años de prisión.
Protección francesa
Jacques Monsieur nació el 31 de marzo de 1953 en el seno de una familia rica de Bruselas. De padre notario, abandonó los estudios de derecho para enrolarse, en 1978, en el batallón "Cazadores", una unidad de inteligencia belga.
Apodado El Mariscal, Monsieur se implicó en el tráfico de armas desde los años 80, señaló el periodista belga Alain Lallemand, en un largo reportaje publicado el 15 de noviembre de 2002, el cual se ha convertido en una referencia para conocer al personaje.
Lallemand indica que Monsieur participó en el escándalo Irán-Contras, que estalló en noviembre de 1986, cuando se supo que funcionarios del gobierno de Ronald Reagan permitieron la venta de armas a Irán, sometido a un embargo, para financiar la contrainsurgencia en Nicaragua.
Sin embargo –explica Lallemand--, las primeras informaciones sólidas sobre sus negocios ilícitos provinieron de la policía federal belga, que en 1986 encontró un maletín propiedad Monsieur.
Los documentos que guardaba en el maletín revelaron que Monsieur estaba en contacto con el servicio de inteligencia de Israel, el Mossad, así como el de Irán, y que había estado intentando exportar, sin licencia, lanzadores de granadas modelo Armbrust, un arma ligera antitanques de fabricación alemana. Monsieur obtuvo falsos certificados de "destino final" de varios países, principalmente de la antigua Zaire.
Las investigaciones sobre este caso no llegaron a ninguna parte, ya que bajo la ley belga ese tipo de lanzadores son consideradas "armas de cacería" y no de guerra, aunque las autoridades europeas comenzaron a seguir las actividades de Monsieur desde entonces.
El periodista belga afirma que "Francia aparece como el protector de Monsieur, que implantó sus operaciones en ese país en 1993. Hasta 1999 que Francia lo acusó de tráfico de armas, él vivió abiertamente en ese país. El procedimiento judicial confirmó sus conexiones con la Dirección de la
Seguridad del Territorio (DST) y los ejecutivos de la petrolera Elf-Aquitaine".
En septiembre de 2000, continúa Lallemand, "Monsieur declaró a un juez francés que en 1991 fue contactado en Bruselas por la Agencia Central de Inteligencia estadunidense (CIA), y que con la bendición de la DST, envió decenas de millones de dólares en armas a Croacia. Entre 1991 y 1995,
Monsieur encontró sus mejores mercados en Croacia y Bosnia, pese a que ambos países estaban bajo embargo de armas Naciones Unidas".
Sus relaciones con Elf-Aquitaine comenzaron a principios de los 90. En 1991, Monsieur, a nombre de un coronel de Angola, escribió una carta a un fabricante de armas polaco. El contenido de tal carta, descubierta por la policía belga, "constato que Monsieur organizaba el transporte de tanques,
helicópteros de transporte de tropas y de ataque, y rifles de asalto hacia Angola".
Monsieur aseguró a su intermediario polaco que tal arsenal "será financiado con presupuesto o préstamo/crédito", y mencionó que tenía la autorización financiera de Elf-Aquitaine: "Ellos mismosme lo han confirmado", escribió.
Contacto en Irán
Uno de los principales clientes de Monsieur, además de varios gobiernos africanos, ha sido Irán, país que ha abastecido durante los últimos 20 años de armamento de origen estadunidense, incluido materiales nucleares de otros países.
No sólo eso: el 22 de agosto de 1996, expone Lallemand, Monsieur "sugirió al gobierno de Teherán que exportara armas al pequeño estado centro-africano de Burundi, vecino de Ruanda, en violación al embargo de armas de la ONU".
En un documento que obtuvo la policía belga, Monsieur preguntaba a los iraníes los precios de morteros, rifles de asalto, municiones y artillería ligera para las tropas de Burundi. Detalló que podíaentregar el arsenal por vía aérea con un avión Ilyushin 76 y, para tranquilizarlos, aseguraba que podía utilizar documentación falsificada para ocultar el origen de las armas.
El arresto de Monsieur en Irán, el 19 de noviembre de 2000, acusado de espionaje, fue una acción que al principio parecía montada para evitar su comparecencia ante un juzgado francés, programada para esas fechas. Pero no fue así.
Lallemand explica que a principios de 2001, el abogado iraní de Monsieur transmitió un fax a losabogados de éste en París. En tal fax, Monsieur dice que el gobierno de Teherán se había percatado que había estado pagando comisiones ilícitas a funcionarios iraníes derivadas de sus operaciones de comercio de armas.
Tales comisiones iban de los 17 mil a los 25 mil dólares y las depositaba en cuentas en Dubai. En el mismo fax, Monsieur indica a sus abogados europeos dónde pueden encontrar los documentos que prueban que actuó con el conocimiento y la aprobación del gobierno iraní.
En diciembre de 2001, Monsieur fue juzgado, condenado a 10 años de cárcel, pero liberado inmediatamente sin cargos.
Leyenda
Claude Moniquet es presidente del European Strategic Intelligence and Security Center, un reconocido think tank con sede en Bruselas. En un informe publicado el pasado 8 de septiembre, Moniquet explica:
"Monsieur abandonó el ejército belga a principios de los 80 y se dedicó de inmediato al tráfico de armas y de sistemas de defensa. Fue procesado por haber ayudado a incendiar guerras en varios continentes: en Bélgica fue sentenciado a una pena de 40 meses de prisión en diciembre de 2002
y, en Francia, el 21 de mayo de 2008, le fue suspendida una pena de 4 años de encarcelamiento.
Pero Monsieur fue, sobre todo, un aliado leal de alto rango para Irán."
Continúa:
"En los 80 vendió armas y explosivos a los mullahs durante la guerra contra Irak. Durante la década siguiente trabajó para abastecer de sistemas de radares a Irán y vender las armas hechas por Teherán en la ex Yugoslavia y en África."
Moniquet opina que el arresto en Irán le ayudó a Monsieur a volverse una "leyenda". También, dice, se convirtió en un "maestro para crear pantallas de humo que ocultaran sus actividades reales".
En una entrevista con Radio France International el 4 de diciembre de 2004, el experto recuerda que Monsieur clamó: "El tráfico de armas no es mi principal actividad. Esta actividad cubre otra: una por la que fui encontrado culpable en Irán, la inteligencia."
"El truco funcionó –resalta Moniquet--: Monsieur ha sido descrito como agente del servicio de inteligencia militar belga (SGRS por sus siglas en francés); de la DST francesa; del Mossad israelí, o incluso de la CIA o de la Defense Intelligence Agency estadunidense. El 4 de diciembre de 2004,
incluso, llegó a declarar al periodista Laurent Léger que, en representación de la CIA, montó en Irán una compleja operación especial de inteligencia durante los 90."
Sin embargo, agrega, "la realidad es mucho más prosaica y mucho menos romántica: Monsieur no es una especie de 'Súper James Bond' que puso en riesgo su vida para salvar al mundo libre; es un traficante de armas que intentó servirse de los servicios secretos de inteligencia para cubrir sus
actividades".
Moniquet, de nacionalidad belga, revela que muchas de sus fuentes le han confirmado que Monsieur no fue nunca oficial o agente de los servicios militares belgas de inteligencia o de la DST, ni mucho menos de la CIA.
Un oficial mayor de los servicios belgas de inteligencia le confesó a Moniquet:
"Monsieur no es un mitómano, a pesar de que yo pienso que disfruta con sus invenciones, es un simple estafador. En los últimos 20 años ha contactado repetidamente con nuestros servicios o con los servicios de inteligencia de países amigos y ha ofrecido, bajo su propia iniciativa, 'reportes', los
cuales, por cierto, no son muy interesantes. Pero ellos le permitieron, cuando ha estado bajosospecha, decir fuertemente que él ha trabajado para tal o tal servicio de inteligencia. La maniobra es cásica y es con frecuencia usada por traficantes de armas o mercenarios."

Fuente : http://www.proceso.com.mx
 

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Investigan propietario de motores

El fiscal general de Malasia, Tan Sri Abdul Gani Patail, expresó ante la Justicia Especializada en Crimen Organizado el interés del país asiático en torno a la indagatoria judicial sustanciada en Uruguay por el hallazgo en la zona Franca de Florida de dos motores de aviones F-5, valuados en 29 millones de dólares, robados a la Fuerza Aérea malaya.

El representante del gobierno asiático compareció ante el juez Especializado Jorge Díaz, poniéndose "a disposición" de las autoridades uruguayas.

"El tema es de mucha relevancia para el gobierno de Malasia, por lo cual se procesó un intercambio de ideas sobre los hechos", indicaron fuentes judiciales a LA REPUBLICA.

En este sentido, Gani Patail solicitó información para impulsar la causa sustanciada en Malasia contra dos militares acusados de participar en el robo, mientras el juez Díaz solicitó la documentación por la cual se acredita la compra de los motores, señalaron las fuentes.

La legislación uruguaya impide una imputación por "tráfico de armas", ante lo cual "eventualmente" podría tramitarse un proceso por "receptación". Para esto es necesario la documentación oficial acreditando la propiedad de los motores. La documentación será intercambiada, vía diplomática, mediante los mecanismos de cooperación internacional, detallaron las fuentes.

Asimismo, el juez Díaz interrogó ayer al despachante de Aduanas encargado de tramitar el ingreso al Uruguay de los motores "robados", quien identificó al ciudadano argentino "propietario" de los mismos.

El nombre aportado es el mismo que se encuentra en poder del gobierno malayo y de EEUU, pero aún no pudo confirmarse "fehacientemente" su existencia, dijeron las fuentes.
La Republica
 
Funcionarios del gobierno de Malasia inspeccionaron motores de F-5 incautados en Uruguay
VIERNES 19 DE FEBRERO DE 2010 11:50
Representantes del gobierno asiático han revisado en Montevideo los dos motores GE J-85 robados por un militar y un empresario aeronáutico en su país y aparecidos, tras breve pasaje por Argentina, en el interior uruguayo, en la Zona Franca de la ciudad de Florida, propiedad del empresario radial Luis Calachi, próximo al electo mandatario José Mujica, en cuyas emisoras M-24 el líder político se ha dirigido y se dirigirá a la población hasta el 1 de marzo, cuando asuma sus funciones. Se ha sabido que algunos despachantes de aduana han sido citados por la Justicia, así como que una Sociedad Anónima argentina –a pesar de las desproporcionadas reacciones registradas en círculos ultranacionalistas argentinos al insinuarse vínculos locales en el tema- es la actual falsa titular de las turbinas, cuyo destino final sería el embargado régimen de Irán, las que continúan alojadas en la sede de un cuerpo policial de élite montevideano y no en dependencias aeronáuticas, como era tradicional y hasta legal en Uruguay.

El Poder Judicial ni confirma ni desmiente el haber pedido o no antecedentes a su par estadounidense sobre el traficante belga, Jacques Monsieur, condenando por abastecer clandestinamente al gobierno iraní de pertrechos militares, y que inclusive podría haber proporcionado algún dato al respecto del caso rioplatense con la expectativa de beneficiarse, como ya lo ha hecho anteriormente (Javier Bonilla, corresponsal de Grupo Edefa).

http://defensa.com/index.php?option...-en-uruguay&catid=55:latinoamerica&Itemid=163

P.D. No ha podido ser un poco precipitado cambiar el nombre a esta discusión.
Parece que alguién se tomo esto como una ofensa a Argentina y no lo es en absoluto.
Estas cosas ocurren en todas partes como ya postee en el caso de España y si además se dieron prisa en enviar los motores a Uruguay es por que temian a la actuación de la justicia argentina que sí tiene tipificado el delito de tráfico de armas (Como ha de ser en un país hoy en día)
 

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Defendió legalidad de la adquisición de los artefactos
Importador de dos motores de F-5 declaró ante la Justicia

El proceso judicial por el robo de dos motores F-5 para aviones de combate al gobierno de Malasia podría tener un cambio radical: el importador del material bélico se presentó ante la Justicia y declaró que se trata de un negocio legal. La Justicia aguarda el arribo de oficios remitidos al país asiático para proseguir la indagatoria.

El importador de dos motores F-5 para aviones de combate, presuntamente sustraídos al gobierno de Malasia en 2008, se presentó en forma voluntaria ante el juez especializado en crimen organizado de 2º Turno, Jorge Díaz, y aseguró que el negocio se concretó en forma "lícita", luego que los motores fueran "desafectados del uso militar" por el gobierno norteamericano.

El hombre, de nacionalidad argentina, aseguró ser el representante de una empresa norteamericana en Argentina para la importación de mercaderías, pero ante diversas trabas burocráticas existentes en dicho país decidió crear una empresa en Uruguay para realizar el negocio con los motores mediante la utilización del sistema de Zonas Francas, indicaron fuentes judiciales a LA REPUBLICA. Los motores serían vendidos hacia EEUU. Asimismo, aseveró haber presentado ante la Embajada de EEUU en Argentina el "book" de los motores, o sea, el libro de mantenimiento de los motores, como forma de avalar la legalidad de la adquisición, explicaron las fuentes. "El hombre se presentó en forma voluntaria ante el juez Díaz y declaró poseer la documentación avalando sus dichos. En este sentido, él afirma que la adquisición se realizó a un particular malayo mediante Internet, porque los motores estaban desafectados del uso militar", agregaron las fuentes. El testimonio del importador implicó que el juez Díaz librara los oficios correspondientes para determinar la veracidad de los dichos. De confirmarse la versión, el caso tendría un cambio radical puesto que se confirmaría la licitud del negocio. La Justicia aún aguarda el arribo de algunos oficios solicitados a la Justicia de Malasia para determinar la propiedad de los motores para su reintegro a sus legítimos propietarios (el importador o el gobierno malayo) y resolver la situación procesal del ciudadano argentino, aseguraron las fuentes.

Motores perdidos

El hallazgo en la Zona Franca de Florida de dos motores F-5 para aviones de combate presuntamente sustraídos en 2008 al gobierno de Malasia, inició una intensa indagatoria judicial para determinar responsabilidades en el negocio de apariencia ilegal.

Los motores, valuados en 29 millones de dólares, fueron incautados por funcionarios de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) ante información brindada por las autoridades del gobierno norteamericano y la denuncia formulada por el gobierno de Malasia ante la Cancillería uruguaya.

La información daba cuenta de la presunta sustracción de los motores de la base Sungai Besi de la Fuerza Aérea de Malasia, en las afueras de Kuala Lumpur, hecho por el cual fueron procesados varios militares malayos, representantes de una empresa local y el contrabandista de armas belga, Jacques Monsieur, según informa el sitio x.com.

La incautación de los motores implicó la remisión de los antecedentes hacia la Justicia Especializada en Crimen Organizado, donde el juez Jorge Díaz y el fiscal Ricardo Perciballe iniciaron la indagatoria, en la cual comparecieron más de una decena de testigos, entre ellos, funcionarios de alto rango del gobierno norteamericano en la región y del gobierno de Malasia. En este sentido, el juez Díaz tomó declaración al fiscal general de Malasia, Tan Sri Abdul Gani Patail, y a varios funcionarios del gobierno de Estados Unidos, especialistas en materia de seguridad. Los motores F-5 son considerados material bélico y por tanto de carácter de seguridad nacional para los EEUU.

Los funcionarios norteamericanos, citados como "invitados" por sus atribuciones como representantes del cuerpo diplomático, manifestaron la preocupación de los organismos de seguridad de EEUU por el robo de los motores. La preocupación radica en la posible comercialización de los mismos en el mercado negro, hacia países sin relaciones comerciales o considerados enemigos por el gobierno norteamericano.
La Republica
 

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VALUADOS EN U$S 29 MILLONES

Los motores, valuados en 29 millones de dólares, fueron incautados por funcionarios de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) en la Zona Franca de Florida ante información brindada por las autoridades norteamericanas y la denuncia formulada por el gobierno de Malasia ante la Cancillería uruguaya.

La información daba cuenta de la presunta sustracción de los motores de la base Sungai Besi de la Fuerza Aérea de Malasia, en las afueras de Kuala Lumpur, hecho por el cual fueron procesados varios militares malayos, representantes de una empresa local y el contrabandista de armas belga Jacques Monsieur, según informó en su momento el sitio x.com.

En este sentido, el juez especializado en crimen organizado de 2º Turno, Jorge Díaz, autorizó mediante los mecanismos de cooperación internacional la remisión de información sobre las empresas vinculadas con la importación de los motores para aeronaves de combate Northrop F5-E. La Justicia de Malasia solicitó además la participación de un representante de la DNA partícipe del operativo de incautación de los motores en el proceso judicial sustanciado en el país asiático.


Justicia. Archivada causa de presunto tráfico de armas
Motores F5: legislación impidió perseguir ilícito
Juez y fiscal dejaron constancia de aparente ilegalidad de importador.
Mauricio Pérez |


Aviones de combate. Causa cerrada en Uruguay. El juez especializado en Crimen Organizado de 2º Turno, Jorge Díaz, hizo lugar al dictamen del fiscal Ricardo Perciballe y dispuso el archivo del proceso iniciado tras la incautación en territorio uruguayo de dos motores para aviones de combate, ante la imposibilidad jurídica de perseguir los delitos inherentes al tráfico ilícito de armas.

Díaz y Perciballe dejaron constancia en sus respectivos pronunciamientos sobre la aparente ilicitud de la actuación del importador, un ciudadano argentino con amplia trayectoria en compra y venta de armamento militar, pero recalcaron la imposibilidad de atribuirle responsabilidad ante la inexistencia de la figura penal de "tráfico de armas" en el ordenamiento jurídico uruguayo. El caso fue oportunamente denunciado por Douglas R. Freeman, asistente del agregado para el Cono Sur de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas del Departamento de Seguridad Territorial de los Estados Unidos de América, tras la aparición en territorio uruguayo de dos motores de avión modelo JB5-21 para aeronaves de combate Northrop F5-E de origen estadounidense, robados a la Fuerza Aérea del Reino de Malasia. La denuncia implicó el inicio de la investigación judicial, con la comparecencia de decenas de testigos, entre ellos, funcionarios de alto rango del gobierno norteamericano en la región, del fiscal general de Malasia, Tan Sri Abdul Gani Patail, del importador de los motores (en forma voluntaria) y del despachante de Aduanas encargado de los trámites de ingreso de los motores a territorio uruguayo.

La indagatoria pudo confirmar que los motores fueron trasladados a Uruguay en el buque Maruba Cristina, siendo ingresado mediante el DUA 001-2008-779950. La importadora fue la empresa Claiser SA (propiedad del ciudadano argentino SRD) y la remitente la empresa P&P Aviation Supplies; el contacto entre ambas fue sustanciado por correo electrónico y en propio territorio malayo.

Sin embargo, "por tratarse de partes de aeronaves de combate (los motores) requieren para su comercialización, de la previa autorización de las autoridades de los EEUU", norma instituida como forma de impedir que el material bélico norteamericano "llegue a manos de grupos terroristas" o gobiernos enemigos. Las autorizaciones no constan en el expediente y "difícilmente" existan, expresa el dictamen del fiscal Perciballe al cual accedió LA REPUBLICA.

El importador "tenía conocimiento cabal del tipo de motores que se trataba. Es más, conforme a la amplia experiencia en la materia, debió tener conocimiento de la autorización previa por parte de los EEUU para que prospere la comercialización", por lo cual resultan "febles (débiles)" sus declaraciones ante la sede. "En resumidas cuentas, resulta difícil de admitir que nos encontremos frente a un comprador de buena fe", señala el dictamen.

"A poco que se analice la conducta desplegada por SRD, adquisición y traslado de motores de aeronaves de combate de un país a otro, mediante una importación en regla, pero sin la autorización pertinente, se podría colegir que éste se encontraría alcanzado por lo que señala el Protocolo de Naciones Unidas contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de armas de fuego".

"Empero, nuestro país pese a haber aprobado distintos acuerdos internacionales en los que se compromete a la tipificación del delito de Tráfico de Armas, lo cierto es que hasta el presente dicha figura penal no consta en el ordenamiento jurídico patrio", expresa Perciballe. Es decir, la ausencia de un marco normativo por el cual se tipifique el "tráfico de armas" dentro del ordenamiento jurídico uruguayo imposibilita formular imputación.

Asimismo, el accionar de SRD tampoco puede ser encuadrado dentro de los delitos de "contrabando" (el ingreso de los motores al Uruguay no implicó "clandestinidad ni violencia") o "receptación" (porque la compra de los motores robados se habría propiciado en el Reino de Malasia, fuera de la jurisdicción uruguaya).

El dictamen del fiscal Perciballe solicita además la devolución de los motores al Reino de Malasia, por cuanto el cúmulo de tratados internacionales firmados por el Estado uruguayo disponen "mecanismos preventivos" para controlar la fabricación y el tráfico de material bélico, y SRD "no fue comprador de buena fe y bien puede ser sometido a investigación por su accionar en territorio malayo". El juez Díaz se pronunció con similares argumentos
La -republica
 
Al que hay que meter en CANA es al que vendió en 29 millones esos dos motores que no valen ni 3 millones.
Esto huele a pescado podrido.
 
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