“Republic of the Malvinas” ?

MDD

Colaborador
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La décolonisation est finie o “Republic of the Malvinas”
Publicado el 19 de February, 2007 en Opinion
La Argentina se resiste a creer que la “Republic of the Malvinas” esté en gestación. Mientras, se multiplican las islas con falsa independencia. Son ex colonias que hoy manejan sus asuntos internos, pero dejan la defensa y las relaciones exteriores en manos de las ex metrópolis.
El viejo gaullista Gastón Flosse - amigo y compadre de Jacques Chirac – no pudo resistir. Acusado de corrupción, el Presidente de la Polinesia Francesa perdió el gobierno.
Fue hace dos años.
La posta la tomó, entonces, un enemigo de Flosse: Oscar Temaru, manifiesto francófobo.

El nuevo Presidente no entendió el mensaje de los polinesios, que reclamaban decencia; no independencia.
A fines de 2006, Temaru también se cayó del poder, en su caso clamando por mayor autonomía para el archipiélago. Perdió una “moción de censura” que - según él - fue “teleguiada desde París”.
La Polinesia Francesa es un “país de ultramar” (en francés, pays d’outre-mer o POM), situado en el Pacífico Sur.
La Assemblée de la Polynésie française (Papeete, Tahití) tiene 57 miembros, elegidos por voto popular.
Ese cuerpo legislativo, y los 48 intendentes del archipiélago - que también surgen de las urnas -, ejercen un autogobierno que parece suficiente.
Los polinesios atienden hoteles de lujo, producen la mejor vainilla del mundo y cultivan sus preciadas perlas negras.
La mayoría de los 250.000 habitantes cree que - siendo ellos tan pocos y estando tan lejos de todo - no podrían ocuparse, además, de las relaciones exteriores o la defensa.
En todo caso, aspiran a que Francia les traspase la justicia y la policía; pero quieren que siga representándolos en el mundo, y defendiéndolos.
Las islas y atolones de la Polinesia Francesa emergen en pleno Pacífico Sur. Papeete está a 15.717 kilómetros de París. Hacia el Este, no hay nada más cercano que Los Ángeles (6.607 kilómetros) o Lima (7.804). Hacia el Oeste, lo más próximo es Auckland, Nueva Zelanda (4.091) o Sydney (6.115).
Si el archipiélago fuera declarado independiente, la mayoría querría que su status fuera como el de otros mini-Estados, que manejan asuntos domésticos sin romper lazos con la antigua metrópoli, o amparados por una potencia regional.
Hay, para eso, varias figuras:
· Estados independientes “en libre asociación” con una potencia.
· Estados “autogobernados” que renuncian a organizar su defensa o conducir sus relaciones exteriores. En el caso de Aruba, la designación es: “Estado soberano, independiente, autónomo, miembro del Reino de los Países Bajos”

· “Países” de ultramar (overseas countries, pays d’outre-mer), autónomos aunque no independientes.
La independencia plena parece desaconsejable y, en todo caso, ficticia.
Lo prueban las islas Fiyi. Tienen sus propias fuerzas armadas - Republic of Fiji Military Forces (RFMF) - pero eso no le garantiza estabilidad ni la previene de injerencias.
El 4 de diciembre el país sufrió el cuarto golpe de Estado en dos décadas, y eso desató una abierta intervención de potencias mundiales y poderes regionales.
El nuevo hombre fuerte de Fiyi es el comodoro Josaia Voreqé Bainimarama, que promete respetar los derechos humanos, pero disolvió el Parlamento y no llamará elecciones por dos años.
El Gran Consejo de Jefes - máximo órgano del sistema institucional - apoya a Bainimarama. La mayoritaria Iglesia Metodista, también. Más aun: el líder del Partido Laborista, el ex primer ministro Mahendra Chaudhry (de ascendencia india) ha asumido como Ministro de Finanzas.
El nuevo gobierno fiyano, sin embargo, tendrá poca vida si Australia y Nueva Zelanda le cortan las alas.
Por ahora, las potencias regionales se han abstenido de enviar contingentes militares, como lo hicieron en Timor Oriental o las islas Salomón.
Esperan el resultado de la presión internacional:
· Estados Unidos decidió que la Corporación para el Desafío del Milenio suspendiera toda ayuda económica a Fiyi. También dejó en suspenso la asistencia militar.
· La Unión Europea congeló un crédito de US$350 millones, destinado a la industria azucarera fiyana.
· El Commonwealth desafilió a Fiyi.
· Las relaciones económicas de este mini-Estado sólo se normalizarán cuando así lo recomiende el Foro de Islas del Pacífico, integrado por otros mini-Estados del área (Vanuatu, Samoa, Papúa-Guineas) y liderado por las dos potencias regionales, Australia y Nueva Zelanda.
Una independencia condicional, como la que tiene la República de las Fiyi, es la aspiración más alta que podrían tener los 16 “territorios no auto-gobernados” de los cuales se ocupa el C24, Comité de las Naciones Unidas sobre Descolonización.
El proceso de descolonización se inició tras la II Guerra Mundial, con la independencia de India y Pakistán (1947), y se convirtió en un objetivo de las Naciones Unidas en 1960, con la Resolución 1514, sobre “garantía de independencia a países y pueblos colonizados”.
Fue una garantía otorgada por 89 votos a favor y ninguno en contra. Las potencias coloniales se abstuvieron: no estaban dispuestas a desprenderse de sus posesiones en África y otras partes del mundo.
La resistencia colonialista resultó inútil. En 1980, ya no había grandes colonias. Con la independencia de Rhodesia del Sur (ahora República de Zimbabwe, 390,580 km2, 12.236.805 habitantes) terminó la descolonización propiamente dicha.
Sólo quedaban pequeños territorios, esparcidos por los océanos.
Con el afán de redimirlos, en 1988 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que el período 1991-2000 sería la “Década Internacional para la Erradicación del Colonialismo”.
Llegado el año 2000, debió correr el horizonte: proclamó la “Segunda Década internacional para la Erradicación del Colonialismo (2001-2010)”.
El representante de Cuba censuró los motivos esgrimidos por las potencias coloniales para retener sus posesiones de ultramar: “aislamiento geográfico, poca superficie, escasa población, no sustentabilidad, y el supuesto deseo de los habitantes de permanecer bajo el dominio colonial”.
Pueden ser excusas, pero en muchos casos se apoyan en la realidad.
En otros, los hechos son deformados para servir furtivos propósitos.
Es el caso de las Malvinas, que en verdad no deben ser “descolonizadas” sino “desocupadas”.
Sus escasos habitantes no son descendientes de una población autóctona: son británicos (por sangre, por historia, por lengua, por cultura y por ciudadanía) que viven a 14.000 kilómetros del Reino Unido.
Están frente a la Patagonia, protegidas por una coraza demográfica, que impide la instalación de argentinos en las islas.
El proyecto británico es crear allí la Malvinas Islands Republic, con las limitaciones propias de los modernos estados semi-independientes. Eso le permitiría a Londres retener, entre otras cosas, la defensa y las relaciones exteriores.
El modelo de descolonización parcial no es aplicable.
El conflicto, en el Atlántico Sur, se refiere a la soberanía territorial.
Los malvinenses no pueden ser árbitros de tal conflicto: una de las partes en conflicto es el Reino Unido; es decir, su propio país.
Con la descolonización en su etapa final - y una serie de islas transformándose en países semi-independientes - la diplomacia argentina debe evitar que el caso Malvinas sea arrastrado por la corriente.
Las llamadas Malvinas no pueden ser igualadas a Kiribati, Marshall, Niue, Palau o Salomón.

Fuente: Notiar

Autor: Rodolfo Terragno
 
Es la intención del Reino Unido para un futuro no muy lejano, hay q estar atentos... seguir con los reclamos y rearmarse, no para la guerra pero si para presionar.
 
Para presionar y para una posible guerra, ya en el 82 pensabamos que no ibamos a pelear y asi nos fue. No choquemos dos veces con la misma piedra, con el R.U., tenemos experiencias anteriores desde 1.806 en adelante, asi que no hay por que descartar nada, una cosa son los deseos y otra las situaciones que se puedan dar, cuando se inicia un incidente, lo único seguro es como empieza, pero nunca como va a finalizar
 

Iconoclasta

Colaborador
kamidos dijo:
cuando se inicia un incidente, lo único seguro es como empieza, pero nunca como va a finalizar

Bueno, en teoria el conflicto del 82 comenzo con el famoso incidente Davidoff

El incidente Davidoff es crucial para el análisis o examen del conflicto de Malvinas. El representa el arrancador de guerra. Es importante porque las percepciones del incidente Davidoff hechas después de la guerra, en Gran Bretaña y Argentina son completamente diferentes.

En septiembre de 1979, Constantino Sergio Davidoff firmó contrato con una compañía escocesa por el que se le transferían el equipo e instalaciones de cuatro factorías de ballenas en Leith, islas Georgias del Sur. Este contrato le daba derecho para mover el metal de chatarra de la isla hasta marzo de 1983.Las autoridades de las Islas Malvinas fueron informadas de ese contrato en agosto de 1980. El Convenio sobre Comunicaciones de 1971 permitía los viajes entre las Malvinas y Argentina usando solamente una tarjeta blanca, pero recordemos que en respuesta a la Resolución 1514 de las Naciones Unidas, los británicos inscribieron Georgias del Sur como una colonia separada de las Malvinas y gobernada directamente desde Gran Bretaña, administrada por el gobierno de Malvinas sólo por razones de conveniencia. Recordemos también que la Argentina rechazó la demanda de status de colonia para Georgias del Sur sosteniendo que al igual que Malvinas habían pertenecido siempre a Argentina por lo que no podían ser colonias de nadie.

Almirante irizar
Rompehielos Almirante Irizar
El problema surgió cuando Davidoff visitó Leith por primera vez para inspeccionar las instalaciones que había adquirido y debía retirar, dado su valor como chatarra. Los británicos en Puerto Argentino sostuvieron que nadie podía desembarcar en Georgias del Sur sin antes haber obtenido permiso en la base de British Antartic Survey en Grytviken, también en Georgia del Sur, donde los pasaportes serian solicitados para su sellado. Los argentinos sostuvieron que bastaba con la "tarjeta blanca" para entrar y salir cuando quisieran de acuerdo con lo establecido en el Acuerdo de 1971. Hay muchas preguntas sin contestación referidas al momento, autenticidad y notificación a la Argentina de que Gran Bretaña reclamaba la designación de Georgias del Sur como una colonia separada, pero alcanza con decir que los dos países vieron la situación según diferente luz. Es también curioso que Gran Bretaña eligiera para dar comienzo a rigurosos procedimientos en relación con las visitas a Georgias del Sur, justamente el momento en que ella se beneficiaba financieramente de los irrestrictos viajes permitidos por la tarjeta blanca. El incidente comenzó formalmente cuando Davidoff dejó Buenos Aires en el rompehielos Almirante Irizar que había contratado y arribó a Leith el 20 de diciembre de 1981. Habiendo informado a la embajada británica en Buenos Aires de sus intenciones, viajó directamente a Leith sin detenerse en Grytviken para obtener permiso, probablemente ignorando el requisito de hacerlo y luego regresó a Argentina.

El Gobernador Hunt de las Islas Malvinas aparentemente se enteró de la visita por informes de que el rompehielos Almirante Irizar se encontraba en Stromness Bay y por informes de gente de Grytviken de que alguien había estado en Leith. Parece probable que la embajada británica en Buenos Aires no informara a Hunt. Hunt presionó solicitando un accionar con Davidoff por haber éste desconocido las normas, pero recibió directivas de Londres de no empezar con problemas. El embajador británico protestó al Gobierno argentino por este incidente el 3 de febrero, advirtiendo que esto no debía repetirse. La protesta fue rechazada el 18 de febrero. Davidoff se disculpó en la embajada británica por las dificultades que había causado y solicitó directivas detalladas sobre la manera adecuada de regresar a Georgias del Sur a desmantelar las instalaciones. La embajada preguntó al Gobernador Hunt. Este no respondió hasta después de la partida de Davidoff el 11 de marzo, luego de notificar formalmente en la embajada británica que 41 personas estaban embarcadas en el Bahía Buen Suceso, un buque argentino de aprovisionamiento antártico. Todo lo concerniente le debió haber sido informado antes del desembarco en Leith el 19 de marzo, dejando una vez más de lado a Grytviken. Los operarios izaron la bandera argentina.
 

Willypicapiedra

Miembro del Staff
Moderador
Para esto, nada mejor que la frase del Clte IM Robacio:" Nada se hará en Malvinas en forma definitiva, SIN NOSOTROS ".
Saludos
Willy
 
La amenaza implicita dentro de las negociaciones es absolutamente necesaria, aunq ésta nunca se lleve a cabo; la otra parte tiene que estar plenamente convencida que lo mejor es sentarse a negociar y no ignorarnos.
 

Brunner

Forista Sancionado o Expulsado
Sr Vox dijo:
La amenaza implicita dentro de las negociaciones es absolutamente necesaria, aunq ésta nunca se lleve a cabo; la otra parte tiene que estar plenamente convencida que lo mejor es sentarse a negociar y no ignorarnos.

Abolutamente de acuerdo..pero en las cndiciones de indefension extrema a la que nos ha llevado el gobierno, no podemos amenazar ni a la republica de Mongoaureli....ah! tener umn p[ar d eojivas nucleares...
 
VioladorDeLaLey dijo:
Bueno, en teoria el conflicto del 82 comenzo con el famoso incidente Davidoff

El incidente Davidoff es crucial para el análisis o examen del conflicto de Malvinas. El representa el arrancador de guerra. Es importante porque las percepciones del incidente Davidoff hechas después de la guerra, en Gran Bretaña y Argentina son completamente diferentes.

En septiembre de 1979, Constantino Sergio Davidoff firmó contrato con una compañía escocesa por el que se le transferían el equipo e instalaciones de cuatro factorías de ballenas en Leith, islas Georgias del Sur. Este contrato le daba derecho para mover el metal de chatarra de la isla hasta marzo de 1983.Las autoridades de las Islas Malvinas fueron informadas de ese contrato en agosto de 1980. El Convenio sobre Comunicaciones de 1971 permitía los viajes entre las Malvinas y Argentina usando solamente una tarjeta blanca, pero recordemos que en respuesta a la Resolución 1514 de las Naciones Unidas, los británicos inscribieron Georgias del Sur como una colonia separada de las Malvinas y gobernada directamente desde Gran Bretaña, administrada por el gobierno de Malvinas sólo por razones de conveniencia. Recordemos también que la Argentina rechazó la demanda de status de colonia para Georgias del Sur sosteniendo que al igual que Malvinas habían pertenecido siempre a Argentina por lo que no podían ser colonias de nadie.

Almirante irizar
Rompehielos Almirante Irizar
El problema surgió cuando Davidoff visitó Leith por primera vez para inspeccionar las instalaciones que había adquirido y debía retirar, dado su valor como chatarra. Los británicos en Puerto Argentino sostuvieron que nadie podía desembarcar en Georgias del Sur sin antes haber obtenido permiso en la base de British Antartic Survey en Grytviken, también en Georgia del Sur, donde los pasaportes serian solicitados para su sellado. Los argentinos sostuvieron que bastaba con la "tarjeta blanca" para entrar y salir cuando quisieran de acuerdo con lo establecido en el Acuerdo de 1971. Hay muchas preguntas sin contestación referidas al momento, autenticidad y notificación a la Argentina de que Gran Bretaña reclamaba la designación de Georgias del Sur como una colonia separada, pero alcanza con decir que los dos países vieron la situación según diferente luz. Es también curioso que Gran Bretaña eligiera para dar comienzo a rigurosos procedimientos en relación con las visitas a Georgias del Sur, justamente el momento en que ella se beneficiaba financieramente de los irrestrictos viajes permitidos por la tarjeta blanca. El incidente comenzó formalmente cuando Davidoff dejó Buenos Aires en el rompehielos Almirante Irizar que había contratado y arribó a Leith el 20 de diciembre de 1981. Habiendo informado a la embajada británica en Buenos Aires de sus intenciones, viajó directamente a Leith sin detenerse en Grytviken para obtener permiso, probablemente ignorando el requisito de hacerlo y luego regresó a Argentina.


El Gobernador Hunt de las Islas Malvinas aparentemente se enteró de la visita por informes de que el rompehielos Almirante Irizar se encontraba en Stromness Bay y por informes de gente de Grytviken de que alguien había estado en Leith. Parece probable que la embajada británica en Buenos Aires no informara a Hunt. Hunt presionó solicitando un accionar con Davidoff por haber éste desconocido las normas, pero recibió directivas de Londres de no empezar con problemas. El embajador británico protestó al Gobierno argentino por este incidente el 3 de febrero, advirtiendo que esto no debía repetirse. La protesta fue rechazada el 18 de febrero. Davidoff se disculpó en la embajada británica por las dificultades que había causado y solicitó directivas detalladas sobre la manera adecuada de regresar a Georgias del Sur a desmantelar las instalaciones. La embajada preguntó al Gobernador Hunt. Este no respondió hasta después de la partida de Davidoff el 11 de marzo, luego de notificar formalmente en la embajada británica que 41 personas estaban embarcadas en el Bahía Buen Suceso, un buque argentino de aprovisionamiento antártico. Todo lo concerniente le debió haber sido informado antes del desembarco en Leith el 19 de marzo, dejando una vez más de lado a Grytviken. Los operarios izaron la bandera argentina.


Che que bueno esta este dato, me podes indicar de donde lo extrajiste.

Saludos
 
Arriba