El Senado norteamericano acaba de darle al F-22 Raptor un verdadero golpe de gracia. La votación que concluyó hace un par de horas arrojó un resultado desfavorable para la continuidad del avión. Por 58 votos en contra frente a 40 a favor, se canceló entonces la orden por 7 ejemplares más valuados en 1.750 millones de dólares quedando entonces la producción autorizada solamente hasta el ejemplar 187, a partir del cual y si no surgen nuevas posibilidades, Lockheed-Martin deberá dejar de producir el Raptor.
El Secretario de defensa Gates siempre sostuvo que el Raptor no era necesario y ahora piensa poner todo el esfuerzo económico en el F-35 JSF, pero también deberá afrontar el golpe político que significará cerrar la producción del F-22 que afecta 95.000 puestos de trabajo directo e indirecto en 40 estados norteamericanos.
En los debates mucho se habló sobre la increíble negativa de autorizar U$M1.750 para la continuidad del programa cuando ya se liberaron 65.000 millones para la industria automotriz. También se habló de el crecimiento de China, del PAK-FA ruso pero fue dificil seguir sosteniendo una aeronave cuyo costo final para los contribuyentes es de 351 millones por avión.
Con ésta decisión se cierra también la posibilidad de que Japón ó Israel, ya que dificilmente ambos países puedan financiar una versión de exportación y ponerla en construcción antes que cierre la cadena de producción.
Inéditamente los planes para modernizar los F-15C y F-15E con radar AESA vienen muy lentos, ya se ha descartado adquirir F-16 y F-15 adicionales, y la política de Gates se centrará en el JSF y en los escenarios de baja intensidad.
El tiempo dirá si se ha cometido un error o no.
El Secretario de defensa Gates siempre sostuvo que el Raptor no era necesario y ahora piensa poner todo el esfuerzo económico en el F-35 JSF, pero también deberá afrontar el golpe político que significará cerrar la producción del F-22 que afecta 95.000 puestos de trabajo directo e indirecto en 40 estados norteamericanos.
En los debates mucho se habló sobre la increíble negativa de autorizar U$M1.750 para la continuidad del programa cuando ya se liberaron 65.000 millones para la industria automotriz. También se habló de el crecimiento de China, del PAK-FA ruso pero fue dificil seguir sosteniendo una aeronave cuyo costo final para los contribuyentes es de 351 millones por avión.
Con ésta decisión se cierra también la posibilidad de que Japón ó Israel, ya que dificilmente ambos países puedan financiar una versión de exportación y ponerla en construcción antes que cierre la cadena de producción.
Inéditamente los planes para modernizar los F-15C y F-15E con radar AESA vienen muy lentos, ya se ha descartado adquirir F-16 y F-15 adicionales, y la política de Gates se centrará en el JSF y en los escenarios de baja intensidad.
El tiempo dirá si se ha cometido un error o no.