El escenario cambió por completo.
Sres, el escenario cambió por completo.
La decisión colombiana de adquirir 17 Gripen E, con entregas desde 2027, no solo es un salto tecnológico para la Fuerza Aérea Colombiana, es un reordenamiento estratégico regional.
Lo que Colombia hizo en las últimas semanas, al Perú le lleva décadas decidir… y hoy ese ritmo ya no alcanza.
Partamos por un hecho frío y brutal:
el nivel disuasivo de la FAP es calamitoso.
No tenemos un solo caza operativo capaz de sostener un combate BVR moderno. Es la verdad. Y mientras tanto, la FAC mantiene sus Kfir con radar AESA, Derby y Python V. Esos aviones, aunque desgastados por el tiempo y uso, aún “pegan” y pegan bien, y lo más probable es que Colombia extienda su soporte para empatar con las primeras entregas del Gripen E.
Eso coloca a Perú en posición de desventaja diplomática.
Y sí, esto importa, no podemos dejar a nuestra Cancillería sin respaldo militar.
Simple y llanamente, eso es inaceptable.
Petro ya condicionó el tablero de las relaciones peruanas colombianas para los próximos años. Convertir el tema de los límites amazónicos en cuestión de Estado no fue un acto improvisación y/o de rabietas comunistoides que ya todos le conocemos, fue estrategia pura y dura y con resultados concretos. Puso una carta sobre la mesa asumiendo que el Perú no tiene cómo sostener presión militar convencional.
Y tenía razón.
Pero Colombia acaba de abrir, sin querer, una oportunidad para el Perú que solo se presenta una vez cada década.
La FAP debe estudiar sí o sí la opción Nuevo/Usado
Aquí no se trata de impulsar una carrera armamentista, se trata de recuperar poder de negociación, mínima disuasión con capacidad de proyección de poder militar y coherencia política externa.
La realidad es simple.
El sistema de armas que elija la FAP; entre F-16, Rafale o incluso Gripen E, llegará más tarde que el Gripen colombiano. Y si no se compensa con disponibilidad inmediata —usado modernizado—, quedaremos dos o tres años rezagados, ventaja en tiempo que Torre Tagle no puede ofrecer.
Entonces la pregunta no es “qué avión nos gusta”, sino..
¿Quién nos puede ofrecer un combo potente nuevo/ usado, rápido y con respaldo político?
Y hay algo más a considerar,
Colombia al comprar Gripen E mete presión directa sobre el interés estratégico norteamericano. Brasil gana relevancia industrial, militar y geopolítica si el Gripen se expande en la región. El F-16 no puede perder Sudamérica o incluso desde Mexico hasta Panamá, es cuestión de mercado, influencia y seguridad hemisférica.
Es más, esto ya no es solo un asunto regional. Dos ventas consecutivas de más de 4mil millones y 3mil 500 millones de USD en esta parte del continente representan un impulso de marketing descomunal a favor del Gripen.
Y créanme, los estadounidenses entienden perfectamente lo que significa perder narrativa, mercado e influencia al mismo tiempo.
Si Perú decide por F-16, Washington va a moverse para bloquear la penetración del Gripen.
Y es ahí donde Perú debe jugar inteligentemente.
Tengan en cuenta esto: para los americanos, perder el triángulo amazónico sería un error estratégico imperdonable.
Hay canales abiertos con Marco Rubio: úsenlos.
Pero decidan rápido.
El timing importa tanto como el avión.
Rafale. Excelente avión, pero pésima elección para Perú
El Rafale es top. Nadie discute eso.
Pero es económicamente inviable para el tamaño económico de nuestro país en los próximos años:
Perú, guste o no, tendrá que controlar su gasto público; Jerí ya lo anunció y es bastante probable que un nuevo gobierno tenga que ir por ese camino, además de revisar programas, cortar grasa fiscal y enfrentar la crisis pensionaria que se nos viene, que será descomunal.
En ese escenario cada dólar ahorrado va a contar. Son dólares que no le querrán entregar al sector militar.
Lo que les quiero dar a entender es que no hay espacio para un avión “premium” que no llega rápido y consume presupuesto operativo que hoy no existe y que será bastante difícil de conseguir en el corto y mediano plazo.
Eso significa el Rafale.
Lo que está en juego.
Sres.
Foristas, aficionados, políticos, militares y periodistas.
Sr. Presidente.
Perú no puede seguir con una FAP que, en términos prácticos, solo existe a nivel de inmolación.
Se nos ha abierto la ventana oportunidad geopolítica y tenemos la excusa perfecta -militar- para defender la adquisición y que sea respetada por los siguientes gobiernos.
No tomar la decisión hoy es una irresponsabilidad estratégica, y la historía será la que juzgue a los responsables de tamaña omisión.
Perú necesita recuperar:
Colombia nos empujó —sin querer— a decidir.
Y si sabemos movernos bien, esta jugada puede terminar favoreciéndonos, no debilitándonos.
F-16 nuevo + usado = nos brindaría una disuasión inmediata + modernización futura sostenible y garantizada.
Gripen E = integración industrial con Brasil, dependencia con un estado y sector empresarial que ha ofendido al país además de costos altos inciertos.
Rafale = económicamente irreal.
La FAP debe elegir con visión y conexión a tierra, y el gobierno con conciencia Geopolítica.
Usted Sr. Presidente, con posición de estadista.
Porque hoy, guste o no, el escenario cambió por completo.
Empezó el juego.....
Se terminó el silencio y ahora solo queda esperar resultados.
Si está escrito, entonces que se cumpla...
.....estudiemos los próximos movimientos.
Saludos
Sres, el escenario cambió por completo.
La decisión colombiana de adquirir 17 Gripen E, con entregas desde 2027, no solo es un salto tecnológico para la Fuerza Aérea Colombiana, es un reordenamiento estratégico regional.
Lo que Colombia hizo en las últimas semanas, al Perú le lleva décadas decidir… y hoy ese ritmo ya no alcanza.
Partamos por un hecho frío y brutal:
el nivel disuasivo de la FAP es calamitoso.
No tenemos un solo caza operativo capaz de sostener un combate BVR moderno. Es la verdad. Y mientras tanto, la FAC mantiene sus Kfir con radar AESA, Derby y Python V. Esos aviones, aunque desgastados por el tiempo y uso, aún “pegan” y pegan bien, y lo más probable es que Colombia extienda su soporte para empatar con las primeras entregas del Gripen E.
Eso coloca a Perú en posición de desventaja diplomática.
Y sí, esto importa, no podemos dejar a nuestra Cancillería sin respaldo militar.
Simple y llanamente, eso es inaceptable.
Petro ya condicionó el tablero de las relaciones peruanas colombianas para los próximos años. Convertir el tema de los límites amazónicos en cuestión de Estado no fue un acto improvisación y/o de rabietas comunistoides que ya todos le conocemos, fue estrategia pura y dura y con resultados concretos. Puso una carta sobre la mesa asumiendo que el Perú no tiene cómo sostener presión militar convencional.
Y tenía razón.
Pero Colombia acaba de abrir, sin querer, una oportunidad para el Perú que solo se presenta una vez cada década.
La FAP debe estudiar sí o sí la opción Nuevo/Usado
Aquí no se trata de impulsar una carrera armamentista, se trata de recuperar poder de negociación, mínima disuasión con capacidad de proyección de poder militar y coherencia política externa.
La realidad es simple.
El sistema de armas que elija la FAP; entre F-16, Rafale o incluso Gripen E, llegará más tarde que el Gripen colombiano. Y si no se compensa con disponibilidad inmediata —usado modernizado—, quedaremos dos o tres años rezagados, ventaja en tiempo que Torre Tagle no puede ofrecer.
Entonces la pregunta no es “qué avión nos gusta”, sino..
¿Quién nos puede ofrecer un combo potente nuevo/ usado, rápido y con respaldo político?
- F-16 nuevos
- F-16 usados modernizados (MLU o Viper)
- Paquete logístico ya estandarizado
- Financiamiento accesible
- Entrenamiento inmediato
- Disponibilidad en inventarios que EEUU mueve rápido cuando le conviene
Y hay algo más a considerar,
Colombia al comprar Gripen E mete presión directa sobre el interés estratégico norteamericano. Brasil gana relevancia industrial, militar y geopolítica si el Gripen se expande en la región. El F-16 no puede perder Sudamérica o incluso desde Mexico hasta Panamá, es cuestión de mercado, influencia y seguridad hemisférica.
Es más, esto ya no es solo un asunto regional. Dos ventas consecutivas de más de 4mil millones y 3mil 500 millones de USD en esta parte del continente representan un impulso de marketing descomunal a favor del Gripen.
Y créanme, los estadounidenses entienden perfectamente lo que significa perder narrativa, mercado e influencia al mismo tiempo.
Si Perú decide por F-16, Washington va a moverse para bloquear la penetración del Gripen.
Y es ahí donde Perú debe jugar inteligentemente.
Tengan en cuenta esto: para los americanos, perder el triángulo amazónico sería un error estratégico imperdonable.
Hay canales abiertos con Marco Rubio: úsenlos.
Pero decidan rápido.
El timing importa tanto como el avión.
Rafale. Excelente avión, pero pésima elección para Perú
El Rafale es top. Nadie discute eso.
Pero es económicamente inviable para el tamaño económico de nuestro país en los próximos años:
- es extremadamente costoso de adquirir,
- extremadamente costoso de operar,
- carísimo en mantenimiento,
- líneas de producción saturadas por el potencial pedido Indio y por el incremento de la flota francesa,
- prácticamente nulo stock de unidades usadas disponibles por el contexto europeo-ruso.
Perú, guste o no, tendrá que controlar su gasto público; Jerí ya lo anunció y es bastante probable que un nuevo gobierno tenga que ir por ese camino, además de revisar programas, cortar grasa fiscal y enfrentar la crisis pensionaria que se nos viene, que será descomunal.
En ese escenario cada dólar ahorrado va a contar. Son dólares que no le querrán entregar al sector militar.
Lo que les quiero dar a entender es que no hay espacio para un avión “premium” que no llega rápido y consume presupuesto operativo que hoy no existe y que será bastante difícil de conseguir en el corto y mediano plazo.
Eso significa el Rafale.
Lo que está en juego.
Sres.
Foristas, aficionados, políticos, militares y periodistas.
Sr. Presidente.
Perú no puede seguir con una FAP que, en términos prácticos, solo existe a nivel de inmolación.
Se nos ha abierto la ventana oportunidad geopolítica y tenemos la excusa perfecta -militar- para defender la adquisición y que sea respetada por los siguientes gobiernos.
No tomar la decisión hoy es una irresponsabilidad estratégica, y la historía será la que juzgue a los responsables de tamaña omisión.
Perú necesita recuperar:
- margen de negociación,
- poder de presión diplomática,
- capacidad militar de respuesta creíble,
- y una postura internacional coherente.
Colombia nos empujó —sin querer— a decidir.
Y si sabemos movernos bien, esta jugada puede terminar favoreciéndonos, no debilitándonos.
F-16 nuevo + usado = nos brindaría una disuasión inmediata + modernización futura sostenible y garantizada.
Gripen E = integración industrial con Brasil, dependencia con un estado y sector empresarial que ha ofendido al país además de costos altos inciertos.
Rafale = económicamente irreal.
La FAP debe elegir con visión y conexión a tierra, y el gobierno con conciencia Geopolítica.
Usted Sr. Presidente, con posición de estadista.
Porque hoy, guste o no, el escenario cambió por completo.
Empezó el juego.....
Se terminó el silencio y ahora solo queda esperar resultados.
Si está escrito, entonces que se cumpla...
.....estudiemos los próximos movimientos.
Saludos
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