@pati_marins64
Las fuerzas rusas podrían intensificar la guerra con misiles colosales.
Después de que el presidente Trump declarara que ha autorizado los misiles Tomahawk, pero que aún espera instrucciones sobre cómo se utilizarán, la situación en los círculos rusos se ha mantenido sin cambios.
Sin embargo, la decisión de suministrar misiles de largo alcance probablemente intensificará el conflicto.
¿Y qué podrían tener aún los rusos además de armas nucleares?
Hace dos años, informé que los rusos habían comenzado a probar adaptaciones de misiles antibuque soviéticos para ataques terrestres. Se trata de los enormes misiles Bazalt, Granit y Vulkan, con ojivas de hasta una tonelada: auténticos monstruos de la Guerra Fría que aún despliega la Armada rusa.
En los últimos años, se ha hablado poco al respecto, pero se estima que algunos de estos misiles se están adaptando, mediante un proceso similar al del P-800. El Ministerio de Defensa ruso no ha abordado el tema, pero este sería el último paso en la escalada antes de considerar el uso de misiles nucleares tácticos, algo que los rusos descartan.
El arsenal ruso incluye varios miles de misiles Granit, Bazalt y Vulkan. El proceso de adaptación implica no solo nuevos sistemas de guiado, sino también el desarrollo de un nuevo lanzador para el Granit, que funciona con lanzadores tubulares.
Todos estos misiles pueden alcanzar objetivos a una distancia de hasta 1000 km, pero dudo de la capacidad de interceptación de Ucrania, dado el tamaño de estos objetivos.
En cualquier caso, no se ha anunciado el uso de estos misiles y el Ministerio de Defensa no ha hecho comentarios sobre las adaptaciones.
A ver si hay novedades.