Probablemente la Operación Belgrano I y II por el COVID 19 ilumine un poco sobre esta historia.
Durante la crisis sanitaria, el Comando Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas conformo 14 Comandos Conjuntos de Zonas de Emergencia (CCZE).
En este marco, "el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada Argentina se constituyó como Comandante Conjunto de la Zona de Emergencia Buenos Aires Sur, el Comandante del Área Naval Austral asumió el comando de la Zona de Emergencia Tierra del Fuego y el Comandante del Área Naval Fluvial trabaja conjuntamente y de manera subordinada al Comandante Conjunto de la Zona de Emergencia Buenos Aires Norte". Es decir, cuanto menos 4 de los 14 comandos conjuntos contaban con "comandantes" preexistentes y, además, algunos comandos estaban subordinados a otros comandos de mayor gerarquía.
Aunque refiere a una emergencia muy concreta y los comandos conjuntos eran, como dicen sus nombres, para emergencias de naturaleza humanitaria, nunca se partió de cero. Fue la aplicación a una emergencia muy concreta de una doctrina operacional preexistente.
Para dejarlo más claro, en mi entendimiento, esos "comandos conjuntos de zona de emergencia" también serían comandos conjuntos para conflictos de naturaleza bélica. Todos bajo dependencia directa del Comando Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Así que esa operación permitió conocer un poco más cuáles son los Comandos Conjuntos de Argentina y cómo están conformados y organizados. Cuales son sus componentes más importantes y, también, algunas debilidades. Ejemplo de esto último, durante esta crisis específica se puso en evidencia que dos provincias carecían de una adecuada presencia de las fuerzas armadas, dificultando las operaciones de emergencias allí requeridas. También destacaron las dificultades existentes para apoyar a Tierra del Fuego.