Creo que hay que tener una visión completa de la realidad política internacional y el comercio de armas. Tanto Estados Unidos como Europa imponen condiciones en sus ventas de sistemas de armamento, basándose en sus propios intereses estratégicos, ideológicos y de política exterior.
Por ejemplo EEUU tiene herramientas legales y políticas como la “Leahy Law” que prohíbe la asistencia militar a fuerzas extranjeras implicadas en violaciones de derechos humanos, pero todos sabemos que eso cambia en relación a quien consideran ellos que violan los derechos humanos. Tienen la Arms Export Control Act (AECA) que permite que se revoque licencias si un país utiliza sus armas de forma contraria a los intereses estadounidenses.
Por el lado de Europa: tenemos a la Política Común de Exportación de Armas (PCEA) de la UE que establece criterios como la no violación de derechos humanos, la estabilidad regional y la no represión interna., pero tambien es interpretada de manera antojadiza dependiendo del país y que intereses representen para la conunudad europea y a determinados potencias que conforman esa comunidad.
El hecho es que Tanto EE.UU. como Europa utilizan la venta de armas como herramienta de influencia política. No solo buscan asegurar alineación militar, sino también alineación ideológica con valores como democracia liberal, derechos humanos (desde su óptica), y políticas de género o ambientales y cuentan con organizaciones y ONGs internacionales financiadas o apoyadas por estos bloques que promueven cambios internos en los países compradores.
Si un gobierno se desvía de la línea marcada, puede enfrentar sanciones o bloqueos, lo vivio Perú y Ecuador en el conflicto del Cenepa, lo vivió el Perú cuando Fujimori fue considerado dictador por el departamento de estado progresista de Washington (vamos no era su dictador) , lo vivió Argentina en Malvinas tanto por parte de los EEUU como de parte de Europa, hemos visto como EEUU nego la venta de armas críticas a Turquía cuando esta compro sistemas S400 rusos, Arabia Saudita con su guerra en Yemen que fue cambiante en función al gobernante de turno en los EEUU, lo hemos vuelto a vivir cuando sufrimos represalias españolas cuando la sociedad peruana expulso a Pedro Castillo.
Si quieren independencia no queda mas que fabricar tu propio armamento y eso esta bastante alejado de cualquier país sudamericano, incluso si fuera objetivo común, la real independencia se lograría en base a impresionantes cantidades de dinero y al menos un siglo de desarrollo continuado, y eso no va a pasar.
En conclusión, sí existen condicionamientos en la venta de armas que van más allá de lo técnico o comercial. Se trata de control geopolítico, influencia ideológica y preservación de bloques de poder donde las naciones más fuertes imponen sus reglas a las más débiles, y esa es nuestra posición en el triángulo de poder Geopolítico.
De esto nadie se libra y todas las potencias lo ejercen.
Mucho mas importante que analizar una compra en relación a si me embargan o no , es mejor pensar y tomar decisiones en función a que bloque de las potencias nos convienen como nación y analizar los hechos, pasados y presentes, errores y aciertos , que nos permitan alcanzar el desarrollo a mediano plazo.
Por que si vamos a comprar armas con la intención de irnos a una guerra, estamos en la peor posición posible, eso no es ser el mas bacano ni el mas machote, el mas rebelde y el no sumiso, eso se llama ESTUPIDEZ y de eso , nuestra región tiene mucho que enseñar al mundo, nos hemos equivocado casi siempre, y casi siempre hemos apostado por el bando perdedor.
Sudamérica perdió la oportunidad de ver a un país de la región salir del subdesarrollo, otra vez, ese peso específico que nos hunde en el océano de las decisiones mal tomadas tiro por la borda lo que pudo ser y de hecho era, un ejemplo para la región.
Estamos viviendo un punto de quiebre histórico para el mundo: o elegimos la libertad, el estado de derecho y el comercio justo, o caemos en las garras de modelos totalitarios que solo fortalecerán a nuestras élites corruptas.