Uno de los más importantes programas de renovación de capacidades de la Armada de Suecia es la construcción de dos nuevos submarinos de ataque clase A26 Blekinge. Actualmente, dos unidades, destinadas HMS Blekinge y HMS Skåne, están siendo construidas por Saab Kockums en sus instalaciones de Karlskrona. No obstante, según los últimos informes emanados de las Fuerzas Armadas Suecas, se ha dado cuenta de que el programa sumará nuevos retrasos en el cronograma de finalización y entrega, la cual se pospondría hasta la próxima década.

Ideados, diseñados y desarrollados originalmente para complementar y, en el futuro, reemplazar a la clase Gotland (así como también a la unidad de la clase Västergötland), los A26 representan la cúspide de las capacidades industriales y navales que Suecia posee para la construcción de nuevos submarinos de ataque. Sin embargo, desde su inicio, el programa, que comprende una inversión original de 8.600 millones de coronas suecas, ha enfrentado sostenidos retrasos desde 2015, cuando fueron firmados los contratos originales.

A través de un informe de presupuesto presentado por las Fuerzas Armadas del país nórdico, estas confirmaron, sin brindar mayores detalles, que “El proyecto está retrasado, lo que implicará una renegociación en tiempo y economía… Las consecuencias de los retrasos previstos en la entrega están siendo evaluadas por las Fuerzas Armadas”, añadiendo que la fecha revisada de entrega de los dos submarinos, según el plan de presupuesto 2026, pasaría al periodo 2031-2035. Por poner en comparación, el plan de presupuesto del año 2025 fijaba la entrega para el periodo 2026-2030.

Como se ha indicado, esto no es un detalle menor, ya que retrasa en primer lugar el plan de renovación de las capacidades submarinas del país en un momento de gran tensión en Europa. También se ha mencionado el aumento sostenido de los costos e inversión necesaria para su modernización. Además, debe señalarse que las actuales unidades de la Fuerza de Submarinos de Suecia deberán operar por más tiempo del proyectado originalmente.

Otra cuestión, en el plano de la presunción, es que estos retrasos sostenidos impiden que la clase A26 tenga buenas perspectivas para su exportación a terceros países que busquen renovar sus flotas submarinas. Por citar un caso, el Blekinge no fue seleccionado para el programa de nuevos submarinos de ataque de la Armada de los Países Bajos, la cual eligió una versión de propulsión convencional de la clase Barracuda de Naval Group, recibiendo la denominación de Orka, siguiendo la tradición naval neerlandesa de designar a sus clases de submarinos con nombres de animales marinos.

Retomando el segundo punto, el retraso de la clase A26 viene siendo paliado por medio de diversos programas de actualización y extensión de vida útil de los submarinos clase Gotland y Västergötland. Recientemente, el último submarino de la clase Gotland modernizado, el HMS Halland, fue nuevamente puesto a flote a fin de iniciar pruebas de navegación y aceptación para su reincorporación a la Armada de Suecia, completando así el programa de modernización de la clase.

Además, los nuevos retrasos comprenderían un aumento de los costos del programa. La inversión original de 8.600 millones de coronas de 2015 fue renegociada en 2021, modificando la cifra, la cual pasó a los 14.000 millones de coronas, monto que sería nuevamente actualizado.

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