Durante la jornada de ayer, 4 de marzo, se confirmó que un caza Sukhoi Su-35S de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS) interceptó peligrosamente a un dron MQ-9 Reaper del Ejército del Aire y del Espacio francés en el Mediterráneo Oriental. El hecho fue reportado por el Ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, Sébastien Lecornu, a través de la red social X, donde compartió una grabación de video captada desde el vehículo aéreo no tripulado de origen estadounidense.

El funcionario francés indicó en la red social que: “El domingo, un caza Su-35 ruso adoptó un comportamiento peligroso hacia un dron Reaper francés que realizaba una misión de vigilancia en el espacio aéreo internacional sobre el este del Mediterráneo”.
Añadió que la aeronave “…realizó tres pases sucesivos a muy corta distancia, lo que pudo haber provocado la pérdida de control del dron, evidenciando una intención de restringir la libre circulación aérea en espacios comunes”.
Tal y como se aprecia en la secuencia de video captada desde el MQ-9 francés, el Su-35 realizó una aproximación cercana a la aeronave no tripulada, buscando presumiblemente alterar su trayectoria de vuelo. Maniobras similares, realizadas por cazas de las Fuerzas Aeroespaciales contra drones del mismo tipo, han sido registradas durante los últimos años, siendo la más destacada la que tuvo lugar en marzo de 2023 en el Mar Negro.
En dicha ocasión, el Comando Europeo (USEUCOM) de los Estados Unidos difundió una secuencia de video donde cazas rusos Su-27 interceptaban uno de los drones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento MQ-9 Reaper de la Fuerza Aérea de EE.UU. Durante esas maniobras, las aeronaves de combate de la VKS realizaron pasadas a corta distancia arrojando combustible contra el UAV y, posteriormente, en una de ellas, colisionaron con el sistema de propulsión a hélices del vehículo aéreo no tripulado.
Regresando al episodio comunicado por el Ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, y a diferencia de lo descrito previamente, en el video divulgado oficialmente no se aprecian maniobras similares ni colisión entre ambas aeronaves. No obstante, esto no minimiza la gravedad del hecho, el cual fue calificado por Lecornu como “…una acción intencionada, no profesional y agresiva, que resulta inaceptable” por parte del piloto ruso.
El incidente registrado en la jornada de ayer se suma a otros episodios recientes que han involucrado aeronaves de las Fuerzas Armadas de Francia y Rusia, tanto en el Mediterráneo como en el Báltico. Entre ellos, destacó la denuncia realizada a mediados de enero pasado, cuando las autoridades francesas informaron que un avión de patrullaje ATL-2 de la Marina Nacional fue iluminado por un sistema de defensa aérea S-400 de Rusia durante un vuelo de patrulla sobre el Mar Báltico.


Posteriormente, en febrero, se confirmó que cazas Rafale del Ejército del Aire y del Espacio francés, en el marco de Misiones de Policía Aérea de la OTAN, interceptaron un avión de inteligencia de señales IL-20M Coot-A de la VKS.
La seguidilla de incidentes protagonizados por medios aeroespaciales rusos y franceses se enmarca en un contexto más amplio de tensiones geopolíticas. El principal y más importante factor es la guerra en Ucrania, que aún no vislumbra un final a pesar de las declaraciones oficiales. En el Mediterráneo Oriental, otro elemento clave es la caída del régimen de Bashar al-Ásad en Siria, lo que ha generado incertidumbre sobre la presencia de las Fuerzas Armadas Rusas en la región, las cuales mantienen sus operaciones a través de la base naval de Tartus y la Base Aérea de Jmeimim.

Este reciente episodio podría ser un indicativo de que las Fuerzas Armadas Rusas aún mantienen una importante presencia en Siria, mientras se desarrollan negociaciones entre el Kremlin y las nuevas autoridades sirias para definir el futuro de estas instalaciones. Tal como muestran imágenes captadas por un dron a mediados de diciembre pasado, las Fuerzas Aeroespaciales aún mantienen en la Base Aérea de Jmeimim un importante destacamento de aviones de combate. En esas imágenes se apreciaron al menos cuatro cazabombarderos Su-34, siete Su-24 y cuatro Su-30SM2.
Además, en la mencionada secuencia, también se identificaron sistemas de defensa antiaérea relevantes, como los S-400 y algunas posiciones utilizadas por los sistemas de defensa de corto alcance Pantsir. También destacó la presencia de un radar de vigilancia aérea de baja altitud Kasta 2.


Si bien no se brindaron mayores detalles sobre el motivo del vuelo del dron MQ-9 Reaper del Ejército del Aire y del Espacio francés, es presumible que la misión del UAV estuviera centrada en tareas de vigilancia, inteligencia y reconocimiento en la región. Desde las Fuerzas Armadas de Francia no se precisó si este tenía como objetivo monitorear la actividad en la Base Aérea de Jmeimim, lo que podría haber provocado la respuesta rusa con el despliegue del caza Su-35.
*Fotografía de portada empleada a modo de ilustración.
Tal vez te interese Los cazas Rafale del Ejército del Aire francés son desplegados en Caribe para proteger el lanzamiento del cohete Ariane 6






