En horas de la mañana de hoy, el Ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, Sébastien Lecornu, denunció que una aeronave de vigilancia y patrullado Atlantique 2 (ATL2) de la Marina Nacional fue presa de una nueva intimidación por parte de las Fuerzas Armadas Rusas. Más en detalle, en base a lo reportado por el funcionario, el episodio se produjo cuando el radar de control de tiro de un sistema de defensa aérea de largo alcance S-400 iluminó a la aeronave francesa durante un reciente vuelo en el Mar Báltico.

Si bien no se brindaron mayores precisiones, Lecornu denunció en sus redes sociales oficiales que: “En la noche del miércoles al jueves, un avión de patrulla marítima Atlantique 2 francés fue objeto de medidas de intimidación por parte de Rusia. El avión patrullaba en espacio aéreo internacional sobre el Mar Báltico, en el marco de una operación de la OTAN, cuando fue iluminado por el radar de guía de tiro de un sistema de defensa antiaérea S-400”.

Este nuevo episodio se suma a una larga lista protagonizada por medios de las Fuerzas Armadas de Rusia y de la OTAN en la región del Báltico. Como dan cuenta sucesivos reportes, ambas fuerzas realizan con periodicidad vuelos de patrulla que buscan medir y poner a prueba los tiempos y capacidades de respuesta. Así lo reflejan las misiones QRA de las Fuerzas Aéreas de países de la OTAN, como también el despliegue de medios aéreos de recolección de señales SIGINT/ELINT por parte de la Federación Rusa.

Para las fuerzas de la OTAN, con la adhesión reciente de Suecia y Finlandia, la región del Báltico y la protección de infraestructuras críticas se han convertido desde hace años en una prioridad. En su retórica, como planteamiento estratégico, la presencia del enclave de Kaliningrado representa siempre una potencial amenaza por parte de la Federación Rusa.

Por el contrario, para Rusia, Kaliningrado representa una salida a mares que pueden ser navegados durante todo el año, siguiendo una política y estrategia que data del tiempo de los zares, plasmada en la búsqueda de acceso a mares de aguas cálidas. Esta postura también se refleja en las potencialidades militares que el enclave presenta, siendo la sede de la Flota del Báltico de la Armada Rusa, así como de bases aéreas de las Fuerzas Aeroespaciales (VKS); destacando la presencia de aviones MiG-31 equipados con misiles hipersónicos Kinzhal.

En lo referido a los medios involucrados en este nuevo incidente, es preciso destacar que, si bien nació como una plataforma de guerra antisubmarina, con las sucesivas actualizaciones y modernizaciones a las que ha sido sometido, los aviones Atlantique 2 (ATL2) son el principal y, hasta la fecha, más capaz medio de vigilancia y patrullado marítimo en servicio con la Marina Nacional.

Conforme ha superado uno de sus últimos programas de modernización, este modelo ha visto extendida su vida útil hasta más allá de la década de 2030, incorporando nuevas capacidades, entre las que destaca el nuevo radar AESA Thales SearchMaster y un nuevo subsistema acústico compatible con la nueva generación de sonoboyas. También sobresale la incorporación de cámaras FLIR y una torre electroóptica infrarroja MX-20.

Estas capacidades, conjugadas con su gran autonomía y rango de vuelo (de aproximadamente 14 horas y 4.300 millas náuticas), convierten a los ATL2 en una de las plataformas de vigilancia por excelencia para el cumplimiento de misiones de exploración y patrullado de largo alcance, como la que tuvo lugar en el Mar Báltico entre el miércoles y el jueves pasado.

Durante su vuelo, que inició en su base de asiento en Lann-Bihoué, Bretaña, la aeronave siguió una ruta de vuelo por el norte de Francia hasta las costas de Suecia y otros países de la región del Báltico. En algún momento del vuelo de patrulla, la tripulación recibió la confirmación de que estaba siendo iluminada por el radar de control de tiro de un sistema de defensa aérea S-400 perteneciente a las Fuerzas Armadas Rusas. Si bien no fue mencionado, es posible que también haya sido objeto de diversos tipos de interferencia por parte de sistemas de guerra electrónica.

Con el correr de las horas, diversas hipótesis se han planteado sobre la localización exacta del sistema S-400, uno de los sistemas de defensa aérea de largo alcance más capaces en servicio con las Fuerzas Armadas Rusas. Algunas mencionan que se trataría de baterías ubicadas en Kaliningrado, aunque otras, en vista de las capacidades y rango operacional (de más de 200 millas), especulan también sobre la posibilidad de que el radar que iluminó al ATL2 se encuentre en Bielorrusia. Una tercera hipótesis sugiere la posible ubicación en la ciudad de San Petersburgo.

Más allá de la demostración de capacidades, este episodio podría ser valioso para la inteligencia francesa y, por extensión, para la OTAN, ya que los ATL2 cuentan con medidas de apoyo electrónico (ESM), enfocadas en la recolección de inteligencia de comunicaciones, obteniendo datos sobre la forma de operación de los sistemas, posible ubicación y frecuencias de radio empleadas por los sistemas de defensa S-400 y los radares de vigilancia asociados.

Por último, y dejando de lado estas hipótesis y presunciones, tanto la OTAN como las Fuerzas Armadas Rusas continúan demostrando sus capacidades en el Báltico. Hasta el momento, afortunadamente para todos, estas acciones se han limitado a vuelos de interceptación y demostraciones de sistemas de defensa aérea, sin que se hayan registrado hechos de mayor gravedad.

*Fotografías empleadas a modo de ilustración.

Publicidad

Dejá una respuesta

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.