Días atrás, Corea del Norte confirmó oficialmente los avances alcanzados en la construcción de un nuevo submarino de propulsión nuclear estratégico de aproximadamente 8.700 toneladas de desplazamiento, y diseñado para el lanzamiento misiles balísticos, en lo que Pyongyang presenta como un paso decisivo en la modernización de la Armada Popular coreana (KPANF). El anuncio fue acompañado por la difusión de una serie de imágenes que muestran un submarino de importantes dimensiones en construcción presentado una vela notablemente alargada, lo que sugiere la integración de tubos de lanzamiento vertical de misiles, además de armamento convencional compuesto por torpedos de diverso tipo.
La información fue divulgada a través de los medios estatales norcoreanos, que informaron que Kim Jong-un visitó personalmente el astillero donde se desarrolla el proyecto, supervisando los avance del denominado programa de construcción del “submarino estratégico de ataque nuclear”. Según la comunicación oficial, el líder norcoreano estuvo acompañado por altos funcionarios del sector de la industria naval, de la investigación científica en defensa y de los organismos de producción militar, recibiendo informes detallados sobre el progreso de las obras.
De acuerdo con un comunicado, Kim Jong-un subrayó que el submarino nuclear constituye un componente central de la política de defensa nacional, al que definió como una herramienta clave para consolidar sus capacidades nucleares. En ese sentido, afirmó que el desarrollo de este tipo de plataformas permitirá reforzar la capacidad de disuasión estratégica del país, garantizando -según su visión- la seguridad del Estado frente a amenazas externas y elevando de manera significativa la capacidad de ataque de la armada norcoreana.
Las imágenes difundidas muestran un diseño que ha despertado el interés de analistas internacionales. La vela alargada del submarino sugiere la presencia de por menos seis tubos de lanzamiento de misiles balísticos o de crucero, posiblemente una configuración similar a la observada en submarinos estratégicos de otras potencias. Asimismo, se aprecian indicios de lo que podría ser un sonar de flanco, además de al menos seis tubos lanzatorpedos, lo que indicaría una combinación de capacidades estratégicas y convencionales de ataque.
Aún no se ha precisado que tipo de misiles balísticos (SLBM) integrará la nueva unidad ni cuál será su alcance efectivo. No obstante, diversas evaluaciones apuntan a que el armamento podría corresponder a una variante de la familia Pukguksong, con el Pukguksong-5 como uno de los candidatos más probables. Este último representa la versión más reciente de los SLBM desarrollados por Corea del Norte y fue presentado públicamente en pruebas realizadas en 2021, con un alcance estimado de varios miles de kilómetros.
El anuncio también se produce en un momento de crecientes especulaciones sobre el posible apoyo técnico de Rusia al programa naval norcoreano. De acuerdo con reportes de la prensa surcoreana, diversas fuentes de inteligencia y analistas sugieren que Moscú ha brindado algún nivel de asistencia, ya sea en materia de propulsión nuclear, diseño estructural o sistemas asociados, en el marco del fortalecimiento de los vínculos bilaterales entre ambos países. No obstante, hasta el momento no existen confirmaciones oficiales que respalden de manera concluyente esta hipótesis.
Más allá de la retórica oficial, el desarrollo de un submarino nuclear de misiles representa un desafío técnico considerablemente para Corea del Norte, especialmente en lo relativo a la miniaturización de reactores, la seguridad operativa y la integración efectiva de armamento estratégico. Sin embargo, de concretarse, la incorporación de esta plataforma marcaría un cambio sustancial en el equilibrio naval regional, al dotar a Pyongyang de una capacidad mucho más difícil de neutralizar.
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