A través de la publicación de un breve video en su canal de YouTube, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) dio a conocer que atacó a uno de los submarinos desplegados por la Armada Rusa en el Mar Negro, esto haciendo uso de uno de sus nuevos drones navales “Sub Sea Baby”. Particularmente, el blanco fue señalado como un submarino perteneciente a la clase Proyecto 636.3 (también denominada Kilo II o Kilo mejorada) que se encontraba en la base naval de Novorossiysk, mientras que la planificación y desarrollo de la operación estuvo a cargo de la Armada de Ucrania en conjunto con la 13° Dirección Principal de Contrainteligencia Militar del SBU.
Ampliando en algunos detalles deslizados por el propio SBU, la explosión generada por el ataque dejó al submarino completamente inutilizado, incluyendo a los lanzadores de misiles Kalibr que son empleados en ataques contra el territorio ucraniano; siendo esta una de las principales razones para la selección del objetivo dentro de una base con diversos medios presentes. Acorde puede observarse en el video antes mencionado, la explosión se habría producido en la popa del submarino señalado, la cuál habría causado daños en su sistema de propulsión y en el casco lo suficientemente grandes como para dejarlo fuera de servicio. Desde Kiev se destacó además que el ataque representó una pérdida de 400 millones de dólares para la Armada Rusa, coste aún mayor si se tienen en cuenta las sanciones que pesan sobre Moscú a la hora de intentar construir otro ejemplar.

Respecto del drone “Sub Sea Baby” que habría sido empleado durante el ataque, el SBU omitió brindar mayores detalles, aunque los primeros reportes de analistas indican que se trataría de un sistema derivado del Sea Baby que ya ha sido empleado por la Armada de Ucrania contra buques de superficie y que se caracterizaría por su capacidad de atacar permaneciendo sumergido. En ese sentido, se afirma que podría tratarse de un tipo de torpedo autónomo con sistemas de guiado que le habrían permitido maniobrar dentro de la base para alcanzar al submarino ruso, lo que dadas las características de las instalaciones requirió giros cerrados.
Cabe destacarse, sin embargo, que desde el Ministerio de Defensa Ruso se ha negado que el ataque publicado por el SBU haya sido exitoso. Mas aún, se ha publicado otro video breve en el que se señala que el submarino clase Kilo II sigue amarrado en el muelle sin haber sufrido daños de ningún tipo; incluso con tripulantes caminando sobre su cubierta sin mayores problemas. No termina de quedar claro a día de hoy si se trata del mismo ejemplar, tampoco si el video habría sido grabado en fechas previas y posteriormente editado, lo que apunta a configurarse como un hecho mas de intentos cruzados de Moscú y Kiev por controlar la narrativa en el conflicto.
Algunos antecedentes de ataques ucranianos en el Mar Negro
Frente a la falta de certezas respecto de este último hecho, ha de mencionarse que en caso de confirmarse, no sería el primer submarino ruso neutralizado por ataques ucranianos estando en puerto. Mas específicamente durante el mes de septiembre del año 2023, fueron publicadas una serie de imágenes que permitían dar cuenta de los severos daños sufridos por el submarino “Rostov del Don” mientras se hallaba en un muelle de Sebastopol, mismos que habrían sido causados por drones y misiles crucero Storm Shadow. Durante la misma ocasión, también se verificaron los daños sufridos por el buque de desembarco de la clase Proyecto 775 “Minsk“, con graves incendios que afectaron su superestructura y compartimentos internos.
Por otra parte, resulta necesario traer a colación que el ataque anunciado por el SBU se produjo en momentos en los que se denota un aumento de las operaciones en el Mar Negro, especialmente dirigidos desde Ucrania contra objetivos rusos en Crimea y Novorossiysk. Uno de los ejemplos mas claros de ello puede hallarse en los recientes ataques contra los buques petroleros Virat y y Kiaros a finales de noviembre, o el uso de drones Sea Baby contra el buque Dashan hace poco menos de una semana. Todos ellos se dirigían a este último destino.

Si se amplía la lente sobre la estrategia de ataques ucranianos en la región, no puede dejar de mencionarse al puente de Kerch como un objetivo estratégico, siendo este el vínculo entre la Crimea ocupada y el territorio ruso. Hablamos de un blanco frecuente de las operaciones ucranianas, incluyendo intentos del SBU por emplear explosivos submarinos para destruir sus soportes y así derribarlo en junio, no logrando dicho cometido por el momento. Previamente, por ejemplo en octubre del 2022 o en julio del 2023, ello se intentó también con drones que también buscaron derribar los pilares de apoyo del puente; causando daños importantes en ambas ocasiones, pero no los esperados por Kiev.
*Imagen de portada: SBU
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