Con la visita del Presidente Vladimir Putin, la India y Rusia retomarán las negociaciones para la venta de armamento ruso, propuesta que contempla la adquisición de los cazas furtivos de quinta generación Su-57 y el complejo de defensa aérea S-500. Sin embargo, la iniciativa podría generar rispideces entre Nueva Delhi y Washington, atento la postura que mantiene la Casa Blanca respecto a este tipo de compras y posibles sanciones.
De acuerdo con lo informado por Bloomberg, la India está dispuesta a iniciar charlas con Rusia para negociar la compra de nuevos cazas Su-57 y sistemas antiaéreos S-500. Fuentes cercanas indicaron al citado medio que las potenciales negociaciones se darían en el marco de la Asociación Estratégica Especial y Privilegiada que mantienen Moscú y Nueva Delhi, relación que no es vista con buenos ojos por parte de la administración Trump.
Vale recordar que la India ya evaluó al caza Su-57 en el marco de su programa FGFA (Fifth Generation Fighter Aircraft) hace casi una década. Por aquel entonces, Rusia había puesto a disposición al PAK-FA, hoy conocido como Su-57, como solución al requerimiento indio. El proyecto contemplaba la cooperación e intercambio con la industria aeroespacial local, con HAL a la cabeza. Sin embargo, la Fuerza Aérea de la India terminaría por descartar al caza ruso por diversas razones, entre ellas la de no ser lo suficientemente furtivo.
Según diversos análisis, la reconsideración del Sukhoi Su-57 por parte de la India obedece a varias razones del tipo geoestratégico y técnico. En el primer caso, Nueva Delhi no está dispuesta a cortar sus lazos con Moscú, pese a la presión de EE.UU. y a cierto éxitos de ventas de armamento norteamericano como ha sido el caso de los helicópteros de ataque AH-64 Apache, aviones de patrulla marítima P-8i Poseidon y helicópteros multipropósito navales MH-60R Seahawk.
En cuanto al aspecto técnico, la Fuerza Aérea de la India recientemente apreció una brecha de capacidades luego de la Operación Sindoor 2025, acción en la cual se enfrentaron medios aéreos y de defensa antiaérea indios y paquistaníes, con pérdidas aún no oficializadas por ambos bandos. Pese a que la India aún mantiene en planes continuar expandiendo su flota de cazabombarderos Rafale, el Su-57 podría oficiar como un stop-gap furtivo, o solución parcial, hasta que la industria local pueda materializar el Advanced Medium Combat Aircraft.
La India busca de reforzar su sistema integrado de defensa antiaérea
Las negociaciones entre India y Rusia también se harían extensivas al sistema de defensa aérea S-500, el más moderno y capaz que ofrece actualmente la industria de la defensa rusa. El S-500 fue concebido para interceptar misiles balísticos intercontinentales, hipersónicos y amenazas espaciales, brindando una cobertura de hasta 600 km para misiles y 480 km para otros objetivos aéreos.
En paralelo, Nueva Delhi también está interesada en ampliar sus baterías del sistema antiaéreo S-400 con la compra de un sistema completo. Esta adquisición, que estaría valuada en más de USD 1.000 millones de dólares, permitirá reforzar el sistema integrado de defensa local con material que ya se encuentra en servicio con la Fuerza Aérea de la India.
Además, el interés por S-400 adicionales también se debe al buen desempeño que tuvo el sistema durante la Operación Sindoor 2025: la Fuerza Aérea de la India indicó que los S-400 derribaron entre cinco y seis aviones de combate paquistaníes, cantidad que no ha podido ser corroborada de manera independiente.
La potencial compra de cazas Su-57 y sistemas S-500 abre las puertas a una nueva etapa de cooperación entre la India y Rusia, colaboración que sin duda será objetada por EE.UU. Sin embargo, el gigante asiático ha demostrado que cuenta con la espalda para trabajar con las distintas potencias mundiales, manteniendo a resguardo sus intereses.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: UAC
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