En lo que se configuraría como una sorprendente novedad en caso de concretarse, la empresa sueca Saab estaría considerando a Canadá como lugar para llevar a cabo la producción de los 150 cazas Gripen E que podrían equipar a la Fuerza Aérea de Ucrania, en lo que sería un movimiento pensado para poder satisfacer dicha demanda con mayor rapidez en el futuro cercano. La novedad se deslizó en reportes de medios de comunicación canadienses, en los que se especula con el hecho de que el director ejecutivo de la compañía, Micael Johansson, indicó en entrevistas recientes que el número de aeronaves pretendido por Kiev duplicaría las necesidades de producción actuales.

Ampliando en detalles, los reportes afirman que por lo antes mencionado, sería necesario que Saab establezca nuevas plantas de producción que le permitan soportar esta mayor carga. Sin especificar donde, se indicó que la compañía también estaría evaluando potenciales candidatos en Europa para albergar dichas instalaciones, pero que Canadá se constituye como una de las principales opciones gracias a la intención de la compañía por ampliar sus vínculos ya existentes en relación a los sistemas GlobalEye; mismos que se montan sobre la base de un avión Bombardier Global 6000 de producción canadiense.
Al respecto de ello la ministra de industria canadiense, Mélanie Joly, declaraba ante medios locales: “He estado trabajando activamente con Saab para ver qué se puede hacer para establecer más alianzas con Canadá, y comienza con el avión de vigilancia GlobalEye, pero también estamos dispuestos a ver qué podemos hacer para ayudar a Ucrania (…) Compartimos la misma postura sobre la seguridad de Europa y Ucrania, y coincidimos en la importancia de nuestro sector aeroespacial, por lo que creo que existe una excelente alianza entre Canadá y Suecia que podemos fortalecer aún más.“

Cabe recordar en este sentido, que el propio presidente ucraniano Volodymyr Zelensky visitó Suecia a fines de firmar una Carta de Intención que le permita a su país perfilarse a una adquisición de los 150 cazas Gripen E antes aludidos, mismos que reforzarían de forma mas que considerable la flota de modelos estadounidenses F-16 y Mirage 2000-5 de origen francés. Para Kiev, se trata no sólo de una importante plataforma de combate en términos de su capacidad técnica y compatibilidad con los armamentos que tiene a disposición en la actualidad, sino que también como una capaz de integrarse sin problemas a otras aeronaves fabricadas por Saab que fueron transferidas al país; hablamos específicamente de los aviones de control y alerta temprana Saab 340.
Finalmente, resulta importante considerar también que la propia Real Fuerza Aérea de Canadá está pensando en el caza Gripen E como un potencial candidato para incorporar a sus propias flotas, lo que se realizaría en detrimento del importante pedido por 88 cazas furtivos F-35 de origen estadounidense. Particularmente, ha de destacarse que el acuerdo que requiere la inversión de mas de 27.700 millones de dólares para la llegada de los aviones de quinta generación, está en estado de revisión profunda por parte del ejecutivo canadiense liderado por el primer ministro Mark Carney a partir de los crecientes conflictos generados por las nuevas políticas arancelarias de Washington. En dicho contexto, la evaluación de Saab también podría ser vista como una forma de endulzar su propuesta para suministrar cazas a Ottawa.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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É uma pena: se o Brasil pagasse o que deve para a SAAB talvez ele poderia ter uma maior participação nos planos da empresa Sueca.