Como parte de sus planes de los esfuerzos emprendidos para fortalecer sus las capacidades de su Fuerza Aérea, en las últimas horas Turquía confirmó el respaldo de Alemania y Reino Unido para concreta la compra de 40 nuevos cazas Eurofighter Typhoon, después de que diversos factores demorarán las negociaciones. Esta voluntad fue expresada por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante su regreso de una visita al norte de Chipre, donde también se destacó su expectativa de cerrar el acuerdo “lo antes posible”.
El interés de Ankara en el Eurofighter Typhoon responde a la necesidad de reforzar la actual flota de aviones de combate de la Fuerza Aérea de Turquía, cuya columna vertebral está compuesta por F-16 de origen estadounidense. Esto ocurre mientras avanzan los desarrollos del caza de quinta generación KAAN, el cual se encuentra actualmente realizando vuelos de prueba y evaluaciones; e, inclusive, listándose un acuerdo con Indonesia para la venta de 48 ejemplares.
En ese sentido, la adquisición de aeronaves al consorcio Eurofighter respondería al interés de Turquía por contar con una solución provisional que funcione como ‘stop gap’, ocupando un lugar intermedio entre los Fighting Falcon (que, tras idas y vueltas con Washington, no serán modernizados al Block 70) y el futuro KAAN, el cual aún no ha entrado en servicio.
No obstante, la negociación por los Eurofighter no ha estado exenta de avances y retrocesos, especialmente con Alemania, país que históricamente mostró reticencia a autorizar exportaciones de material bélico a Turquía debido a diferencias y acusaciones de violaciones de derechos humanos, entre otras. Sin embargo, a comienzos de julio del corriente año, trascendió que Berlín estaba dispuesta a retirar su veto y autorizar finalmente la venta de los 40 cazas, una decisión que destrabaría el proceso dentro del consorcio y allanaría el camino para cerrar el acuerdo.
En este punto, vale recordar que el consorcio europeo encargado del desarrollo y fabricación del Eurofighter está integrado por Alemania, Reino Unido, Italia y España, a través de las compañías Airbus, BAE Systems y Leonardo. La aprobación de los países miembros, en especial de Alemania, resultaría clave para avanzar en el proceso de exportación.
Por otro lado, el avance de esta posible venta también reviste gran importancia para el Reino Unido, no solo como sociopolítico, sino por razones industriales. Los días posteriores a que Alemania diera el visto bueno, se confirmó el cierre de una línea de producción del Eurofighter Typhoon en la planta de Warton, Lancashire, de BAE Systems ante la falta de nuevos pedidos por parte de la Real Fuerza Aérea británica como de clientes internacionales, lo que ha obligado a trasladar a cientos de trabajadores hacia otras fábricas o bases de la RAF.
En ese sentido, la posible concreción del acuerdo con Turquía podría significar una inyección clave de actividad para la cadena de valor británica del programa Eurofighter, al tiempo que consolidaría a Ankara como un cliente estratégico de peso dentro del ecosistema europeo de defensa, en un contexto en el que varios países del consorcio buscan garantizar la continuidad del programa ante la falta de nuevos pedidos internos.
Por último, según fuentes cercanas al proceso, Turquía está cerca cerrar un acuerdo preliminar por un valor cercano a los USD 5.600 millones, el cuál podría anunciarse muy pronto aprovechando como marco a la feria de defensa internacional en Estambul (IDEF). Además, también a trascendido que las conversaciones con el Reino Unido se encuentran avanzadas, y se espera que el acuerdo base, que incluye un calendario de pruebas e inspección— se formalice antes de fin de año.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
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