Considerados la principal amenaza en los campos de batalla ucranianos, los drones FPV obligan a las fuerzas terrestres de Rusia y Ucrania a introducir constantes mejoras y modificaciones para la protección de sus principales tanques. Así se puede apreciar en una serie de imágenes y videos donde ejemplares de M1A1 SA Abrams y T-90M “Proryv-3” exponen como ambos bandos continúan improvisando blindaje adicional y nuevas contramedidas para minimizar los efectos de los ataques de drones.

Tal como adelantamos hace unos días, el Ejército ucraniano está modificando sus tanques M1A1 SA Abrams con blindaje reactivo adicional, así como protección para hacer frente a los ataques de drones. Al menos un ejemplar del blindado de origen estadounidense ha recibido modificaciones en su torre, habiéndose instalado rejas en su parte superior y laterales con el objetivo de incrementar la protección de algunas de las zonas más vulnerables, tales como el compartimiento de munición y sistemas de puntería. Las rejas también se han instalado en la parte posterior de la barcaza, cubriendo el alojamiento del motor.

Pese a que reportes iniciales indicaron que el Ejército ucraniano había retirado temporalmente de los frentes de batalla a sus M1A1 SA Abrams, las acciones de las últimas semanas han demostrado lo contrario. Esta situación seguramente obedeció a la necesidad de disponer de medios de caballería para frenar los diversos avances de las fuerzas terrestres, lo que derivó en pérdidas adicionales.

Informes de fuentes abiertas señalan que Ucrania ha perdido en combate al menos ocho M1A1 SA Abrams, casi un cuarto del total provisto por EE.UU. Al menos un ejemplar fue capturado por fuerzas rusas, siendo exhibido hace unas semanas en Moscú junto a diverso material de origen occidental.

Similar situación están sufriendo los T-90M “Proryv-3”, blindado que constituye el modelo más moderno de las fuerzas terrestres rusas que opera en Ucrania. Diversas fuentes indican que Rusia ha sufrido la pérdida de más de 90 T-90M entre vehículos destruidos, dañados y capturados.

Al igual que en el caso ucraniano, los tanques rusos han recibido diversas modificaciones para adaptarse a las amenazas presentes y que fueron surgiendo en los campos de batalla ucranianos. Esto incluyó misiles anti-tanque, drones de ataque y drones FPV.

Pese a las diversas iniciativas pasivas, incluido blindaje adicional de todo tipo y contramedidas electrónicas, los T-90M “Proryv-3” mantienen algunos de los puntos débiles que aquejan a casi todos los tanque rusos actuales y heredados de la era soviética. Centenares de videos han demostrado que impactos en ciertos puntos críticos de los tanques rusos son capaces de provocar explosiones catastróficas, con la consiguiente pérdida de las tripulaciones. Esta vulnerabilidad es uno de los puntos centrales cuando se compara con material occidental, el cual ha validado su diseño concebido para proteger al personal.

Las últimas mejoras registradas en los tanques T-90M “Proryv-3” incluyen una nueva capa de blindaje en la parte superior de la torre, blindaje reactivo adicional sobre el compartimiento de munición, rejas en el sector trasero de la barcaza, inhibidores de drones y cámaras adicionales para la tripulación.

La aparición y masivo uso de sencillos drones de ataque y drones FPV aún constituye uno de los principales desafíos para ambos bandos, situación para la cual aún no se han logrado implementar soluciones efectivas. La particular vulnerabilidad de los medios blindados está llevando a repensar diseños, con la implementación de distintas iniciativas para garantizar la supervivencia de las tripulaciones y minimizar los puntos vulnerables.

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