El gobierno de Estados Unidos autorizó la posible de un paquete logístico para equipos de vigilancia, entre los cuales se incluye a los drones ISR RQ-4 Global Hawk, para a la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA). Así se desprende de la notificación elevada por el Departamento de Estado al Congreso estadounidense para la aprobación de la venta de equipamiento militar a través del Programa FMS.

Dentro del paquete de asistencia, la NSPA solicitó al gobierno de Estados Unidos la compra adicional de servicios y repuestos para los sistema englobados dentro del Programa Alliance Ground Surveillance (AGS). Entre estos destaca la presencia de diversos componentes para los drones ISR Global Hawk empleados por la alianza atlántica, tales como: controladores de motores y demás equipos clasificado. Otro item listado son componentes para radares AN/APG-68. El contratista principal que liderará la operación será Northrop Grumman con sede en Mojave en el Estado de California por un monto de US$ 250,2 millones.

Desde el Departamento de los EE.UU. comunicaron: “esta venta propuesta apoyará los objetivos de política exterior y de seguridad nacional de Estados Unidos al mejorar la seguridad de los socios de la OTAN que son una fuerza para la estabilidad política y el progreso económico en la región del Atlántico Norte. La venta propuesta mejorará la capacidad de la OTAN para enfrentar amenazas actuales y futuras mejorando y manteniendo las capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de los Aliados. La OTAN no tendrá dificultades para absorber este equipo y servicios en sus fuerzas armadas”.

En cuanto al el RQ-4 Global Hawk, los primeros pasos del sistema se remontan al año 1995, cuando era solo un concepto avanzado de tecnología de Estados Unidos. Más tarde, los resultados de las pruebas dieron con una unidad con utilidad militar, proporcionando una capacidad ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) de gran altitud y autonomía. Desde entonces, el Global Hawk se ha desplegado operacionalmente para apoyar el despliegue de contingencia en el extranjero desde noviembre de 2001 como una aeronave de vigilancia aérea. 

En cuanto a su empleo por parte de la OTAN, en el año 2009 la Agencia de Adquisiciones y Apoyo de la OTAN (NSPA) anunció sus intenciones de adquirir nuevos drones ISR RQ-4 Global Hawk. En el año año 2012 se formalizó este pedido por un total de cinco sistema no tripulados en su variante Block 40 por un monto de US$ 1.400 millones.

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