Bastante menos conocida que la de “aguas azules”, pero de gran importancia para la seguridad y el desarrollo del país, es la “otra” Marina de Guerra del Perú, la que opera en la cuenca del río Amazonas. Se trata de la Comandancia General de Operaciones de la Amazonía (COMOPERAMA), cuyo puesto de comando está ubicado en la ciudad de Iquitos, donde también está la sede de la Quinta Zona Naval. Son más de 1,000 kilómetros de distancia en línea recta desde la Base Naval del Callao o dos horas de vuelo comercial, un auténtico desafío a la logística de incalculables dimensiones, que felizmente se ha podido superar. Por tierra la situación consume casi una semana trepando la cordillera para descender a la selva baja, y a partir de allí finalizar el tramo en dos días de navegación fluvial. Todo esto es mucho menos que los largos meses empleados por los bravos marinos del siglo XIX, que en el año 1864 llegaron para instalar la Capitanía de Puerto de Iquitos y afirmar el poder naval peruano en esas remotas tierras.

Grandes responsabilidades

A 160 años de esta gesta, la Marina en la Amazonía ha logrado alcanzar un alto nivel de desarrollo y autonomía profesional y tecnológica, pudiendo cumplir con su misión de resguardar las fronteras con Brasil y Colombia sin inconvenientes. Recordemos que en ese espacio han surgido amenazas transnacionales, como el narcotráfico, la minería y tala ilegal, el contrabando, la trata de personas, con la cada vez más preocupante presencia de ex guerrilleros de las FARC.

Este sector fronterizo del Putumayo va convirtiéndose en “zona caliente” debido al incremento del accionar de las bandas organizadas, y al cultivo de la hoja de coca para la producción de pasta básica y clorhidrato de cocaína. Esta situación es enfrentada con el aumento de los patrullajes fluviales y las operaciones conjuntas con las Armadas colombiana y brasileña, como el ejercicio multinacional BRA-COL-PER 2024.

Este evento internacional permite potenciar las capacidades para hacer frente a las amenazas transnacionales y delitos que afectan la seguridad y desarrollo en las zonas fronterizas de la región amazónica.

Poder fluvial

Los medios operacionales disponibles de la COMOPERAMA en la actualidad se basan en la Flotilla de Unidades Fluviales, integrada por las Cañoneras Fluviales BAP Marañón (CF-13) y BAP Ucayali (CF-14), con más de 50 años de servicios pero todavía capaces de combatir. Asimismo, en las mucho más modernas Cañoneras Fluviales BAP Clavero (CF-15) y BAP Castilla (CF-16), diseñadas y producidas en el SIMA Iquitos en los últimos 15 años, dotadas de moderno armamento y muy eficientes.

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Se suman las Unidades de Control Fluvial Amazonas (UCF-11) y BAP Loreto (UCF-12), ex cañoneras fluviales incorporadas hace casi un siglo, que hoy siguen prestando servicios esta vez como puestos fijos flotantes. También se tiene al Batallón de Infantería de Marina de la Amazonía No. 1 “Teniente Segundo Raúl Riboty Villalpando”, unidad de patrullaje y asalto fluvial desplegada en los Destacamentos Navales de la zona de frontera.

Adicionalmente, está el Grupo de Operaciones Especiales No. 3, proveniente de la Comandancia de la Fuerza de Operaciones Especiales (FOES), con especialización en combate en la jungla y combate anfibio. También está el Escuadrón Aeronaval de la Amazonía, que ejerce operaciones de vigilancia y defensa y apoyo a la fuerza fluvial con aeronaves Sikorsky SH-3D ‘Sea King’ procedentes de la Comandancia de la Fuerza de Aviación Naval.

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Un componente tecnológico importante es el Servicio Industrial de la Marina (SIMA Perú), cuya centro de operaciones en Iquitos (SIMA Iquitos) ha dado luz a importantes proyectos como las BAP Clavero y BAP Castilla. También cumple la función de centro de reparaciones y mantenimiento de todos los tipos y clases de embarcaciones tanto de la Marina de Guerra como del Ejército Peruano, que también dispone de unidades de río.

Lo que se viene

La COMOPERAMA sigue trabajando en el fortalecimiento de sus capacidades, a partir de un plan de desarrollo que incluye, entre otros, la repotenciación de su componente aéreo. Recordemos que hasta hace unos años se tenía un Mil Mi-8T asignado a todo tiempo, así como hidroaviones De Havilland Canada DHC-6 Twin Otter, hoy fuera de servicio.

El reemplazo de las dos cañoneras fluviales más antiguas, también deberá ser abordado próximamente, a partir de la exitosa experiencia de producción local de naves del mismo tipo concretada con el SIMA. Otro aspecto clave es la optimización de las acciones de control con el entrenamiento del personal, contándose con el apoyo de la Escuela de Operaciones Guardacostas Fluviales y su curso Operaciones Ribereñas.

Y el acercamiento con la Marinha do Brasil y la Armada Nacional de Colombia, para mejorar procedimientos y el nivel de entrenamiento, permitiendo el desarrollo de operaciones combinadas en la triple frontera.

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Lewis Mejia
Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima, Perú). Maestría en Relaciones Públicas en la Universidad San Martín de Porres. Graduado del Curso de Dirección Estratégica para la Defensa y Administración de Crisis (CEDEYAC) de la Marina de Guerra del Perú y el Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa William J. Perry de la Universidad de la Defensa de EE.UU.; del Programa de Gestión Estratégica del Poder Aeroespacial y Ciberespacio (PROGEPAC) de la Fuerza Aérea del Perú; y del diplomado en Gestión de Riesgo de Desastre, Escuela Superior de Guerra del Ejército del Perú. Corresponsal en Perú

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