Por Felipe Tamaño para el ISIAE

Es muy común en nuestros días leer titulares y noticias hablando de los famosos drones¸ ya sea por su popularidad en el uso civil y comercial o su creciente uso militar. Pero, ¿qué es un drone? Por empezar, la palabra etimológicamente proviene del inglés. La traducción literal de dron es zángano, una abeja macho. Tiene su origen en los primeros días de la aviación.

Desde el Primera Guerra Mundial que los países experimentan con drones, ya sean aéreos o terrestres. En principio, eran utilizados como blancos de práctica de tiro o como municiones autodestructivas para arrojar contra blancos específicos, siendo controlados por radio. Durante la Segunda Guerra Mundial no faltaron los desarrollos de estos aparatos no tripulados, especialmente utilizados como municiones autodestructivas, como el caso de las V-1 alemanas (misiles direccionados por un giroscopio), el vehículo Goliath (controlado por cable, que se detonaba con un control remoto) o los aviones aliados utilizados en la Operación Afrodita, donde grandes cuatrimotores eran cargados con explosivos y radiodirigidos hacia sus objetivos para destruirlos. Luego de la guerra, se buscó utilizar estos vehículos no tripulados para hacer reconocimiento del campo de batalla. Es así como se los equipó con cámaras fotográficas para luego de su misión de reconocimiento poder procesar las imágenes capturadas. En las guerras de Irak y Afganistán hemos visto a las tropas norteamericanas utilizar el dron RQ-11 Raven, el cual es lanzado manualmente por un soldado. De esta manera, se puede realizar un efectivo reconocimiento del área de operaciones sin arriesgar vidas.

Con los años, han surgido los drones capaces de mantenerse largas horas en el aire, con puntos de anclaje para llevar misiles o municiones guiadas por láser, que circulan por sus áreas de operación como verdaderas águilas esperando a que su presa llegue. Así se han desarrollado los drones MQ-9 Reaper norteamericano o el TB-2 Bayraktar turco. Pero los drones autodestructivos también siguen en el tablero de acción, notoriamente los producidos por Israel Aerospace Industries (IAI), como son el Harop y Harpy, conocidos como municiones merodeadoras o loitering munitions. El siguiente artículo se enfocará en el uso de esta tecnología en la guerra acaecida entre septiembre y noviembre del 2020, la guerra del Alto Karabakh, entre Armenia y Azerbaiyán.

La Guerra del Alto Karabakh

El 24 de septiembre del 2020, los cañones azeríes retumbaron en los valles armenios. Una gran ofensiva de tropas mecanizadas y columnas blindadas estaba teniendo lugar, dando inicio a una guerra que cesaría el 10 de noviembre de ese mismo año. Las causas se remiten a la conformación de la Unión Soviética y sus primeros años, cuando un área conocida como Artsakh, habitada por armenios, fue entregada a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Con la caída de la URSS, se desataron una serie de conflictos tanto fronterizos como étnicos que llevaron a una guerra entre armenios y azeríes, que resultaría en la independencia de facto de Artsakh, reconocida por Armenia como una república.

Mapa del área ocupada por la república de Artsakh (color salmón). El color arena es el territorio entregado a Azerbaiyán (verde) por Armenia (rojo) luego de la guerra. El verde claro al sur es el territorio ocupado militarmente durante la ofensiva azerí [1]

Años después, y habiendo conformado un poderoso ejército, Azerbaiyán lanzó una ofensiva contra las líneas defensivas armenias en un intento de recuperar un territorio que consideran propio. Apoyado militarmente por Israel y Turquía, las fuerzas azeríes desplegaron un interesante arsenal de Vehículos Aéreos no Tripulados (UAV, en inglés), haciendo efectivo uso de los mismos para apoyar su ofensiva con infantería motorizada, como una especie de Blitzkrieg moderna, donde los Stukas alemanes son reemplazados por drones turcos que de lo alto barrieron las defensas armenias.

Fuerzas en conflicto

En cuanto a las fuerzas azeríes, siguiendo la información proveída por The Drone Databook, el país asiático cuenta con drones de reconocimiento como los Aerostar, Heron, Orbiter-3 y Hermes 450/900 israelíes; municiones merodeadoras o loitering munitions, como los Sky Striker o HAROP/HARPY israelíes, capaces de portar una ojiva de 10 y 23 kilogramos de explosivo respectivamente; y drones de ataque, específicamente el Bayraktar TB-2 turco, que tuvo una destacada aparición en este conflicto por el daño infligido a las fuerzas armenias.

            Por el lado de las fuerzas armenias, encontramos sistemas antiaéreos obsoletos, provenientes de la era de la Unión Soviética, como los SA-4, SA-8 o S-300 y algunos MANPADS (lanzamisiles portátiles), incapaces de detectar a los drones azeríes por su reducida firma de radar. A esto se le suma que los TB-2 operaron a gran altitud, fuera del rango de muchos de los sistemas antiaéreos armenios, mientras que los azeríes podían disparar sus municiones guiadas por láser desde estos drones sin problema, con un alcance de 8 a 14 kilómetros.  

            El mundo pudo observar un efectivo uso de drones para acompañar la ofensiva blindada azerí. Durante los primeros días, el puño blindado azerí fue detenido por las líneas defensivas armenias, equipadas con misiles antitanques y carros de combate empleados en posiciones defensivas. Es aquí donde los drones ganan su protagonismo en el conflicto. Por un lado, se observa el uso de drones como el HARPY/HAROP para suprimir las defensas antiaéreas y antitanques, y ocasionando numerosas bajas humanas en las filas armenias. El otro actor destacado es el TB-2 turco, al que se le atribuye una cantidad descomunal de vehículos, camiones y piezas de artillería destruidos, además de las incalculables bajas humanas que ha ocasionado. Se estima que Azerbaiyán ha perdido 25 de estos drones, un número ínfimo comparado con los daños ocasionados que se presentarán en breve.

Podemos observar una buena coordinación de medios terrestres y los drones, ocupando el rol de lo que en la Segunda Guerra Mundial fueron los bombarderos en picado, como el Stuka, cuyo rol en la guerra blindada era destruir objetivos blindados o posiciones defensivas. Ahora, se puede realizar sin costo humano en caso de pérdida, ya que el operador se encuentra en una casetilla de control tras líneas aliadas.

Esta efectiva neutralización de baterías antitanques y carros de combate puede ser una explicación para la reducida cantidad de bajas de vehículos blindados, a excepción de los perdidos los primeros días de combate previo al uso intensivo de drones.

Debe destacarse la ingeniosa técnica azerí para revelar la posición de las defensas antiaéreas armenias, empleando viejos biplanos AN-2 soviéticos para que estos fuesen derribados y se revelaran las posiciones de estas baterías. Estos biplanos eran controlados por radio y orientado para volar sobre las líneas defensivas armenias, captando la atención de los sistemas de defensa antiaérea armenios. Así, los azeríes desarrollaron un sistema de detección prácticamente libre de costos, ya que estos aviones de 1947 no tenían utilidad alguna, pero estaban presentes en grandes números. Luego, un dron TB-2 o HARPY/HAROP sería enviado a destruir este objetivo, suprimiendo la amenaza antiaérea sin costos para los azeríes y causando una invaluable pérdida para los armenios.

Decenas de An-2 azeríes en el aeródromo de Yevlakh,[2]

TB-2 armado con misiles MAM-L[3]  

IAI Harop siendo lanzado desde su plataforma. [4]

  Estación de control de un Bayraktar TB-2 [5]

Bajas ocasionadas registradas fotográficamente

Siguiendo la investigación realizada por Stijin Mitzer y Joost Oliemans, quienes recopilaron evidencia fotográfica de las pérdidas materiales en la guerra para contabilizarlas, podemos estimar que los drones causaron la destrucción de:

 TB-2HAROP/HARPYTOTAL
Tanques861298
VCI29231
Misiles Antitanques Autopropulsados33
Piezas de artillería125125
Artillería Autopropulsada17421
Baterías Lanzamisiles60868
Misiles Tierra-Aire19928
Radares6612
Camiones y Jeeps19418212

Podemos observar especial efectividad por parte de los drones TB-2 en cuanto a la destrucción de vehículos blindados, pero este cuadro no hace justicia a la enorme cantidad de bajas humanas que han causado los HAROP/HARPY, observables en videos publicados por el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán. Esta verdadera muerte desde el aire causó pánico entre las tropas armenias. Como bien dice el Capitán del Ejército del Aire de España José Delgado: “Al igual que el sonido generado por los bombarderos en picado Stuka en sus ataques […] el zumbido característico de los drones ha producido, en muchas ocasiones, la huida de las tropas desde sus posiciones de combate” (Delgado, 2021, p. 19)

Secuencia de destrucción de un T-72 armenio atrincherado, grabado desde su verdugo, un TB-2 [6]

Punto de vista de un IAI HAROP momentos antes de impactar contra un T-72 armenio. [7]

Un camión armenio momentos antes de ser impactado por una munición merodeadora. [8]

¿Cómo se combate a los drones?

            Esta pregunta ha estado resonando en la cabeza de los militares e ingenieros en los últimos tiempos, desde la comercialización de los pequeños drones que inundaron el mercado. Luego de la guerra del Nagorno-Karabakh, se estuvieron buscando diferentes soluciones a esta cuestión. Los rusos parecerían tener un sistema que aparentaría ser efectivo contra los drones utilizados por los azeríes. Este es el sistema “Krasukha”, un sistema de guerra electrónica terrestre montado en un camión, que, durante este conflicto, ha sido capaz de neutralizar tanto a los HAROP como a los TB-2. Este habría sido utilizado por las tropas rusas presentes en una base en territorio armenio, al ver que estos drones se habrían acercado a su perímetro defensivo. Las pruebas fotográficas muestran los restos de los drones sin daño por armas de fuego o sistemas antiaéreos, por lo que es factible que el sistema ruso hubiese bloqueado la conexión por radio entre el dron y su estación de control, causando su derribo.

Sistema Krasukha S-4 [9]

Otra herramienta utilizada por los rusos ha sido la instalación de jaulas alrededor de las torres de sus tanques, especialmente T-72, el modelo más abundante en las filas blindadas rusas. La idea sería que este blindaje espaciado detonase la carga del dron o de la munición arrojada, logrando que esta pierda capacidad de penetración debido a esta detonación prematura.       Esta solución está pensada especialmente para las municiones merodeadoras como los HAROP, que realizan ataques top down, o sea, caen en picada sobre el objetivo. El fino blindaje del techo del tanque, sumado al sistema de auto recarga de los tanques soviéticos que los hace propenso a explotar ante una perforación del blindaje, incentivó a los rusos a desarrollar esta barata alternativa, que aún no se ha visto probada contra los 23 kilogramos de explosivo del HAROP.

T-72B3 equipado con una jaula “anti-drones” [10]

            En cuanto a los Estados Unidos, se han estado probando sistemas para combatir pequeños drones difíciles de abatir por medios convencionales, planeando desarrollar alternativas portátiles para que los soldados puedan transportarla en el campo de batalla. Entre los 5 sistemas que se están evaluando encontramos el DroneGun y DroneKiller, de la compañía IXI, que usan capacidades de guerra electrónica para neutralizar drones, siendo un artefacto portátil.

IXI DroneKiller [11]

Carabina calibre 5.56×45 mm montada en el sistema Smash Hopper [12]

Finalmente, el ejército de los Estados Unidos está mirando con buenos ojos una nueva munición desarrollada por Northrop Grumman, la XM1211. Esta es una munición con espoleta de proximidad capaz de detectar el pequeño tamaño de un dron, estallando y derribándolo. Sería disparada de un cañón automático de 30 mm, lo que le da una cadencia de tiro rápida.

Conclusión

            La guerra del Nagorno-Karabakh nos ha demostrado varias cosas: la combinación de estas aeronaves no tripuladas con capacidades de ataque terrestre ciertamente beneficiaron la ofensa al combinarse con el avance blindado azerí. Se pueden neutralizar objetivos estratégicos como baterías antiaéreas o posiciones defensivas sin la necesidad de poner en riesgo vidas humanas y con la capacidad de utilizar municiones de alta precisión.

            Habiendo observado este efectivo uso de drones, es posible que observemos un mayor desarrollo autóctono de estos sistemas o que los países quieran adquirir los sistemas de armas ya probados en combate, por el precio unitario de cinco millones de dólares, en el caso del TB-2 Bayraktar. Ya Polonia ha manifestado el deseo de incorporar una cantidad de estos drones a su flota aérea, mientras que países como Ucrania ya están haciendo uso de estos drones para combatir a las fuerzas rebeldes de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Dontesk en su propio territorio.

El tiempo dirá que sucederá, pero sería óptimo que la Argentina, a falta de una flota aérea capaz de cubrir la extensión del país, desarrollase drones de vigilancia y, por qué no, con capacidades ofensivas. Si bien Argentina cuenta con ciertos desarrollos de estos vehículos aéreos no tripulados, considero que no se les está prestando la suficiente atención. También creo prudente adquirir ejemplares de estos drones, especialmente los TB-2 turcos, para estudiarlos y aprender de este gran avance tecnológico.

Dron argentino AR-2T Vigía[13]

            Los drones argentinos parecen ir en la dirección correcta, pero faltaría probarlos intensivamente en ejercicios militares para evaluar su capacidad y si sería posible empezar a trabajar en la fabricación o compra de drones con capacidades ofensivas.

Bibliografía:

Gettinger, D (2019) The Drone Databook, Center for the Study of the Drone

Judson, J (2021) Here are the cheap counter-drone solutions DoD tested in the Arizona desert. Defense news, recuperado de: https://www.defensenews.com/land/2021/09/24/here-are-the-cheap-counter-drone-solutions-dod-tested-in-the-arizona-desert/

Mäkelä,P. (2021) Death from above – Russian ad hoc top attack defences. Recuperado de: http://blog.vantagepointnorth.net/2021/07/death-from-above-russian-ad-hoc-top.html

Marín Delgado, J. (2021) Guerra de drones en el Cáucaso Sur: lecciones aprendidas de Nagorno Karabaj. Instituto Español de Estudios Estratégicos. Recuperado de: https://www.ieee.es/publicaciones-new/documentos-de-opinion/2021/DIEEEO21_2021_JOSMAR_DronesCaucaso.html

Mitzer, S & Oliemans, J (2020) The Fight For Nagorno-Karabakh: Documenting Losses On The Sides Of Armenia And Azerbaijan. Recuperado de: https://www.oryxspioenkop.com/2020/09/the-fight-for-nagorno-karabakh.html

Welt, C. (2021) Azerbaijan and Armenia: The Nagorno-Karabakh Conflict. Congressional Research Service


[1] Recuperado de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/99/Nagorno-Karabakh_war_map_%282020%29.svg

[2] Recuperado de https://en.topcor.ru/16735-nou-hau-karabahskoj-vojny-baku-ispolzuet-bespilotnye-an-2-dlja-vskrytija-pvo-armenii.html

[3] Recuperado de https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=53447054

[4] Recuperado de https://es.topwar.ru/179697-preimuschestva-barrazhirujuschego-boepripasa-iai-harop.html

[5] Recuperado dehttps://es.topwar.ru/176027-tureckij-udarnyj-bespilotnik-bayraktar-tb2.html

[6] Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=gR9rbT44n0g

[7] Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=gR9rbT44n0g

[8] Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=gR9rbT44n0g

[9] Recuperado de https://sputniknews.com/20170513/russia-electronic-warfare-systems-production-1053579633.html

[10] Recuperado de http://blog.vantagepointnorth.net/2021/07/death-from-above-russian-ad-hoc-top.html

[11] Recuperado de https://www.ixiew.com/products/dronekiller/

[12] Recuperado de:

[13] Recuperado de https://www.pucara.org/post/los-uav-de-la-fuerza-a%C3%A9rea-argentina

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