Por otra parte, y como requisito imprescindible también se necesita un sistema de corto alcance –compacto y ligero- para la autodefensa. Aunque no necesariamente, podría pensarse en un arma desechable, lo ideal sería que fuese utilizable desde espacios cerrados, inclusive cuando ello supone emplear un principio de contraposición de masas más pesado que un lanzacohetes ordinario con rebufo. Las características generales del sistema suponen la consideración de las siguientes pautas:
- Deberá estar disponible de inmediato, siempre que se necesite y en las cantidades adecuadas. Ningún soldado ha de temer que su posición sea desbordada por blindados, sabiendo que tanto él como sus compañeros no disponen del suficiente número de armas Atan. Ello tiene clara repercusión, tanto en el costo como en la facilidad de producción en masa.
- Deberá poseer un sistema de fácil manejo, teniendo en cuenta que será utilizada por quienes, según puede suponerse, actúen bajo condicionantes, como son la fatiga y el miedo. Los soldados habrán de tener completa confianza en el resultado positivo de su funcionamiento, y sobre todo, la seguridad de que sabrán usarlo con total idoneidad.
- Deberá ser razonablemente eficaz contra la amenaza media. Si los recortes presupuestarios son inevitables, entonces el alcance deberá sacrificarse en beneficio del poder de penetración. Un sistema capaz de destruir un blanco a cincuenta metros, siempre resultará mejor que otro que quizás no lo pueda hacer a trescientos metros.
MISILES: SUS TRES GENERACIONES
Es importante diferenciar la evolución de las armas Atan, de lo que suponen los misiles de tres diferentes generaciones.
Veamos, en primer lugar, los misiles de primera generación: fundamentalmente, son de guiado manual a través de un control de mando, unido al misil por un cable, o a través de señal de radio (SS11). En este caso, el hombre debe guiar la trayectoria del misil al blanco, realizando pequeñas correcciones durante su vuelo. Con el tiempo, estos sistemas se tornaron ineficaces, debido a la cada vez más alta velocidad desarrollada por los tanques, y a las dificultades que el sistema presenta en cuanto a alcance y velocidad del misil –y por supuesto, la dificultad de guiar el misil al blanco-. Ejemplos de este tipo de sistemas son los misiles Cobra y AS11.
Referido a los misiles de segunda generación, debe tenerse en cuenta lo siguiente: como característica principal se cita el sistema de guiado del misil al blanco, mediante el cual, básicamente, debe mantener el blanco en el retículo de puntería hasta que éste hace impacto. Esta generación de misiles tuvo sucesivas modernizaciones, las cuales incluyeron sistemas de visión nocturna tipo térmico, disposición de la cabeza explosiva en tandem, para penetrar el blindaje de tipo reactivo (750-800 mm), más otros adelantos. Ejemplo de estos sistemas, son el Tow 2, Mapats y Milan.
Misiles de tercera generación (fire and forget): en su mayoría, durante su vuelo son guiados por láser. Corrigen su trayectoria a través del sistema electrónico del misil que envía al propulsor, modificando dicha trayectoria hasta que dé en el blanco.
Se denominan guiados por láse, ya que, durante la trayectoria del misil, algún elemento del sistema de armas que dispara el misil o externo ilumina el blanco con un equipo de láser. Este es el caso de la combinación de sistemas tal como lo muestra el helicóptero Apache (con los misiles Hellfire), en trabajo con el helicóptero Kiowa, que ilumina el blanco con un equipo láser (designador).
Sin embargo, y siempre conside
rando esta tercera generación, debe destacarse la concreción de un gran avance tecnológico. Efectivamente, los nuevos desarrollos de tercera generación prescinden del segundo elemento, el cual debe mantener el blanco iluminado por el láser. Esto se debe a que en los últimos misiles –una vez adquirido el blanco y disparado el misil- los sistemas electrónicos del mismo mantienen el blanco iluminado hasta que se produzca el impacto. Además, cuentan con sistemas de puntería de visión térmica, y de detección y adquisición de blancos de última generación. Algunos ejemplos de ellos, son, entre otros, el Hellfire II, Javelin, Metis y Trigat.
CONCLUSIÓN
Finalmente, puede decirse que la incesante carrera establecida entre el tanque y las armas Atan deriva en dos opciones, las cuales, combinadas, constituyen la mejor opción. Dichas opciones son las siguientes: el sistema de corto alcance, bajo costo y sencillo manejo y transporte. También, está el sistema de mayor alcance (medio y largo), montable en vehículos livianos, helicópteros y blindados -manejable por uno o dos hombres según el caso- pero no tendrá la comodidad que ofrece el sistema de corto alcance. Posee un sistema de mayor complejidad, lo cual aumenta su eficacia, a la par de su costo.
http://www.rs.ejercito.mil.ar/Contenido/Nro653/Td/tendencia.htm