Notas en los medios sobre Nazismo

tanoarg

Miembro del Staff
Moderador

Revelan que Hitler bombardeó a miles de alemanes para probar cohetes V-2
Durante la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler bombardeó a miles de alemanes con cohetes V-2 para probar su fuerza, echando la culpa por el daño a las Fuerzas Aliadas, de acuerdo con un archivo mantenido en secreto durante décadas por un coleccionista alemán.

Documentos secretos de las fuerzas nazis SS, que revelan cómo Hitler utilizó a los ciudadanos alemanes como objetivos vivos para prácticas de bombardeo antes de atacar al Reino Unido y Europa continental en la Segunda Guerra Mundial, serán vendidos por una casa de subastas de Londres el 18 de marzo, informa 'The Daily Mail'.




Se cree que el archivo, gran parte del cual está escrito en alemán codificado, proporciona evidencias de que los misiles balísticos V-2 fueron puestos a prueba en pueblos y ciudades en los territorios alemanes de Pomerania, antes de ser disparados contra Londres, Amberes y Lieja, matando a más de 7.000 civiles.

Los documentos fueron emitidos por la unidad secreta, Kommandostelle S, para informar de la magnitud de la devastación, y fueron rescatados de ser quemados en los últimos días de la guerra. Durante casi 70 años, el archivo fue guardado por un coleccionista alemán, pero ahora se espera que se vendan en la subastas de Chiswick, Londres, por 3.700 dólares.

http://actualidad.rt.com/actualidad/168782-hitler-bombardear-alemanes-cohetes
seguramente probaron sobre hamburgo y dresde...
 

Barbanegra

Colaborador
Fascinación internacional por "un refugio secreto nazi" en Misiones
Intriga, fascinación, conmoción. El presunto hallazgo de refugios para jerarcas nazis en Misiones, conocido durante el fin de semana, despertó todo tipo de sentimientos en el exterior.

"Se cree que encontraron un escondite secreto nazi en una remota selva argentina", es el título con el que lleva The Washington Post la noticia, que es esta mañana la más leída del sitio. También en The Telegraph, de Gran Bretaña, "Arquéologos argentinos descubren un refugio secreto nazi", aparece como la más vista de sus noticias.

En Actualidad RT, el sitio ruso de noticias en español, "Hallan supuesto refugio secreto de jerarcas nazis en la Argentina" encabeza la lista de "lo más popular".

La noticia local aparece también en medios de todo el mundo, como DW (Alemania), Time (Estados Unidos), The Guardian (Gran Bretaña), La Vanguardia (México), El Universal (Venezuela) y El Comercio (Perú).

El hallazgo
¿Qué es lo que genera tanta atracción? Un equipo del Centro de Arqueología Urbana de la UBA afirman que hallaron un refugio levantado para albergar a jerarcas nazis en medio de la selva de Misiones, según informó ayer el diario Clarín.

Se trata de edificaciones con paredes de hasta tres metros de ancho en una zona inaccesible del Parque Teyú Cuaré, al sureste de la provincia de Misiones, en la frontera con Paraguay.

El equipo de especialistas, que cumplió su primera etapa de trabajo en el lugar, y elaboró una primera hipótesis: se trata de edificaciones levantadas para que vivieran ocultos altos mandos nazis.

"Aparentemente, a mitad de la Segunda Guerra Mundial (...) la aeronáutica nazi generó un proyecto secreto de construcción de refugios para que los más altos jerarcas nazis pudieran esconderse tras una derrota, sitios inaccesibles, el medio del desierto, en una montaña, en un acantilado o en medio de una selva como ésta", explicó Daniel Schávelzon, director del CAU y líder del equipo.

Abonaron la hipótesis objetos hallados en el lugar, entre ellos cinco monedas alemanas que fueron acuñadas entre 1938 y 1941 y un fragmento de plato de porcelana con la inscripción "Made in Germany" fabricada por la firma Meissen entre 1890 y 1949.

Los investigadores creen que los nazis nunca usaron el refugio, que consta de tres edificios, porque cuando llegaron a Argentina se dieron cuenta que podían vivir sin esconderse.

Miles de nazis, ustachis croatas y fascistas italianos desembarcaron en Argentina con la bendición del entonces presidente, el general Juan Perón (1946-52, 1952-55), según el centro Simon Wiesenthal.

Ante Pavelic, el fundador del movimiento ustachi croata pronazi; Dinko Sakic, excomandante del campo de concentración de Jasenovac (Croacia); Josef Schwammberger, quien dirigió los campos de trabajo forzado cerca de Cracovia (Polonia); y el teniente coronel alemán, Adolf Eichmann, fueron acogidos en la Argentina.

http://www.lanacion.com.ar/1778544-fascinacion-internacional-por-un-refugio-secreto-nazi-en-misiones
 
Fascinación internacional por "un refugio secreto nazi" en Misiones
Intriga, fascinación, conmoción. El presunto hallazgo de refugios para jerarcas nazis en Misiones, conocido durante el fin de semana, despertó todo tipo de sentimientos en el exterior.

"Se cree que encontraron un escondite secreto nazi en una remota selva argentina", es el título con el que lleva The Washington Post la noticia, que es esta mañana la más leída del sitio. También en The Telegraph, de Gran Bretaña, "Arquéologos argentinos descubren un refugio secreto nazi", aparece como la más vista de sus noticias.

En Actualidad RT, el sitio ruso de noticias en español, "Hallan supuesto refugio secreto de jerarcas nazis en la Argentina" encabeza la lista de "lo más popular".

La noticia local aparece también en medios de todo el mundo, como DW (Alemania), Time (Estados Unidos), The Guardian (Gran Bretaña), La Vanguardia (México), El Universal (Venezuela) y El Comercio (Perú).

El hallazgo
¿Qué es lo que genera tanta atracción? Un equipo del Centro de Arqueología Urbana de la UBA afirman que hallaron un refugio levantado para albergar a jerarcas nazis en medio de la selva de Misiones, según informó ayer el diario Clarín.

Se trata de edificaciones con paredes de hasta tres metros de ancho en una zona inaccesible del Parque Teyú Cuaré, al sureste de la provincia de Misiones, en la frontera con Paraguay.

El equipo de especialistas, que cumplió su primera etapa de trabajo en el lugar, y elaboró una primera hipótesis: se trata de edificaciones levantadas para que vivieran ocultos altos mandos nazis.

"Aparentemente, a mitad de la Segunda Guerra Mundial (...) la aeronáutica nazi generó un proyecto secreto de construcción de refugios para que los más altos jerarcas nazis pudieran esconderse tras una derrota, sitios inaccesibles, el medio del desierto, en una montaña, en un acantilado o en medio de una selva como ésta", explicó Daniel Schávelzon, director del CAU y líder del equipo.

Abonaron la hipótesis objetos hallados en el lugar, entre ellos cinco monedas alemanas que fueron acuñadas entre 1938 y 1941 y un fragmento de plato de porcelana con la inscripción "Made in Germany" fabricada por la firma Meissen entre 1890 y 1949.

Los investigadores creen que los nazis nunca usaron el refugio, que consta de tres edificios, porque cuando llegaron a Argentina se dieron cuenta que podían vivir sin esconderse.

Miles de nazis, ustachis croatas y fascistas italianos desembarcaron en Argentina con la bendición del entonces presidente, el general Juan Perón (1946-52, 1952-55), según el centro Simon Wiesenthal.

Ante Pavelic, el fundador del movimiento ustachi croata pronazi; Dinko Sakic, excomandante del campo de concentración de Jasenovac (Croacia); Josef Schwammberger, quien dirigió los campos de trabajo forzado cerca de Cracovia (Polonia); y el teniente coronel alemán, Adolf Eichmann, fueron acogidos en la Argentina.

http://www.lanacion.com.ar/1778544-fascinacion-internacional-por-un-refugio-secreto-nazi-en-misiones
No es de extrañar en especial por la proximidad de la zona al Paraguay, pais donde se funda el primer partido Nazi en el extranjero
FRIEDRICH KLIEWER, activo militante en los años treinta, hace un pormenorizado relato de aquel hecho: "El grupo de la NSDAP (en el Paraguay) es el más antiguo del mundo y ya fue reconocido por la dirección del partido en 1929. Los comienzos de la actividad nacionalsocialista entre los alemanes del Paraguay se remontan al año 1927 en la ciudad de Villarrica. Si bien su primer gestor abandonó más tarde el partido, aquí comenzó la tarea. Poco después el movimiento se conoció también en la Colonia Independencia", Más adelante Kliewer detalla las primeras discrepancias entre los alemanes del Paraguay con motivo de la adopción de la bandera nacionalsocialista, señalando también que por esta razón apareció el primer boletín nazi. "En Independencia -prosigue Kliewer- tres jóvenes acordaron formar en junio de 1928 un grupo de trabajo. Sin ingresar aún al partido, comenzaron a trabajar con mucho entusiasmo en la colonia. Organizaron charlas nocturnas para instruir políticamente a los colonos. El grupo halló mucha comprensión entre los veteranos de la guerra mundial. En 1929 pudo al fin aparecer a la luz pública. A finales de 1930 ingresó la mayoría de los miembros al partido, formando la base Independencia, que fue la primera en ser incorporada al partido fundado en 1929. Asunción fue recién alcanzada en 1931. En octubre de 1932 INDEPENDENCIA se convirtió en "ORTSGRUPPE" (grupo local), categoría que Asunción adquirió sólo en 1933. El peso del partido estuvo inicialmente en la COLONIA INDEPENDENCIA, donde éste ganó sus primeras influencias en la población del lugar"
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Sensacionales revelaciones a 70 años de otro accidente aéreo en Uruguay
El "Titanic del aire" que cayó en Rocha trasladaba "oro nazi"
Las huellas de la Alemania nazi en Uruguay no se agotan en la batalla del Graf Spee o la boda de Josef Mengele en Nueva Helvecia.
FOTO

Momentos en que "Lionel de Marmier" se preparaba para partir hacia Montevideo. Foto: Archivo

El padre de Aldunate administraba una estancia ubicada en las cercanías de la Laguna de Rocha. Luego que acuatizó el hidroavión, ayudó a llevar a tierra a algunos de los 46 pasajeros que iban a bordo. Como hablaba fluidamente francés, enseguida entabló amistad con el comandante del vuelo, André Chatel, según contó su hijo.
Chatel le entregó al administrador de la estancia, como obsequio por su ayuda, un elemento de última tecnología que llevaba el hidroavión, y que Aldunate conservó durante décadas en un cofre-fort. Su padre se lo legó en 1974, diciéndole que era "un secreto de Estado".
Pasajeros.
El vuelo del hidroavión "Lionel de Marmier" fue un acontecimiento en la época, y su accidente en Rocha motivó crónicas internacionales. A bordo, entre los pasajeros, figuraban diplomáticos, intelectuales y cineastas, entre otros.
Uno de ellos era el poeta y diplomático brasileño Vinicius de Moraes (de 32 años entonces). También viajaban el ministro adjunto de Uruguay en Washington, Ramón Píriz Coelho, su esposa boliviana Ballón de Píriz, y el hijo de ambos, Ramiro, de 10 años (el único niño a bordo), quien décadas después, fue embajador en Egipto.
Una crónica del experto aeronáutico Juan Maruri, publicada en la página web de Historia y Arqueología Marítima, reseña que el 23 de octubre de 1945, de noche, el hidroavión despegó de Biscarosse (Francia) e hizo escala en Mauritania. Al día siguiente partió hacia Río de Janeiro, donde arribó sin incidentes el 25 de octubre. En la entonces capital brasileña subieron varios pasajeros. También se unió un grupo de periodistas que iba a filmar el vuelo.
La investigación de Maruri documenta que el "Lionel de Marmier" —así llamado en honor de un as de la aviación francesa— era un aparato de 57,93 metros de largo y 43,46 de ancho por 5,66 de altura. Pesaba 75 toneladas y alcanzaba una velocidad de crucero de 320 kilómetros por hora.
Después de seis horas de vuelo desde Río, el avión llegó a Rocha. Luego de un fuerte estruendo, un motor cayó al vacío. Una de las tres palas de las hélices se introdujo en el fuselaje. El impacto causó la muerte del periodista brasileño del diario OGlobo, Pedro do Amaral Teixeira, y amputó ambas piernas al cineasta francés Georges Emile Ansel, quién falleció en un hospital de Montevideo.
El "regalo".
Dos semanas más tarde, tras cambiar de lugar un motor y quitar otro para equilibrar las alas, el hidroavión voló hacia Montevideo y luego continuó su ruta hacia Buenos Aires.
Antes de reanudar su viaje tras solucionar la pérdida de uno de motores, Chatel le entregó al padre de José Aldunate un tubo que contenía un chaleco salvavidas de fabricación alemana, con la mejor tecnología de la época.
"El comandante le dijo a mi padre: Le entrego este obsequio con mucho cariño, con mucho peligro. Y cuidado con quién habla sobre lo que contiene el tubo", relató Aldunate.
El padre de Aldunate abrió el regalo del comandante francés. Observó que el chaleco salvavidas contenía un tubo de oxígeno insertado en los pliegues, y una boquilla para aspirar oxígeno. En el acople ubicado al lado de la llave de salida del oxígeno, se aprecia claramente, tallado en el hierro, la cruz svástica, según las fotografías brindadas por Aldunate a El País.
Otra foto del chaleco muestra al dorso el sello de fábrica: "Schwimmweste (chaleco salvavidas, en alemán). Anferderz FL 30164-2".

En la conversación, el comandante francés reveló al padre de Aldunate que el hidroavión trasladaba hacia el sur argentino a varios funcionarios alemanes del recién derrotado Tercer Reich, y un cargamento de oro, aseguró Aldunate.
Maruri, ex piloto militar y civil, consultado al respecto por El País, quedó sorprendido por esta historia.
"¡Es imposible lo que me está contando! ¡El hidroavión fue enviado a América por el propio Charles de Gaulle!", héroe de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial.
Maruri, sin embargo, desconocía la existencia de estos documentos facilitados a El País por Aldunate.
Refugio.
Un libro del periodista argentino Abel Basti señala que, después de la finalización de la guerra en 1945, hubo una fuga de jerarcas nazis hacia el sur argentino.
Ayer, el diario Clarín consignó que un equipo de arqueólogos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) dijo haber descubierto edificaciones ocultas levantadas para albergar a enviados de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Los investigadores encontraron varios objetos que indican que las construcciones se llevaron a cabo hacia la primera mitad de la década de 1940. Entre los hallazgos más trascendentes se cuentan monedas alemanas de entre 1938 y 1944 y porcelana alemana de aproximadamente esos mismos años.
Los arqueólogo de la UBA creen que la jerarquía nazi nunca utilizó estos refugios porque cuando llegó a la Argentina se dio cuenta de que podía vivir en las ciudades, sin esconderse.
elpais.uy
 

Negro

Administrador
Miembro del Staff
Administrador
Muere a los 93 años uno de los diez criminales nazis más buscados
Europa


El oficial de las SS nacido en Dinamarca Soeren Kam, uno de los diez criminales nazis más buscados, murió en Alemania el pasado 23 de marzo a la edad de 93 años, según informó el periódico Copenhagen Post.

Kam fue acusado de ayudar a las fuerzas nazis en su país y de haber matado en 1943 al periodista antifascista Carl Henrik Clemmensen en Copenhague. Después de la guerra el criminal viajó a Alemania y obtuvo la nacionalidad en 1956.

Tras su arresto en 2006, un tribunal alemán decidió no extraditarlo a Dinamarca por falta de pruebas, a pesar de las peticiones de ese país.

Las autoridades danesas pretendían reabrir el caso para investigar su papel en la deportación de numerosos judíos, además se suponía que, gracias a su alto cargo de oberstumfuhrer, poseía información sobre otros crímenes nazis.

El oficial luchó en el frente oriental y formó parte del famoso "top ten" de los criminales más buscados de la Segunda Guerra Mundial, confeccionada por el Centro Simon Wiesenthal de EE.UU.

Los historiadores revelan que Kam llegó a ser muy popular entre los neonazis alemanes, quienes le pedían que firmara autógrafos y escribiera algo en sus propias fotos.

Lea más en http://mundo.sputniknews.com/europa/20150331/1035931583.html#ixzz3VysOMpol
 

Sebastian

Colaborador
Alemania busca el rastro nazi en Ecuador

Un fiscal y un comisario alemanes aterrizarán en el país andino para investigar la huida de oficiales del nazismo a Sudamérica


Soraya Constante Quito 4 ABR 2015 - 00:17 CEST


Prisioneros en un campo de concentración en Dakota del Sur en 1943.

Seguir el rastro de oficiales nazis que huyeron a Ecuador es la misión encomendada a una pareja de investigadores alemanes que llegarán, en breve, al país andino. La Oficina Central para el Seguimiento de los Crímenes Nacionalsocialistas de Alemania ha informado de que tiene nuevos datos sobre la llegada de dirigentes nazis a Ecuador, por lo que ha ordenado el desplazamiento del fiscal Kurt Schrimm y el comisario jefe del departamento de lo criminal, Uwe Steinz.

Los investigadores alemanes tendrán acceso a los archivos históricos que guarda el Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador. Los permisos se han conseguido gracias a la mediación del embajador de Ecuador en Berlín, Jorge Jurado, y del cónsul honorario alemán en Quito, Siegfried Rapp. La embajada ecuatoriana en Berlín dio la noticia del viaje del fiscal y el comisario, pero no reveló la fecha de su aterrizaje.

Parte de la información que guardan esos archivos ya fue revelada en el libro Ecuador y la Alemania Nazi, que salió a la venta en marzo de 2014 y que durante cuatro meses estuvo vetado por el Ministerio de Cultura. Las autoridades de esta cartera pidieron revisar el contenido del libro por el temor de que se hiciera una apología al régimen nazi.

Su autor, Francisco Núñez del Arco, explicó en su momento que el libro es una recopilación documental de la relación que tuvo Ecuador con Alemania entre 1933 y 1945, los doce años del hitlerismo. Una de las revelaciones más escandalosas es la de que la Alemania nazi condecoró, junto con la Orden del Águila Alemana, al canciller de Ecuador Julio Tobar Donoso, en 1940. Así como un préstamo de 34 millones de dólares que los nazis habían incautado a los judíos para ser invertido en el desarrollo del Ecuador.

Respecto a la posguerra, el libro detalla en su capítulo siete que Ecuador fue el destino del inventor de las cámaras de gas móviles, Walter Rauff, quien vivió en Quito entre 1948 y 1958 y luego fue a Chile, donde murió en 1984. También sugiere que en 1948 Heinrich Müller, jefe de la Gestapo, llegó también a Ecuador. Esto último, sin embargo, no ha sido comprobado.

El investigador Núñez del Arco, que ahora se encuentra en Argentina recopilando información para otra publicación, señala que hay un archivo secreto en la cancillería ecuatoriana al que no tuvo acceso y donde cree que puede haber más datos sobre la llegada de nazis al Ecuador en la posguerra. “Muchos alemanes no entraron con sus identificaciones alemanas originales y aquí recibieron ayuda para conseguir nuevas identidades. Hay algunos oficiales nazis que pasaban por Quito a visitar a sus camaradas como el piloto Hans-Ulrichs Rulde, que tenía la más alta condecoración del Tercer Reich. La mayoría de esa gente ya está muerta, yo dudo que haya gente viva, solo quedarán sus descendientes”, dice.

A raíz de la publicación de su libro, muchas personas han contactado con Núñez del Arco para dar testimonio de las personas que ayudaron a los fugitivos nazis como la esposa del canciller Julio Tobar Donoso y otros tantos de la nobleza quiteña que escondían a los alemanes en las haciendas más famosas de la época. Todavía tiene pendiente, cuenta el investigador, probar datos como aquel barco de guerra alemán que fue bautizado como Quito para congraciarse con el país andino y la captura durante la Segunda Guerra Mundial de varios ecuatorianos que fueron considerados simpatizantes del nazismo por trabajar para empresas alemanas e italianas. Estos fueron llevados a un campo de concentración de Dakota del Sur, donde estuvieron junto a soldados alemanes que en la posguerra habrían venido a ecuador por la mediación de los simpatizantes del nacionalismo socialista.

La relación en los años 40
De la simpatía del Tercer Reich hacia Ecuador han quedado pruebas como las condecoraciones que recibieron los diplomáticos ecuatorianos en los años 40. Pero quizás las pruebas más fehacientes de esta cercanía están en los documentos que la CIA desclasificó en 2008. En ellos se caracteriza a Ecuador como un gobierno pronazi

En los telegramas se critica al presidente ecuatoriano de la época Carlos Alberto Arroyo del Río, así como a sus jefes militares, por sus simpatías con el Eje: la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial.

Se menciona como fascistas al teniente coronel Carlos Meneses, jefe de la guarnición en las Galápagos; y al teniente coronel Agustín Albán Borja, jefe de la tercera zona militar ecuatoriana, entre otros. En uno de los textos, con fecha 18 de mayo de 1942, incluso, se señala a Albán Borja como informante del Eje.

Los informes de la CIA indican que Alemania tuvo una posición favorable al Ecuador en el conflicto limítrofe con Perú, en 1941. “En la Cancillería se guardan recortes de los periódicos nazis, con artículos favorables al Ecuador, mientras criticaban a los Estados Unidos. Llegaron a ofrecer ayuda militar que se les rechazó”, dice el autor del libro Ecuador y la Alemania Nazi.

El investigador aporta datos como el número de ecuatorianos que fueron becados a Alemania, entre ellos, el ecuatoriano Belisario Peña era el traductor de los discursos de Goebbles al español cuando se transmitían por radio a América Latina.

También enumera a otros germanófilos como Juan Manuel Lasso, fundador del Partido Socialista Ecuatoriano; Olmedo Alfaro, hijo del revolucionario Eloy Alfaro y encargado de negocios en Bremen; Alberto Enríquez Gallo, que se consideraba admirador de Mussolini. Incluso da cuenta de un editorial del diario El Comercio que es una apología de la Alemania Nazi, publicado en 1934. Pedro Velasco Ibarra escribió que el pueblo del Ecuador estaba a favor del régimen fascista.

El lobby lo hacía una colonia alemana integrada por diplomáticos y funcionarios del Colegio Alemán, fundado en 1917. En una de las sedes del Colegio Alemán en Quito había una esvástica enorme en la fachada.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/03/actualidad/1428096570_317425.html
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Ucrania califica de "luchadores por la independencia" a colaboradores de los nazis


El Parlamento ucraniano ha calificado de luchadores por la independencia del país a un grupo de organizaciones formales y clandestinas, algunas incluso culpables de crímenes de guerra, masacres y colaboración con los nazis, y ha proporcionado a sus integrantes varios beneficios sociales.
El Parlamento ucraniano ha reconocido como luchadores por la independencia de Ucrania a los integrantes del Ejército Insurgente Ucraniano de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, sobre las que pesan miles de muertes.
El Ejército Insurgente, así como el líder de la Organización nacionalista, Stepán Bandera, son venerados por los neonazis y la ultraderecha ucraniana, mientras otros los acusan de colaboración con los nazis y de cometer numerosos crímenes contra polacos, judíos y rusos durante la Segunda Guerra mundial. Entre ellos destaca la masacre de 1943 en la región de Volinia que costó la vida a 30.000-100.000 polacos, según diversos cálculos.
Este jueves el Parlamento ha decretado que el Ejército Insurgente Ucraniano y la Organización de Nacionalistas Ucranianos, así como varias formaciones paramilitares y el ejército de la República Popular Ucraniana (vigente entre 1917 y 1920) lucharon exitosamente por la independencia de Ucrania en los años 1917–91.
Los defensores de derechos humanos del Grupo Helsinki Ucraniano, formado tras la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa en Helsinki que tuvo lugar entre 1973 y 1975, también han entrado en la lista del Parlamento. Ahora los integrantes de esta lucha pueden optar a garantías y beneficios sociales, informa RIA Novosti.
Este mismo jueves el presidente del país, Piotr Poroshenko, en el marco de la visita a su homólogo polaco, ha atribuido la culpa por el inicio de la Segunda Guerra mundial tanto a Hitler como a Stalin.
http://actualidad.rt.com/actualidad...a-colaboradores-nazi-luchadores-independencia
 
Ucrania califica de "luchadores por la independencia" a colaboradores de los nazis


El Parlamento ucraniano ha calificado de luchadores por la independencia del país a un grupo de organizaciones formales y clandestinas, algunas incluso culpables de crímenes de guerra, masacres y colaboración con los nazis, y ha proporcionado a sus integrantes varios beneficios sociales.
El Parlamento ucraniano ha reconocido como luchadores por la independencia de Ucrania a los integrantes del Ejército Insurgente Ucraniano de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, sobre las que pesan miles de muertes.
El Ejército Insurgente, así como el líder de la Organización nacionalista, Stepán Bandera, son venerados por los neonazis y la ultraderecha ucraniana, mientras otros los acusan de colaboración con los nazis y de cometer numerosos crímenes contra polacos, judíos y rusos durante la Segunda Guerra mundial. Entre ellos destaca la masacre de 1943 en la región de Volinia que costó la vida a 30.000-100.000 polacos, según diversos cálculos.
Este jueves el Parlamento ha decretado que el Ejército Insurgente Ucraniano y la Organización de Nacionalistas Ucranianos, así como varias formaciones paramilitares y el ejército de la República Popular Ucraniana (vigente entre 1917 y 1920) lucharon exitosamente por la independencia de Ucrania en los años 1917–91.
Los defensores de derechos humanos del Grupo Helsinki Ucraniano, formado tras la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa en Helsinki que tuvo lugar entre 1973 y 1975, también han entrado en la lista del Parlamento. Ahora los integrantes de esta lucha pueden optar a garantías y beneficios sociales, informa RIA Novosti.
Este mismo jueves el presidente del país, Piotr Poroshenko, en el marco de la visita a su homólogo polaco, ha atribuido la culpa por el inicio de la Segunda Guerra mundial tanto a Hitler como a Stalin.
http://actualidad.rt.com/actualidad...a-colaboradores-nazi-luchadores-independencia
excelente nota subiste , donde vemos que los odios de los nazis están presentes aun hoy en dia l, utilizare esta nota
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Acusado de complicidad de asesinato
El “contable de Auschwitz”, de 93 años, va a juicio en Alemania

Oskar Groening
Por Coralie Febvre / AFP
Un exoficial nazi, conocido como el “contable de Auschwitz”, será juzgado a partir de este martes en Alemania, convirtiéndose posiblemente en el último miembro de las SS procesado por los crímenes del nazismo.

Oskar Groening, que cumplirá 94 años el 10 de junio, comparece ante un tribunal de Luneburgo (norte de Alemania) acusado de “complicidad de asesinato”. Se lo acusa de haber ayudado a enviar a las cámaras de gas a cerca de 300.000 judíos húngaros, que habían sido deportados en la primavera de 1944 hacia el campo de concentración y exterminio de Auschwitz, convertido en el símbolo mundial del Holocausto.
Setenta años después de la liberación del campo de exterminio, al final de la II Guerra Mundial, este juicio es el último previsto a un exoficial nazi. Hay en curso una decena de investigaciones abiertas en Alemania, pero es difícil que se concreten dada la edad o la mala salud de los sospechosos.
Groening, que ingresó en las Waffen SS en 1941 y fue transferido a la administración de Auschwitz en 1942, jura no haber dado “siquiera una bofetada” a nadie. La acusación no le reprocha de hecho ninguno acto violento directo, pero lo considera un “eslabón” de la maquinaria de exterminación en el campo.
Se lo acusa de haber contabilizado las divisas y el dinero robados a los presos y de haberlos enviado a Berlín. También, de haber participado en la “selección” que se hacía a la entrada del campo entre los que eran aptos al trabajo y los que iban a morir inmediatamente.
Groening se ha disculpado, en entrevistas a la prensa, por haber trabajado en Auschwitz, pero insiste en que es inocente de los asesinatos cometidos en el campo.
El caso Demjanjuk
El proceso Groening, que durará al menos hasta fines de julio y atrae a medios del mundo entero, ilustra la creciente severidad de la justicia alemana frente a los últimos nazis.
El precedente más destacado se produjo en 2011, con la condena a cinco años por “complicidad” en 27.900 asesinatos de John Demjanjuk, exguardián del campo de Sobibor. Fue una condena basada en su mera función en el campo, sin pruebas de actos criminales precisos.
Esta sentencia, pronunciada en Múnich (sur), reactivó medio centenar de juicios contra guardianes que hasta entonces no habían sido inquietados por la justicia. El propio Groening, que había sido testigo en tres procesos, se había beneficiado de un sobreseimiento en 1985.
Su tardío encausamiento confirma la ruptura con la línea imperante en los tribunales alemanes durante décadas. Los jueces exigían hasta entonces la participación directa en un crimen y solamente condenaban por “asesinato” a los acusados que había matado personalmente o con una especial crueldad. Los demás eran juzgados por “complicidad”.
En 1966, el jefe del departamento administrativo de Auschwitz, que proporcionó el Zyklon B utilizado en las cámaras de gas, había sido por ejemplo condenado a ocho años de prisión. En cambio un kapo (vigilante de los prisioneros del campo) que había matado a golpes a un deportado fue condenado el año siguiente a cadena perpetua.
Si la justicia hubiera sido aplicada con los criterios actuales “decenas de miles de ciudadanos alemanes” habrían debido comparecer ante la justicia, calculaba el universitario Cornelius Nestler en el proceso Demjanjuk.
Sólo 6.656 condenas han sido pronunciadas desde 1945, basándose en delitos que van desde la falsa denuncia hasta el asesinato, con un 91% de penas inferiores a cinco años de prisión, según el historiador Andreas Sander.
Cerca de 1,1 millones de personas, de las cuales un millón de judíos de Europa, perecieron entre 1940 y 1945 en el campo de Auschwitz-Birkenau. El pasado 27 de enero, dirigentes de todo el mundo conmemoraron con los últimos 300 sobrevivientes del campo el 70 aniversario de su liberación por el ejército soviético.
la republica
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Cuando las madres tiraban al río a sus hijos
Alemania recuerda la oleada de suicidios en los últimos meses de la II Guerra Mundial



Bärbel Schreiner, con su madre y su hermano en Demmin en 1944.

El documento es estremecedor. 28 páginas repletas de nombres acompañados de la fecha y el motivo de su muerte. Elegida una al azar, aparecen varias familias —los Gaut, los Schubert (madre e hija), los Rienaz (también madre e hija)…—. Todos fallecieron el 8 de mayo de 1945. Y todos por una misma causa: suicidio. Estamos en el Museo Regional de Demmin, una pequeña ciudad del noreste de Alemania que estos días revive sus días más dramáticos. En los últimos meses de la II Guerra Mundial, cuando la victoria final tantas veces anunciada por Adolf Hitler parecía cada vez más irreal y el Ejército Rojo acechaba, entre 700 y 1.000 ciudadanos de Demmin —que entonces tenía unos 150.000 habitantes— prefirieron morir antes que vivir en un mundo en el que los nazis no gobernaran. Fue el mayor suicidio masivo en la historia de Alemania.
Bärbel Schreiner, entonces una niña de seis años, estuvo a punto de caer víctima de esa locura colectiva. Pero su hermano consiguió que su madre no hiciera con los dos niños lo que tantos padres hacían esos días. “Mamá, nosotros no, ¿verdad?”, recuerda Schreiner que dijo su hermano, mientras observaba el río Peene, repleto de cadáveres. “Todavía me acuerdo del agua enrojecida por la sangre. Sin esas palabras, estoy convencida de que mi madre nos habría ahogado a los dos”, asegura con la voz entrecortada esta mujer de 76 años.
Joseph Goebbels, ministro de Propaganda y canciller en los últimos días del III Reich, cuando él y su mujer, Magda, envenenaron a sus seis hijos.
Se ha escrito mucho sobre la inmolación de los líderes nazis. Además de Hitler, del que el próximo 30 de abril se cumplirá el 70 aniversario de su muerte, y de Goebbels, también se quitó la vida el jefe de las temibles SS, Heinrich Himmler. Pero hasta ahora no se había prestado demasiada atención a los ciudadanos de a pie que siguieron el destino de sus fanáticos líderes. Precisamente ese desconocimiento sobre la tragedia que vivieron miles de personas anónimas llevó al historiador Florian Huber a escribir Hijo, prométeme que te vas a disparar. El éxito del libro, que en dos meses ha vendido más de 20.000 ejemplares, ha sorprendido incluso al autor.
“Estudié historia y nunca había oído hablar de este episodio trágico. Un día, vi en un libro un pie de página que mencionaba la oleada de suicidios de los últimos meses de la guerra y decidí investigar”, explica en una cafetería berlinesa. Pero, ¿qué es lo que llevó a estos hombres y mujeres de a pie a pegarse un tiro, colgarse de un árbol o a tirarse al río más cercano? ¿Miedo por las represalias de los vencedores? ¿Fanatismo nazi? ¿O sentimiento de culpa por las tropelías de 12 años de nacionalsocialismo y seis de guerra? “Una mezcla de todos estos factores. También influyó un efecto psicológico que convierte el suicidio en algo contagioso, casi como una infección. Si ves que en esta cafetería todo el mundo empieza a matarse, a lo mejor te lo plantearías tú también”, responde.
“Mamá, nosotros no”, dijo el hermano de Schreiner al ver los muertos en el río
La epidemia suicida se extendió por muchos rincones de Alemania, ¿pero por qué afectó sobre todo a algunas zonas, como el este del país, y muy especialmente a lugares como Demmin? Huber desgrana la mezcla de circunstancias históricas y geográficas que convirtieron esa localidad en una ratonera de la que era imposible escapar. “Rodeada por tres ríos, forma una especie de península. En su huida, los jerarcas nazis dinamitaron los tres puentes existentes. Así que cuando llegaron los soviéticos, no podían seguir avanzando. Los soldados del Ejército Rojo llegaron el 30 de abril, deseosos de abandonar pronto Demmin para celebrar la fiesta del 1 de mayo”, explica.
Justo el mismo día en el que Hitler se pegaba un tiro en su búnker en Berlín, los soldados rojos quemaban Demmin y cundía el pánico. Los años de guerra, las ganas de revancha y la bebida que corrió esa noche fomentaban la violencia de los soviéticos. El resultado de este cóctel fue tremendo. Huber asegura que los ríos hicieron de cementerios durante semanas; y que los trabajos para sacar los cuerpos del agua se alargaron entre mayo y julio de ese año. “Los testigos recuerdan a gente colgada en los árboles por todas partes”, añade.
Una mezcla de fanatismo nazi, miedo y contagio explica la locura colectiva
El sufrimiento de los civiles alemanes durante la guerra —ya sean las violaciones de mujeres o los bombardeos de ciudades como Potsdam, del que esta semana se han cumplido 70 años— es un tema complejo. Es indudable que muchos inocentes padecieron las consecuencias, pero también este sufrimiento sirve de agarradero para los neonazis, que siguen tratando de confundir e igualar el dolor del pueblo agresor con el de los agredidos.
Eso mismo ocurre aún hoy en Demmin. Desde hace una década, cada 8 de mayo, día de la capitulación, un pequeño grupo de manifestantes cercano al partido de ultraderecha NPD recuerdan a las víctimas alemanas. “Durante los años del comunismo, este era un tema tabú. Nadie quería recordar las violaciones o crímenes cometidas por los soldados que nos liberaron del fascismo. Y ahora los neonazis también utilizan el dolor pasado para sus fines”, explica Petra Clemens, la directora del museo, rodeada de vestigios de la historia de la zona. En esta castigada ciudad del este alemán, el paro afecta al 17% de la población (un porcentaje altísimo para un país en el que la media está en el 6,9%) y el alcoholismo hace mella.
Demmin fue quizás el caso más extremo de locura colectiva que invadió al país en los primeros meses de 1945, pero no el único. En Berlín se registraron ese año 7.000 suicidios, de los que casi 4.000 se produjeron en el mes de abril. En su libro, Huber recoge testimonios de aquellos que asociaron a sus propias vidas el fin del nacionalsocialismo. Como el profesor Johannes Theinert y su mujer Hildegard, que comenzaron a escribir un diario en 1937, al año siguiente de casarse. La última entrada está fechada el 9 de mayo de 1945. “La crisis se acaba. Las armas callan”, anota Hildegard. Ese mismo día, Johannes disparó a su mujer y después a sí mismo. La última entrada del diario que alguien encontró tras su muerte decía: “¿Quién se acordará de nosotros, quién sabrá cómo hemos acabado? ¿Tienen estas líneas algún sentido?”.
elpais.es
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Pisos de lujo en una ruina nazi
Dos empresas construirán apartamentos y un hotel en Prora, el inmenso centro vacacional en el Báltico ideado por Hitler en 1936, que nunca llegó a habitarse


El complejo de edificios Prora, en la isla alemana de Rügen. /STEFAN SAUER (AP)
En pleno apogeo de su poder,Adolf Hitlertuvo un sueño de verano que debía alegrar la vida a la clase trabajadora del nuevo régimen nazi. Contagiado por una megalomanía desmesurada, el dictador ordenó en 1936 que se construyeseun gigantesco centro de vacacionespara obreros y sus familias en la isla de Rügen con 10.000 habitaciones, todas ellas con vistas al mar, que recibió el nombre de Prora.
Durante tres años, unos 9.000 obreros lograron levantar ocho bloques de 500 metros cada uno, pero la guerra paralizó la construcción y acabó con el sueño del Führer. En lugar de disfrutar del paraíso vacacional y bañarse en las tranquilas aguas del Báltico, los trabajadores arios recibieron un uniforme para convertirse en carne de cañón del dictador, que soñaba con construir un Reich que debía durar 1.000 años. La guerra convirtió el complejo en una ruina y cuando, tras la derrota nazi, nació la República Democrática Alemana (RDA), los edificios se convirtieron en un gigantesco cuartel de su Ejército.
La histórica reunificación de Alemania en 1990condenó nuevamente al enorme complejo, de 2,5 kilómetros de longitud, al olvido y las ruinas se convirtieron en una atracción turística en la isla, hasta que un empresario con visión tuvo la idea de convertir dos de los bloques en un paraíso vacacional de lujo. En 2006, Ulrich Busch adquirió los edificios por 500.000 euros e inició los trámites para obtener un permiso con el fin de iniciar los trabajos de renovación.
“Los permisos tardaron seis años en llegar”, admite Busch, quien asesora ahora las obras de Prora Solitaire, una iniciativa empresarial que desea convertir en un oasis para turistas ricos uno de los cinco bloques que sobrevivieron a la guerra fría. No es el único proyecto. Bajo el nombre de Nuevo Prora, una firma inmobiliaria de Berlín comenzó a renovar el Bloque I, que compró en 2012 por 2,75 millones de euros, donde, al igual que la competencia, ofrecerá apartamentos de lujo y un hotel. Los precios en ambos proyectos oscilan entre los 2.000 y los 6.500 euros por metro cuadrado.
“Hay una gran demanda y ya hemos vendido el 70% de las viviendas”, precisa Alexandra Rühle, de la firma inmobiliaria berlinesa. “El pasado nazi no cuenta, y la principal atracción de nuestra oferta es su cercanía al mar. Hay un interés enorme”, destaca, de su lado, Manfred Hartwig, un ejecutivo que promueve el proyecto Prora Solitaire en Berlín. Ambas firmas esperan tener concluidos los trabajos para finales del próximo año.
Los dos proyectos que, en una rara jugada capitalista, convertirán en realidad el sueño que tuvo Hitler, también han levantado una rara controversia entre historiadores que creen que la arquitectura nazi que heredó el país debería ser convertida en centros de documentación y no en lugares de turismo para los nuevos ricos.
Pero las leyes del mercado resultan más poderosas que la conciencia crítica.La economía alemana sigue siendo sóliday el país está viviendo un auge en el mercado inmobiliario gracias a las bajas tasas de interés y generosas desgravaciones fiscales que afectan a los edificios que han sido declarados monumentos nacionales, como es el caso de Prora. “Las condiciones económicas han jugado un rol muy importante para la gente”, indica Busch. “Las cuentas de ahorro ya no pagan intereses y la gente prefiere invertir en viviendas”.
elpais.es
 

Barbanegra

Colaborador

El contable de Auschwitz: 'Nos jactábamos de poder deshacernos de 5.000 muertos en 24 horas'
Es el primer caso en la historia en que un miembro de las SS declara con semejante franqueza sobre los crímenes cometidos en Auschwitz. Habíamos escuchado antes, en boca de las víctimas y de los cazanazis que los persiguieron durante décadas, pero ahora es el contable de Auschwitz, Oskar Gröning, el que en primera persona está dejando constancia de lo sucedido en el campo y de la mentalidad de aquellos oficiales. Frases como las pronunciadas este miércoles en el Gran Salón de la Academia de Caballeros de Lüneburg, donde tenía lugar la sesión del juicio, componen un punto de vista al que la historia no había tenido acceso de forma testimonial y demuestran que, 70 años después de la liberación del campo, todavía queda historia por escribir.

"Nos jactábamos de poder deshacernos de 5.000 muertos en solo 24 horas", ha dicho, por ejemplo, cuando el fiscal ha tratado de establecer hasta qué punto era consciente de la magnitud de los crímenes que se llevaban a cabo. "¿Podría decirnos por qué se enroló usted voluntariamente en las Waffen SS?", le ha preguntado, con la intención de ilustrar su motivación. "Fui educado en el espíritu de lealtad al káiser y Hitler había logrado sacar del paro a millones de trabajadores alemanes. Sobre la guerra sabíamos que podíamos vencer a los polacos. En solo 18 días. Y después a por Francia. Queríamos pertenecer a una tropa que siempre llegaba a casa cubierta de gloria y que miraba a los demás soldados un poco por encima del hombro. Las SS eran una casta y queríamos pertenecer a ella", ha explicado con toda naturalidad Gröning, que a sus 94 años recuerda con nitidez numerosos detalles.

Ha precisado, por ejemplo, que solamente estuvo tres veces presente en la rampa de llegada de los prisioneros a Auschwitz, colaborando en su selección (los que eran considerados no aptos para trabajar eran enviados directamente a las cámaras de gas). Su tarea, la mayor parte del tiempo, se centraba en los libros de contabilidad y en el envío a Berlín del dinero que se les incautaba a los recién llegados. "¿En ningún momento se preguntó a quién pertenecía ese dinero?", interrumpió el juez. "El dinero pertenecía al Estado", ha contestado él. "¿Por qué razón?", insistió el magistrado. "Porque los judíos ya no lo necesitaban", sentenció.

Seguramente el hecho de que se trata de un juicio simbólico, ya que la avanzada edad del acusado impide el mínimo cumplimiento de cualquier condena, insufla a Gröning la confianza que ha mostrado durante las dos primeras sesiones. "Yo era un, por así decirlo, Adolf-treu (fiel a Hitler)". Antes de ser destinado a Auschwitz, fue llamado a Berlín en misión de "alto secreto", en la que se le habló de una tarea que requeriría "mucho más sacrificio". Durante una ceremonia presidida por altos oficiales de las SS, se le recordó su juramento y se le anunció una tarea "que no sería agradable, pero que debía ser hecho para lograr la victoria final". "Al día siguiente, nos metieron en un tren con rumbo a Auschwitz, en un vagón para quince hombres, literas de tres pisos y con abundante vodka y latas de sardinas en aceite. Comimos eso durante tres días y bebíamos así", describió, antes de tomar el vaso de agua sobre la mesa y, a modo de demostración, bebérselo al coleto.

También ha descrito con detalle una visita de la Cruz Roja realizada al campo, precisando que solamente se mostraba a la delegación algunos barracones del Campamento 1, en el que se encontraban delincuentes profesionales condenados, o inadaptados y asociales entre los que citó como ejemplo a los Testigos de Jehová. Además, antes de la visita y para mejorar su estado de ánimo, diez "damas de un prostíbulo" fueron llevadas al Campamento 1 y estuvieron a disposición de todo aquel prisionero que aún se encontrase con fuerzas. Si se trataba de casos de prostitución forzada, dice no haber estado al tanto.

En diciembre de 1942, ayudó en la persecución a un grupo de presos que huyó del campo. "De alguna forma, algunos judíos lograron escapar durante el transporte", ha narrado. Tras acorralarlos en el bosque, fueron gaseados en una casa de campo. "Esa fue la única vez que observé un gaseamiento al completo. Una vez vertido el gas en el recinto, los gritos se hicieron más fuertes, pero enseguida pararon", recuerda. Después de aquello pidió un traslado que le fue denegado: "La única forma de saltar era irme a Stalingrado, pero eso no era tan sencillo".

El juez también se ha interesado acerca de la 'Operación Hungría', que llevó a 300.000 judíos a las cámaras de gas. "Tuvimos mucho más trabajo", ha sido la respuesta. Ha reconocido haber sufrido ciertas dudas morales durante su estancia en Asuchwitz, "pero en cuanto preguntábamos algo nos contestaban que, si no lo hacíamos, el pueblo alemán se hundiría".

http://www.elmundo.es/internacional/2015/04/22/5537f113e2704e64448b4584.html
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Es la hija de Hermann Göring, número dos del régimen
La ahijada de Hitler reclama legalmente su fabulosa herencia
  • Edda Göring quiere que le sea devuelta la fortuna de su padre
  • El patrimonio le fue intervenido durante los juicios de Nüremberg
  • En juego, la extraordinaria colección privada de arte de su padre

Hitler, Emmy Göring, la pequeña Edda y su padre, Hermann, el día de su bautizo.

El día en que nació, el 2 de junio de 1938, repicaron todas las campanas del Reich, llegaron a su casa más de 628.000 telegramas de felicitación y los noticieros radiofónicos alemanes abrieron con la noticia: la "sublime señora" Emmy Göring había dado a luz felizmente, en la clínica Westsanatorium de Berlín, y había sido una niña. Hitler fue su padrino de bautizo y parecía derretirse cuando la pequeña Edda Göring, la hija de su número dos y comandante supremo de la Luftwaffe, daba sus primeros pasos en dirección a los brazos del Führer.
Después de la guerra, la princesa del Tercer Reich siguió frecuentando círculos pro nazis y durante décadas fue invitada habitual en Bayreuth, en la casa de los nostálgicos descendientes de Wagner. Su casa en el distrito muniqués de Lehel ha seguido siendo a pesar del paso del tiempo un icono para la alta sociedad alemana y Edda se las ha arreglado para evitar la publicidad y a los fotógrafos, a los que incluso se ha prohibido la entrada a los tribunales esta semana, cuando la hija de Hermann Göring ha acudido a exigir su herencia.

Edda pide 'una compensación en forma de suma modesta en comparación con el ingente patrimonio de mi padre'
Cuando se cumplen 70 años del final de la II Guerra Mundial, Edda Göring ha realizado una petición por la vía legal a las autoridades bávaras para que le sea devuelta la fortuna de su padre, que ella considera su legítima herencia y que nunca llegó a sus manos porque fue intervenida durante los juicios de Nüremberg. En la solicitud que ella misma firma puede leerse: "Se trata de la petición de una compensación por la expropiación de mi herencia en 1948, los bienes que habían pertenecido a mi padre que fueron expropiados a título póstumo [Göring murió en 1946]". "Una compensación en forma de suma modesta en comparación con el ingente patrimonio de mi padre que me permita una vida digna".
No es el primer intento de Edda de recuperar al menos parte del tesoro de Göring y suyo propio. Algunos de los objetos que reclama le fueron regalados a ella personalmente. El día de su bautizo llegaron a la residencia de Carinhall camiones enteros cargados de regalos. Miles de oficiales de las Fuerzas Aéreas alemanas enviaron dinero con el que se construiría la denominada Casita de Juegos de Edda, en el bosque que rodeaba la mansión. Se trataba de un pequeño castillo en cuya sala de teatro actuaría el ballet de la Ópera del Estado de Berlín ante la todavía lactante. Pero el regalo estrella lo envió el Ayuntamiento de la ciudad de Colonia, el cuadro 'La Virgen con el niño' de Lucas Cranach 'el Viejo', una obra maestra del siglo XVI que fue sustraída del Museo Wallraf-Richartz para agasajar a la niña Göring. Desde que cumplió la mayoría de edad, Edda pleiteó sin descanso para que le fuese devuelto, pero en 1968 el Tribunal Federal dictaminó que su donación había sido "inmoral".
Pero incluso este tesoro de la Historia del Arte es una minucia en comparación con la colección personal que reunió a lo largo de su vida Hermann Göring y de la que Edda se considera legítima heredera, pero sin éxito, ya que el parlamento de Baviera, siguiendo la recomendación del Ministerio regional de Finanzas, ha denegado por unanimidad su petición.

Está en juego lo que queda de la fabulosa colección privada de arte de Hermann Göring
"El motivo por el que, a estas alturas, Edda Göring ha decidido acudir de nuevo a los tribunales es un misterio", dice el periodista muniqués Wolfgang Wittl. Quizá haya sido presionada por quienes desean a su vez heredar de ella, o quizá los años la hacen aún más nostálgica de la vida de lujo que llevó de niña. El segundo hombre más poderoso del Tercer Reich era dueño al final de la guerra de casi 1.400 cuadros, 250 esculturas y 168 tapices antiguos, 200 muebles antiguos, 60 alfombras persas y francesas y 75 vidrieras, entre ellas gran cantidad de la Edad Media. Además poseía decenas de miles de valiosos libros, mapas y manuscritos. A mediados de los años 30, trabajaba ya en un organizado proyecto de colección de arte, con agentes rastreadores distribuidos en toda Europa y una secretaria que se dedicaba exclusivamente a coordinar las compras. Uno de sus agentes fue Hildebrand Gurlitt, padre del recientemente fallecido Cornelius Gurlitt, que atesoraba en su piso más de 1.400 obras de arte de primer orden valoradas en mil millones de euros.
Elegante y orgullosa, Edda acudió esta vez a presentar su solicitud engalanada con algunas de las joyas que, gracias a una argumentación similar a la actual, consiguió que le fueran devueltas en 1954. A pesar de los años, no ha perdido su porte aristocrático y en sus ojos se adivina a aquella niña a la que los domingos se le permitía sentarse a la mesa de los adultos, incluso sobre las rodillas de Hitler
ABC.es
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
La guardiana nazi que entrenó a su perro para arrancar los genitales a los presos

Charlotte S. fue otra de las combatientes destinadas en Auschwitz que, en 2014, no había sido juzgada por sus crímenes

BILD
La historia de Charlotte S. salió a la luz el año pasado gracias a periódico alemán Bild
Desde Amon Göth, hasta Dorothea Binz. Los libros guardan un lugar específico para aquellos despreciables soldados nazis que -bajo la protección que les daba la esvástica y la Calavera de las SS- cometieron todo tipo de tropelías con los prisioneros que estaban a su cargo en los campos de concentración. Por desgracia, a la Historia también le falla la memoria y, en ocasiones, se olvida de otros tantos nombres que deberían haberse grabado a fuego en la conciencia colectiva con un único objetivo: que sus propietarios fuesen recordados siempre como los criminales que fueron.

«Debíamos permanecer quietos. Si alguién se movía, el perro enloquecía»
Uno de estos personajes fue Charlotte S., una de las más de 3.700 mujeres que, durante la Segunda Guerra Mundial, se unieron a las filas de las SS (las tropas más ideologizadas del Tercer Reich) y terminaron trabajando en las decenas de campos de concentración como «guardianas». Su caso, sin embargo, es especialmente llamativo pues –a pesar de que durante la contienda se hizo famosa por entrenar a sus perros para que mordieran los genitales de los presos- el pasado 2014 seguía viva y sin ser juzgada por sus crímenes.
Su historia ha vuelto a salir estos días a la luz debido a que guarda ciertas imilitudes con la de Oskar Grönning, el anciano más conocido como el «Contable de Auschwitz» que, hace menos de una semana, fue juzgado en Alemania por sus presuntos crímenes. Por el contrario, y mientras que este alemán ha tenido que rendir cuentas debido a su posible relación con el asesinato de más de 300.000 personas, no ha sucedido lo mismo con Charlotte, cuya historia fue desvelado el pasado año por el diario alemán «Bild». Y es que, a pesar de que seguía viva el pasado mayo, se desconoce cuál es su paradero actual o si continúa aún con vida.

Una pequeña, pero cruel historia
Poco se sabe a día de hoy sobre Charlotte S. En palabras de «Bild», hay que recurrir a documentos de la «Stasi» (uno de los cuerpos de policía soviéticos más brutales de la República Democrática Alemana) para saber que esta germana comenzó su carrera, como tantas otras mujeres alistadas en las SS, en el campo de concentración de Ravensbrück, ubicado a menos de 100 kilómetros de Berlín. Allí fue donde las miles de «aufseherin» (un rango equiparable en las féminas al de soldado raso) fueron entrenadas en el arte del dolor.
«En Ravensbrück, en lugar de enseñarles como se debía administrar un campo (cómo limpiar las cocinas, hacer que funcionase de forma efectiva el lugar o cómo tratar a los prisioneros) aprendían las diferentes formas de pegar, apalear y asesinar a los presos, además de todo lo referente al tema de los hornos crematorios. Todas las alemanas que pasaban por allí estaban destinadas a maltratar, humillar y en última instancia matar a cualquier preso que pasara por el campo de concentración», explicaba a ABC hace unos meses Mónica González Álvarez (periodista y escritora y autora de «Guardianas nazis. El lado femenino del mal»).

Varias de las guardianas nazis más famosas de la IIGM

En Ravensbrück (y siempre según las palabras del «Bild») Charlotte S. comenzó su carrera como guardia y, más específicamente, como adiestradora de perros. Su periplo por esta escuela de la maldad la tuvo entretenida desde septiembre de 1941 hasta marzo de 1942. Posteriormente fue enviada a Auschwitz, el campo de concentración ubicado en Polonia en el cual fueron asesinados más de un millón de presos. Allí, esta cruel germana se hizo famosa por andar siempre junto a su pastor alemán, al que había instruido para morder los genitales de los prisioneros a una orden suya.
Según recogió en el año 2014 por la versión digital del diario «Daily Mail», varios presos narraron posteriormente el sufrimiento que debían soportar para evitar que su temible mascota les atacase: «En el campo de concentración había una mujer con una sonrisa bondadosa que enmascaraba un carácter horrible. Solía ponerse erguida frente a nosotros mientras su perro gruñía. Lo había instruido para que nos odiase. Debíamos permanecer inmóviles durante horas y, si alguien se movía por el frío o por el calor, el animal enloquecía».
A finales de 1943, y según determina «Bild», Charlotte S. fue dada de baja como guardiana del campo de concentración por maternidad. Y es que, a pesar de su crueldad, quería cuidar del retoño que acababa de tener. El marcharse relativamente pronto del lugar no evitó que fuese condenada después de la Segunda Guerra Mundial a 15 meses de prisión por vejar a prisioneros.

Entre la realidad y la ficción
Charlotte S. era, en 2014, uno de los tres supervivientes que aún permanecían el libertad sin juicio a pesar de haber sometido a todo tipo de barbaridades a los prisioneros a su cargo. Su destino contrasta con el de Grönning, quien ha pasado por un juzgado alemán y, 70 años después del final de la guerra, ha pedido disculpas a los supervivientes del campo de concentración. Eso sí, señalando siempre que él no acabó nunca con la vida de un prisionero y que únicamente se dedicaba a las labores de contabilidad del lugar.

Con todo, hay expertos en España que consideran que este tipo de historias (principalmente la de Grönning) podrían haber sido exageradas o inventadas para, con el paso de los años, ganar notoriedad. «Creo que habría que investigar historias como la del “contable de Auschwitz”. Es muy extraño que, después de tantos años, se vuelva a desvelar esta noticia y que no se aporte documentación sobre su trabajo. Habría que hablar con los archiveros alemanes, consultar si es cierto y contrastar que estos soldados –aún vivos- participaron en las labores del campo y que no buscan lograr notoriedad pública tras su relación con el Reich», añade Mónica González Álvarez a ABC.
Archivo ABC
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Rosoboronexport restaura seis bombarderos de la Segunda Guerra Mundial en vísperas de la conmemoración de la victoria sobre la Alemania nazi


En vísperas de la celebración del 70 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria, término con que los soviéticos bautizaron a la guerra contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, la exportadora de armamentos ruso Rosoboronexport, asumió la restauración de seis históricos bombarderos. Se trata de cuatro soviéticos, el bombardero de gran alcance DB-3, el táctico de gran velocidad SB, el de ataque en picado Pe-2 y el de primera línea Tu-2, así como dos bombarderos norteamericanos B-25 y A-20 suministrados a la URSS en el marco del programa de préstamo y arriendo.
Los aparatos se exiben que se exhiben en el Museo Central de la Fuerza Aérea sito en el poblado de Mónino a 30 km de Moscú. “En Mónino se ubica una colección única del material aeronáutico que demuestra claramente todas las etapas de desarrollo de la escuela rusa de construcción de aviones la cual, con razón, se considera como una de las mejores del mundo. Aquí están reunidas cerca de 200 aeronaves, las experimentales inclusive, al igual que las que se quedaron a salvo en un solo ejemplar, y es por eso que nos es grato hacer el aporte a la causa de conservación del patrimonio que tiene alcance mundial”, – señaló Anatoly Isaikin, director general de la sociedad anónima “Rosoboronexport”.
DB-3 – Fue el primer bombardero de gran alcance soviético diseñado bajo la dirección de Serguéi Ilyushin. Su producción en serie comenzó en el año 1936, en total fueron fabricadas 6735 aeronaves de todas las modificaciones, incluyendo DB-3F (Ilyushin Il-4). Volando precisamente en los DB-3, los pilotos de la aviación de la Flota del Báltico, en composición de 15 tripulaciones, realizaron el primer bombardeo de la ciudad de Berlín en la noche del 8 de agosto de 1941.

SB (ANT-40) – Es el primer bombardero táctico de gran velocidad soviético, concebido por la Oficina de Diseño encabezada por Andréi Túpolev. Su producción fue iniciada en el año 1934, en total fueron fabricadas 6.831 aeronaves de distintas modificaciones. Los bombarderos SB también participaron en la Guerra Civil Española, en la Batalla de Jaljin Gol y en la Guerra de Invierno, entre la URSS y Finlandia.

Pe-2 – Fue el bombardero de ataque en picado de primera línea soviético, producido en masa durante la Gran Guerra Patria. Fue diseñado bajo la dirección de Vladímir Petlyakov. Su fabricación en serie empezó en el año 1940, en total fueron producidas 11400 aeronaves. El mayor general Iván Polbin, dos veces Héroe de la Unión Soviética, inventó para los Pe-2 una maniobra táctica de gran eficiencia, denominada posteriormente “molinete de Polbin”. Cuando un grupo de 9 aviones se aproximaba al blanco, los bombarderos formaban un círculo cerrado, cayendo en picado por turno para atacar el blanco al tiempo que se cubrían uno al otro. Este procedimiento posibilitaba mantener el fuego continuo sobre los objetivos de pequeño tamaño y bien protegidos.

Tu-2 – Este avión soviético, por el conjunto de prestaciones táctico-técnicas, fue reconocido como el mejor bombardero de primera línea de la época de la Gran Guerra Patria. Diseñada bajo la dirección de Andréi Túpolev, la aeronave se produjo (con una interrupción) a partir del año 1942. Debido a las dificultades de los tiempos bélicos, hasta el final de la guerra no se fabricaron sino 800 bombarderos, mientras que en el período de postguerra se produjeron 2.527 aparatos más. Con base en el Tu-2, fue construido posteriormente el Tu-12, primer bombardero soviético propulsado por reactores.

En el futuro, Rosoboronexport informa seguirá ayudando al museo. Con los recursos de la compañía en el año 2015 serán restaurados el primer avión soviético hecho todo de metal ANT-2, el avión de transporte militar Li-2, que fue fabricado con base en la aeronave norteamericana Douglas DC-3, los aviones de caza Yak-17, MiG-21 BIS y también el caza británico Sopwith Triplane, que fue entregado a Rusia en mayo de 1917 para lpruebas y evaluación, siendo uno de los dos aparatos conservados en el mundo hasta hoy día (el segundo se halla en el Museo de la Real Fuerza Aérea Británica de Londres).
Fotografías:
·DB-3
·Pe-2
·SB (ANT-40)
·Tu-2
(defensa.com)
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
70 AÑOS DEL FINAL DE LA II GUERRA MUNDIAL »
Los crímenes sin castigo de la II Guerra Mundial
La mayoría de los perpetradores de atrocidades durante el conflicto no han llegado a ser procesados

II Guerra Mundial, el mundo se despertó del horror con una destrucción que nunca había conocido, 60 millones de muertos y una nueva forma de crimen, el exterminio industrial de todo un pueblo, para el que hubo que crear una palabra, genocidio. El primer ministro británico Winston Churchill propuso fusilar sin juicio a los jerarcas nazis según eran capturados. Al final se impuso el derecho y se abrieron los procesos de Nuremberg, durante los que fueron juzgados y condenados los 24 principales dirigentes del régimen deHitler que, a diferencia de su líder, habían sido capturados con vida.

Pero después, tras varios juicios de Nuremberg contra criminales menos relevantes y procesos en países que habían padecido especialmente la crueldad hitleriana, como Polonia, los casos se fueron enfriando y muchos naziss lograron huir a España o América Latina a través de las famosas rutas de ratones. Aquellos que tuvieron un papel menos destacado simplemente volvieron a su vida cotidiana en Alemania y lograron quedar fuera del radar durante décadas. Es cierto que Adolf Eichmann, uno de los arquitectos del Holocausto, fue capturado en 1960 en Argentina por el Mosad y juzgado en Israel; pero Josef Mengele, el sádico médico de Auschwitz, se ahogó en Brasil en 1979 o Ante Pavelic, el dirigente del estado genocida croata responsable de millones de muertes de serbios y judíos, murió tranquilamente en España en 1959.

El ‘contable de Auschwitz’ admite su responsabilidad moral
Pese a un último esfuerzo que acaba de lanzar Alemania contra guardias de Auschwitz nonagenarios o de la Operación Última Oportunidad del Centro Wiesenthal, cuando se conmemoran los 70 años del suicidio de Hitler, el 30 de abril, y del final de la II Guerra Mundial, el 8 de mayo, tanto los historiadores como los cazadores de nazis coinciden: muchas víctimas no han tenido justicia. Los motivos son numerosos: el estallido de la guerra fría, la imposibilidad de perseguir a todos aquellos que habían cometido atrocidades porque su número era inmenso, la necesidad de olvidar de la sociedad alemana...

La impresión general es que los últimos movimientos contra los criminales llegan demasiado tarde, porque ya casi no quedan perpetradores vivos y las víctimas, poco a poco, se van apagando. El semanario alemán Der Spiegel publicó en 2014 un largo reportajetitulado "¿Por qué los últimos SS se irán impunes?". Su conclusión era que "el castigo de los crímenes cometidos en Auschwitz fracasó no porque un puñado de jueces y políticos tratasen de frenar esos esfuerzos, sino porque muy poca gente estaba interesada en perseguir y condenar a los perpetradores. Muchos alemanes eran indiferentes a los crímenes cometidos en Auschwitz en 1945 y así siguió".

Como escribe al final de su biografía de Hitler el historiador Ian Kershaw, "muchos de los que tenían una mayor responsabilidad consiguieron escapar sin castigo. Numerosos individuos que habían desempeñado cargos de gran poder en los que determinaban la vida o la muerte y se habían llenado los bolsillos al mismo tiempo a través de una corrupción sin límites, consiguieron evitar en todo o en parte un castigo severo por sus acciones y, en algunos casos, lograron prosperar y triunfar en la postguerra".

"Nuremberg estaba sólo pensado para los líderes nazis", aseguraEfraim Zuroff, uno de los últimos cazadores de nazis desde el Centro Simon Wiesenthal. "Su objetivo no fue nunca llevar ante la justicia a los todos los criminales de guerra nazis, lo que era una misión imposible porque su número era enorme", prosigue Zurof, quien reconoce que "la guerra fría tuvo un efecto muy negativo" sobre la búsqueda de criminales. Algunos, como Klaus Barbie, fueron reclutados por los servicios secretos estadounidenses para utilizar la información que tenían.

La magnitud de los crímenes es difícil de imaginar: los campos de exterminio, los campos de concentración, los Einsatzgruppen que fusilaron a cientos de miles de personas en el Este, los asesinatos de rehenes, las torturas, las leyes raciales, las atrocidades de todo tipo en decenas de países. Se trata de crímenes que, conforme pasaban los años, cada vez son más difíciles de probar ante un tribunal, según han ido desapareciendo los testigos o apagándose su memoria. De hecho, uno de los casos más famosos, el de John Demjanjuk, basó toda su estrategia de defensa en que no era él, en que los testigos que decían reconocerle se confundían. Ciudadano ucranio que huyó a Estados Unidos después de la guerra, siempre aseguró que era un refugiado inocente. Fue condenado a muerte en Israel en los ochenta acusado de ser Iván el terrible, un sádico guardia del campo de exterminio de Treblinka responsable de miles de muertes. Sin embargo, cinco años después, el tribunal supremo levantó su condena: no era Iván el Terrible, aunque sí era sospechoso de genocidio. Fue finalmente condenado en Múnich a cinco años de prisión por haber sido guardia del campo nazi de Sobibor. Murió en 2012.

Su sentencia fue especialmente importante, no sólo porque cerró un caso icónico de la búsqueda de antiguos nazis sino, sobre todo, porque abrió un precedente importantísimo que ha permitido el procesamiento de 12 antiguos guardias de Auschwitz en Alemania, de entre 88 y 100 años: los jueces decretaron que sólo el hecho de haber trabajado en un campo de exterminio es un delito en sí, aunque no se demuestre que se haya participado directamente en asesinatos o torturas. El 21 de abril comenzó el juicio contra Oskar Göring, de 93 años, que llevaba las cuentas de Auschwitz: era el responsable de gestionar el dinero robado a los deportados antes de ser enviados a las cámaras de gas o asesinados con trabajo esclavo.

Los historiadores calculan que pasaron por Auschwitz unos 6.500 guardias. En Alemania, han sido juzgados 43 SS, nueve recibieron cadenas a perpetuidad, 25 fueron enviados a prisión y el resto fueron absueltos. Según un recuento del historiador Andreas Sander, los tribunales alemanes han emitido 6.656 condenas desde 1945 relacionadas con la guerra, por delitos que van desde perjurio hasta asesinato, aunque el 90% de las penas fueron inferiores a cinco años. Un cálculo de Centro Wiesenthal asegura que, desde Nuremberg, unos 106.000 soldados alemanes o nazis han sido acusados de crímenes de guerra, unos 13.000 han sido encontrados culpables y más o menos la mitad sentenciados. No existe ningún cálculo de las personas que pudieron participar en crímenes de guerra, aunque el gran historiador de la II Guerra Mundial Max Hastings los cifra en "varios cientos de miles".

El escritor alemán Christoph Heubner, vicepresidente del Comité Internacional de Auschwitz, calificó en declaraciones a la prensa la falta de persecución de los SS después de la IIGM como "uno de los escándalos de la posguerra". "Los perpetradores esencialmente volvieron a la sociedad de la que venían, desaparecieron en sus barrios de siempre. Durante muchos años, a nadie le importó lo que habían hecho. Para los supervivientes es un hecho amargo el poco interés que había y lo poco que se hizo para perseguir a los perpetradores".
elpais.es
 

Sebastian

Colaborador
El hombre que capturó a Ana Frank sólo cumplía órdenes

Muchos nazis lograron escapar de la justicia tras la II Guerra Mundial

Guillermo Altares Madrid 5 MAY 2015 - 16:00 CEST


Campo nazi de Bergen Belsen, donde murió Ana Frank. / Martin Meissner (AP)

Raul Hilberg (1926-2007) huyó de Austria junto a su familia en 1939. Su padre había sido arrestado por ser judío, pero logró ser liberado porque era veterano de la I Guerra Mundial. Supo que no tendría una segunda oportunidad y huyó a tiempo junto a los suyos. Hilberg acabó en Estados Unidos y sirvió en el Ejército. Su división participó en la liberación del campo de concentración de Dachau y fue uno de los documentalistas del proceso de Nuremberg. Dedicó el resto de su vida a estudiar el Holocausto, un conocimiento que cristalizó en la obra cumbre sobre la Shoah, La destrucción de los judíos de Europa (Akal). Además de este estudio de más de 1.000 páginas, escribió su autobiografía y un ensayo titulado Perpetrators Victims Bystanders (Perpetradores, víctimas, testigos).

En este libro retrata a los principales responsables del horror, empezando por Hitler, pero también a personajes mucho menos conocidos, que contribuyeron a que la barbarie fuese posible. Por ejemplo, Hans Globke (1898-1973), autor de numerosos decretos racistas como el que obligaba a añadir los nombres intermedios judíos para que pudiesen ser identificados fácilmente, "así como decretos técnicos que preveían la puesta en marcha de medidas antijudías en las regiones que acababan de ser anexadas", relata Hilberg. Después de la guerra trabajó en el gabinete del canciller federal de la RFA y fue uno de los principales ayudantes de Konrad Adenauer. Se jubiló en 1963 y falleció en 1973. Es un caso paradigmático porque Globke no fue responsable directo de ningún crimen, pero puso toda su sabiduría y habilidad jurídica al servicio de la Oficina de Asuntos Judíos que dirigía Adolf Eichmann, en otras palabras, de la organización del exterminio.

Incluso nazis tan conocidos como Joseph Mengele, que huyeron a América Latina, entraban y salían con naturalidad de Alemania. Sólo la captura de Eichmann hizo que se volviesen más precavidos. Algunos, como el sádico médico de Auschwitz nunca fueron encontrados, otros sí como es el caso de Klaus Barbie (1913-1991). Aunque cometió crímenes de guerra en Holanda y la antigua URSS, Barbie era sobre todo conocido como el Carnicero de Lyon, el jefe de la Gestapo que persiguió a la resistencia y a los judíos en el noreste de Francia. Torturó personalmente a muchas de sus víctimas. Capturó y asesinó al personaje más conocido de la resistencia francesa, Jean Moulin. Sin embargo, al final de la guerra, fue reclutado por los servicios secretos estadounidenses que consideraban que su información sobre las redes comunistas era extraordinariamente útil al principio de la guerra fría. El resumen de la ficha de Barbie de la CIA ofrecido por los Archivos Nacionales de EEUU asegura: "El relato básico que emerge de estos documentos es bien conocido: el Cuerpo de Contrainteligencia (CIC) del Ejército estadounidense protegió a Barbie después de la guerra de la persecución francesa y le ayudó a llegar a América del Sur". Vivió en Argentina y luego trabajó para la dictadura boliviana, antes de ser finalmente extraditado a Francia en 1983, donde fue juzgado y condenado a cadena perpetua. Murió de cáncer en 1991 en prisión.

Para ayudar a huir a Barbie, los servicios secretos utilizaron las famosas rutas de ratones, las redes organizadas que ayudan a huir a los nazis hacia la España franquista y América Latina. Uno de los enlaces de estas redes en Viena era un antiguo oficial alemán que llegaría a ser un personaje muy importante en la posguerra, el austriaco Kurt Waldheim (1918-2007), otro caso paradigmático de la amnesia al final de la II Guerra Mundial. Waldheim fue secretario general de Naciones Unidas (1972-1981) y presidente de Austria (1986-1992). Sin embargo, su pasado como oficial de inteligencia de la Wehrmart en los Balcanes le alcanzó en los ochenta cuando fue acusado de, por lo menos, haber conocido crímenes de guerra durante la II Guerra Mundial.

Estuvo destinado en Salónica cuando todos sus habitantes judíos fueron deportados a Auschwitz —unos 50.000 sefardíes, un tercio de la población—. El organizador de aquel asesinato masivo, Alois Bruner, nunca fue capturado (aunque el Mosad llegó a enviarle cartas bomba) y el Centro Wiesenthal confirmó el año pasado su muerte. Una comisión internacional de historiadores determinó que no había pruebas de que Waldheim hubiese participado personalmente en crímenes de guerra, pero también que era imposible que no conociese lo que ocurría a su alrededor. Aunque declarado persona non grata en Estados Unidos, fue condecorado por Juan Pablo II en 1994. Falleció en 2007 y fue enterrado con todos los honores en Viena.

Quizás ningún caso ilustra con tanta precisión lo ocurrido con los nazis después de la II Guerra Mundial como la historia de Karl Siberbauer (1991-1972), el hombre que detuvo a la víctima más famosa de la Shoah, Ana Frank, la niña alemana que se escondió en una casa de los canales de Amsterdam junto a su familia y cuyo diario se ha convertido en un símbolo de la muerte de seis millones de judíos durante el Holocausto.

Siberbauer, oficial de la Gestapo en Holanda, recibió la orden de acudir a la calle Prinsengracht 263 porque había judíos escondidos, aunque siempre dijo desconocer quién fue el denunciante, ya que él no recibió personalmente la llamada, sino su superior, Julius Dettman, que se suicidó después de la guerra. De hecho, nunca se ha sabido quién fue el delator de la familia Frank. El cazador de nazis Simon Wiesenthal localizó a Siberbauer en 1963: trabajaba como policía en Viena. Fue apartado de sus funciones durante la investigación, aunque en 1964 fue declarado inocente porque se limitó "a seguir órdenes" durante el arresto. Volvió a su trabajo y falleció en 1972. Una investigación en 2011 de la revista alemana Focus reveló lo que había estado haciendo durante los años en los desapareció del mapa: trabajó para los servicios secretos de la República Federal de Alemania.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/28/actualidad/1430237188_128966.html
 

Barbanegra

Colaborador

“Argentina envió misiones especiales para rescatar nazis”
El libro del periodista argentino Uki Goñi (Washington, 1953) La auténtica Odessa desató un terromoto cuando se publicó en 2002. Era sabido que muchos nazis encontraron refugio en Argentina después de la II Guerra Mundial pero, apoyado en una amplia documentación, Goñi demostró que la clave no estaba en que los criminales de guerra hubiesen llegado al Cono Sur buscando refugio, sino que el presidente Juan Domingo Perón organizó misiones especiales para rescatarlos.

El organizador de la Solución Final, Adolf Eichmann (capturado luego por el Mosad, juzgado y condenado a muerte en Israel), el sádico médico de Auschwitz, nunca capturado, Josef Mengele y Klaus Barbie, juzgado finalmente en Francia tras 40 años de huida, fueron los nombres más famosos, pero decenas de nazis de numerosos países recibieron ayuda para llegar hasta Argenina. El encargado por el propio Perón de llevar a cabo esta siniestra misión de rescate fue Carlos Fuldner, un argentino que perteneció a las SS y que falleció en Madrid en 1992. Fue uno de los principales organizadores de la famosa red Odessa (Organización de Antiguos Miembros de las SS). Su libro también da numerosos detalles sobre la implicación del Vaticano y de Suiza en la fuga de los nazis. Goñi responde a varias preguntas por correo electrónico.

Pregunta. ¿Cree que, después de los juicios de Nuremberg celebrados contra la cúpula nazi después de la II Guerra Mundial, la mayoría de los criminales nazis lograron escapar?
Respuesta. Una gran cantidad de criminales fueron llevados ante la justicia tras la guerra. Los principales líderes responsables fueron ajusticiados en Nuremberg. Los aliados siguieron haciendo juicios contra nazis hasta 1949 y un total de 5.025 fueron condenados en las zonas de Alemania bajo administración aliada entre 1945 y 1949. Los procesos han continuado hasta hoy. Se calcula que un total de 80.000 alemanes han sido condenados desde el fin de la guerra en toda Europa. En Polonia, por ejemplo, ha habido unas 40.000 condenas pero es imposible saber cuántos se han escapado. Si tomamos una definición muy estricta de "criminal de guerra" (alguien con una causa judicial abierta en Europa), el número de los que llegaron a Argentina no es elevado. Según los cálculos que empleo en mi libro La Auténtica Odessa, fueron 180, incluyendo a los criminales alemanes, croatas, belgas, franceses, etc. Si tomamos una definición más amplia, que incluya a todos los miembros de las SS o del NSDAP que llegaron a Argentina, sin causas abiertas, el número podría ser de miles.

P. ¿La detención en Argentina de Adolf Eichmann en 1960 sirvió para que se escondiesen mejor?
R. Al contrario. La captura de Eichmann demostró al mundo la presencia de estos criminales en Argentina. Más allá del caso puntual de Mengele, que huyó a Paraguay y después a Brasil, la captura de Eichmann sirvió para que Alemania empezara a hacer algunas, pocas, peticiones de extradición a Argentina, como el caso del SS Gerhard Bohne, el primer criminal nazi en ser extraditado de Argentina en 1964.

P. Según sus investigaciones, Argentina no sólo dio refugio a nazis, sino que les buscó de manera activa para darles refugio.
R. Argentina envió misiones especiales financiadas por el presidente Perón a rescatar nazis de Europa. Perón se reunió en la Casa Rosada con criminales con causas abiertas en Europa y organizó con ellos el rescate de sus camaradas en Europa, que se llevó a cabo entre 1947 y 1950. El encargado por Perón para esta misión fue el ex capitán de las SS argentino-alemán Carlos Fuldner, quien cumplió esta misión en Italia, Suiza, Alemania y también en España. Fuldner murió en España en 1992.

P. ¿Por qué cree que se dejó de perseguir a los nazis con tanta intensidad? ¿Fue a causa del inicio de la Guerra Fría?
R. Los aliados tuvieron un gran interés en llevar a los nazis a juicio al terminar la guerra. Pero después, los aliados se retiraron de la administración de Alemania e Italia y de ahí la búsqueda de justicia pasó a ser responsabilidad de los países europeos. La Guerra Fría tuvo que ver, pero también está la cuestión más práctica que luego de que se retiraron de Europa. Estados Unidos y Gran Bretaña ya no tenían ninguna responsabilidad ni podían llevar a cabo más juicios en el continente europeo porque se habían retirado geográficamente de allí.

P. ¿Qué lecciones podemos aprender de cómo se persiguieron los crímenes de guerra después de la II Guerra Mundial? ¿Cree que hay alguna enseñanza universal que pueda valer para investigar otros genocidios como en Yugoslavia o Ruanda?
R. Yo no soy optimista respecto a qué los humanos hayamos aprendido a no cometer más esta clase de crímenes en masa. Volverán a ser cometidos porque está en la naturaleza humana hacerlo. Lo que sí nos sirve es que, a través del estudio de estas historias, aprendamos cuáles son las herramientas para estar más alertas en el momento en que se vuelvan a producir, o para escapar, o para intentar reducir la magnitud del crimen.

P. ¿Cuáles fueron los peores países en dar refugio a los nazis? ¿Está España entre ellos?
R. Argentina se distingue entre todos por la decisión de Perón de rescatar a los nazis acusados de crímenes. Perón, durante su exilio en Madrid, dijo que él consideraba los juicios de Nuremberg una "infamia". Llevar a juicio a un ejército vencido ofendía su sentido de honor militar, y que por eso se propuso rescatar a la mayor cantidad de ex oficiales posibles de esos juicios. Creo que esto, y la llegada de criminales de la envergadura de Eichmann y Mengele a sus costas, hacen de Argentina el país que más se lució en esta horripilante empresa de rescatar nazis tras la guerra.

http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/28/actualidad/1430237993_144325.html
 
Arriba