Una nota interesante.

Julian5000

Colaborador
Acá está.
• Por Fabián Calle

La reglamentación de la Ley de Defensa y la recuperación de los niveles salariales del sector castrense son avances importantes de los últimos años. Sin embargo, y a pesar del aumento del presupuesto militar previsto en el Presupuesto 2008, la solución de la actual crisis logística y la necesaria renovación de los sistemas de armas argentinos serán los mayores retos del nuevo gobierno.


> María Cristina Perceval / «La Defensa puede contribuir al desarrollo genuino del país»

> Ver Infografia » Defenda • Presupuesto 2008


Al momento de leer este artículo, algunos de los lectores -esperemos que los menos- podrían llegar a tener estas reacciones:
1) «Otra vez hablando de Defensa y de fierros. ¿No es suficiente con tres o cuatro artículos sobre ese tema en el último año? ¿No se da cuenta de que las prioridades son otras?» Este lector imaginario podría ser el mismo que mira, una y otra vez, las mismas imágenes de los noticieros mostrando un asalto a un kiosco, un piquete de veinte personas en una avenida o un incendio en una fábrica destartalada del conurbano.
2) «Otra vez hablando de Defensa. ¿No se da cuenta…?» Este otro lector imaginario podría considerar que, mientras haya un pobre en la Argentina, una calle sin asfaltar y personas sin techo, nuestro país debe postergar la Defensa Nacional.
3) «Otra vez hablando de Defensa… ¿No se da cuenta…?» Este tercer lector podría seguir viendo las Fuerzas Armadas como el clásico partido militar (que no existe desde hace ya casi 30 años) o asume como un peligro el golpismo que incuba supuestamente cada hombre de armas (a pesar de que los militares no hayan participado en las inestabilidades institucionales de los últimos 17 años).
4) «Otra vez hablando de Defensa… ¿No se da cuenta…?» Este cuarto lector, por su parte, considera que cuanto más mercado, más turismo y -si bien no tan convencido como en los dos puntos anteriores- cuanta más democracia, el mundo será más y más pacífico y el poder militar de países como la Argentina sería una carga innecesaria.
Más allá de las medias verdades o medias mentiras que escondan estos tipos ideales, la cuestión del poder militar y las políticas de Defensa son y seguirán siendo un tema prioritario en la región y en el mundo. Basta ver los gastos militares de países como Colombia, Chile y Venezuela o el informe de DEF de noviembre sobre Brasil. Ni qué decir si uno extiende la visión hacia otras regiones del mundo y sobre las grandes potencias. Es en este contexto en que nos proponemos hacer un breve resumen de lo acontecido en nuestro país en esta materia a partir de 2003 y nos disponemos a hacer algunas referencias y propuestas sobre lo que podría deparar el período 2007-2011.

Avances y cuentas pendientes

Un repaso del período que concluye nos mostraría importantes aumentos salariales para el personal en actividad, la reglamentación de algunas leyes clave para la Defensa, la intención de potenciar de una vez por todas el ámbito del Estado Mayor Conjunto (EMCO), el hacer una revisión detallada (y alarmante) del estado del material aéreo de nuestras Fuerzas, el impulsar un futuro y potencialmente saludable desembarco de la empresa aeronáutica brasileña Embraer en la ex Área Material Córdoba de aviones, la declarada voluntad de recuperar el sector de la producción para la Defensa, el incrementar el rol del Ministerio de Defensa y del mismo EMCO en los procesos de planeamiento y adquisiciones y, en especial a partir de 2007, un relativamente importante aumento de partidas presupuestarias y, en especial, extrapresupuestarias.
En este sentido, cabe recordar que una reciente encuesta dada a conocer por el Ministerio que recoge la opinión de los militares muestra que -sobre un total de casi 500 casos- las dos principales preocupaciones de los hombres de armas en actividad son el presupuesto y los salarios. Las cuestiones ligadas al conflictivo y violento pasado de la Argentina ocupan en el mismo informe un escalón secundario. Aun así, la cuestión de la revisión de ese período ha detentado un lugar central a lo largo de estos cuatro años y se ha hecho presente directa o indirectamente en diversos actos y acciones encabezados por el ministro de Defensa o por el mismo Presidente de la Nación. Esta dinámica ha complejizado y, en algunos casos, directamente ha neutralizado en el imaginario colectivo de parte sustancial de los militares algunas de las acciones pro-Defensa que emanan del previo listado. En este sentido, en caso de cumplirse con las partidas previstas para este sector en el presupuesto 2008 (con un aumento de casi el 10% vis a vis 2007) y la existencia de montos por fuera del mismo que podrían superar los 700 millones de pesos (vis a vis los 300 millones de los últimos meses del presente año), se podría llegar por primera vez en casi dos décadas a los 3 mil millones de dólares para el sector, comparados con el promedio de 2 mil millones de los últimos 15 años. No obstante, cabe siempre recordar que en el caso de que nuestro país invirtiera la misma proporción de su PBI en Defensa que países como Chile, ese monto ascendería a los 12 mil millones de dólares. Mientras tanto, si el actualmente tan promocionado sector de la Defensa de Brasil siguiera los pasos de Chile, las cifras del gigante sudamericano se aproximarían a los 35 mil millones de dólares vis a vis el «récord» de 15 mil millones previstos para 2008.



Confirmación. Cristina mantuvo en sus puestos a los comandantes de las Fuerzas Armadas. Der.: Normando Costantino (Fuerza Aérea), Jorge Chevalier (EMCO) y la ministra Nilda Garré. Izq.: Alberto Fernández, Jorge Godoy (Armada) y Roberto Bendini (Ejército).



Necesarias líneas de acción

De confirmarse el progresivo incremento de las partidas (en especial en las extrapresupuestarias) para el sector de la Defensa, sería conveniente ir avanzando hacia un presupuesto plurianual para el área y priorizar en el próximo período presidencial algunos sectores que incrementarían la capacidad disuasiva sin por ello incurrir en gastos impensables para el «saber convencional» argentino como los de algunos de nuestros vecinos.
Nos referimos, por ejemplo, a: 1) actualizar el armamento liviano, en especial armas cortas, fusiles de asalto, ametralladoras y granadas; 2) recuperar el stock de municiones de todos los calibres; 3) incorporar una mayor cantidad de fusiles especiales para francotiradores; 4) desarrollar diversos modelos de explosivos para ataques al costado de rutas y caminos contra vehículos blindados; 5) actualizar el arsenal de


misiles antitanques; 6) reforzar la capacidad antiaérea con misiles tierra-aire MANPAD de corto alcance; 7) priorizar la organización de grupos de fuerzas especiales y comando; 8) potenciar la capacidad de acciones de sabotaje; 9) incrementar la dotación de visores infrarrojos y de visión nocturna; 10) estudiar profundamente y transformar en doctrina las tácticas de guerra asimétrica contra un rival regional o extraregional dotado de armamento convencional superior y con control del espacio aéreo; 11) mejorar y optimizar el uso camuflajes y resguardo de blancos tácticos y estratégicos; 12) jerarquizar el área de acción psicológica contra el atacante; 13) volver a dotar a la Argentina de la flexibilidad estratégica que le brindaría un buque de desembarco; 14) pensar las operaciones de las fuerzas terrestres y navales, partiendo, al menos en el mediano plazo, de una seria probabilidad de no poder controlar el espacio aéreo durante el desarrollo de eventuales acciones bélicas; 15) reforzar las reservas de munición perforante y el blindaje (cerámicas, reactivos, etc.) de los tanques.
Este listado minimalista y parcial, si se lo compara con las compras por miles de millones de dólares de aviones, barcos y submarinos, requeriría de una importante asignación de fondos y una verdadera voluntad política para llevarlo sostenida y coherentemente adelante durante un mediano plazo. Tan importante como esas eventuales capacidades materiales y doctrinas sería recuperar de una vez por todas la comunión entre el poder político y las Fuerzas Armadas, de tal forma de reforzar la moral y mística del combatiente.

Asimetrías, fortalezas y debilidades

El curso de acción propuesto puede ser visto como distante de las visiones que asumen, tal vez pensando más en la historia que en el presente y futuro previsible, la necesidad de que las Fuerzas Armadas argentinas sigan el modelo de guerra clausewitziano de batalla decisiva entre fuerzas convencionales y masivas Si se las compara con los sistemas de armas con que cuentan los británicos en el enclave colonial de las Malvinas o con las capacidades de algunos de nuestros vecinos, la realidad es que las penurias presupuestarias y las asimetrías de poder que existen actualmente hacen que debamos desempolvar algunas enseñanzas estratégicas del general Martín Miguel de Güemes y su guerra asimétrica del siglo XIX, o aun las de las mismas Invasiones Inglesas de 1806 y 1807.
Cabe recordar que, sin aquellas enseñanzas, difícilmente el Gran Libertador y Padre de la Patria, general José de San Martín, hubiese podido articular su estrategia convencional, que no dejaba de ser profundamente innovadora y lúcida. Aun en este escenario crítico del sector de la Defensa en la Argentina, no se debería olvidar que todavía contamos con importantes recursos humanos, con oficiales y suboficiales veteranos de Malvinas con su carga de experiencia y con un amplio sector de la ciudadanía que -luego de más de una década de bombardeo mediático economicista, consumista y despreciativo de los valores y la grandeza nacional- mantiene la convicción de que la estrofa final del himno argentino no son sólo palabras huecas.


Fuente: defdigital.com.ar
 
Todos los análisis que se vienen haciendo hasta la fecha son pedorros...

Parten del supuesto pedorro de la "defensa guerrillera", del supuesto asumido de la debilidad manifiesta ante cualquier agresor, de la resistencia al estilo iraquí, con bombitas pedorras en las rutas.

NO SOMOS IRAK

NO SOMOS UN PAIS QUE PUEDA DARSE EL LUJO DE DESCUIDAR SUS ENORMES RIQUEZAS

NO PODEMOS RENUNCIAR A NUESTRA POSICIÓN GEOPOLÍTICA Y GEOESTRATÉGICA A NIVEL REGIONAL, Y A NIVEL DEL HEMISFERIO SUR

UNA NACIÓN "GUERRILLERA", NO CUENTA EN ABSOLUTO EN NINGÚN FORO, EN NINGUNA NEGOCIACIÓN, EN NINGÚN LADO

Las estrategias de San Martín o de Güemes nacieron de la necesidad extrema, cuando nacía nuestra Patria, casi desde la nada, cuando no había casi nada, cuando no se podía conseguir todo lo que necesitaba, entonces debieron maximizar el ingenio, para compensar la superioridad logística y de poder de fuego de sus enemigos.

Pero ese sacrificio máximo lo hicieron luchando por la Patria futura, pos sus descendientes -nosotros-, quienes debieran haber logrado ser una gran nación, respetada y con peso, parece que debemos volver a las épocas heróicas y fundacionales otra vez, a repasar cómo se hace cuando no se tiene nada y el otro lo tiene todo...

Lamentable...
 
Por dios!!, me canse de leer articulos de este tipo esta gente no tiene idea alguna del significado de la palabra "disuación", como si unos pocos soldados Argentinos pudiesen disuadir mediante uso de explivos en rutas a una Brigada Blindada Chilena con 50 Leo2 + M113 + Marder artillados con 20mm y helis de apoyo. Hay que juntarlos a todos y mandarlos a estudiar a una Escuela de Guerra con suma urgencia. Dia a Dia la deuda publica Argentina crece y aca no se ve nada ni un solo centavo solo recortes desde hace unos cuantos años. Basta de robar!! eso es lo que hay que exigir a los gobernadores
 
Disculpen pero la verdad somos el unico pais bananero que seguimos tolerando este tipo de agravios de los corruptos que nos gobiernan. Nos roban a dos manos gobierno tras gobierno y se dan el lujo de decirnos que es lo mejor para todos nosotros.
 

Artrech

Colaborador
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No se por que ahora a todos se les ocurre transformar las FFAA en fuerzas gerrilleras. ¿Como vamos a proteger los recursos del Mar Argentino, como vamos a defender nuestras aspiraciones sobre la Antartida, como vamos a resolver el tema Malvnias con ese enfoque para la Defensa? ¿Que hacemos si a UK, para asegurarse Malvinas y la Antartida, desea ocupar el sur de la Patagonia con FFAA que solo cuentan con fusiles e IED? ¿O que hacemos si por algun conflicto un pais vecino decide ocupar una porcion de nuestro territorio?
Ralmente me parece patetico. Argentina no es un pais guerrillero y nuestra situacion no requiere justamente eso. Que se potencien las TOE, unidades de elite y otras unidades especiales me parece perfecto; pero estas no debe ser la punta de laza, sino complementos.
Aparte prepararse para una guerra de guerrillas significa que tendremos que asumir ser invadidos y enfrentar las enormes perdidas materiales y humanas que requieren este tipo de guerra.
 
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