sebastian_porras dijo:
Otro comentario, Australia y Canadà son paìses que tienen caracterìsticas geogràficas y demogràficas similares a la Argentina, y ambos tienen 40.000 y 60.000 efectivos en las FF.AA, pocos modelos de aeronaves y una fuerza naval compacta. No sè quièn serà el "especialista" que dijo que necesitamos 100.000 efectivos para nuestras fuerzas, esos paìses tienen una extensiòn mayor a la nuestra y se las arreglan con el 40% menos de personal.
Hay màs suboficiales y oficiales que soldados, al contrario de la relaciòn que existe con la mayor parte de los ejèrcitos del mundo, eso significa que la estructura de comando està sobredimensionada, ademàs de subequipada.
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Seba vamos por parte.
Primero te aclaro que el que dijo que las FFAA necesitan 100.000 efectivos, fue Rosendo Fraga. Y lo dijo basandose en el tamaño del territorio que las mismas deben cubrir, cuestiones de matemáticas que le dicen. Chile tiene un poco más de efectivos militares que nosotros pero su territorio es varias veces menor al nuestro. Proporcionalmente tienen mayor cantidad de efectivos desplegados por kilómetros cuadrados.
Sobre la proporción Oficiales/Soldados, es fácil de explicar:
Se eliminó el servicio militar obligatorio y se implantó el servicio militar voluntario, pero no se asigno la guita necesaria para ¨enrolar¨todos los soldados necesarios. Fijate que hasta hace un poco más de un año, Pampuro había hablado de incorporar 25.000 hombres más. La culpa de que no haya tropa y sí oficiales es del propio gobierno, no de la propia fuerza.
Te dejo algo para que veas como el gobierno es selectivo al momento de reglamentar o NO las cosas.
Lo que no se ha reglamentado en la Ley es tan significativo como lo que fue reglamentado. En esta consideración se encuentran los tres artículos del título V denominado Servicio de Defensa Nacional que establece el servicio para la Defensa Nacional de todos los ciudadanos hábiles, según lo establecido por el artículo 21 de la Constitución, y que requiere de una particular previsión y dedicación por los aspectos complejos que esto implica. Recientemente otros países de la región, como Venezuela, han asignado un marcado interés por el efecto multiplicador del poder militar que genera la organización y adiestramiento de su potencial humano.
Tampoco está reglamentado el título VI sobre la Organización Territorial y Movilización, tema de por si de especial complejidad y que abarca a la totalidad de los ministerios del Ejecutivo y que interesa al Legislativo y Judicial, donde en diez artículos se establecen responsabilidades en caso de guerra sobre zonas geográficas, atribuciones de las autoridades locales, misiones de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina, planes de movilización del potencial nacional, defensa civil, requisiciones, obtención informativa en tiempo de paz, calificación de actividades vinculadas como carga pública y penas para quien no cumpliere con estas obligaciones
Fuente: Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM
Sobre Australia y Canadá:
Seba. la comparación que vos haces de la situación Argentina con la de Canadá y de Australia.
Es impracticable en los hechos y las razones son las siguientes.
Primero Canadá desde hace décadas, tiene firmados con los EEUU acuerdos de defensa bilaterales, NORAD es la base de ese acuerdo. Es decir una mano lava la otra y las dos lavan la cara. Si sacamos a los Yonis del medio, Canadá no posee otros vecinos y teniendo a Papi como padrino quien necesita más protección que esa.
Fijate que Canadá no necesita una fuerza terrestre muy numerosa ya que los únicos posibles agresores siempre fueron los Ruskies, y contra estos solamente es válida la defensa Nuclear aportada por Papi. Canadá integra una de las patas que sostienen el sistema defensivo de los Norteamericanos, ya que gran parte del sistema de alerta temprana que alimenta el NORAD se encuentra en su territorio. Más Claro echale agua al asunto. Si dependiera de mí, yo ya quisiera que nuestras fuerzas armadas tuvieran el mismo presupuesto y los mismos juguetes que tienen los Canadienses. Son fuerzas chicas pero altamente tecnificadas y la tecnificación DEMANDA MUCHOS VERDES, si no tenés esos verdes, esa falencia se reemplaza con fuerza bruta la cual se traduce en ejércitos más numerosos. Nosotros ya no tenemos armamento sofisticado y de seguir así tampoco vamos a tener tropa para movilizar.
Esto es parte de un artículo. Así que fijate el grado de integración que tienen con PAPI, ¿Nosotros tenemos un padrino con semejante espalda o tenemos que arreglarnos solitos?
EEUU y Canadá están compartiendo información nacional desde 1958, en que se creó el NORAD (“North American Aerospace Defense Command” o Comando Aeroespacial Norteamericano de Defensa). Este acuerdo binacional para proporcionar advertencias y controles aeroespaciales a América del Norte tiene programado expirar en mayo de 2006.
En los preparativos para renovar este contrato, EEUU y los comandantes canadienses propusieron ampliar la integración de los dos países, incluyendo la cooperación en el programa “Star Wars” (Guerra de las Estrellas), la integración internacional de las estructuras militares del comando, tareas de inmigración, aplicación de la ley civil y de la inteligencia que recolectan y comparten bajo el nuevo nombre de NORTHCOM, Comando Norte de EEUU.
El ex primer ministro canadiense Jean Chretien rehusó el ensamblaje NORAD/NORTHCOM. Para eludir su decisión, en diciembre de 2002 los militares establecieron una autoridad castrense interina llamada Grupo Binacional de Planificación (BPG). La estructura del comando se integró completamente entre NORAD, NORTHCOM y el BPG. El BPG no responde ante el Congreso de EEUU ni ante la Cámara de los Comunes de Canadá. El BPG también programa expirar en mayo de 2006. Por lo tanto, hay ímpetu para que Canadá se incorpore a NORTHCOM.
El secretario de Defensa (DOD, en inglés) de EEUU, Donald Rumsfeld, dijo que el Comando Norte estadounidense tendría jurisdicción sobre la región de América del Norte entera. La jurisdicción de NORTHCOM, delineada por el DOD, incluye todo Canadá, México, parte de las aguas del Caribe contiguas a los océanos Atlántico y Pacífico en más de 500 millas de la línea de la costa de México, EEUU y Canadá, así como el Artico canadiense.
Bajo el NORTHCOM, las estructuras militares del comando de Canadá quedarían subordinadas a las del Pentágono/DOD. En diciembre de 2001, el gobierno canadiense alcanzó un acuerdo con el jefe de Seguridad de la Patria, Tom Ridge, titulado “Canada-U.S. Smart Border Declaration” (Declaración de Frontera Inteligente Canadá-EEUU). Este acuerdo esencialmente entrega información confidencial al ministerio de Seguridad de la Patria de EEUU sobre ciudadanos y residentes canadienses. También permite el acceso de las autoridades de EEUU a los expedientes de impuesto de los canadienses. El National Intelligence Reform Act (Ley de Reforma de la Inteligencia Nacional) de 2004, discutido actualmente en el Senado de EEUU, se centra en una llamada “Red de Información Compartida” para intercambiar datos de ‘todas las fuentes disponibles’.
El BPG fue un ínterin militar para NORTHCOM. Parte de la agenda del BPG es el Plan Civil de Asistencia (CAP, en inglés) que apoya la militarización en desarrollo de la aplicación de la ley civil y de las funciones judiciales en EEUU y Canadá. Los comandantes militares 'proporcionarían ayuda militar bi-nacional a las autoridades civiles”. Los militares de EEUU tendrían jurisdicción sobre el territorio canadiense de costa a costa, extendiéndose desde el Valle St. Laurence hasta la Isla Parry en el Artico canadiense.
Aparentemente, algunos líderes canadienses apoyan totalmente este programa. En el verano 2004, Canadá acordó enmendar el tratado del NORAD para permitir compartir datos de satélites y del radares con el Programa de Defensa de Mísiles Balísticos basado en Colorado. Este centro de operaciones controlará los 40 cohetes interceptores previstos para Alaska, California y el mar.
Virtual anexión militar de Canadá
En la cumbre de la OTAN en Bruselas del 22 de febrero de 2005, el primer ministro canadiense Paul Martin declaró que su gente no participaría en el controvertido Programa de Defensa de Mísiles Balísticos. Contradiciendo este mensaje, Frank McKenna, embajador canadiense en EEUU (y ex miembro del consejo del Caryle Group), dijo 'Ahora somos parte”.
El 2 de agosto de 2004, la fuerza aérea de EEUU publicó reservadamente una nueva doctrina llamada ' Counterspace Operations” (Operaciones Contra-Espaciales). El desarrollo de la capacidad ofensiva proporciona nuevas herramientas, a los comandantes, para operaciones de combate contra espacial... que pueden utilizar a través del espectro del conflicto y pueden alcanzar una variedad de efectos, desde causar daño temporal hasta terminar con la destrucción de la capacidad espacial del adversario. También se ha observado que el personal militar canadiense está participando en los juegos estadounidenses de guerra del espacio a gran escala, diseñados para prepararse en el combate en órbita.
Bajo comando norteamericano integrado, Canadá sería forzado a abrazar la doctrina militar del derecho preeminente de Washington, incluyendo el uso de cabezas nucleares como medio de auto defensa, que fue ratificada por el Senado de EEUU en diciembre de 2003.
Negociaciones binacionales similares están comenzando a conducirse con México. Los militares de EEUU podrían ejercer su control estratégico sobre el aire, el espacio, la masa de tierra y las aguas territoriales contiguas extendiéndose desde la Península de Yucatán, en el sur de México, hasta el Artico canadiense, es decir, en el 12% del planeta. La militarización de Suramérica bajo la ley “Andean Trade Preference Act” (Ley de Preferencias Comerciales Andinas) incluye un protocolo de cooperación militar 'paralelo' firmado por 27 países de América –conocido como Declaración de Manaos– que es una parte integral del proceso de integración hemisférica (véase la “historia top” XVII).
En la conferencia “Arthur Ross Lectura” 2002, Richard N. Haass, del departamento de Estado, dijo: 'En el siglo XXI, la puntería principal de la política exterior estadounidense debe integrar a otros países y organizaciones en los arreglos que sostendrán un mundo coherente con los intereses y valores de EEUU y, de este modo, promover la paz, la prosperidad y la justicia tan extensamente como sea posible. La integración no refleja simplemente una esperanza de futuro, sino también la realidad que emerge de la política exterior de la administración Bush”.
Fuentes:
Centre for Research on Globalisation, November 23, 2004
Title: “Is the Annexation of Canada Part of Bush’s Military Agenda?”
Author: Michel Chossudovsky
http://globalresearch.ca/articles/CHO411C.html
Canadian Dimension, Jan/Feb 2005, Winnipeg: Vol.39, Iss.1; pg. 12
Title: “Canada’s Chance to Keep Space for Peace”
Author: Bruce K. Gagnon
space4peace.org
Faculty Evaluator: Sherril Jaffe, Ph. D.
Student Researcher: Christina Reski
Por lo tanto en relación a Canadá solo nos parecemos en la cantidad de habitantes y en el tamaño del territorio, nada más. Ni que decir el tamaño del presupuesto de defensa que tiene asignado Canadá.
Australia, es otro caso aparte:
Es una gran isla que de por sí constituye un continente. No tiene vecinos en torno a sus fronteras terrestres y los más próximos deben cruzar un Océano para llegar hasta la islita.
Si alguno de sus vecinos quisiera llegar con intenciones de invasión, debería movilizar una gran armada constituida además por una gran cantidad de buques de desembarco. Antes de que pudieran poner un pie en el continente Australiano, serían hundidos como tiro al pichón por la moderna Fuerza Aérea Australiana y por sus sofisticados Submarinos de ataques. Por otro lado gracias al tamaño de Australia, puede poner sus bases a resguardo de cualquier posible ataque exterior. Eso le permite en cierta forma tener sus espaldas cubiertas respecto a un ataque por vía aérea desde cualquier punto y movilizar su ejército en aquellos puntos en donde podrían llegar a desembarcar los que queden en pie.
Nosotros no tendríamos tanto tiempo de preaviso, ni recursos, ni fuerzas de despliegue suficiente para detener una invasión por tierra. Actuaríamos sobre los hechos consumados.
BRENDAN Nelson has moved quickly to put his own stamp on the defence organisation promising to shake up the administration of the largest and most complex bureaucratic institution in the country.
Interventionist by instinct, Nelson has already signalled reviews of defence industry policy and management practices in the Defence Department as well as commissioning external consultants to help Defence improve its financial management.
Nelson won a significant early victory with this month's defence budget securing John Howard's support to increase defence spending by 3 per cent in real terms beyond 2010 as well as $3.7 billion in extra funding for the RAAF's new C17 transport planes and for re-equipping the Army.
But the new minister faces searching tests on multiple fronts with Defence under fire on procurement issues such as the Seasprite helicopter project and the recent military bungles over the Kovco affair, and the ADF facing serious shortages of skilled personnel.
With the defence force operating at a much higher tempo, Nelson also faces difficult decisions on the nature and duration of current operational deployments in Iraq and Afghanistan. In both theatres the security threat posed by insurgents is growing with the central governments in Baghdad and Kabul struggling to assert their authority.
Australia has already spent nearly $2 billion on the Iraq and Afghanistan commitments, which involve 1700 personnel, including around 700 inside Iraq. Our Iraq commitments are costing around $400 million a year.
The political pressure to maintain the ADF's Middle East and Afghanistan commitment to the war on terror comes at a time when the security outlook in Australia's neighbourhood looks much more troubling. East Timor is politically fragile and earlier this month a naval task force was hurriedly put on standby in case of large-scale unrest in Dili.
Australian troops remain in the Solomons, Canberra's ties with Indonesia have been unsettled over Papua -- an issue that promises difficult times ahead -- and more squalls lie ahead in Papua New Guinea and Fiji.
Across the far-flung nations of the South Pacific, the challenge is to improve governance in countries such as Papua New Guinea and Vanuatu and arrest a slow steady slide into civil disorder.
A break-down of law and order in any of these countries which dictated a major Australian military intervention would put unsustainable pressures on the ADF, particularly the army, in the absence of any drawdown from Iraq and Afghanistan.
The $19.6 billion defence budget has just delivered the largest single annual budget increase in defence spending in nearly 40 years. But this does not mean that the pressure on the defence budget has relented.
The commitment to 3 per cent increases in the defence vote is the minimum increase necessary to deliver the Defence Capability Plan over the next decade which includes the $14 billion joint strike fighter, the new air warfare destroyers and the amphibious ships.
But we know the real cost increases for most high-tech equipment is running at closer to 4 per cent annually. So are personnel costs at a time when the army is seeking to increase its numbers by close to 1500 personnel and all three services struggle to retain skilled technicians. Despite the recent budget lift, defence spending has not moved as a percentage of GDP remaining at 1.9 per cent. Defence is only just beginning to recover from 25 years of niggardly funding between the end of the Vietnam war and 2000-01, when the Howard Government first made its commitment to 3 per cent real increases.
Howard has understood better than most in the post-September 11 world the requirement for the defence force to become far more operationally capable and flexible in roles ranging from war-fighting in Iraq to peacekeeping in the Solomons. The May 9 budget also shows he comprehends the inexorable cost pressures bearing down on the defence organisation.
Referring to the lift in defence spending earlier this month, the Prime Minister said a fortnight ago that Australians would "have to get used to the idea of spending increasing amounts on defence."
"We live in an unstable region, we'll have regional responsibilities of the Solomon Islands type for years into the future and we need to have a military and defence profile that is appropriate, as well as having the capacity to join coalition operations in other parts of the world," Howard asserted in an interview with Reuters.
"Now that is going to be the lot defence-wise for Australia years into the future and the value of the decision we took to announce the ongoing commitment is that we are providing some forward certainty to defence and we're also telling the world that we're going to increase our commitment to defence."
Recruitment and retention of the 52,000 strong permanent defence force remains a top priority for Nelson with the nation-wide skills shortage draining experienced engineers and IT exports from the ADF.
Defence has continually failed to meet its annual recruiting targets with the ADF short by more than 1000 personnel on its mandated establishment. The tight labour market means the army will struggle to meet its expansion goal an an extra 1485 troops by 2010-11. The budget contains around $200 million for recruitment and retention measures including a new system of bonuses worth up to $10,000 a year in areas where skills are in the highest demand, particularly the Navy.
The next year will see far-reaching changes in the Australian defence industry landscape. French-owned Thales is expected to gain full ownership of Australia's largest defence company, ADI, next month and the government-owned submarine builder, ASC, is likely to be sold in 2006-07 before the finalisation of the air warfare destroyer contract. The strategic challenge for Nelson is to ensure that core industry capabilities judged essential to Australia's long-term national survival are fostered while maintaining healthy competition for major defence contracts.
Nelson has asked a three-man team comprising Henry Ergas, Mark Thomson and senior Defence Materiel Organisation executive, Kerry Clarke, to prepare a discussion paper in the next three months which will determine the direction of any new industry policy statement.
As Nelson noted 10 days ago, the defence industry sector has undergone at least seven reviews in the last two decades. "Defence industry policy has been a fertile field for people who like to have a lot of meetings and think about a lot of things and basically not have a great deal come from it,' he told a defence industry roundtable in Sydney.
"What's in the interest of Australian taxpayers is that we have a reasonable and a desirable degree of competition and that we are not frightened of foreign ownerhip or indeed control of our prime contractors."
According to the DMO, more than $4 billion of the $7.4 billion spent each year on defence procurement is shared by just 12 defence companies. Of the top 10, eight are foreign-owned, none is listed on the ASX and all were making sound profits when measured over a four-year span to 2004.
Nelson told The Australian this week that he wanted to achieve a consensus about the future direction of defence industry policy.
"Ideally you would like to see competition. But with 20 million people there is only so much room to move in terms of competition."
Nelson said there were limits as to how much competition could realistically be achieved in naval shipbuilding as far as the larger warships were concerned.
While the $6 billion air warfare destroyers will be constructed in Australia a local build of the amphibious warships would depend on the tender offers.
"Our expectation is that we will see from the tenderers at least a significant component of Australian build. We realise there is a price premium in doing that."
"The Government is certainly not going to be held to ransom on Australian content. But it is very important that we see an economic and social amplifier effect in the community from the money we put into the amphibious ships."
May 27, 2006 Patrick Walters
http://redirect.news.com.au/servlet/jsp/Redirect.jsp?redirect=ni_news
Por éstas cositas es que te digo que ni a Australia ni Canadá, son espejos que sirven para mirarnos. Me olvidaba, Australia también tiene a su propio padrino si es que no te acordas, comparten una misma REINA
Saludos
Derruido