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Florencia Reigosa Strace
Perspectivas de un Ministerio de Defensa que busca reinsertar el espíritu de la Ley de Defensa Nacional
Tal y como hemos informado previamente, el Ministro de Defensa, Dr. Jorge Luis Petri, abordó una exposición en el marco de la apertura del año académico para el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), donde expuso los principales puntos en los cuales se hará foco en la gestión, centrándose también, en las falencias de administraciones previas. En cuanto a este último punto, el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF) fue el protagonista de la discusión.
Así como hemos detallado durante el día de ayer, el Ministro de Defensa afirmó que en diversos proyectos de financiación a través del FONDEF, los mismos no fueron ejecutados, o fueron comenzados a medias en relación del dinero invertido. Por ejemplo, en el proyecto del Dique 2 de Puerto Belgrano, si bien se abonó el 80% de la obra, la misma no se ejecutó nunca. Para la Base Naval Integrada Ushuaia, sólo se ejecutó un 26% de la obra, habiéndose abonado el 100% de la misma. Cabe destacar, que para cada uno de estos proyectos, existió su debida propaganda política y promoción desde la gestión.
De igual manera, se sostiene que el Fondo Nacional de la Defensa fue necesario, aunque “no ha logrado revertir la falta de equipamiento y el reemplazo del material obsoleto”, y que “fue utilizado de manera arbitraria por fuera de la ley”. Por ello, se presentó un proyecto de reglamentación del FONDEF, cuyo principal objetivo es la independización del año presupuestario, creando una entidad descentralizada para preservar el presupuesto, entre otros puntos importantes.
La Armada de Brasil botó su primer submarino Scorpene construido en Brasil, el Riachuelo, el 14 de diciembre de 2018. Imagen de Naval News
En cuanto al equipamiento que se necesita para las Fuerzas Armadas de Argentina, se recalcó la inclinación hacia las opciones occidentales, capitalistas y/o democráticos. Ciertos ejemplos que podemos mencionar, incluyen principalmente a Estados Unidos y Europa, pero también Japón, Australia, Egipto y Marruecos como opcionales. Cierto es que, la logística de la Defensa en Argentina siempre tomó un camino occidental, y “así debe seguir”; mencionando también la amplia posibilidad de créditos y respaldos económicos sobre todo por parte de Estados Unidos, no sólo por los cazas supersónicos F-16, sino también por los VCBR Stryker -cuya negociación fue iniciada en la gestión Macri, abandonada por la gestión pasada, y abordada nuevamente ahora como opción a considerar-; y existen negociaciones con Italia para la adquisición de buques de segunda mano, junto a la próxima visita de Fincantieri (Cantieri Navali Italiani S.p.A.); además de las tratativas con Brasil por los submarinos Scorpene, cuestión marítima a recuperar por Argentina.
Ejército Argentino durante el Día del Soldado. Créditos a EA.
El Ministro destacó, además, la importancia de mantener el espíritu de la Ley de Defensa Nacional. Tal y como hemos remarcado en una nota previa de misma autoría, la Ley 23.554 sancionada en 1988, si bien establece las bases legales de la implementación de las Fuerzas Armadas en Argentina, no impone una barrera infranqueable entre la Seguridad Interior y la Defensa Nacional, sino que además establece que las Fuerzas Armadas podrían brindar apoyo a las Fuerzas de Seguridad en caso de presentar una necesidad urgente, “más teniendo en cuenta el tiempo actual” aclaró Petri. Sin poner excesivas presiones a una gestión ministerial que recién comienza, podríamos quizás ver el énfasis de un Ministerio de Defensa en una Ley que establece un claro papel para las Fuerzas Armadas, y una intención de mantener el espíritu de la misma intacto. Si bien es de público conocimiento que las FFAA fueron una consideración a medias para planes de reequipamiento -a veces por cuestiones presupuestarias y otras por inclinaciones políticas-, es importante que no se pierda el papel fundamental que cumplen las mismas, además de la defensa de la Nación ante amenazas externas y el apoyo humanitario (papel que han cumplido a rajatabla en el último tiempo). No se debe olvidar que las Fuerzas Armadas son uno de los pilares en los cuales reposa el Estado Argentino, y total garantía del mismo, incluyendo el apoyo a la Seguridad de sus ciudadanos.
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Así como hemos detallado durante el día de ayer, el Ministro de Defensa afirmó que en diversos proyectos de financiación a través del FONDEF, los mismos no fueron ejecutados, o fueron comenzados a medias en relación del dinero invertido. Por ejemplo, en el proyecto del Dique 2 de Puerto Belgrano, si bien se abonó el 80% de la obra, la misma no se ejecutó nunca. Para la Base Naval Integrada Ushuaia, sólo se ejecutó un 26% de la obra, habiéndose abonado el 100% de la misma. Cabe destacar, que para cada uno de estos proyectos, existió su debida propaganda política y promoción desde la gestión.
De igual manera, se sostiene que el Fondo Nacional de la Defensa fue necesario, aunque “no ha logrado revertir la falta de equipamiento y el reemplazo del material obsoleto”, y que “fue utilizado de manera arbitraria por fuera de la ley”. Por ello, se presentó un proyecto de reglamentación del FONDEF, cuyo principal objetivo es la independización del año presupuestario, creando una entidad descentralizada para preservar el presupuesto, entre otros puntos importantes.
La Armada de Brasil botó su primer submarino Scorpene construido en Brasil, el Riachuelo, el 14 de diciembre de 2018. Imagen de Naval News
En cuanto al equipamiento que se necesita para las Fuerzas Armadas de Argentina, se recalcó la inclinación hacia las opciones occidentales, capitalistas y/o democráticos. Ciertos ejemplos que podemos mencionar, incluyen principalmente a Estados Unidos y Europa, pero también Japón, Australia, Egipto y Marruecos como opcionales. Cierto es que, la logística de la Defensa en Argentina siempre tomó un camino occidental, y “así debe seguir”; mencionando también la amplia posibilidad de créditos y respaldos económicos sobre todo por parte de Estados Unidos, no sólo por los cazas supersónicos F-16, sino también por los VCBR Stryker -cuya negociación fue iniciada en la gestión Macri, abandonada por la gestión pasada, y abordada nuevamente ahora como opción a considerar-; y existen negociaciones con Italia para la adquisición de buques de segunda mano, junto a la próxima visita de Fincantieri (Cantieri Navali Italiani S.p.A.); además de las tratativas con Brasil por los submarinos Scorpene, cuestión marítima a recuperar por Argentina.
Ejército Argentino durante el Día del Soldado. Créditos a EA.
El Ministro destacó, además, la importancia de mantener el espíritu de la Ley de Defensa Nacional. Tal y como hemos remarcado en una nota previa de misma autoría, la Ley 23.554 sancionada en 1988, si bien establece las bases legales de la implementación de las Fuerzas Armadas en Argentina, no impone una barrera infranqueable entre la Seguridad Interior y la Defensa Nacional, sino que además establece que las Fuerzas Armadas podrían brindar apoyo a las Fuerzas de Seguridad en caso de presentar una necesidad urgente, “más teniendo en cuenta el tiempo actual” aclaró Petri. Sin poner excesivas presiones a una gestión ministerial que recién comienza, podríamos quizás ver el énfasis de un Ministerio de Defensa en una Ley que establece un claro papel para las Fuerzas Armadas, y una intención de mantener el espíritu de la misma intacto. Si bien es de público conocimiento que las FFAA fueron una consideración a medias para planes de reequipamiento -a veces por cuestiones presupuestarias y otras por inclinaciones políticas-, es importante que no se pierda el papel fundamental que cumplen las mismas, además de la defensa de la Nación ante amenazas externas y el apoyo humanitario (papel que han cumplido a rajatabla en el último tiempo). No se debe olvidar que las Fuerzas Armadas son uno de los pilares en los cuales reposa el Estado Argentino, y total garantía del mismo, incluyendo el apoyo a la Seguridad de sus ciudadanos.
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